Encuentros que Transforman un ciego que nos enseña ha ver
encuentros que transforman • Sermon • Submitted
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· 48 viewsun encuentro que transforma radicalmente nuestras vidas
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Encuentros con Jesús, Encuentros que Transforman
Encuentros con Jesús, Encuentros que Transforman
¿Qué ocurre cuando nos encontramos con Jesús? ¿Qué pasa en nosotros, cuando tenemos un encuentro con su mirada amorosa, su palabra poderosa, o su gracia incomparable? ¿Qué tiene Jesús de Nazareth, que a pesar de haber caminado por la tierra hace más de 2000 mil años aun hoy es capaz de transformar nuestras vidas para siempre?; si hacemos una encuesta, de seguro encontraríamos una y mil razones; (sanidad, perdón, restauración, renovación, Amor genuino) todos estos eventos que se dan al encontrarnos con aquel que se despojó de sí mismo, tomando forma de hombre para morir en una cruz, colocando así a alcance de todos su perdón y gracia
Si revisamos la palabra, podremos observar la gran cantidad de personajes que tuvieron un encuentro con Jesús, hombres y mujeres, ricos y pobres, políticos, militares y civiles, algunos venían enfermos o porque habían perdido a un ser querido, otros tenían hambre física, sin embargo si analizáramos cada caso, llegaríamos siempre a la misma conclusión, sus vidas nunca fueron las mismas, sus prioridades cambiaron por completo y aun lo que tenían por convicciones fueron movidas drásticamente a raíz de tal encuentro, y es que cuando tenemos un encuentro real con Jesús, con aquel que siendo el Alfa y el Omega, el creador de los cielos y la tierra, aquel que no tuvo tales atributos como cosa a que aferrarse sino que despojándose de sí mismo y tomando forma de siervo muere en una cruz para que usted y yo hoy tengamos vida, y vida en abundancia, ante tal acto de amor no queda más que agradecer, porque al reconocer el verdadero significado de tal acto de amor sería imposible seguir siendo los mismos. ¿Has tenido tú un encuentro real con Jesús?
Bartimeo el hijo que traería Honra (Todos hemos sido llamados a ser hijos de honra, es nuestro propósito eterno)
Bartimeo el hijo que traería Honra (Todos hemos sido llamados a ser hijos de honra, es nuestro propósito eterno)
46 Entonces vinieron a Jericó; y al salir de Jericó él y sus discípulos y una gran multitud, Bartimeo el ciego, hijo de Timeo, estaba sentado junto al camino mendigando.
Exponer quien era Bartimeo, y la posible causa de su ceguera
Exponer quien era Bartimeo, y la posible causa de su ceguera
Bartimeo= hijo de honra, la luz de los ojos de Timeo.
Bar= Propósito religioso, posiblemente rabino, es decir un personaje de gran influencia, el hijo que todos quieren tener, el esposo que toda madre deseaba para su hija, estudiante ejemplar.
personaje de gran influencia, el hijo que todos quieren tener, el esposo que toda madre deseaba para su hija, estudiante ejemplar.
Ceguera, una extraña enfermedad, los médicos nada pueden hacer, Timeo se ve en la obligación de expulsar a su hijo de casa, pues el que un día era la luz de sus ojos hoy es una carga, entrega la capa y despide a su hijo.
Sentado junto al camino mendigando (Las circunstancias no pueden definir quién eres, es Dios quién define quien eres).
Sentado junto al camino mendigando (Las circunstancias no pueden definir quién eres, es Dios quién define quien eres).
2. Sentado junto al camino mendigando (Las circunstancias no pueden definir quién eres, es Dios quién define quien eres)
Esclarecer el hecho de como las circunstancias (problemas familiares, económicos, heridas del pasado) nos conducen a llevar una vida como cristianos marginales, sentados a las orillas del camino de la iglesia, piedras de rio, gente que no se involucra en los procesos eclesiales, porque sencillamente a pesar de que esta en la iglesia y se sienta domingo tras domingo en una silla nunca ha tenido un encuentro real con Jesús.
2. Ese era el lugar de Bartimeo, allí mendigaba, allí se había conformado a su situación actual, y al estar conformes con nuestra situación actual, cuando nos quedamos de brazos cruzados, allí nos convertimos en mendigos. (mendigos de cariño, amor, mendigos de paz, mendigos de la presencia de Dios) hasta nuestra oración cambia de tono, si es que todavía lo hacemos, y dejamos de orar como hijos para orar como mendigos, HABLAR DE LA IMPORTANCIA DE LA CAPA. (contra ejemplo ).
