Sermon Tone Analysis
Overall tone of the sermon
This automated analysis scores the text on the likely presence of emotional, language, and social tones. There are no right or wrong scores; this is just an indication of tones readers or listeners may pick up from the text.
A score of 0.5 or higher indicates the tone is likely present.
Emotion Tone
Anger
0.07UNLIKELY
Disgust
0.1UNLIKELY
Fear
0.12UNLIKELY
Joy
0.22UNLIKELY
Sadness
0.16UNLIKELY
Language Tone
Analytical
0UNLIKELY
Confident
0UNLIKELY
Tentative
0UNLIKELY
Social Tone
Openness
0.09UNLIKELY
Conscientiousness
0.15UNLIKELY
Extraversion
0.48UNLIKELY
Agreeableness
0.6LIKELY
Emotional Range
0.18UNLIKELY
Tone of specific sentences
Tones
Emotion
Language
Social Tendencies
Anger
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“El Corazón Del Padre”
“El Corazón Del Padre”
Un Corazón Para Sanarte
Lucas 15:11-32 NVI
Muchos de nosotros tenemos heridas de nuestro padre terrenal en nuestras vidas, Sin saberlo pudimos haber sido marcados por nuestros padres, lo que nos hace estar encadenados y aun ahora todavía tenemos estas cadenas... Hay una ilustración de un luchador que llego a ser campeón de la UFC pero como llego al campeonato fue lo que llamo mi atención.
Este luchador era un hombre fuerte, un hombre exitoso ... cuando peleó esta pelea, ganó ... mientras recibía su cinturón por su victoria, un comentarista fue a él y le preguntó cómo te sientes.
este hombre fuerte que acaba de terminar y ganar un combate de campeonato comenzó a llorar y miró a la cámara y dijo: "Mira, papá, me convertí en alguien, lo logré ... en una entrevista aparte el mismo comentarista encontró que este luchador había sido marcado por su propio padre dandole una vida de violencia, de golpes, de insultos y tanto fue su odio hacia su padre que el llego a poner mentalmente la cara de su padre en cada oponente que el enfrentaba….. hay muchos aquí hoy que están marcados por su padre, ya sea bueno o malo ... Dios quiere sanar las heridas de tu padre hoy …
El corazón de Dios es para sanarte….
“…UN HOMBRE TENÍA DOS HIJOS” (Lucas 15:11)
“…UN HOMBRE TENÍA DOS HIJOS” (Lucas 15:11)
El verdadero protagonista de la parábola del hijo pródigo es el padre.
Éste tenía dos hijos: uno rebelde y otro religioso.
Pero los amaba a los dos; y porque eran su familia, nunca se dio por vencido con ellos.
Mientras que el hermano menor estuvo en tierras lejanas sumido en el pecado, el hermano mayor estaba en casa sumido en su moralidad.
Uno era culpable de cometer pecados de la carne (los evidentes); el otro era culpable de los pecados del espíritu (no tan evidentes).
Sólo después de perderlo todo el hijo menor descubrió que vivir en sumisión a las normas paternas era la forma más gratificante y segura de vivir.
Sólo después de entender la diferencia entre guardar las normas y tener una relación, el mayor pudo comprender las palabras de su padre: “…Todo lo que tengo es tuyo” (Lucas 15:31 NVI).Uno cumplió con las reglas, pero no era feliz; el otro las incumplió y tampoco fue feliz.
¿Con cuál de los dos te identificas?
El problema estaba en que ninguno de los dos hijos conocía el corazón del padre, porque eran muy egocéntricos.
Pero eso cambió cuando se dieron cuenta de que eran amados a pesar de sus faltas, y que su padre quería bendecirlos.
Tienes que entender lo siguiente: puedes leer la Biblia, ir a la iglesia, guardar todos los preceptos y no conocer de verdad la fidelidad de Dios, Su amor y Sus planes para tu vida.
Hasta que no lo conozcas profundamente, no estarás bien cimentado; serás zarandeado de un lado para otro por las diversas circunstancias, emociones y tentaciones.
Pero cuando sepas a Quién le perteneces, empezarás a captar quién eres, lo que tienes que hacer y adónde tienes que estar.
“VOLVIENDO EN SÍ.” (Lucas 15:17)
“VOLVIENDO EN SÍ.” (Lucas 15:17)
A veces tienes que tocar fondo para entender quién es Dios y lo que puede hacer por ti.
Cuando el hijo menor acabó en una pocilga, “volvió en sí” y la siguiente decisión que tomó fue crucial: “.Iré a mi padre, y le diré: padre, he pecado.”
(Lucas 15:18).
Cuando lo hizo, su padre le volvió a otorgar el lugar que le correspondía.
Pero el hermano mayor también necesitaba el perdón del padre.
¿Cuál era su pecado?
La envidia y la crítica.”.Cuando vino este hijo tuyo, que ha consumido tus bienes con rameras, has hecho matar para él el becerro gordo” (v.
30).
Él ascendía posiciones a base de pisar al otro hermano.
Trató de ganarse el amor del padre haciendo méritos.
El problema era que ya tenía el amor del padre -aunque él no lo supiera- y por eso seguía intentando “demostrar” quién era.
¿Estás haciendo lo mismo?
Como hijo redimido de Dios, ya has sido aceptado, justificado y vestido con la justicia de Cristo.
Hoy tu Padre celestial te dice: “…Hijo, tú siempre estás conmigo y todas mis cosas son tuyas” (Lucas 15:31).
Ambos hijos pecaron de forma diferente, pero la solución para ambos era la misma: ser restaurados para estar en compañía del Padre.
NVI
Santiago escribe: “Toda buena dádiva y todo don perfecto descienden de lo alto, del Padre.
que no cambia.”
(Santiago 1:17 NVI).
Date cuenta de que Dios no sólo sabe lo que es “bueno” para ti, sino lo que es “perfecto”.
Y Él te lo dará cuando estés en el lugar espiritual correcto y comiences a permanecer en Él como conviene.
Parabola Del Hijo Prodigo
“.ESTABA PERDIDO Y HA SIDO ENCONTRADO” (Lucas 15:32 NVI)
El hijo pródigo no supo quién era su padre ni lo que éste sentía por él hasta que se fue de casa.
Mirando al pasado, pensó: ‘He dejado lo mejor que nunca tuve’.
Después de haber acabado en una pocilga “volvió en sí” (Lucas 15:17).
Mirando a su alrededor, pensó: ‘Yo no debería vivir así’.
En ese momento su vida dio un vuelco.
Al volver a casa, su padre organizó una gran fiesta.
Cuando el hijo pródigo se dio cuenta de quién era su padre, descubrió también quién era él, y entonces tuvo algo que celebrar.
Hasta que no descubras quién es Dios y quién eres tú, no hay nada que celebrar.
Seguirás tratando de comprar amor, gustarle a todos, intentar ganarte su amistad, hacer contactos, encontrarte con la gente adecuada en el momento adecuado para llegar al destino adecuado, etc.
Pero una vez que sabes Quién es tu Padre y quién eres tú, tienes que volver a casa y tomar el lugar que te corresponde en la mesa.
No más soledad.
No más culpabilidad.
No más carencias.
Escucha las palabras del Padre: “Teníamos que hacer fiesta y alegrarnos, porque este hermano tuyo estaba muerto, pero ahora ha vuelto a la vida; se había perdido, pero ya lo hemos encontrado” (Lucas15:32 NVI).
Cuando se fue de casa, el hijo pródigo dijo: “.Dame lo que me toca de la herencia.”
(v. 12 NVI).
Pero luego comprendió que puedes poseer “todo” lo que hay en el mundo y aun así no tener nada si no es con la seguridad del amor del Padre.
¿Captas la idea?
“.TODO LO QUE TENGO ES TUYO” (Lucas 15:31 NVI)
El hermano mayor no podía alegrarse de la vuelta a casa del hermano menor porque eso le ofendía.
Le dijo a su padre: “¡Organizas una fiesta para él, pero nunca has organizado una para mí! Te he servido fielmente durante años y ni una vez reconociste mi servicio o celebraste mis logros” (Lucas 15:29-30 parafraseado).
Aprendemos tres cosas del hermano mayor:
La primera es acerca de las actitudes.
A pesar de estar invitado a la fiesta, su enfado lo mantuvo alejado.
¿Qué te enfada a ti?
No hablas con nadie ni perdonas a nadie.
Tienes miedo de amar, de ayudar o de aprender.
Les has echado la culpa de todo a los demás y ahora se la echas a Dios.
No permitas que el enfado te deje encerrado, te robe la bendición, te envenene el espíritu o te quite el gozo.
Perdona, alégrate por tu hermano y camina en compañía de tu Padre espiritual.
La segunda es acerca de la abundancia.
“Hijo mío.
todo lo que tengo es tuyo” (Lucas 15:31 NVI).
Fíjate en la palabra “todo”.
Dios es un Dios de abundancia y si Él bendice a tus hermanos, también lo hará contigo, porque cuando los bendice a ellos, le sigue quedando más que suficiente para ti.
La tercera es acerca de tu acercamiento al Padre.
Como hijo redimido de Dios, puedes acercarte a Él en cualquier momento, pedirle lo que necesites y estar seguro de que Él te responderá.
NVI
NVI
“Así que acerquémonos confiadamente al trono de la gracia para recibir misericordia y hallar la gracia que nos ayude en el momento que más la necesitemos” (Hebreos 4:16 NVI).
Dirás: ¿Cuándo va a responder Dios a mi oración?’.
Su respuesta es: ‘En el momento que más lo necesites’.
Hombres, hay una guerra en marcha, no hay tiempo para descansar, no hay tiempo para estar detrás de la línea de batalla, es hora de tomar posiciones frente a la línea de los enemigos y enfrentar la guerra contra el diablo ... es hora de luchar.
tu propósito como hijo de Dios, como esposo, como padre, como amigo, como hermano, es hora de luchar por tu matrimonio, por tus hijos, por tu santidad ... es hora de defender tu posición y recuperar tu identidad en Cristo ... es el momento de declarar la guerra contra la pereza, contra el comportamiento imprudente, la guerra contra el no querer quedarse en tu familia en tu matrimonio y ser un padre ...
Como hijos de Dios, tenemos que establecer estándares más altos en el momento de reclamar nuestra herencia y restaurarnos a lo que la Palabra de Dios nos llama a hacer.
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