ALMAS SACUDIDAS POR LA TORMENTA

4. ALMAS SACUDIDAS POR LA TORMENTA

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1. El poder de Dios (vv. ):

a) Refugio (v. ): nuestra verdadera seguridad reside no en las armas humanas, sino en el Dios todopoderoso. Todas las otras promesas de seguridad ofrecen falsas esperanzas y son, al final, inútiles.

b) Reposo (vv. , ): Él ordena el caos cósmico, y la confusión da paso al reposo. Él no es sólo un refugio, sino que es de fácil acceso, de manera que Su poder y ayuda están siempre a nuestra disposición. El contenido de los vv. y tienen estrecha relación con los vv. y .

2. La presencia de Dios (vv. ):

a) Consolación (vv. , ): la escena cambia, y ahora es la omnipresencia de Dios más que Su omnipotencia lo que nos trae consolación. El tumulto cesa, y la presencia de Dios llena de gracia es el retiro seguro de un alma sacudida por la tormenta, como un cielo de descanso después de una tempestad.

b) Bienestar (vv. , ): Dios es eterno, inmutable, el Dios de los ángeles, y el Dios de un hombre, aun de alguien tan débil como Jacob. Si a pesar de todos los fracasos de Jacob, el Señor quiere ser su Dios, entonces también querrá ser el Dios nuestro y el Dios de cada débil pecador.

3. La paz de Dios (vv. ):

a) La Providencia (vv. ): los caminos de Dios a veces no son fáciles de entender, pero en cada acontecimiento está la Providencia, que hace que todas las cosas obren para bien. Esto trae la paz a un alma azotada por la tempestad.

b) Protección (vv. ): nuevamente el gozoso refrán que suena como música al oído de los afligidos. Dios es nuestra segura defensa y protección. Su presencia es la promesa de victoria y lo único que puede traernos una auténtica paz.

Vila, S. (2001). 1000 bosquejos para predicadores (pp. 12–13). Viladecavalls (Barcelona) España: Editorial CLIE.