Dios es nuestro amparo y fortaleza
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Lección 13
29 de junio 2019
Dios es nuestro amparo y fortaleza
Texto para memorizar
Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones (, SRV).
Lectura previa de preparación
Objetivo
El creyente reforzará su confianza en Dios, y experimentará que la iglesia es un baluarte que protege porque Dios está en su presencia en medio de ella. Así que, no debemos temer mal alguno.
Dios se apiada, se conmueve de nuestra necesidad, porque el el un Padre amoroso, el desea calmar nuestro sufrimiento, nuestras lagrimas, por eso el no es tardo para venir a nuestra ayuda.
Dios conoce nuestras angustias, sabe lo que estamos pasando, el sabe que solos no podemos, y en esos momentos complicados el esta presto para venir a nuestra ayuda, si se lo pedimos
1 Dios es nuestro amparo y fortaleza, Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.
5 Dios está en medio de ella; no será conmovida. Dios la ayudará al clarear la mañana.
Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.
Dios la ayudará al clarear la mañana.
7 Jehová de los ejércitos está con nosotros; Nuestro refugio es el Dios de Jacob.
Nuestro refugio es el Dios de Jacob.
10 Estad quietos, y conoced que yo soy Dios; Seré exaltado entre las naciones; enaltecido seré en la tierra.
Seré exaltado entre las naciones; enaltecido seré en la tierra.
11 Jehová de los ejércitos está con nosotros; Nuestro refugio es el Dios de Jacob.
Nuestro refugio es el Dios de Jacob.
Como el padre se compadece de los hijos, Se compadece Jehová de los que le temen. 14 Porque él conoce nuestra condición; Se acuerda de que somos polvo.
En mi angustia invoqué a Jehová, Y clamé a mi Dios. El oyó mi voz desde su templo, Y mi clamor llegó delante de él, a sus oídos.
Dios puede venir a nuestra ayuda, pero es necesario invocarle, eso implica reconocimiento de impotencia, significa doblegar nuestro orgullo, rendirnos a él completamente.
Dios puede venir a nuestra ayuda, pero es necesario invocarle, eso implica reconocimiento de impotencia, significa doblegar nuestro orgullo, rendirnos a él completamente.
Dios escucha la voz de los justos que claman a el de día de noche. Pero es necesario perseverar. (oramos un día y como no vemos respuesta, a entonces por nosotros mismos buscamos la solución).
Dios escucha la voz de los justos que claman a el de día de noche. Pero es necesario perseverar. (oramos un día y como no vemos respuesta, a entonces por nosotros mismos buscamos la solución).
¿Cuantas veces queremos resolverlo el problema?, queremos encontrar la salida a nuestro modo, sin orar, y así queremos su ayuda.
Invocar al Señor implica el reconocimiento de su poder que es superior
Aunque afligido yo y necesitado, Jehová pensará en mí. Mi ayuda y mi libertador eres tú; Dios mío, no te tardes
Algo que tenemos la IDD es la buena doctrina, pero poca o casi nada de oración.
Nosotros pensamos que el Señor no viene a nuestra ayuda, porque a apenas nos llega una aflicción por pequeña que sea, y ya queremos salir de ahí, (no nos gusta sufrir nada), y como no tenemos respuesta, “Dios nos me ayuda, ya se tardo”.
No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.
Pero entonces, ¿que pasa?, ¿porque nos agobia el problema y no vemos la salida?
Porque confiamos más en otras cosas (comadre, amiga, hermanos, familiares, gobierno, etc.) que en Dios mismo, porque los vemos, y eso no tiene nada que ver con la fe.
Sumario
¿De dónde proceden las guerras y las contiendas entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones que luchan en vuestros miembros? ¿Codiciáis y no poseéis? Matáis ¿Envidiáis y no podéis conseguir? Combatís y hacéis la guerra. No tenéis porque no pedís. Pedís y no recibís porque pedís mal, con la intención de malgastarlo en vuestras pasiones (, BJ).
Pero si tenéis celos amargos y ambición personal en vuestro corazón, no seáis arrogantes y así mintáis contra la verdad.
Porque donde hay celos y ambición personal, allí hay confusión y toda cosa mala.
No nos hagamos vanagloriosos, provocándonos unos a otros, envidiándonos unos a otros.
