La Unidad De La Iglesia
Tema: El cuadro de la situación
Texto 1 Corintio 1:10-16.
Introducción: A partir de 1:10, el apóstol entra de lleno a tratar los temas que le preocupan de la vida en la iglesia de Corinto. Decimos que entra de lleno, pues lo hace en una forma abrupta que sorprende, por no ser la que usa en forma habitual. Estos problemas son muchos y variados (más o menos una docena, según cómo se los clasifique). No hay en el N.T. otra iglesia que presentara tantas características negativas a la vez, lo que valoriza el aprecio demostrado por Pablo en los saludos iníciales. Al mismo tiempo, debe servir para que midamos la seriedad de las dificultades que pueda enfrentar nuestra propia congregación. Ni una vez el autor insinúa que se debe dejar la congregación o producir una división.
En términos matemáticos, la división se define como: “partir algo en porciones iguales”. Las opiniones se dividen, los países se dividen, las familias se dividen. Esto nos muestra que toda división es producto de la diferencia de opiniones. Pablo le propone a la iglesia de Corinto que se unan, y condena la división por las siguientes razones:
I. La división produce partidos en la iglesia, vv. 10a, 12, 13.Para que se presenten divisiones se requiere de:
1. Una ruptura, grieta o fisura por palabra o hecho (Mat. 19:6).
2. Una diferencia de opinión (Juan 7:43).
3. Intrigas internas dentro del cuerpo.
4. Alejamiento de la iglesia sin justificación alguna.
5. Pérdida de la identidad como iglesia dentro de la comunidad.
II. La división cambia a Cristo por los líderes, vv. 11, 12.
1. El seguir a líderes produce compromiso, v. 13.
“En el nombre”. Se daba dinero en el nombre de una persona para pagar o comprar una posesión. Se vendían esclavos en el nombre de una persona. El soldado romano juraba lealtad en el nombre del césar. Lo anterior implica posesión total.
2. Los líderes fallan y los pueblos se derrumban.
3. El confiar en líderes es exponerse a perderlo todo.
III. Cristo no admite división, v. 13.
1. Cristo es único. “Unigénito” (Juan 3:16) indica que es único en su género.
2. Cristo es la unidad.
3. Como cuerpo de Cristo somos uno en él.
4. Cristo no es un partido; la salvación en él es única.
Conclusión: La iglesia guiada por líderes que proporcionan divisiones solo conduce a menospreciar la unidad en Cristo. El cristiano no solo pertenece a Cristo, sino que está ligado e identificado con él.