LA BATALLA DE LA FE
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LA BATALLA DE LA FE
LA BATALLA DE LA FE
Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna, a la cual asimismo fuiste llamado, habiendo hecho la buena profesión delante de muchos testigos.
PELEA LA BUENA BATALLA DE LA FE
PELEA LA BUENA BATALLA DE LA FE
El verbo pelea se refiere a la lucha agonizante que se requiere para vencer en una competencia de lucha olímpica
Gould, J. G. (2010). Las Epístolas Pastorales. En Comentario Bíblico Beacon: Gálatas hasta Filemón (Tomo 9) (p. 653). Lenexa, KS: Casa Nazarena de Publicaciones.
PROTECCIÓN DIVINA en la batalla.
542–(1) Prometida a los creyentes:
Porque los ojos de Jehová contemplan toda la tierra, para mostrar su poder a favor de los que tienen corazón perfecto para con él. Locamente has hecho en esto; porque de aquí en adelante habrá más guerra contra ti.
El ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temen, Y los defiende. ()
Con sus plumas te cubrirá, Y debajo de sus alas estarás seguro; Escudo y adarga es su verdad.
Como Jerusalén tiene montes alrededor de ella, Así Jehová está alrededor de su pueblo Desde ahora y para siempre.
Yo seré para ella, dice Jehová, muro de fuego en derredor, y para gloria estaré en medio de ella.
Pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá.
Véase Seguridad (1) 3495; Providencia protectora (2) 3189; Ánimo (2) 1072.
543–(2) Ejemplos:
Y salieron, y el terror de Dios estuvo sobre las ciudades que había en sus alrededores, y no persiguieron a los hijos de Jacob.
iba entre el campamento de los egipcios y el campamento de Israel; y era nube y tinieblas para aquéllos, y alumbraba a Israel de noche, y en toda aquella noche nunca se acercaron los unos a los otros.
Y oró Eliseo, y dijo: Te ruego, oh Jehová, que abras sus ojos para que vea. Entonces Jehová abrió los ojos del criado, y miró; y he aquí que el monte estaba lleno de gente de a caballo, y de carros de fuego alrededor de Eliseo.
Y partimos del río Ahava el doce del mes primero, para ir a Jerusalén; y la mano de nuestro Dios estaba sobre nosotros, y nos libró de mano del enemigo y del acechador en el camino.
Mi Dios envió su ángel, el cual cerró la boca de los leones, para que no me hiciesen daño, porque ante él fui hallado inocente; y aun delante de ti, oh rey, yo no he hecho nada malo.
diciendo: No hagáis daño a la tierra, ni al mar, ni a los árboles, hasta que hayamos sellado en sus frentes a los siervos de nuestro Dios.
Véase Providencia sustentadora (2) 3192.
(F) EL PROTECTOR DIVINO, Dios representado como protector de su pueblo bajo los siguientes tipos y formas.
544–(a) El Dios de las batallas:
Jehová peleará por vosotros, y vosotros estaréis tranquilos. ()
Yo enviaré mi terror delante de ti, y consternaré a todo pueblo donde entres, y te daré la cerviz de todos tus enemigos. (; )
Y cuando oigas ruido como de marcha por las copas de las balsameras, entonces te moverás; porque Jehová saldrá delante de ti a herir el campamento de los filisteos.
Y el pavor de Dios cayó sobre todos los reinos de aquella tierra, cuando oyeron que Jehová había peleado contra los enemigos de Israel.
Con él está el brazo de carne, mas con nosotros está Jehová nuestro Dios para ayudarnos y pelear nuestras batallas. Y el pueblo tuvo confianza en las palabras de Ezequías rey de Judá. (; ; )
545–(b) Una defensa: ; ; ; ; ; .
Véase Ayudador divino 498.
546–(c) Una fortaleza: ; ; ; ; .
Véase Fundamento espiritual (2) 3499.
547–(d) Un escondedero: ; ; ; ; ; ; ; .
Véase Providencia protectora (1) 3188.
548–(e) Un refugio: ; ; ; ; ; ; ; ; ; .
549–(f) Un escudo: ; ; ; ; ; .
(G) LA VICTORIA
550–(1) La presencia del Cristo victorioso da seguridad de (M. Cristo, victorioso):
Por tanto, yo le daré parte con los grandes, y con los fuertes repartirá despojos; por cuanto derramó su vida hasta la muerte, y fue contado con los pecadores, habiendo él llevado el pecado de muchos, y orado por los transgresores.
La caña cascada no quebrará, Y el pábilo que humea no apagará, Hasta que saque a victoria el juicio.
Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.
Luego el fin, cuando entregue el reino al Dios y Padre, cuando haya suprimido todo dominio, toda autoridad y potencia.
Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono. ()
Y miré, y he aquí un caballo blanco; y el que lo montaba tenía un arco; y le fue dada una corona, y salió venciendo, y para vencer.