Todo el mundo busca con desesperación la seguridad, de diversas formas, económica (casa, trabajo, propiedades, dinero, etc), política(estabilidad no guerras), social(colonia tranquila, buenos vecinos, no delincuencia, etc.), familiar (relaciones), etc.), pero todo esto, lo que ofrece es pasajero, temporal y en muchos casos inútil. Otorgan un sentimiento de seguridad falsa.
Confiar en alguien siempre es difícil, porque nos enfrentamos al miedo de ser defraudados (amistades, relaciones sentimentales, trabajos, etc.), pero a diferencia de otros Jesús nunca falla, por eso David podía confiar en su corazón.
Dios puede ayudarnos, pero... nos pide confiar en el. Primero confío en el y después el viene en mi ayuda (no al revés) Fe.
Dios es un poderoso Protector, David lo sabía el lo había librado de las garras de Osos, leones o del mismo gigante Goliat, el confiaba plenamente en Dios.
Las guerras y sus terribles consecuencias, los desastres naturales (terremotos, huracanes, sequías), la violencia extendida entre los seres humanos; son realidades que tarde o temprano se cruzarán en la vivencia de los hombres y mujeres de Dios, sea por aproximación o por experiencia de primera mano.
Dios no es ajeno a nuestra necesidad, no esta en el cielo disfrutando de nuestros padecimiento, ni tampoco es indolente a nuestra vida. Dios se compadece de sus hijos.
Dios siempre esta dispuesto a ayudarnos en los momentos más difíciles.(perdida de trabajo, negocio, salud, familia, etc).
Como el padre se compadece de los hijos, Se compadece Jehová de los que le temen. 14 Porque él conoce nuestra condición; Se acuerda de que somos polvo.
Se compadece Jehová de los que le temen.
14 Porque él conoce nuestra condición;
Se acuerda de que somos polvo.
Las guerras y sus terribles consecuencias, los desastres naturales (terremotos, huracanes, sequías), la violencia extendida entre los seres humanos; son realidades que tarde o temprano se cruzarán en la vivencia de los hombres y mujeres de Dios, sea por aproximación o por experiencia de primera mano. En tales situaciones la fe se ve probada como pocas veces, surge la impetuosa necesidad de confirmarnos para no caer en el desaliento absoluto y conservar la esperanza. En un contexto similar surge este precioso salmo que alienta e inspira confianza y abre posibilidades inéditas de superación de la violencia entre los seres humanos. La certidumbre que siente la comunidad que canta el es una certidumbre que se basa en Jehová, en el Dios de Israel, que ha dado buena prueba de sí auxiliando en las tribulaciones. Con notable énfasis, el estribillo acentúa una y otra vez el hecho de que la presencia auxiliadora de Jehová es el castillo fuerte, la fortaleza inconquistable, que salva aun de las mayores catástrofes de nuestro «amparo y nuestra fortaleza» a través de la bendición de tener a Cristo Jesús. Por tanto, no temeremos. Análisis 1. El Salmo consiste en una profesión de fe (1-6) y los hechos que reafirman la fe (vv. 8-10). a. La fe en la ayuda divina (1, 2) se da: aunque el mundo sufra un colapso, Dios está presente para proteger (amparo) y ser de auxilio. b. Fe en el propósito divino (3, 4): aun las catástrofes que desbaratan al mundo son un río, contenido dentro de sus límites, diseñado para alegrar la ciudad donde mora el Señor. c. Fe en la soberanía divina (5, 6): en cuanto el Señor habla, la tormenta de las naciones se aplaca. Lo mismo se aplica a los adversarios humanos, cuando las naciones se conmocionan. Basta que el Señor hable, tan absoluto es su movimiento soberano. ¿Cómo le hace sentir estas declaraciones del salmo frente a los desastres naturales que enfrenta el país o cuando miramos la confrontación entre pueblos y naciones que conducen a la violencia? 