consejos proverbios
Sabiduría ante todo
Proverbios 4:1–27
Ya se ha observado que la sabiduría se debe buscar como se busca a la plata (2:4); que es más valiosa que las piedras preciosas (3:15a) y que es más codiciable que cualquier cosa que uno podría desear (3:15b). En Proverbios 4:7, Salomón exclama: “sabiduría ante todo; adquiere sabiduría”. El capítulo cuatro tiene tres divisiones principales:
1. Imperativos y promesas acerca de la sabiduría (4:1–9),
2. Instrucciones para evitar las malas compañías (4:10–19)
3. Consejos personales (4:20–27).
Adquiere sabiduría 4:1–9
En esta primera sección, Salomón se dirige a hijos y no sólo a su hijo. Los exhorta a oir su enseñanza, estar atentos para conocer la cordura y no desamparar su ley (4:1–2; compárese con 3:1). Dice que su enseñanza es buena (4:2a) y por eso es digna de toda atención.
Da testimonio del hecho de que su padre también le instruía tal como él ahora enseña a sus hijos (4:3a–4). Además, hace referencia a su madre, diciendo que fue delicado y único delante de ella (4:3b). Evidentemente la enseñanza que recibió fue dada con mucho cariño. Ese modelo es bello y digno de ser imitado. El Salmo 78 da testimonio de cómo la verdad se transmite de generación en generación por mandamiento de Jehová (Salmo 78:1–8).
Sabiduría ante todo
Proverbios 4:1–27
Ya se ha observado que la sabiduría se debe buscar como se busca a la plata (2:4); que es más valiosa que las piedras preciosas (3:15a) y que es más codiciable que cualquier cosa que uno podría desear (3:15b). En Proverbios 4:7, Salomón exclama: “sabiduría ante todo; adquiere sabiduría”. El capítulo cuatro tiene tres divisiones principales:
1. Imperativos y promesas acerca de la sabiduría (4:1–9),
2. Instrucciones para evitar las malas compañías (4:10–19)
3. Consejos personales (4:20–27).
Adquiere sabiduría 4:1–9
En esta primera sección, Salomón se dirige a hijos y no sólo a su hijo. Los exhorta a oir su enseñanza, estar atentos para conocer la cordura y no desamparar su ley (4:1–2; compárese con 3:1). Dice que su enseñanza es buena (4:2a) y por eso es digna de toda atención.
Da testimonio del hecho de que su padre también le instruía tal como él ahora enseña a sus hijos (4:3a–4). Además, hace referencia a su madre, diciendo que fue delicado y único delante de ella (4:3b). Evidentemente la enseñanza que recibió fue dada con mucho cariño. Ese modelo es bello y digno de ser imitado. El Salmo 78 da testimonio de cómo la verdad se transmite de generación en generación por mandamiento de Jehová (Salmo 78:1–8).
En Proverbios 1:11 observamos que los malos toman la iniciativa de buscar a los incautos, diciendo: “Ven connosotros”. Estos seis consejos tienen que ver con alejarse de los pecadores. Si uno no se acerca a ellos, no puede oir su invitación de participar con ellos en su maldad. Con tal proceder, es más fácil recordar y guardar las enseñanzas de un buen padre. Los padres hacen bien en escoger a los amigos de sus hijos pequeños. De esta manera van entrenándolos para andar solamente con buenos compañeros. Eso les facilita el proceso de escoger a sus amigos cuando lleguen a ser adultos.
Características de los impíos 4:16–17
1. Son inquietos para la maldad. No duermen si no han hecho mal (4:16a)
2. Se deleitan en hacer caer a otros (4:16b)
3. Comen pan de maldad Esto puede indicar que la maldad es su comida o que su comida proviene de su maldad. (4:17a)
4. Beben vino de robos (4:17b)
Contraste entre los justos y los impíos 4:18–19
Los justos caminan en la luz que resplandece como la aurora, que va en aumento hasta que el día es perfecto (4:18). No tropiezan porque su senda está bien iluminada. Por su lado, los impíos andan en oscuridad y tropiezan por falta de luz; ni siquiera saben en lo que tropiezan (4:19).
Consejos personales 4:20–27
El autor acaba de dar instrucciones acerca de los de afuera o impíos. Ahora Salomón dirige su enseñanza a la persona interior de su hijo. San Pablo habla de “ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu” (Efesios 3:16). Esa clase de consejo es de suma importancia, porque prepara al creyente para tomar sus propias decisiones.
El pasaje comienza haciendo una referencia a las palabras y razones dadas por el padre (4:20–21). El hijo debe estar atento, prestar su oído y ojos a ellas y guardarlas en medio de su corazón (4:20–21). En seguida, el autor incluye su estímulo acostumbrado mencionando sus beneficios. “Porque son vida a los que los hallan, y medicina a todo su cuerpo” (4:22). A estas lindas promesas sigue su consejo cumbre para esta sección: