Presentación de Ancianos.
5 Te dejé en la isla de Creta para que pudieras terminar nuestro trabajo ahí y nombrar ancianos en cada ciudad, tal como te lo indiqué. 6 El anciano debe llevar una vida intachable. Tiene que serle fiel a su esposa, y sus hijos deben ser creyentes que no tengan una reputación de ser desenfrenados ni rebeldes. 7 Pues un anciano es un administrador de la casa de Dios, y debe vivir de manera intachable. No debe ser arrogante, ni iracundo, ni emborracharse, ni ser violento, ni deshonesto con el dinero.
1 Y ahora, una palabra para ustedes los ancianos en las iglesias. También soy un anciano y testigo de los sufrimientos de Cristo. Y yo también voy a participar de su gloria cuando él sea revelado a todo el mundo. Como anciano igual que ustedes, les ruego: 2 cuiden del rebaño que Dios les ha encomendado. Háganlo con gusto, no de mala gana ni por el beneficio personal que puedan obtener de ello, sino porque están deseosos de servir a Dios. 3 No abusen de la autoridad que tienen sobre los que están a su cargo, sino guíenlos con su buen ejemplo.
2 Por esta razón un anciano debe ser un hombre que lleve una vida intachable. Debe serle fiel a su esposa. Debe tener control propio, vivir sabiamente y tener una buena reputación. Con agrado debe recibir visitas y huéspedes en su casa y también debe tener la capacidad de enseñar.
2. LOS ANCIANOS EN EL NUEVO TESTAMENTO
En el Nuevo Testamento encontramos que la palabra hebrea zaqen ha sido traducida al griego por la palabra presbuteros, la cual a su vez, se ha traducido al español como presbítero, a veces se la ha traducido como anciano en algunos pasajes del Nuevo Testamento. El conjunto de presbíteros reunidos se denomina, algunas veces, «el concilio de ancianos», y otras, «el sanedrín». El término griego utilizado para «concilio de ancianos» es presbuterion, que también se puede traducir como presbiterio. Hay tres pasajes en el Nuevo Testamento en los que se usa el término presbuterion (Lucas 22:66 y Hechos 22:5) en el sentido de un grupo de personas mayores de edad que formaba el concilio de ancianos, denominado también Sanedrín. El presbiterio o concilio de ancianos era la corte judía de más alta autoridad en Jerusalén. Sin embargo cuando Pablo usó este término se refería a una asamblea de ancianos de la iglesia y se ha traducido como presbiterio (1 Ti. 4:14).