La Vid Verdadera
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· 5,432 viewsJesús es la Vid Verdadera plantada por el Padre, los creyentes son las ramas y deben permanecer en la Vid para llevar mucho fruto.
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Introducción
Introducción
Nos encontramos justo después de la última pascua que Jesús celebraría con sus discípulos, donde nos dejó el mandamiento de celebrar los símbolos de la cena del Señor que vamos a celebrar hoy, el pan como su cuerpo y el vino como su sangre.
El sabía que la noche siguiente iba a ser crucificado y estaba dando las últimas instrucciones a sus discípulos.
Ya habían terminado de cenar, Judas ya se había ido para más tarde ir al huerto Getsemaní a entregar a Jesús, y salieron del aposento alto, como vemos en el versículo 31b del capítulo 14, Jesús les dice a sus discípulos:
“Levantaos. ¡Vamos de aquí!”
Y cuando salen, Jesús les habla otra parábola con tres protagonistas: La vid verdadera (Jesús), el Labrador (Dios Padre) y las ramas (los creyentes).
La vid era una imagen tan familiar que los judíos tenían una rama de vid y una hoja en las monedas que usaban.
La vid era el símbolo de Israel, y es fácil pensar que, cuando salieron, vieron a la luz de la luna la vid esculpida en el mármol de la fachada del templo, cuando iban de camino a Getsemaní.
Getsemaní, que es derivado del arameo, significa «prensa de aceite». Es el huerto en la ladera del monte de los Olivos donde el Señor Jesús se reunía frecuentemente con sus discípulos.
Fue allí donde sufriría una intensa agonía, justo después de nuestra escena de hoy, ante la perspectiva de tener que apurar la copa de la ira divina por el pecado.
Allí se le apareció un ángel para fortalecerle ante su agonía.
Allí también fue traicionado por Judas con un beso, y arrestado.
Ésta parábola es el último de los famosos siete “Yo soy” de Jesús en el evangelio de Juan, que son:
1. “Yo soy el pan de vida” (6:35).
2. “Yo soy la luz del mundo” (8:12).
3. “Yo soy la puerta de las ovejas” (10:7; cf. v. 9).
4. “Yo soy el buen pastor” (10:11, 14).
5. “Yo soy la resurrección y la vida” (11:25).
6. “Yo soy el camino y la verdad y la vida” (14:6).
7. “Yo soy la vid verdadera” (15:1; cf. v. 5).
Y sabemos el significado que tienen esas palabras, “Yo Soy”. Cuando Dios mandó a Moisés que fuese a faraón a decirle que liberase al pueblo de Israel de la esclavitud de Egipto, Moisés le preguntó:
Éxodo 3:13-14
“—Supongamos que yo voy a los hijos de Israel y les digo: "El Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros." Si ellos me preguntan: "¿Cuál es su nombre?", ¿qué les responderé?”
14 Dios dijo a Moisés:
—YO SOY EL QUE SOY. -Y añadió-: Así dirás a los hijos de Israel: "YO SOY me ha enviado a vosotros."
Es decir, cada YO SOY de Jesús, es una confirmación más de que Jesús es Dios, y que El y el Padre son uno, en dos personas, pero uno, junto al Espíritu Santo, que cierra la Trinidad.
Dicho esto, dividiremos el texto en tres partes fundamentales:
1- La Vid verdadera
2- Las ramas y su fruto
3- Permanecer en la Vid
1- La Vid Verdadera
1- La Vid Verdadera
La vid es un árbol que, realmente es un arbusto, y su único cometido es dar fruto, dar uvas. Así como muchos otros arboles son buenos para otras cosas, como para dar buena sombra, o para usar su madera, la vid solo sirve para dar fruto. La madera de sus ramas es débil y no da sombra, ya que es de pequeña envergadura.
La vid solo da un fruto, la uva, pero se estima que pueden existir alrededor de 20.000 tipos de uva diferentes… PERO TODAS SON UVAS.
Jesús comienza la historia diciendo “Yo soy la vid verdadera”, no dice “Yo soy la vid”, sino “la vid verdadera”, ¿Por qué?,
Como hemos dicho, la vid era el símbolo de Israel, el pueblo de Israel era considerado “la vid plantada por Dios”.
Como dice en el salmo 80:8-9, hablando de Israel:
“Hiciste venir una vid de Egipto;
Echaste las naciones, y la plantaste.
Limpiaste sitio delante de ella,
E hiciste arraigar sus raíces, y llenó la tierra.”
Es muy posible que Jesús estuviera pensando en este salmo al explicarnos este pasaje, pero Jesús aquí está diciendo que esa vid es falsa, EL ES LA VID VERDADERA.
Recordamos también la parábola de los labradores malvados:
Mateo 21:33-41
“33Oíd otra parábola: Hubo un hombre, padre de familia, el cual plantó una viña, [una viña es una plantación de VIDES] la cercó de vallado, cavó en ella un lagar, edificó una torre, y la arrendó a unos labradores, y se fue lejos.
34Y cuando se acercó el tiempo de los frutos, envió sus siervos a los labradores, para que recibiesen sus frutos.
35Mas los labradores, tomando a los siervos, a uno golpearon, a otro mataron, y a otro apedrearon.
36Envió de nuevo otros siervos, más que los primeros; e hicieron con ellos de la misma manera.
37Finalmente les envió su hijo, diciendo: Tendrán respeto a mi hijo.
38Mas los labradores, cuando vieron al hijo, dijeron entre sí: Este es el heredero; venid, matémosle, y apoderémonos de su heredad.
39Y tomándole, le echaron fuera de la viña, y le mataron.
40Cuando venga, pues, el señor de la viña, ¿qué hará a aquellos labradores?
41Le dijeron: A los malos destruirá sin misericordia, y arrendará su viña a otros labradores, que le paguen el fruto a su tiempo.”
Podemos apreciar la relación con nuestro texto de hoy, para diferenciar la vid falsa de la vid verdadera.
Jesús continúa diciendo “Y mi Padre es el labrador”. Jesús nos está diciendo que Él mismo es la verdadera vid plantada por Dios padre, no el pueblo de Israel. El pueblo de Israel era una falsa vid, una sombra de la VID VERDADERA: JESUS ES LA VERDADERA VID, EL VERDADERO ISRAEL DE DIOS.
Jesús está preparando a sus discípulos para su partida, les enfatiza en que EL es el Mesías, para que tengan su fe fundamentada en EL, no en Israel ni en las leyes ni en ninguna otra cosa.
Debemos entender que sus discípulos eran judíos, estaban, apenas, empezando a comprender que Jesús era el Verdadero Mesías, y que no iba a venir otro, como esperaban los judíos, una especie de “libertador rebelde superhéroe” que les librase de la opresión de Roma.
Así está diciendo el Señor: no, Israel no es la vid, ahí no es donde debéis permanecer, debéis permaneced en mí, porque YO SOY LA VID VERDADERA.
Jesús está dándonos este pasaje en el contexto de la iglesia, de discipulado, de comunión con EL, de nuestra santificación, en el entorno de la iglesia.
Aquí no nos está haciendo su énfasis en la salvación, eso ya lo hizo en el capítulo anterior, por ejemplo, en el versículo 6, que es el anterior “Yo soy”, cuando dice
“Yo soy el camino, y la Verdad y la Vida, nadie viene al Padre sino por mí”
Después Jesús continúa hablando de las ramas de la vid, lo que nos lleva a nuestra segunda parte:
2- Las ramas y su fruto
2- Las ramas y su fruto
Versículo 2:
“Toda rama que en mí no está llevando fruto, la quita; y toda rama que está llevando fruto, la limpia para que lleve más fruto”
Comprobamos que, en la Reina Valera Actualizada, Cuando dice “la rama que NO ESTA LLEVANDO fruto” y “la rama que ESTÁ LLEVANDO FRUTO”, está usando el presente continuo, apegándose más al idioma original, a diferencia de la Reina Valera de 1960 que solemos usar, que dice:
“2 Todo pámpano que en mí NO LLEVA fruto, lo quitará; y todo aquel que LLEVA fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto.”
¿Vemos la diferencia? “No está llevando fruto” o “está llevando fruto” es continuo, es duradero, no es algo que pasa una vez y ya está, es, digamos, la “forma de vida” de la rama: o está llevando fruto, o no está llevando fruto.
Las ramas verdaderas son las que llevan fruto de la vid verdadera. Jesús dice que la que no está llevando fruto, la quita, ¿Por qué? Porque no es una rama verdadera de la vid verdadera.
Sin embargo, la que está llevando fruto, la limpia para que lleve más fruto, porque estas son las ramas verdaderas de la vid verdadera.
Y estas ramas, las verdaderas, dice Jesús que ESTAN LIMPIAS POR LA PALABRA QUE LES HA HABLADO (vers. 3), como en el capítulo 13, del que estuvo predicando el pastor Francisco la semana pasada, el pasaje glorioso en el que Jesús lava los pies a sus discípulos, en el versículo 10:
“10 Le dijo Jesús: [A Pedro]
—El que se ha lavado no tiene necesidad de lavarse más que los pies, pues está todo limpio. Ya vosotros estáis limpios, aunque no todos.”
“Aunque no todos” lo dijo por Judas, quien le entregó.
La rama que lleva fruto, el labrador la limpia, la endereza cuando se tuerce, le pone un palo recto y la amarra para que siga creciendo derechita.. eso duele, pero es bueno para la rama.
Así el Señor nos disciplina, nos corrige nos lleva por caminos que duelen, parecen malos, sufrimos, pero son para nuestro bien, para nuestro correcto crecimiento espiritual.
La verdadera rama de la vid está continuamente dando fruto, y la falsa no dará fruto jamás, así como el verdadero creyente está continuamente llevando fruto, a veces más y a veces menos, pero de forma continua, y el falso creyente no lleva fruto jamás.
Pero, ¿A qué fruto se refiere Jesús en este texto?
Primero vamos a ver al menos tres cosas a las que NO SE REFIERE:
- No se refiere a buenas obras de caridad.
Hasta los incrédulos hacen buenas obras de caridad. Esto no significa que no hagamos obras de caridad, Jesús manda en otros textos hacer obras de caridad al huérfano a la viuda y al pobre, pero ESTE TEXTO no habla de eso.
- No se refiere a “hacer muchas cosas para Jesús”.
Existe el típico “cristiano activista” que se ocupa de hacer muchas cosas relacionadas de alguna manera con la iglesia, pero en el fondo, se olvida de lo más importante: su comunión real y continua con Dios.
No legalista, porque muchas de estas personas oran y leen por obligación, como una actividad más. Cuidémonos de esto, hermanos, es muy sutil. Esto pasa en iglesias sanas también, no vayamos, ni por un momento a pensar que esto solo pasa en “tal tipo de iglesia” o “con tal tipo de creyentes”. Es algo personal, no de “tipos de iglesias” o de según qué denominaciones. Tiene que ver con tu comunión personal.
- Tampoco se refiere a dar mucho para la obra.
Como en el mal llamado “evangelio de la prosperidad”, que creen, erróneamente, por supuesto, es una terrible herejía, que cuanto más dinero den, más el Señor les va a bendecir materialmente, y eso es lo que entienden como fruto. Es como si negociaran con Dios, “Yo te doy dinero y tú me lo devuelves multiplicado”….. TERRIBLE
Entonces ¿A qué clase de fruto se refiere Jesús?
El fruto del verdadero cristiano es un fruto que tiene que ver con “SER” y no con “HACER”. Tiene que ver con IDENTIDAD y no con ACTIVIDAD.
REPETIR
Es el fruto que nace de la Vid, no de las ramas. Las ramas por si solas no pueden dar fruto, como dice el vers. 4:
“Como la rama no puede llevar fruto por sí sola, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.”
Como hemos dicho, es fruto que tiene que ver con identidad, es un fruto que nace del mismo Jesús, es parecernos más y más a Jesús, y se evidencia de diversas maneras, como dice Gálatas 5:22:
“Mas el fruto del Espíritu [y se refiere al Espíritu de Jesús, la Vid verdadera] es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza;”
Como vemos, el fruto de la Vid es de carácter, de forma de ser, de forma de vivir, no de “hacer cosas”
Se trata de ser cristiano siempre, no solo en la iglesia. También somos cristianos en nuestra casa, con nuestra familia, cuando estamos solos…
El fruto lo llevamos en todas partes, en el trabajo, en el supermercado, en el gimnasio, en todas partes el cristiano debe evidenciar el fruto del Espíritu, el fruto de la Vid Verdadera
Nosotros no podemos dar ese fruto por nosotros mismos, así como las ramas no pueden dar fruto por sí mismas, tienen que permanecer en la Vid, así nosotros, para dar fruto, tenemos que permanecer en Cristo. Y esto nos lleva a la tercera parte:
3- Permanecer en la Vid
3- Permanecer en la Vid
En los vers. 5 y 6, Jesús nos dice:
“Yo soy la vid, vosotros las ramas. El que permanece en mí y yo en él, éste lleva mucho fruto. Pero separados de mí, nada podéis hacer.”
6 Si alguien no permanece en mí, es echado fuera como rama, y se seca. Y las recogen y las echan en el fuego, y son quemadas.”
La doctrina de nuestra unión con Cristo, es la doctrina central de éste pasaje, significa que, cuando hemos ido a Cristo en arrepentimiento y fe, cuando Dios nos ha salvado por medio de Cristo, somos un espíritu con El,
Como dice un poco antes, en la cena, cap. 14:23:
“—Si alguno me ama, mi palabra guardará. Y mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos nuestra morada con él.”
