AMIGOS (2)

Limites como los amigos  •  Sermon  •  Submitted
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EL PARCERO

DECISIONES EN LA VIDA
Buenos amigos vrs Malos amigos
El ser humano siempre quiere ser parte de un grupo.
Pero hay veces nos metemos al basurero del mundo a buscar a nuestros amigos, no se si les pasó, pero cuando uno esta en las calles conoce a muchas personas, unas buenas otras no tanto, pero casi siempre uno tiene el palito de tener amigos que no son buenos, aquellos que son borrachos, drogadictos, mujeriegos, chismosos, peleones, jaja, en fin, no tienen limites, no se si a ustedes le pasó pero a mi me pasaba y el tema con todo esto es que las cosas malas se le pagan a uno más fácilmente que las cosas buenas.
Recuerdo que cuando no era cristiano tenia amigos, unos del barrio, otros del colegio, pero en cada uno de estos grupos de amigos supuestos siempre había uno que era una caspa, y mi mamá me decía no te juntes con este que esa amistad no me gusta, te estas pareciendo a este que hace lo mismo y eso no me gusta, o me decía esa niña con la que estas saliendo no me gusta, jajaja, no se si soy el único que vivió esas cosas, pero a mi me pasaba, y se me pegaban malas costumbres, decía groserías, pensaba mal, de hecho la primera vez que vi pronografía fue con mis amigos, por que las cosas malas se le pegan a uno, son como los piojos a uno se le pegan, cuando era más pequeño por estar con mis amigos jugando en la calle se me pegaron los piojos, yo recuerdo rascándome duro la cabeza y creo que alcancé a matar a uno de esos animalito en medio de que se me estaban pegando, se parece, tampoco puede uno decir que todas las cosas malas que aprendí fue por los malos amigos, pero si muchas de ellas. A esto debes decirle NO, el no de los limites, pero nunca me enseñaron a colocar limites.
Pero mira lo que pasa con Jesús, es impresionante como Juan relata esto del Señor Jesucristo, poderoso esto:
Jesús habla de amor, en la verdadera amistad hay amor.
Juan 15.9 NVI
»Así como el Padre me ha amado a mí, también yo los he amado a ustedes. Permanezcan en mi amor.
Juan 15:9-
Juan 15.9–12 NVI
»Así como el Padre me ha amado a mí, también yo los he amado a ustedes. Permanezcan en mi amor. Si obedecen mis mandamientos, permanecerán en mi amor, así como yo he obedecido los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Les he dicho esto para que tengan mi alegría y así su alegría sea completa. Y éste es mi mandamiento: que se amen los unos a los otros, como yo los he amado.
1. Primero habla de amor.
El los amo primero, ellos no lo habían amado cuando él ya los había amado, aun aquel amigo que lo traicionaría, amor, de eso esta hablando aquí.
Proverbios 17.17 NVI
En todo tiempo ama el amigo; para ayudar en la adversidad nació el hermano.
2º Samuel 1.26 NVI
¡Cuánto sufro por ti, Jonatán, pues te quería como a un hermano! Más preciosa fue para mí tu amistad que el amor de las mujeres.
Proverbios 18.24 NVI
Hay amigos que llevan a la ruina, y hay amigos más fieles que un hermano.
Proverbios 27.6 NVI
Más confiable es el amigo que hiere que el enemigo que besa.
2. Pero el amor tiene que ver con el morir por el amigo
2. Pero el amor tiene que ver con el morir por el amigo
Juan 15.13 NVI
Nadie tiene amor más grande que el dar la vida por sus amigos.
Juan 15:
¿Morirías por un amigo?
Debo confesar que no ha sido fácil conseguir amigos, pero creo que Dios ha querido restaurar esto en mi vida, no soy el man más sociable pero creo que Dios me ha rodeado de gente en el ministerio que creo que es fiel y que va a muerte conmigo, creo que el lugar para encontrar esos amigos que van a muerte contigo es la iglesia.
3. Pero esa amistad tiene una condición
Juan 15.14 NVI
Ustedes son mis amigos si hacen lo que yo les mando.
Juan 15:14-
Compara las condiciones de seguirlo a él versus seguir a los amigos del mundo, aquí la condición es obediencia en amor, no es obediencia en obligación, tu le amas y le obedeces.
4. Ya no eres más siervo, eres amigo por que él te ha escogido.
Juan 15.15–16 NVI
Ya no los llamo siervos, porque el siervo no está al tanto de lo que hace su amo; los he llamado amigos, porque todo lo que a mi Padre le oí decir se lo he dado a conocer a ustedes. No me escogieron ustedes a mí, sino que yo los escogí a ustedes y los comisioné para que vayan y den fruto, un fruto que perdure. Así el Padre les dará todo lo que le pidan en mi nombre.
Juan 15:15
Tendrás que tomar decisiones Caneca
caneca de basura, alguien que me tire basura y yo voy sacandola
Quizás dejar a varios amigos que no funcionan en tu vida, que te llevan a colocar basura en tu vida.
