La Responsabilidad de mi santificación.
Necesitamos entende (honrar a Dios en lo poco) (Hacer lo que nos corresponde)
Honrar a Dios.
(Salvación por gracia)
(morir a la carne)
12 Queridos amigos, siempre siguieron mis instrucciones cuando estaba con ustedes; y ahora que estoy lejos, es aún más importante que lo hagan. Esfuércense por demostrar los resultados de su salvación obedeciendo a Dios con profunda reverencia y temor. 13 Pues Dios trabaja en ustedes y les da el deseo y el poder para que hagan lo que a él le agrada.
14 Hagan todo sin quejarse y sin discutir, 15 para que nadie pueda criticarlos. Lleven una vida limpia e inocente como corresponde a hijos de Dios y brillen como luces radiantes en un mundo lleno de gente perversa y corrupta. 16 Aférrense a la palabra de vida; entonces, el día que Cristo vuelva, me sentiré orgulloso de no haber corrido la carrera en vano y de que mi trabajo no fue inútil. 17 Sin embargo, me alegraré aun si tengo que perder la vida derramándola como ofrenda líquida a Dios, así como el fiel servicio de ustedes también es una ofrenda a Dios. Y quiero que todos ustedes participen de esta alegría. 18 Claro que sí, deberían alegrarse, y yo me gozaré con ustedes.
La causa raíz de los problemas matrimoniales es el egocentrismo.
¿Qué es el Egocentrismo?
El egocentrismo es la actitud hacia nuestro cónyuge que dice: “Estás aquí para contribuir al avance de mis propios intereses según yo los defino.” “Nada,” dice Larry Crabb, “es más natural, especialmente cuando sufrimos de las heridas causadas por el trato injusto de parte del otro, que considerar nuestro bienestar inmediato como el propósito final que la justicia debe servir.” En otras palabras, en un universo justo, me tratarían bien, y cómo me siento le importaría profundamente a todo mundo.
Nueva Traducción Viviente (NTV)
Nueva Traducción Viviente (NTV)
Nueva Traducción Viviente (NTV)
Nueva Traducción Viviente (NTV)
Nueva Traducción Viviente (NTV)
La esperanza de la vida eterna
Nueva Traducción Viviente (NTV)
Nueva Traducción Viviente (NTV)
La santificación de los creyentes requiere su esfuerzo diligente. Sin embargo, Dios los faculta, conforme a su poder soberano, para llevar a cabo su voluntad para y en sus hijos.
Esa sinergia entre lo humano y lo divino que obra en y a través del creyente siempre ha existido