El Espíritu Santo, hermanos, la tercera Persona de la Trinidad, que es el Espíritu del Padre y del Hijo, mora en nuestro interior, hermanos, es algo tremendo.
Estamos totalmente arraigados a nuestro Señor y Salvador y NADA NOS PODRÁ SEPARAR DE EL,
Como dice Romanos 8:38-39:
“38 Por lo cual estoy convencido de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni lo presente, ni lo porvenir, ni poderes, 39 ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús, Señor nuestro.”
NADA NOS PODRÁ SEPARAR DE ÉL, JAMÁS.
Entonces, ¿Por qué nos manda Jesús permanecer en Él?, si nada nos podrá separar…
Y es así, nada nos podrá separar, pero, como dije al principio, este pasaje no está haciendo énfasis en la salvación, está hablando de la iglesia, de nuestra comunión personal con Cristo y de nuestra santificación, hermanos.
Y cuando dice, vers. 6:
“Si alguien no permanece en mí, es echado fuera como rama, y se seca. Y las recogen y las echan en el fuego, y son quemadas”
NO ESTÁ DICIENDO QUE UN CREYENTE PUEDA PERDER SU SALVACIÓN.
ESTÁ HABLANDO DE PERSONAS COMO JUDAS.
Judas estuvo con Jesús, caminó con Jesús, escuchó todos sus sermones, vio todos sus Milagros, tenía un ministerio, era el tesorero…
Pero no permaneció, porque NUNCA FUE RAMA VERDADERA, nunca estuvo arraigado a la vid. Como les había declarado ya Jesús sobre Judas en el capítulo 13 vers. 18:
“No hablo así de todos vosotros. Yo sé a quiénes he elegido; pero para que se cumpla la Escritura: El que come pan conmigo levantó contra mí su talón.”
Permanecer en Él se refiere a comunión con Él, hacer todas las cosas para la Gloria de Él , vivir para Él y en dependencia de Él, todo hacerlo en obediencia a Él…
Permanecer en El, significa también ser miembro activo de una iglesia local, como dice en Juan 6:56:
“El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él.”
¿Quién come su carne y bebe su sangre? De una manera figurada, claro, es un simbolismo. SU IGLESIA, QUE EN ESTE MUNDO SE MANIFIESTA EN IGLESIAS LOCALES COMO ÉSTA, y participamos de la cena del Señor, comemos el pan en representación de su cuerpo molido por nosotros y bebemos el vino en representación de su sangre derramada por nosotros
Debemos estar seguros de estar permaneciendo en la Vid, en todo lugar, en todo momento. Dependemos de Él, separados de Él nada Podemos hacer, hermanos. Este “nada podéis hacer” se refiere a todo lo que tiene que ver con la extensión del reino de Dios y su glorificación.
Permanecer, hermanos, significa estar y no salirse, es decir, no estoy en Cristo, me salgo y vuelvo, NO. PERMANEZCO, SIEMPRE, EN CRISTO
El mandamiento de este texto de hoy, que quede claro, NO ES QUE LLEVEMOS FRUTO. Eso es imposible.
El mandamiento, el imperativo es QUE PERMANEZCAMOS EN CRISTO.
Permaneciendo en Cristo es la única manera de poder llevar fruto.
Vers. 7:
“7 "Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que queráis, y os será hecho.”
Bueno, evidentemente, esta declaración NO SIGNIFICA que si permanecemos en Cristo, le podemos pedir una casa nueva, un coche nuevo, una suegra nueva y nos lo va a conceder.
Este versículo nos recuerda a otro bastante conocido, ¿verdad?
Salmos 37:4
“Deléitate asimismo en Jehová, Y él te concederá las peticiones de tu corazón.”
Tanto un versículo como otro, lo que significan es que, permaneciendo en comunión con Cristo, deleitándonos en Él y en su Palabra, LAS PETICIONES DE NUESTRO CORAZÓN, NUESTROS ANHELOS, ESTARÁN ALINEADOS CON LOS DE DIOS, por tanto, nos los concederá.
Nuestro corazón ya no se deleita en cosas vanas, sino en Su reino, en Su gloria.
Ya no le pedimos una nueva casa, sino que nos prepare morada en el cielo.
Ya no le pedimos un coche nuevo, sino que nos proporcione medios necesarios para predicar el evangelio.
Mateo 6:31-33
“31 No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos?
32 Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas.
33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.”
Vers. 8:
“En esto es glorificado mi Padre: en que llevéis mucho fruto y seáis mis discípulos.”