Quizás a cambiar de hábitos, cuando conocí al Señor, cuando él tocó mi vida a los 17 años yo no quería salir de mis amigos, pero luego yo no me sentía con ellos y lo que hacíamos, ellos empezaron a ver que había cambiado que ya no me gustaba estar en los lugares de trago, y se empezaron a alejar, pero El Señor me dio amigos quizás unos más cercanos que otros, si te das cuenta el Señor tenía mucha gente que lo seguía gente que lo conocía a él, pero el tenía su grupo cercano de 12, y con ellos compartía su día a día, pero de ese circulo aun había unos más cercanos si bien los amaba a todos tenia 3 más cercanos, Pedro, Santiago y Juan , pero de también tenia uno más cercano que era Juan, a que voy, a que en tu vida puedes tener amigos y si no los tienes hoy es él día de pedirle a Dios esos amigos, amigos que te coloquen limites, amigos que le digan No a las cosas del mundo y si a Dios.
Juan
Juan 21 NVI
Después de esto Jesús se apareció de nuevo a sus discípulos, junto al lago de Tiberíades. Sucedió de esta manera: Estaban juntos Simón Pedro, Tomás (al que apodaban el Gemelo), Natanael, el de Caná de Galilea, los hijos de Zebedeo, y otros dos discípulos. —Me voy a pescar—dijo Simón Pedro. —Nos vamos contigo—contestaron ellos. Salieron, pues, de allí y se embarcaron, pero esa noche no pescaron nada. Al despuntar el alba Jesús se hizo presente en la orilla, pero los discípulos no se dieron cuenta de que era él. —Muchachos, ¿no tienen algo de comer?—les preguntó Jesús. —No—respondieron ellos. —Tiren la red a la derecha de la barca, y pescarán algo. Así lo hicieron, y era tal la cantidad de pescados que ya no podían sacar la red. —¡Es el Señor!—dijo a Pedro el discípulo a quien Jesús amaba. Tan pronto como Simón Pedro le oyó decir: «Es el Señor», se puso la ropa, pues estaba semidesnudo, y se tiró al agua. Los otros discípulos lo siguieron en la barca, arrastrando la red llena de pescados, pues estaban a escasos cien metros de la orilla. Al desembarcar, vieron unas brasas con un pescado encima, y un pan. —Traigan algunos de los pescados que acaban de sacar—les dijo Jesús. Simón Pedro subió a bordo y arrastró hasta la orilla la red, la cual estaba llena de pescados de buen tamaño. Eran ciento cincuenta y tres, pero a pesar de ser tantos la red no se rompió. —Vengan a desayunar—les dijo Jesús. Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle: «¿Quién eres tú?», porque sabían que era el Señor. Jesús se acercó, tomó el pan y se lo dio a ellos, e hizo lo mismo con el pescado. Ésta fue la tercera vez que Jesús se apareció a sus discípulos después de haber resucitado. Cuando terminaron de desayunar, Jesús le preguntó a Simón Pedro: —Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos? —Sí, Señor, tú sabes que te quiero—contestó Pedro. —Apacienta mis corderos—le dijo Jesús. Y volvió a preguntarle: —Simón, hijo de Juan, ¿me amas? —Sí, Señor, tú sabes que te quiero. —Cuida de mis ovejas. Por tercera vez Jesús le preguntó: —Simón, hijo de Juan, ¿me quieres? A Pedro le dolió que por tercera vez Jesús le hubiera preguntado: «¿Me quieres?» Así que le dijo: —Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te quiero. —Apacienta mis ovejas—le dijo Jesús—. De veras te aseguro que cuando eras más joven te vestías tú mismo e ibas adonde querías; pero cuando seas viejo, extenderás las manos y otro te vestirá y te llevará adonde no quieras ir. Esto dijo Jesús para dar a entender la clase de muerte con que Pedro glorificaría a Dios. Después de eso añadió: —¡Sígueme! Al volverse, Pedro vio que los seguía el discípulo a quien Jesús amaba, el mismo que en la cena se había reclinado sobre Jesús y le había dicho: «Señor, ¿quién es el que va a traicionarte?» Al verlo, Pedro preguntó: —Señor, ¿y éste, qué? —Si quiero que él permanezca vivo hasta que yo vuelva, ¿a ti qué? Tú sígueme no más. Por este motivo corrió entre los hermanos el rumor de que aquel discípulo no moriría. Pero Jesús no dijo que no moriría, sino solamente: «Si quiero que él permanezca vivo hasta que yo vuelva, ¿a ti qué?» Éste es el discípulo que da testimonio de estas cosas, y las escribió. Y estamos convencidos de que su testimonio es verídico. Jesús hizo también muchas otras cosas, tantas que, si se escribiera cada una de ellas, pienso que los libros escritos no cabrían en el mundo entero.
La mayoría de veces nos metemos en la basura
Nos gusta meternos en la caneca de la basura y dejar que otros nos digan que debemos hacer, como debemos ser y que
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