ANSIEDAD, PREOCUPACIÓN Y MIEDO.

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Hermanos, muchos cristianos que nunca cometerían inmoralidad sexual, se emborracharían o robarían, se preocuparán regularmente. Es muy probable que no cometas ese tipo de pecados, pero puedes ser el tipo de persona que se preocupa por todo.

Aquí está el consejo de Dios para aquellos que luchan con la ansiedad, el corazón pesado, el miedo irracional o los ataques de pánico.

Primero, consideremos algunos versículos clave bíblicos sobre el tema.

Textos clave

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Ahora consideremos lo que la gente se preocupa más comúnmente por esto.

Diez cosas por las que la gente se preocupa.

1) Dinero, éxito o trabajo (; )

2) Los planes futuros de sus hijos (; )

3) Falta de información (; ; )

4) Toma de decisiones ()

5) Lo que otras personas podrían estar diciendo o haciendo (; ; )

6) Crimen o injusticia ()

7) Preguntas que Dios no contesta ()

8) Para que se exponga su pecado oculto (; )

9) Las consecuencias de los pecados pasados (; )

10) Detalles diarios insignificantes ().

Preguntas claves

• ¿Qué es lo que más te preocupa perder?

• ¿Qué te hace más feliz cuando lo has obtenido?

• ¿Qué estás pensando acerca de Dios en relación con tu situación preocupante?

Soluciones

1) Fomentar actitudes de confianza.

1. Regocíjate diariamente por lo que Cristo ha hecho por ti en la cruz ().

2. Piense correctamente acerca de Dios, especialmente de su soberanía (; ), sabiduría () y bondad (; ).

3. Fomente un hábito de alegría y agradecimiento cristianos (; ).

4. Disfrute de los buenos regalos que Dios le ha dado, en lugar de imaginar implacablemente las cosas malas que podrían suceder en el futuro (; ; ; ).

5. Vive un día a la vez: no trates de difundir la gracia de hoy sobre los problemas de mañana (; ).

6. Mantenga sus ojos en el cielo (; ).

2) Fomentar acciones de confianza.

1. Memorice y medite en las Escrituras (, ; ).

2. Cambia la forma en que oras. Ore como si confiara en Dios, en lugar de convertir la oración en una forma de preocupación santificada. Esto podría significar que oras solo una vez al día por algo, en lugar de doscientas veces al día. Cómo oras muestra si confías en Dios. Infundir en sus oraciones con agradecimiento es otra forma de orar confiando en oraciones (; ; ).

3. Controle su imaginación, negándose a inventar y deteniéndose en los peores escenarios especulativos (; ; ).

4. Aprenda a identificar los síntomas físicos de ansiedad o miedo (como aumento del ritmo cardíaco, dificultad para respirar y tensión en el estómago) y, por la gracia de Cristo, elija responder a ellos con pensamiento calmado y autocontrolado. En muchos casos, las personas que luchan con los ataques de pánico tienen miedo de sentir miedo, en lugar de cualquier peligro real. Temiendo las sensaciones físicas de ansiedad y preocupación, entran en pánico cuando comienzan a sentirlas ().

5. Habla buena teología contigo mismo. Tus miedos y emociones tienen una teología terrible. No los escuches. En su lugar, hable con ellos sobre teología correcta (; ; ).

6. Haz lo que puedas hacer para resolver una situación preocupante. La soberanía divina no niega la responsabilidad humana legítima (). Pensar es pensar sin acción. Es un diálogo interno que no se enfoca en las soluciones de Dios. Solo puede tener malos efectos. (Jay Adams, The Christian Counselor's Manual, 372).

7. Tome un día libre, o al menos una caminata, lo que equivale a veinte minutos (). El agotamiento mental a menudo hace que los problemas parezcan más grandes de lo que realmente son.

3) Fomentar la planificación de confianza.

1. Planea con anticipación; no te preocupes más adelante (; ).

2. Al planear, confíe a Dios los resultados (; ; ; Ecc 11: 6).

3. Implementar un horario razonable. La programación ayuda a evitar perder tiempo en meditar y preocuparse.

4) Fomentar la liberación de confianza.

Es útil dividir sus preocupaciones en las siguientes categorías:

1. Cosas sobre las que puedes hacer algo ahora mismo.

2. Cosas de las que puedes hacer algo después.

3. Cosas de las que no puedes hacer nada.

• Trabaje en el momento adecuado con una actitud dependiente de Dios (por ejemplo, comience a estudiar para ese examen la próxima semana, en lugar de preocuparse por eso).

• Planifique para más tarde, afortunadamente confíe su plan a Dios cuando esté tentado a meditar. No puede asistir a la gran reunión de la próxima semana hasta la próxima, pero puede prepararse y confiar, en lugar de meditar y preocuparse.

• Consciente mente entregue a Dios con una oración de agradecimiento y confianza, cosas sobre las que no puede hacer nada (cosas como el futuro de sus hijos, el clima durante el día de campo de mañana, etc.; vea -1: 3).