¿Cuál es la finalidad del fruto del cristiano, entonces? QUE DIOS SEA GLORIFICADO.
El fruto del cristiano es CRISTO MISMO, muestra el carácter de Cristo allí por donde va, habla de Cristo allí por donde va. En su trabajo es el más honesto y el más trabajador, porque Cristo está en él, en su casa es el más amoroso y manso, porque Cristo está en él, allá donde va es el más amable, pero PORQUE CRISTO ESTÁ EN ÉL, LE SALE NATURAL, DEL CORAZÓN, no con hipocresía queriendo aparentar.
1 Y yo te hago una pregunta, hermano, hermana, ¿Estás mostrando el carácter de Cristo allí donde vas?
2 ¿Tu carácter y tu forma de conducirte son como Jesús?
3 ¿Tus anhelos están en primer lugar en que Dios sea glorificado en ti?
La solución, ven a Cristo, permanece, no te desvíes, porque aunque pienses que sí, el Señor nos dice que tenemos que estar llevando MUCHO FRUTO. Continuamente, si estás llevando, llevarás más, PERMANECE EN CRISTO Y DIOS SERÁ GOLRIFICADO EN TI. Esto va a ser así hasta que partas con Él o Él vuelva, el fructificar no termina, porque el árbol es eterno.
En los vers. 9 y 10 dice el Señor:
“9 Como el Padre me amó, también yo os he amado; permaneced en mi amor. 10 Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; como yo también he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.”
Aquí Jesús nos pone su ejemplo de obediencia al Padre por amor y da instrucciones muy claras de lo que significa el amor de Dios, el verdadero amor. Dice “Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor”
El cristiano verdadero, la verdadera rama, ama a Dios sobre todas las cosas y, por amor, obedece a Su Palabra. El verdadero cristiano es hacedor de su Palabra, pero porque se deleita en serlo, no por ganarse su favor.
La evidencia mas clara de que alguien no es verdaderamente cristiano es que no guarda sus mandamientos, puede parecer por un tiempo, puede profesar fe, pero finalmente volverá al lodo porque NO SE DELEITA EN LA LEY DE DIOS.
El versículo 11, concluyendo nuestro texto de hoy, dice:
“11 "Estas cosas os he hablado para que mi gozo esté en vosotros y vuestro gozo sea completo.”
Y así es, hermanos, ÉL nos ha TRASPASADO SU GOZO, porque Él vive en nosotros, nos da el entendimiento de su palabra, nos corrige nos consuela y, como dice en Gálatas 4:6
“Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: !!Abba, Padre!”
La palabra aramea “Abba” se piensa que es un término muy íntimo para “Padre”, sugiriendo que los que lo utilizan para referirse a Dios disfrutan de una relación cercana con él. Jesucristo utiliza el término como consecuencia de su condición de Hijo de Dios, los creyentes podemos utilizarla como consecuencia de nuestra condición de hijos adoptivos de Dios por la fe.
¡Es tremendo, Dios Padre nos ama como a su propio Hijo!
Como conclusión, quiero hacer algunas preguntas, NO PARA QUE ME CONTESTEIS, por supuesto, sino para que meditemos en ellas.
¿Estás realmente unido a la Vid verdadera?
Bueno, hay 3 respuestas posibles:
“Sí”, “no estoy seguro” o “no”
- Si tu respuesta es “sí”, hermano, hermana, animo, PERMANECE EN LA VID, para que puedas llevar mucho fruto y Dios sea glorificado.
- Si tu respuesta es “no estoy seguro” o “no” la respuesta es la misma: mírate en el espejo, pero en el espejo de la Palabra de Dios, no mires a ninguna persona ni te compares con ella.
Compárate con la Palabra de Dios. ¿Te reflejas, en esencia, ahí, en la palabra? Solo ahí puedes ver si estás en la vid.
De cualquier forma UNETE MÁS Y MAS A CRISTO, porque si no estás, te injertará como rama silvestre, si te arrepientes, como dice Pablo en Romanos 11:19
“Pues las ramas, dirás, fueron desgajadas para que yo fuese injertado.”
Aquí habla de las ramas falsas, los judíos que no creyeron, pero tú, si vas a Cristo en arrepentimiento y fe, serás injertado, y permanecerás en la vid y llevaras mucho fruto y Dios será glorificado en ti.
Pero si no lo haces, si no vas a Cristo, seguirás siendo una rama inservible y seca, que solo sirve para cogerla y echarla al fuego y que se queme.. eso es la eternidad en el infierno y eso es lo que dice la Palabra de Dios. Ven a Cristo, Ven a la Vid Verdadera, permanece en Su amor y Él permanecerá en ti.