Ese era el lugar de Bartimeo, allí mendigaba, allí se había conformado a su situación actual, y al estar conformes con nuestra situación actual, cuando nos quedamos de brazos cruzados, allí nos convertimos en mendigos. (mendigos de cariño, amor, mendigos de paz, mendigos de la presencia de Dios) hasta nuestra oración cambia de tono, si es que todavía lo hacemos, y dejamos de orar como hijos para orar como mendigos, HABLAR DE LA IMPORTANCIA DE LA CAPA. (contra ejemplo ).
3. Bartimeo a las orillas del camino comienza a escuchar los milagros de Jesús (mujer con un flujo de 12 años es sanada, resucita a muertos, multiplica el pan y camina por encima del agua).
Bartimeo a las orillas del camino comienza a escuchar los milagros de Jesús (mujer con un flujo de 12 años es sanada, resucita a muertos, multiplica el pan y camina por encima del agua).
Nunca permitas que las circunstancias te alejen de las bendiciones que Dios tiene para ti.
Nunca permitas que las circunstancias te alejen de las bendiciones que Dios tiene para ti.
47 Y oyendo que era Jesús nazareno, comenzó a dar voces y a decir: ¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí!
48 Y muchos le reprendían para que callase, pero él clamaba mucho más: ¡Hijo de David, ten misericordia de mí!
49 Entonces Jesús, deteniéndose, mandó llamarle; y llamaron al ciego, diciéndole: Ten confianza; levántate, te llama.
Bartimeo entiende que ese es el momento para cambiar su condición, sabe que no será fácil, no tiene garantías desde el punto de vista humano pero él reconoce que quien pasa por ese lugar no es un cuento del camino, no es una leyenda urbana, no es un mago, es el Mesías prometido, el que vino a redimir a su pueblo y a rescatar al oprimido. Y nada ni nadie va a impedir que le escuche.
Tienes problemas, clama mucho más, las cosas no van bien, clama mucho más, tienes miedo clama mucho más, estas enfermo, clama mucho más pues solamente así escucharas la respuesta del Maestro de Maestro: ¡Ten calma te llama!
En ocasiones debemos renunciar a aquello que nos da “seguridad” antes de recibir nuestro milagro
En ocasiones debemos renunciar a aquello que nos da “seguridad” antes de recibir nuestro milagro
50 El entonces, arrojando su capa, se levantó y vino a Jesús.
51 Respondiendo Jesús, le dijo: ¿Qué quieres que te haga? Y el ciego le dijo: Maestro, que recobre la vista.
Realza el hecho de soltar la capa, lo que Bartimeo entendió es que de allí en adelante no la necesitaría, pues al estar cara a cara con el Mesías, nunca jamás sería el mismo
1 Levantándose de allí, vino a la región de Judea y al otro lado del Jordán; y volvió el pueblo a juntarse a él, y de nuevo les enseñaba como solía.
2 Y se acercaron los fariseos y le preguntaron, para tentarle, si era lícito al marido repudiar a su mujer.
3 El, respondiendo, les dijo: ¿Qué os mandó Moisés?
4 Ellos dijeron: Moisés permitió dar carta de divorcio, y repudiarla.
5 Y respondiendo Jesús, les dijo: Por la dureza de vuestro corazón os escribió este mandamiento;
6 pero al principio de la creación, varón y hembra los hizo Dios.
7 Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer,
8 y los dos serán una sola carne; así que no son ya más dos, sino uno.
9 Por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre.
10 En casa volvieron los discípulos a preguntarle de lo mismo,
11 y les dijo: Cualquiera que repudia a su mujer y se casa con otra, comete adulterio contra ella;
12 y si la mujer repudia a su marido y se casa con otro, comete adulterio.
13 Y le presentaban niños para que los tocase; y los discípulos reprendían a los que los presentaban.
14 Viéndolo Jesús, se indignó, y les dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de Dios.
15 De cierto os digo, que el que no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él.
16 Y tomándolos en los brazos, poniendo las manos sobre ellos, los bendecía.
17 Al salir él para seguir su camino, vino uno corriendo, e hincando la rodilla delante de él, le preguntó: Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?
18 Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno, sino sólo uno, Dios.
