Entre Grillos Y Cadenas

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ENTRE GRILLOS Y CADENAS

Mr.5:1-21

Saludo

Muy buenas tardes hermanos y hermanas, para mi es un gran gusto poder compartir en esta tarde la reflexión de la Palabra, le voy a pedir que se pongan de pie para pedir a nuestro Dios que su Palabra confronte nuestras vidas de manera muy particular, pero también que nos examine como iglesia, como comunidad de creyentes.

ORAR

Cuestiones preliminares del texto

El texto en cuestión lo ubicamos dentro de la sección del evangelio en la cual Jesús preparaba a sus discípulos, donde el los llevaba de la mano a su misma persona y los capacitaba para la vida junto a él.

Cuando nosotros leamos este pasaje debemos de leerlo como discípulos que somos, como seguidores de Cristo, como cristianos, si nosotros nos llamamos cristianos es porque un día, de alguna manera, a través de alguna situación, Dios ha salido a nuestro encuentro en la persona de Jesucristo, y como se lo dijo a Pedro y a Andrés nos ha dicho a nosotros: “venid en pos de mi…”

En nuestros días Dios nos sigue capacitando, preparando, llevándonos de la mano al conocimiento de su persona, a tener una relación con él y con nuestro prójimo, estamos en un seguimiento, nunca lo “sabemos todo”.

Pablo compara esta cuestión como la vida de un hombre, que comienza siendo un niño lactante, que poco a poco crece, hasta cuando es ya capaz de comer alimentos sólidos, y así progresivamente.

De la misma forma es comparable a la cuestión del noviazgo: Primero pues se ven se gustan, se comienzan a conocer, hasta que uno de los dos agarra valor y le propone andar de novios. Pero el noviazgo no acaba ahí, sino que solamente esta comenzando. De la misma manera con Dios, el nos llama y nos hace la propuesta de tener una relación. Pero ser cristiano no termina ahí, sino que apenas esta comenzando, y como en el noviazgo, el cristianismo requiere de dedicación, e implica un crecimiento, “a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo” diría Pablo.

Esto lo ha hecho, lo hace y lo seguirá haciendo a lo largo de nuestro caminar, y lo hace a través de diversas formas, y una de ellas es a través de la lectura y el estudio de su palabra. Vayamos pues al texto como seguidores de Cristo, que esperan aprender de él en cada una de sus palabras y sus hechos.

1.       Un hombre con espíritu inmundo

El texto comienza con la presentación de un personaje: el hombre de espíritu inmundo, dicen los versículos 1 y 2:

Vinieron al otro lado del mar, a la región de los gadarenos.  2 Y cuando salió él de la barca, en seguida vino a su encuentro, de los sepulcros, un hombre con un espíritu inmundo,

A lo largo de su ministerio Jesús se encontró con varios hombres que tenían un espíritu inmundo. Estos hombres eran personas que habían sido poseídas por espíritus malignos, a algunos los hacían echarse al fuego, a otros los cegaban y a otro los enmudecían, a nuestro hombre el endemoniado gadareno, este espíritu inmundo lo violentaba de tal forma que  vivía de una manera totalmente aislado de la sociedad, dice la escritura que moraba en sepulcros.

Los sepulcros eran como cuevitas donde se colocaba a los muertos, en ocasiones guerra se utilizaban para refugiarse, y nuestro endemoniado lo utilizaba para vivir, puesto que ya no tenía un lugar dentro de la sociedad que lo rodeaba, imagínense la situación en la cual vivía nuestro endemoniado su estado de vida era que el “vivía”, si le podemos decir así, en donde los demás colocaban a los muertos.

                Dice la escritura que nadie podía atarle,  que en ocasiones le colocaban entre grillo y cadenas pero que el las rompía y las destrozaba. En el afán de la sociedad que le rodeaba de controlarlo, o simplemente de hacer que dejara de ser un peligro para la sociedad , le intentaba atar, pero nuestro personaje rompía las cadenas de tal modo que nadie podía controlarlo.

                De día y de noche gritaba y se lastimaba a sí mismo con piedras. Creo que este panorama del endemoniado gadareno no es muy agradable: un hombre que habita donde los demás mueren, que es rechazado por toda sociedad, y que aún se produce heridas a sí mismo, nadie desearía tal situación, pero muchas veces es en la situación en la cual nos encontramos.

En nuestros días tal vez ya no veamos la cuestión de la posesión de una manera tan común, sin embargo vemos y vivimos otro tipo de posesión, muchas veces vivimos poseídos por actitudes, ya no es “el endemoniado gadareno” sino “el gruñon de neza” o “la amargada de Benito juarez”,  tal vez no sean actitudes sino cuestiones como el alcoholismo o la drogadicción, e incluso podemos vivir poseídos por la preocupación, la tristeza, la apatía, la enviada, el enojo etc.