Pelearán contra el Cordero, y el Cordero los vencerá, porque él es Señor de señores y Rey de reyes; y los que están con él son llamados y elegidos y fieles.
Véase La derrota de Satanás 3480.
551–(2) Promesas del triunfo final (M. Victoria espiritual).
Sobre influencias malignas de los hombres
Por medio de ti sacudiremos a nuestros enemigos; En tu nombre hollaremos a nuestros adversarios. ()
Sobre fuerzas espirituales de maldad
He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará.
Sobre las aflicciones más severas
¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?
Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. (; )
Sobre las atracciones del mundo
Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe.
Sobre los poderes satánicos
Vi también como un mar de vidrio mezclado con fuego; y a los que habían alcanzado la victoria sobre la bestia y su imagen, y su marca y el número de su nombre, en pie sobre el mar de vidrio, con las arpas de Dios.
Véase Resistir la tentación 3739; Promesas divinas (10) 3169.
552–Recompensas otorgadas a los vencedores (; ; )
Alimento espiritual
El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, le daré a comer del árbol de la vida, el cual está en medio del paraíso de Dios.
Un nombre nuevo
El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, daré a comer del maná escondido, y le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita escrito un nombre nuevo, el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe.
Autoridad
Al que venciere y guardare mis obras hasta el fin, yo le daré autoridad sobre las naciones,
Vestiduras de justicia
El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus ángeles.
Ser columna del templo de Dios
Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá de allí; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo, de mi Dios, y mi nombre nuevo.
Entronización
Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono. ()
Una herencia eterna
El que venciere heredará todas las cosas, y yo seré su Dios, y él será mi hijo.
ECHA MANO DE LA VIDA ETERNA
ECHA MANO DE LA VIDA ETERNA
VIDA ETERNA
4035–(1) Referencias generales: ; ; ; ; ; ; ; ; ; .
Véase Inmortalidad 2628; Inmortalidad del alma 2629; Resurrección (1) 2630; Récompensas (1) 1537.
4036–(2) Condiciones para recibir:
Renunciar al mundo
Entonces Pedro dijo: He aquí, nosotros hemos dejado nuestras posesiones y te hemos seguido.
Y él les dijo: De cierto os digo, que no hay nadie que haya dejado casa, o padres, o hermanos, o mujer, o hijos, por el reino de Dios,
que no haya de recibir mucho más en este tiempo, y en el siglo venidero la vida eterna.
Fe en Cristo
Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado,
para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él. ()
Servicio espiritual
¿No decís vosotros: Aún faltan cuatro meses para que llegue la siega? He aquí os digo: Alzad vuestros ojos y mirad los campos, porque ya están blancos para la siega.
Y el que siega recibe salario, y recoge fruto para vida eterna, para que el que siembra goce juntamente con el que siega. (; )
Abnegación
El que ama su vida, la perderá; y el que aborrece su vida en este mundo, para vida eterna la guardará.
Conocimiento de Dios
Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.
Sembrar para el espíritu
Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna.
A LA CUAN ASI MISMO FUISTE LLAMADO
A LA CUAN ASI MISMO FUISTE LLAMADO
2351–LLAMADO A LOS CRISTIANOS: ; ; ; ; ; ; ; ; ; .
2352–LLAMADOS A JESÚS:
Entonces ella vino y se postró ante él, diciendo: ¡Señor, socórreme!
Señor, ten misericordia de mi hijo, que es lunático, y padece muchísimo; porque muchas veces cae en el fuego, y muchas en el agua.
Y dos ciegos que estaban sentados junto al camino, cuando oyeron que Jesús pasaba, clamaron, diciendo: ¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de nosotros!
Y oyendo que era Jesús nazareno, comenzó a dar voces y a decir: ¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí!
Y al entrar en una aldea, le salieron al encuentro diez hombres leprosos, los cuales se pararon de lejos
y alzaron la voz, diciendo: ¡Jesús, Maestro, ten misericordia de nosotros!
habiendo hecho la buena profesión delante de muchos testigos.
SIETE CONFESIONES NOTABLES de la fe en Cristo.
Pedro
Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.
Natanael
Respondió Natanael y le dijo: Rabí, tú eres el Hijo de Dios; tú eres el Rey de Israel.
La mujer de Samaria
Venid, ved a un hombre que me ha dicho todo cuanto he hecho. ¿No será éste el Cristo?
La segunda confesión de Pedro
Y nosotros hemos creído y conocemos que tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.
Marta
Le dijo: Sí, Señor; yo he creído que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, que has venido al mundo.
Tomás
Entonces Tomás respondió y le dijo: ¡Señor mío, y Dios mío!
Comentario Bíblico Beacon: Gálatas hasta Filemón (Tomo 9) 2. Pelea la buena batalla (6:12)
Pelea la buena batalla (6:12)