Primer encargo a Timoteo
EL ENCARGO A TIMOTEO
¿Quiénes eran?
¿Qué enseñaban?
Las fábulas eran ficciones religiosas que habían sido inventadas y carecían de fundamento bíblico. Las genealogías interminables probablemente eran interpretaciones necias y extravagantes de la historia del A.T., quizás mezcladas con ideas de la filosofía de ese momento
En nuestros días se presenta el mismo error y en formas muy diversas. En lugar de estudiar la Palabra infalible, algunos recurren a toda suerte de fantasías
La consecuencia
La consecuencia
Lo que la buena enseñanza produce
AMOR
CORAZON LIMPIO
El corazón es el asiento de los sentimientos y la fe, y es, además, el causante de las palabras y las acciones (Ro. 10:10; cf. Mt. 12:34; 15:19; 22:37; y véase C.N.T. sobre Jn. 14:1). Es la médula y centro del ser humano, el ser íntimo del hombre. “De él mana la vida” (Pr. 4:23). “El hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón” (1 S. 16:7). Ahora bien, el propósito del mandamiento del evangelio es el amor que brota de un corazón puro. El corazón es puro cuando experimenta la obra purificadora del Espíritu Santo (Sal. 51:10, 11). Cuando esto sucede, empieza a aflorar el amor ferviente (1 P. 1:22).
BUENA CONCIENCIA
La conciencia alcanza su meta más elevada en el creyente. Para el hombre regenerado, la voluntad de Dios expresada en su Palabra se convierte en Señor, Conductor y Director de la conciencia” (1 P. 2:19). La “buena conciencia” de que habla el apóstol en 1 Ti. 1:5 es más que una “clara conciencia”. Es más bien la conciencia que:
a. se rige por la revelación especial de Dios como norma;
b. pronuncia juicios que se aceptan y emite órdenes que se obedecen;
c. produce “tristeza que es según Dios, (que) produce arrepentimiento para salvación” (2 Co. 7:10), una salvación por medio de la cual “el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado” (Ro. 5:5). Y el amor de Dios suscita una respuesta de amor.