La Confianza en El Evangelio
Jesús había hablado acerca de levantar el templo en tres días, nacer de nuevo, agua viva que apaga la sed de una vez por todas, ríos de agua que brotan de dentro de los creyentes, personas que nunca verían la muerte; también acerca de sí mismo, como aquél cuya carne debe comer el creyente y cuya sangre debe beber, como el que fue antes de Abraham en el tiempo, como el buen pastor que da la vida por los suyos; acerca de un misterioso traidor (cuya identidad permaneció oculta durante un período considerable de tiempo); y acerca de un enigmático “un poco”, que iba a ser seguido de otro igualmente sorprendente “poco” (véase en 2:19; 3:3, 5; 4:10, 14; 6:35, 50, 51, 53–58; 7:37, 38; 8:51, 56, 58; capítulo 10; 13:18; 21; 16:16–19). En cuanto al significado del término alegoría (paroimia) véase también capítulo 10 (Puntos básicos III; y 10:6).