¿Cómo permanecemos en las manos de Jesús?

Introducción:

En este pasaje de Juan, Jesús dice que a sus ovejas nadie los puede arrebatar de sus manos, ¿ que estaba diciendo Jesús con este pasaje?

Leamos el siguiente pasaje y su contexto:

Juan 10.27–29 RVA

27 Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen. 28 Yo les doy vida eterna, y no perecerán jamás, y nadie las arrebatará de mi mano. 29 Mi Padre que me las ha dado, es mayor que todos; y nadie las puede arrebatar de las manos del Padre.

La promesa de “yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás , ni nadie las arrebatará de mi mano” está hecha para aquellos del verso 27:

“Mis ovejas oyen mi voz, yo las conozco, y me siguen”

Para ser una oveja de Cristo y para ser incluido en la promesa del verso 28 , que incluye estar en su manos, permanentemente sin que nadie pueda quitarnos de ahí, tenemos que oír Su voz, que Él nos conozca y seguirlo.

Ahora, vamos a desglosar esto un poco más. ¿Qué significa seguir a Cristo?

1. Para seguirlo implica primero oír su voz, es decir haber hecho una confesión de fe y recibirle como Señor y Salvador, eso sólo como un primer paso. Es decir entregar nuestra vida a él para que él la cambie, nos haga hombres y mujeres nuevas, nacidos de nuevo.

2. Significa que él nos conozca:

Considere lo que el salmista está diciendo en el

Salmo 139.1–6 RVA

1 Oh Jehovah, tú me has examinado y conocido. 2 Tú conoces cuando me siento y cuando me levanto; desde lejos entiendes mi pensamiento. 3 Mi caminar y mi acostarme has considerado; todos mis caminos te son conocidos. 4 Pues aún no está la palabra en mi lengua, y tú, oh Jehovah, ya la sabes toda. 5 Detrás y delante me rodeas y sobre mí pones tu mano. 6 Tal conocimiento me es maravilloso; tan alto que no lo puedo alcanzar.

Tal conocimiento implica, una vida consagrada, una vida dependiente por completa de Dios, es decir implica una relación personal con el Señor.

Donde nada escapa de él y donde nosotros no podemos escondernos de él, en otras palabra una plena conciencia de quién es Dios y sus atributos, de omnisciencia, omnipresencia y eternidad.

Ahora bien hermanos, cuando oímos su voz y Él tiene pleno conocimiento nuestro, entonces, podemos decir que le estamos siguiendo, y eso implica varios aspectos a considerar, que Jesús mismo enseñó:

3.¿Cómo sabemos si estamos siguiendo a Jesús?

Lucas 9.23–24 RVA

23 Decía entonces a todos: —Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día y sígame. 24 Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por causa de mí, la salvará.

A. negarnos a nosotros mismos y tomar nuestra Cruz cada día, eso implica estar siguiendo a Jesús.

Y también

Mateo 10.38 RVA

38 El que no toma su cruz y sigue en pos de mí no es digno de mí.

B. Tomar nuestra Cruz e ir en pos de él, implica, no una acción de simple demostración, si yo voy a la iglesia, yo hago, esto o aquello en la iglesia, no, no es así, significa, hacerlo así como él Señor lo hizo, y así como él nos dejó en su palabra que lo hiciéramos, estamos hablando de cargar esa cruz pesada para nosotros en obediencia Dios, y no para sentirnos bien nosotros mismos, o para acarrearnos aplausos de los que nos ven.

C. Seguir a Cristo implica moverse. Seguir a Cristo es algo dinámico, algo que involucra movimiento, y de hecho moverse detrás de alguien, el Señor. El primer momento de fe es, por una parte, algo estático, algo que sucedió en algún momento en el tiempo. Ese momento nos puso detrás de Cristo. Ahora tenemos que seguirlo.

Ese momento nos llevó a la fe. Ahora tenemos que correr con paciencia la carrera de la fe hasta el final, poniendo los ojos en Jesús, el líder de nuestra fe. Como leemos en Hebreos 12:2

Hebreos 12.2 RVA

2 puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe; quien por el gozo que tenía por delante sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se ha sentado a la diestra del trono de Dios.

D. Significa saber a donde va.

1 Juan 2:10-11

1 Juan 2.10–11 RVA

10 El que ama a su hermano permanece en la luz, y en él no hay tropiezo. 11 Pero el que odia a su hermano está en tinieblas y anda en tinieblas; y no sabe a dónde va, porque las tinieblas le han cegado los ojos.

Sólo el amor de Dios presente en nuestros corazones, nos ayudará a permanecer en luz, amanado a nuestros hermanos, desechando el odio, que es fruto de los que están en tinieblas.

Sólo en el amor de Dios, podemos saber donde vamos, porque el que anda en tinieblas, no sabe donde va, no conoce a Dios y las tinieblas lo han segado.

Por eso Juan dice en 1 Juan 4:20

1 Juan 4.20 RVA

20 Si alguien dice: "Yo amo a Dios" y odia a su hermano, es mentiroso. Porque el que no ama a su hermano a quien ha visto, no puede amar a Dios a quien no ha visto.

1 Juan 4.8 RVA

8 El que no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor.

Conclusión:

¿Está usted en las manos de Jesús, donde, nadie le va arrebatar?

Si su respuesta es sí, debe preguntarse, si ya ha escuchado su voz , si él le conoce verdaderamente y si usted le esta siguiendo en obediencia.