Reinando En Medio Del Sufrimiento
REINANDO EN MEDIO DEL SUFRIMIENTO
1. Dice Juan 9:1 "Al pasar Jesús, vio a un hombre ciego de nacimiento. 2Y le preguntaron sus discípulos, diciendo: Rabí, ¿quién pecó, éste o sus padres, para que haya nacido ciego? 3Respondió Jesús: No es que pecó éste, ni sus padres, sino para que las obras de Dios se manifiesten en él"
2. Existen muchas aflicciones difíciles de sobrellevar y aun más difíciles de comprender. Por ejemplo: Nos preguntamos ¿Por qué un niño nace de esa manera? ¿Por qué el hambre en India o en África? ¿Por qué me suceden estas cosas a mí? En fin queremos resolver el asunto del sufrimiento por medio de interrogantes y a veces de acusaciones contra Dios.
3. No es un pecado preguntar, fíjate que hasta los discípulos cuando vieron al ciego de nacimiento, le dijeron a Jesús: Rabbí, ¿Quién pecó éste o sus padres, para haber nacido ciego?
4. Esta pregunta tenía una lógica, porque los discípulos sabían que dentro del ámbito de la ley, cualquiera que infringiera la ley recibía su merecido físico y por eso, estaban creyendo que la ceguera de ese hombre era un castigo porque él o sus padres habían quebrantado la ley de Dios.
5. Las maldiciones que se describen en Deuteronomio 28 enseñan que quién quebrantara la ley recibías su justo sufrimiento, pero ¿A qué vino Jesús? Vino a enseñarnos a reinar por encima del sufrimiento. Observa lo que les respondió: "Ni pecó éste, ni sus padres; mas fue para que las obras de Dios fuesen manifestadas en él"
6. Fíjate, que el sufrimiento no es necesario por causa del pecado, es una oportunidad para manifestar la gloria de Dios. Hay oportunidades para que algo se manifieste. Hay oportunidades para aprender lecciones. Hay oportunidades para trascender por encima del sufrimiento.
7. No hay sufrimiento sin propósito ni lecciones de comprensión. Leemos en 2ª Timoteo 2:12 "Si sufrimos, también reinaremos con él; Si le negáremos, él también nos negará". Fíjate, que hay una salida al sufrimiento y es "reinaremos con él". Dios no quiere hijos bajo sufrimiento. Dios quiere que pasemos del sufrimiento al reinado.
8. Todo sufrimiento es para pases a reinar en victoria, en vida y en libertad, porque el sufrimiento enseña propósitos. ¿Cuántos años estuvo el pueblo de Israel dentro de Egipto en sufrimiento? 430 años bajo esclavitud, pero vino un Moisés y los sacó de ese sufrimiento a libertad.
9. En medio del sufrimiento, Dios te va a proveer un Moisés, una salida, una solución. No te quedes en el sufrimiento, búscate tú Moisés.
10. ¿De dónde proceden los sufrimientos? Proceden de la violación a las leyes del universo. Detrás de Dios hay una ley; delante de Dios hay una ley; arriba de Dios hay una ley; debajo de Dios hay una ley; porque Dios mismo es el centro de toda ley universal.
11. No podemos atribuirle el origen del sufrimiento a la casualidad o a la espontaneidad, porque Proverbios 26:2 dice que la maldición nunca vendrá sin causa, dice: "Como el gorrión en su vagar, y como la golondrina en su vuelo, Así la maldición nunca vendrá sin causa"
12. La maldición, la ruina, y el sufrimiento son el resultado de alguna ley universal que se ha violado o se viene violando. ¿Qué hizo Dios para que este universo funcionara bien? Hizo leyes superiores que actúan sobre nosotros y en nosotros a través de una red de interacción de leyes y procesos, que regulan la organización social con el universo y espiritual con Dios. El es el cerebro y el centro universal de las leyes.
13. Por ejemplo: Cuando el hombre desconoce las funciones de una ley es normal que se vaya en contra de ella, y ¿Qué comienza en ese momento a verificar? Una serie de resultados negativos que lo bloquean, le hacen sufrir, y experimentar enfermedades y problemas que no sabrá exactamente por qué se están originando. Y ¿Por qué se está originando? Porque algo se está violando.
14. ¿Qué es lo que Dios no quiere de ti? Que sufras. Dios no tiene infierno para nadie. ¿Cuál es el infierno del hombre? ¿Qué es lo que castiga al hombre? Son las leyes que el hombre mismo viola o se levanta en contra de ellas. Mientras tú respetes una ley, ella jamás se vendrá contra ti. Una ley es una bendición o una maldición. Tú escoges que quieres para tu vida.