Todo que nos lleve en contra del Dios de la vida, es decir, a la muerte en toda su diversa gama de presentaciones (como lo es la indiferencia al prójimo, la apatía frente a Dios), es una cuestión de la cual debemos de alertarnos, porque posiblemente estemos viviendo esclavizados.

Y estas cuestiones como las de los endemoniados de los evangelios, nos hagan enmudecer (tal vez dejemos de hablarle a personas), o nos ciegan (y nos hacemos incapaces de ver las necesidades de nuestro prójimo) o nos echan al fuego (metiéndonos en situaciones dolorosas y poco agradables).

De la misma manera que a nuestro endemoniado, nuestra posesión (por llamarle de alguna forma), nos hace morar en sepulcros: aislados de la sociedad, o aislados simplemente de nuestros vecinos, de nuestra comunidad, de nuestra iglesia, viviendo sin ver más allá de nuestras narices, y esto nos hace vivir entre muertos: en un lugar donde cada cabeza es un mundo aislado, sin esa empatía, sin ese amor, sin ese cuidado por el otro, es vivir entre muertos.

Así mismo que a nuestro endemoniado, la sociedad que nos rodea, y en ocasiones nos teme, y trata de controlarnos con grillos y cadenas pero que rompemos fácilmente, tal vez si se sufre de una adicción, la sociedad que nos rodea (familia o amigos) traten de ayudarnos por diferentes medios pero sin éxito alguno, y esto porque el problema es un poco más profundo, como el de nuestro endemoniado, y la única solución se encontrara solamente en Jesús.

2.       Jesús obra

El versículo 6 dice:

Cuando vio, pues, a Jesús de lejos, corrió, y se arrodilló ante él.

Existe una cuestión sobre Cristo que no debemos de olvidar nunca: que él es Señor. Como Señor tiene autoridad sobre toda potestad, y aún sobre los espíritus inmundos, es por eso que el endemoniado al verlo no tiene otra opción que el de reconocer el señorío de Jesús, y someterse a este señorío.

Es por eso que encontramos el dialogo de los versículos del 7 al 12

El espíritu inmundo se somete a la voz de Jesús. Este lo expulsa del hombre, y el espíritu tiene que obedecer, y le ruega que no le saque de la tierra, sino que lo envíe a los cerdos. Ante tal petición Jesús accede. Y solamente con la voz del Señor Jesús es como el endemoniado ya no es más endemoniado.

De la misma manera, en nuestra situación tanto particular como comunitaria, la única forma de librarnos de eso que nos esclaviza es por medio del Señor Jesús, es solamente ante él que toda potestad se somete.

Sea cual sea la cuestión que vivamos (sea una adicción, sea envidia, chisme, desanimo) solo verán solución con la voz de Dios. Es solamente por su palabra que podemos ser libres de toda situación de muerte, y no importa cual situación sea, dice la palabra que el espíritu inmundo se llamaba legión, porque eran muchos, una legión eran aproximadamente seis mil hombres.

3.       Reacciones

Ante esta situación, ante el actuar de Dios en un hombre, generalmente existen dos reacciones:

1.- la primera es como la de la gente del pueblo que le pide a Jesús que se vaya de su región (17). Porque el obrar de Dios, muchas veces no es agradable a la gente, exige un cambio, un compromiso, exige abrir los ojos a la situación, o simplemente como a los que apacentaban los cerdos, quienes vieron en el obrar de Jesús una perdida, los cerdos, entonces sus intereses son otros.

Y la segunda reacción es la del que fue endemoniado, que ahora ya esta sentado, vestido, en su juicio, que al ver a Cristo partir le pide que lo deje acompañarle, más sin embargo Jesús le envía a testificar lo que Dios ha hecho en su vida.

Conclusión

Dios a través del evangelista nos hace un llamado a reflexionar de cual es nuestra situación en este caminar con Dios de manera diaria como persona, como familia, como iglesia. Nos hace un llamado a que nos examinemos y consideremos que es eso nos mantiene todavía cautivos, y que presentemos delante del Señor Jesús de rodillas. Nos recuerda que el único que nos da libertad es Jesucristo, y solamente a través de el podemos vivir de una manera plena.

Si todavía no hemos empezado este caminar con Dios en la vida, si todavía no le conocemos pero Dios nos esta hablando en esta tarde, es momento de venir de rodillas a él.

Hermanos, Cuando nosotros leamos este pasaje debemos de leerlo como discípulos que somos, como seguidores de Cristo, como cristianos, si nosotros nos llamamos cristianos es porque un día, de alguna manera, a través de alguna situación, Dios ha salido a nuestro encuentro en la persona de Jesucristo, y como se lo dijo a Pedro y a Andrés nos ha dicho a nosotros: “venid en pos de mi…”

Y ante esto ¿que reacción tendremos? ¿Le pediremos a Jesús que se vaya de nuestra región? ¿O le pediremos seguirle y testificaremos de lo que él ha hecho en nuestras vidas?

Nuestros amigos necesitan conocerle, vecinos, padres, hijos, hermanos, neza

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