2. La certidumbre proclama: Jehová de los ejércitos es con nosotros; nuestro refugio es el Dios de Jacob (v. 7); en cambio, la seguridad proclama como un conjuro: «¡templo de Jehová! ¡templo de Jehová! ¡templo de Jehová! Es este» (). ¿por qué es importante hacer esta distinción?, ¿Qué consecuencias hay entre la certidumbre y la seguridad?, ¿Cuál se vincula más claramente a la fe?, ¿Por qué? 70 El Señor del cosmos, del mundo estelar, es el Dios nuestro, de Abraham, Isaac y Jacob: Dios del universo y Dios de un pueblo. El Dios que domina los astros es para nosotros un «alcázar», una fortaleza. Alcázar es construcción defensiva frente a ataques, asaltos, agresiones; alcázar no es construcción ornamental de una ciudad. Pues bien, Dios está encumbrado (vv. 4 y 5), inaccesible al asalto enemigo, pero «perfectamente accesible» a nosotros, ¿cómo contribuye saber esto en su confianza para su vida?, ¿Qué puede derrotar a Dios? Lo más portentoso es que Dios no sólo vence a los enemigos, sino también a la guerra (v. 9). En la guerra son víctimas lo mismo agredidos que agresores. Ya no se mencionan ejércitos ni capitanes, sólo armas y batallas. No destruye armas enemigas, reforzando las de su pueblo, sino que destruye las armas como tales, porque su finalidad es poner fin a las guerras. Una visión paralela de ; . En , el Señor anuncia que destruirá las armas y defensas de Judá. SI Dios es el Dios que vence la guerra, ¿es justificable utilizar a Dios, la Biblia, nuestras ideas religiosas para defender y justificar la guerra? (Ver ; ). Aplicación Al igual que la ciudad de Jerusalén, la comunidad debe aprender que no es «la Iglesia» la fortaleza inconquistable acá en la tierra, sino que lo es únicamente la Iglesia en la que Dios está presente. ¿Qué consecuencias tiene esto para nuestra comprensión de nuestro modo de ser iglesia?, ¿en dónde debe residir nuestro énfasis? 2. Los cristianos somos desafiados a involucrarnos en la construcción de la paz del mundo, algo que no se dará por sí mismo. ¿Qué podemos hacer los creyentes para que haya paz? ¿Qué podemos hacer los cristianos frente a las guerras de toda índole?, ¿Cómo podemos ser «pacificadores» en un mundo violento? 3. Dios es accesible por medio de Jesucristo. ¿Podría usted desarrollar algunas ideas sobre este tema para realizar tareas evangelísticas?, haga una lista sobre cómo puede desarrollar el tema. Conclusión Los salmos nos garantizan la autenticidad de todas las experiencias que forman su entramado. Han sido rumiados, experimentados a lo largo de los siglos por todo un pueblo de creyentes; siguen siendo preciosos e indispensables para nosotros, porque atestiguan la experiencia del pueblo al que Dios habló como a ningún otro, para que todos los pueblos aprendieran su lenguaje. Ahora, nos corresponde a nosotros ser testigos vivos de estas mismas experiencias de fe y comunicarlas amorosa y fervorosamente.
En tales situaciones la fe se ve probada como pocas veces, surge la impetuosa necesidad de confirmarnos para no caer en el desaliento absoluto y conservar la esperanza.
Imagine que es lo peor que podría suceder. Un terremoto, una inundación, el mayor de los desastres naturales, ni aun esas cosas escapan al control de Dios.
Pero cuantas veces nuestra Tierra (seguridad) es removida. Cuantas veces nuestro trabajo hablan de despido, o de recorte de personal, cuantas veces el negocio no va tan bien, cuantas veces nuestra propia salud esta siendo afectada por algún padecimiento y ahí nos llenamos de temor.
Cuantas veces los fundamentos de la sociedad se desasen y vemos cada vez más violencia, menos respeto, más injusticias, mas impuestos y pareciera que el mundo se nos viene encima y no podemos más con esa carga y pensamos que ya no hay salida.
Este salmo alienta e inspira confianza y abre posibilidades inéditas de superación de la violencia entre los seres humanos.
La certidumbre que siente la comunidad que canta el es una certidumbre que se basa en Jehová, en el Dios de Israel, que ha dado buena prueba de sí auxiliando en las tribulaciones.
Con notable énfasis, el estribillo acentúa una y otra vez el hecho de que la presencia auxiliadora de Jehová es el castillo fuerte, la fortaleza inconquistable, que salva aun de las mayores catástrofes de la naturaleza y de la historia. En un mundo que se halla bajo incalculables amenazas, este poder protector y salvador de Jehová se manifiesta en la ciudad de Dios, en Jerusalén.
Ahora bien, sólo en la medida en que Jehová se halla en medio de esta
ciudad (), Jerusalén demuestra ser un refugio inconquistable. Por
consiguiente, la certidumbre de la comunidad que confía se basa en la
majestuosa persona de Dios, no en la ciudad en sí misma.