19 Los mandamientos sabes: No adulteres. No mates. No hurtes. No digas falso testimonio. No defraudes. Honra a tu padre y a tu madre.
20 El entonces, respondiendo, le dijo: Maestro, todo esto lo he guardado desde mi juventud.
21 Entonces Jesús, mirándole, le amó, y le dijo: Una cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme, tomando tu cruz.
22 Pero él, afligido por esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones.
23 Entonces Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos: ¡Cuán difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas!
24 Los discípulos se asombraron de sus palabras; pero Jesús, respondiendo, volvió a decirles: Hijos, ¡cuán difícil les es entrar en el reino de Dios, a los que confían en las riquezas!
25 Más fácil es pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios.
26 Ellos se asombraban aun más, diciendo entre sí: ¿Quién, pues, podrá ser salvo?
27 Entonces Jesús, mirándolos, dijo: Para los hombres es imposible, mas para Dios, no; porque todas las cosas son posibles para Dios.
28 Entonces Pedro comenzó a decirle: He aquí, nosotros lo hemos dejado todo, y te hemos seguido.
29 Respondió Jesús y dijo: De cierto os digo que no hay ninguno que haya dejado casa, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por causa de mí y del evangelio,
30 que no reciba cien veces más ahora en este tiempo; casas, hermanos, hermanas, madres, hijos, y tierras, con persecuciones; y en el siglo venidero la vida eterna.
31 Pero muchos primeros serán postreros, y los postreros, primeros.
32 Iban por el camino subiendo a Jerusalén; y Jesús iba delante, y ellos se asombraron, y le seguían con miedo. Entonces volviendo a tomar a los doce aparte, les comenzó a decir las cosas que le habían de acontecer:
33 He aquí subimos a Jerusalén, y el Hijo del Hombre será entregado a los principales sacerdotes y a los escribas, y le condenarán a muerte, y le entregarán a los gentiles;
34 y le escarnecerán, le azotarán, y escupirán en él, y le matarán; mas al tercer día resucitará.
35 Entonces Jacobo y Juan, hijos de Zebedeo, se le acercaron, diciendo: Maestro, querríamos que nos hagas lo que pidiéremos.
36 El les dijo: ¿Qué queréis que os haga?
37 Ellos le dijeron: Concédenos que en tu gloria nos sentemos el uno a tu derecha, y el otro a tu izquierda.
38 Entonces Jesús les dijo: No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber del vaso que yo bebo, o ser bautizados con el bautismo con que yo soy bautizado?
39 Ellos dijeron: Podemos. Jesús les dijo: A la verdad, del vaso que yo bebo, beberéis, y con el bautismo con que yo soy bautizado, seréis bautizados;
40 pero el sentaros a mi derecha y a mi izquierda, no es mío darlo, sino a aquellos para quienes está preparado.
41 Cuando lo oyeron los diez, comenzaron a enojarse contra Jacobo y contra Juan.
42 Mas Jesús, llamándolos, les dijo: Sabéis que los que son tenidos por gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y sus grandes ejercen sobre ellas potestad.
43 Pero no será así entre vosotros, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor,
44 y el que de vosotros quiera ser el primero, será siervo de todos.
45 Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.
46 Entonces vinieron a Jericó; y al salir de Jericó él y sus discípulos y una gran multitud, Bartimeo el ciego, hijo de Timeo, estaba sentado junto al camino mendigando.
47 Y oyendo que era Jesús nazareno, comenzó a dar voces y a decir: ¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí!
48 Y muchos le reprendían para que callase, pero él clamaba mucho más: ¡Hijo de David, ten misericordia de mí!
49 Entonces Jesús, deteniéndose, mandó llamarle; y llamaron al ciego, diciéndole: Ten confianza; levántate, te llama.
50 El entonces, arrojando su capa, se levantó y vino a Jesús.
51 Respondiendo Jesús, le dijo: ¿Qué quieres que te haga? Y el ciego le dijo: Maestro, que recobre la vista.
52 Y Jesús le dijo: Vete, tu fe te ha salvado. Y en seguida recobró la vista, y seguía a Jesús en el camino.
52 Y Jesús le dijo: Vete, tu fe te ha salvado. Y en seguida recobró la vista, y seguía a Jesús en el camino.
Que harás con el milagro que el Señor te ha dado ¿Qué quieres que te haga?
Bartimeo seguía a Jesús en el Camino.