15. Por ejemplo: ¿A qué infierno va a parar un joven que comienza a ingerir droga desde temprano? ¿A dónde irá una señorita que se mueve entre pandillas y comienza a tirarse la vida en el sexo y el desenfreno? Ambos irán a su propio infierno, y ¿Cuál será su infierno? Un sida, una cárcel, una deformación o simplemente la muerte de su cuerpo.
16. ¡Te das cuenta! La maldición o el sufrimiento nunca vienen sin causa. Ellas vienen porque hubo alguien que las desafió y ellas se le vinieron encima con causa justa. El sufrimiento es como pararse frente a un perro dormido a fregarle la vida, ¿Qué hará más temprano que tarde? Se levantará y te morderá.
17. El conocimiento de las leyes nos permiten salir de la ignorancia y entrar a la luz de la sabiduría, la paz, el amor y la felicidad.
18. Quién se pone a torear una ley humana o espiritual lo tirará a la lona del sufrimiento.
La ley bligan a la verificación personal, por ejemplo: ¿Cómo puede un niño conocer la existencia de la ley de la gravedad? Solo cuando sabe lo que se siente al caerse de una bicicleta.
19. ¿Qué le implicó esa caída? Le implicó un sufrimiento pequeño que le produjo una consecuencia física leve. ¿Qué le enseñó esa caída? Le enseñó a tener conciencia de esa ley para evitar en el mañana el próximo sufrimiento o destino que le vendrá por una nueva caída.
20. ¿Por qué se sufre? Porque se torean las leyes del universo. ¿Por qué es necesario respetar estas leyes? Para evitar el sufrimiento. El conocimiento libera del sufrimiento y por eso el conocimiento es la luz de la ignorancia.
21. Concientiza a tus hijos de las leyes del universo. Desde niño se aprende ley por ley y ¿Cuál es la finalidad? Ir ascendiendo en el camino de la comprensión de las leyes de la vida. Estas leyes son exactas, eternas, inmutables, constantes y precisas. Son leyes que bendicen o maldicen al hombre.
22. Dios ya se sentó en su trono y lo que opera en este universo son sus leyes establecidas. Dios nos ha llamado a reinar, pero no podemos reinar si no hay una situación para reinar sobre ella, porque reinar es imperar por encima de lo que está abajo, Pablo dijo "Si sufrimos, también reinaremos con él"
23. Todos los apóstoles e iglesias del primer siglo estaban bajo el sufrimiento causado por las persecuciones del imperio romano, pero ellos sabían que ya estaba en camino su reinado con Cristo.
24. Cada sufrimiento de dolor, de enfermedad, de crisis económica, de penas, de sustos y de angustias son oportunidades para confesar tu reinado, para actuar tu reinado. Cada tribulación es el momento preciso para activar tu reinado.
25. Fíjate, como el Señor Jesús le enseñó al ciego de nacimiento a activar su reinado de salud. El Señor Jesús le untó lodo en los ojos del ciego y lo mandó a lavarse en el estanque de Siloé. El sufrimiento estaba en sus ojos porque desde que nació no podía ver, pero ¿En dónde estaba su reinado? Estaba en qué hiciera algo por él mismo, ¿Qué hizo el ciego? El hombre se fue a Siloé y se lavó, y volvió viendo.
26. ¡Te das cuenta! Si tú no haces algo, el sufrimiento no se te va. A veces para uno quitarse el sufrimiento de encima tiene que ir y perdonar a alguien, o tiene que humillarse ante alguien para vivir esa tranquilidad, o tiene que perder dinero para recuperar esa paz, o tiene que vivir una pequeña tempestad de horas o de días para que luego venga la calma.
27. En fin el solucionador de tu propio sufrimiento eres tú mismo, porque Dios ya te dio las herramientas para lograrlo. Los recursos están para salir de un sufrimiento.
28. Fíjate, ¿De qué se lavó el ciego? Se lavó del lodo, se quitó el impedimento de encima y vio. ¿Qué nos enseña esto en cuanto al sufrimiento? Que siempre tienes que hacer algo. Tienes que zafarte de ese sufrimiento. Ve y lávate de ese lodo de sufrimiento. Ve y quítate ese lodo de encima.
29. No esperes que otro te quite el lodo del sufrimiento. Eres tú mismo el que tiene que dejar de sufrir. Determina que no vas a sufrir más por ese asunto. Tienes que reinar sobre ese asunto. No hay ninguna razón para que el sufrimiento venga contra ti, si le das honor a una ley. Si sufrimos, reinaremos con él.