Si el SEÑOR no edifica la casa, en vano trabajan los que la edifican; si el SEÑOR no guarda la ciudad, en vano vela la guardia.
Sabemos que la presencia de Dios no depende ahora de un lugar
físico, sino de la presencia de Jesús en su iglesia en tanto que es un
cuerpo de creyentes. En este sentido el planteamiento de Jesús es
activo:
Así como un rio trae vida a una comunidad que crece a su lado, asi es el que habita en la presencia de Dios, su rio de misericordia y bondad serán abundantes, aun en los tiempos de dificultad.
Así como un rio trae vida a una comunidad que crece a su lado, asi es el que habita en la presencia de Dios, su rio de misericordia y bondad serán abundantes, aun en los tiempos de dificultad.
El que habita al abrigo del Altísimo morará a la sombra del Omnipotente.
El gozo del cristiano no surge del aislarse de los problemas que enfrenta el mundo, sino de restaurar la armonía donde se ha perdido o de evitar que se rompa.
El gozo del cristiano no surge del aislarse de los problemas que enfrenta el mundo, sino de restaurar la armonía donde se ha perdido o de evitar que se rompa.
Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios (, BJ).
, BJ).
El llamado de Jesús no es a encerrarnos en un «búnker» y
permanecer seguros de todo lo que ocurre afuera. Es vivir la vida y
sentir la seguridad de que, actuando en medio del caos, Dios es
El llamado de Jesús no es a encerrarnos en un «búnker» y permanecer seguros de todo lo que ocurre afuera. Es vivir la vida y sentir la seguridad de que, actuando en medio del caos,
Sabiendo que:
Dios es nuestro «amparo y nuestra fortaleza» a través de la bendición de tener a Cristo Jesús. Por tanto, no temeremos.
nuestro «amparo y nuestra fortaleza» a través de la bendición de tener a Cristo Jesús. Por tanto, no temeremos.
Análisis
1. El Salmo consiste en una profesión de fe () y los hechos que reafirman la fe ().
a. La fe en la ayuda divina (, ) se da: aunque el mundo sufra un colapso, Dios está presente para proteger (amparo) y ser de auxilio.
2 Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida, Y se traspasen los montes al corazón del mar; 3 Aunque bramen y se turben sus aguas, Y tiemblen los montes a causa de su braveza. Selah
En tales situaciones la fe se ve probada como pocas veces, surge la impetuosa necesidad de confirmarnos para no caer en el desaliento absoluto y conservar la esperanza.
Imagine que es lo peor que podría suceder. Un terremoto, una inundación, el mayor de los desastres naturales, ni aun esas cosas escapan al control de Dios.
Pero cuantas veces nuestra Tierra (seguridad) es removida. Cuantas veces nuestro trabajo hablan de despido, o de recorte de personal, cuantas veces el negocio no va tan bien, cuantas veces nuestra propia salud esta siendo afectada por algún padecimiento y ahí nos llenamos de temor.
Cuantas veces los fundamentos de la sociedad se desasen y vemos cada vez más violencia, menos respeto, más injusticias, mas impuestos y pareciera que el mundo se nos viene encima y no podemos más con esa carga y pensamos que ya no hay salida.
b. Fe en el propósito divino (, ): aun las catástrofes que desbaratan al mundo son un río, contenido dentro de sus límites, diseñado para alegrar la ciudad donde mora el Señor.
Así como un rió trae vida a una comunidad que crece a su lado, así es el que habita en la presencia de Dios, su rio de misericordia y bondad serán abundantes, aun en los tiempos de dificultad.
El que habita al abrigo del Altísimo morará a la sombra del Omnipotente.
c. Fe en la soberanía divina (, ): en cuanto el Señor habla, la tormenta de las naciones se aplaca. Lo mismo se aplica a los adversarios humanos, cuando las naciones se conmocionan. Basta que el Señor hable, tan absoluto es su movimiento soberano.
¿Cómo le hace sentir estas declaraciones del salmo frente a los desastres naturales que enfrenta el país o cuando miramos la confrontación entre pueblos y naciones que conducen a la violencia?
Y levantándose, reprendió al viento, y dijo al mar: ¡Cálmate, sosiégate! Y el viento cesó, y sobrevino una gran calma.
Jesús lo reprendió, diciendo: ¡Cállate, y sal de él!
Cambió la tempestad en calma y las olas del mar callaron.
2. La certidumbre proclama: Jehová de los ejércitos es con nosotros; nuestro refugio es el Dios de Jacob (); en cambio, la seguridad proclama como un conjuro: «¡templo de Jehová! ¡templo de Jehová! ¡templo de Jehová! Es este» ().
¿por qué es importante hacer esta distinción?,
porque uno confía en sus propios recursos humanos, mientras el otro se refugia en la gracia divina.
¿Eres tú acaso mayor que nuestro padre Abraham que murió? Los profetas también murieron; ¿quién crees que eres?
Ellos le contestaron, y le dijeron: Abraham es nuestro padre. Jesús les dijo: Si sois hijos de Abraham, haced las obras de Abraham.
¿Qué consecuencias hay entre la certidumbre y la seguridad?,
y no presumáis que podéis deciros a vosotros mismos: ``Tenemos a Abraham por padre, porque os digo que Dios puede levantar hijos a Abraham de estas piedras.
¿Cuál se vincula más claramente a la fe?, ¿Por qué?
no que seamos suficientes en nosotros mismos para pensar que cosa alguna procede de nosotros, sino que nuestra suficiencia es de Dios,
Jehová de los ejércitos está con nosotros, esto es, Jehová de los ejércitos angelicales del cielo. Pero Él es el Dios de Jacob, cuyo nombre significa: «deshonesto» o «suplantador». Aun así Dios habla de sí mismo como el Dios de Jacob. Juntando los dos pensamientos, aprendemos que el Dios de los ejércitos angelicales también es el Dios del pecador indigno. Aquel que es tan infinitamente alto, también está íntimamente cerca. Él está con nosotros cada paso de nuestro camino, y es nuestro refugio infalible en todas las tormentas de la vida.”
3. El Señor del cosmos, del mundo estelar, es el Dios nuestro, de Abraham, Isaac y Jacob: Dios del universo y Dios de un pueblo. El Dios que domina los astros es para nosotros un «alcázar», una fortaleza. Alcázar es construcción defensiva frente a ataques, asaltos, agresiones; alcázar no es construcción ornamental de una ciudad. Pues bien, Dios está encumbrado (, ), inaccesible al asalto enemigo, pero «perfectamente accesible» a nosotros,
¿cómo contribuye saber esto en su confianza para su vida?,
¿Qué puede derrotar a Dios?
4. Lo más portentoso es que Dios no sólo vence a los enemigos, sino también a la guerra ().
En la guerra son víctimas lo mismo agredidos que agresores. Ya no se mencionan ejércitos ni capitanes, sólo armas y batallas.
No destruye armas enemigas, reforzando las de su pueblo, sino que destruye las armas como tales, porque su finalidad es poner fin a las guerras.
Una visión paralela de ; . En , el Señor anuncia que destruirá las armas y defensas de Judá. SI Dios es el Dios que vence la guerra, ¿es justificable utilizar a Dios, la Biblia, nuestras ideas religiosas para defender y justificar la guerra? (Ver ; ).
Aplicación
1. Al igual que la ciudad de Jerusalén, la comunidad debe aprender que no es «la Iglesia» la fortaleza inconquistable acá en la tierra, sino que lo es únicamente la Iglesia en la que Dios está presente.
¿Qué consecuencias tiene esto para nuestra comprensión de nuestro modo de ser iglesia?, ¿en dónde debe residir nuestro énfasis?
2. Los cristianos somos desafiados a involucrarnos en la construcción de la paz del mundo, algo que no se dará por sí mismo.
¿Qué podemos hacer los creyentes para que haya paz? ¿Qué podemos hacer los cristianos frente a las guerras de toda índole?, ¿Cómo podemos ser «pacificadores» en un mundo violento?
3. Dios es accesible por medio de Jesucristo.
¿Podría usted desarrollar algunas ideas sobre este tema para realizar tareas evangelísticas?
haga una lista sobre cómo puede desarrollar el tema.
Conclusión
Los salmos nos garantizan la autenticidad de todas las experiencias que forman su entramado. Han sido rumiados, experimentados a lo largo de los siglos por todo un pueblo de creyentes; siguen siendo preciosos e indispensables para nosotros, porque atestiguan la experiencia del pueblo al que Dios habló como a ningún otro, para que todos los pueblos aprendieran su lenguaje. Ahora, nos corresponde a nosotros ser testigos vivos de estas mismas experiencias de fe y comunicarlas amorosa y fervorosamente.