¡Ánimo! Levántate. Te esta llamando
Jesús y el discípulo • Sermon • Submitted
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· 4,833 viewsReflexionar sobre Jesús y el ciego bartimeo.
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Handout
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HABLEMOS DE LA VIDA
HABLEMOS DE LA VIDA
Hace cerca de 10 años atrás mi vida ministerial y personal llegaron a su límite; es decir a un punto de mi vida en donde no iba hacia adelante y ni atrás. Pensé que las cosas que hacia y a lo que me dedicaba no tenían sentido, ni importancia. Empece a buscar cómo salir de ese bache de desanimo, desorientación y sin sentido. La iglesia paso a ser algo sin sentido y de poca importancia; y el desanimo de apodero de mí. Irene Fulkes fue una maestra de 84 años que conocí en un viaje a Costa Rica y Dios la puso en mi camino para enseñarme lo vital de la vida Cristiana que es volver a Jesús. Ella fue quién me oriento para acercame a Jesús con otros ojos y descubrir en él a la persona más excelente que hubiese encontrado en mi vida y decidir seguirle de una forma diferente y más transformadora.
— ¿Te has sentido cansado y desanimado?
— ¿Piensas que no vale lo que haces en la Iglesia?
ESCUCHEMOS LA PALABRA DE DIOS
ESCUCHEMOS LA PALABRA DE DIOS
1. LA SITUACIÓN DE BARTIMEO
46 Entonces vinieron a Jericó; y al salir de Jericó él y sus discípulos y una gran multitud, Bartimeo el ciego, hijo de Timeo, estaba sentado junto al camino mendigando.
Marcos 10.
Jesús sale de Jericó acompañado por sus discípulos y por bastante gente. En Jericó comienza el último tramo de la subida a Jerusalén. Como es natural, no faltan mendigos, enfermos y gentes desafortunada pidiendo ayuda a los grupos de peregrinos que pasan por el camino.
Jesús sale de Jericó acompañado por sus discípulos y por bastante gente. En Jericó comienza el último tramo de la subida a Jerusalén. Como es natural, no faltan mendigos, enfermos y gentes desgraciadas pidiendo ayuda a los grupos de peregrinos que pasan por el camino.
Marcos se fija sólo en uno. Se llama Bartimeo. Lo describe intencionadamente con tres rasgos. Es un mendigo «ciego»: vive en tinieblas; no puede ver el rostro de Jesús; nunca podrá peregrinar a Jerusalén. Está «sentado»: no puede caminar; se pasa el día esperando inmóvil la ayuda de los demás; no puede seguir a Jesús. Está «junto al camino», fuera de la ruta que lleva Jesús; al margen de su camino.
¿No nos reconocemos de alguna manera en este mendigo? Cristianos «ciegos», de fe apagada, sin ojos para mirar la vida como la miraba Jesús. Cristianos «sentados» instalados en una vida más o menos cómoda, acostumbrados a vivir de manera rutinaria nuestra religión, cansados de nosotros mismos, sin fuerza para seguir a Jesús. Cristianos situados «fuera del camino» de Jesús, sin ponerle a él como meta, horizonte y guía de nuestra vida.
¿No nos reconocemos de alguna manera en este mendigo? Cristianos «ciegos», de fe apagada, sin ojos para mirar la vida como la miraba Jesús. Cristianos «sentados» instalados en una vida más o menos cómoda, acostumbrados a vivir de manera rutinaria nuestra religión, cansados de nosotros mismos, sin fuerza para seguir a Jesús. Cristianos situados «fuera del camino» de Jesús, sin ponerle a él como meta, horizonte y guía de nuestra vida.
Marcos 10.
2. LA ACTUACIÓN DE BARTIMEO
47 Y oyendo que era Jesús nazareno, comenzó a dar voces y a decir: ¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí! 48 Y muchos le reprendían para que callase, pero él clamaba mucho más: ¡Hijo de David, ten misericordia de mí!
A pesar de su ceguera, el ciego «se entera» de que está pasando Jesús. No ve nada, pero percibe su paso. Intuye que Jesús lo puede salvar. No puede dejar escapar la oportunidad y se pone a gritar: «Hijo de David, Jesús, ten compasión de mí». Algunos le reprenden para que se calle y deje de molestar. Pero él grita todavía con más fuerza: «Ten compasión de mí». Él no puede darse a sí mismo la vista. Necesita a Jesús.
A pesar de su ceguera, el ciego «se entera» de que está pasando Jesús. No ve nada, pero percibe su paso. Intuye que Jesús lo puede salvar. No puede dejar escapar la oportunidad y se pone a gritar: «Hijo de David, Jesús, ten compasión de mí». Algunos le reprenden para que se calle y deje de molestar. Pero él grita todavía con más fuerza: «Ten
compasión de mí». Él no puede darse a sí mismo la vista. Necesita a Jesús.
Esta oración humilde, incansable, repetida una y otra vez con fuerza, desde lo más hondo del corazón, va a ser el comienzo de su transformación. Jesús no pasará de largo.
3. REACCIÓN DE JESÚS
Marcos 10.49
49 Entonces Jesús, deteniéndose, mandó llamarle; y llamaron al ciego, diciéndole: Ten confianza; levántate, te llama.
Esta oración humilde, incansable, repetida una y otra vez con fuerza, desde lo más hondo del corazón, va a ser el comienzo de su trasformación. Jesús no pasará de largo. ¿Podremos crear en este grupo la misma actitud de Bartimeo ante el paso de Jesús por nuestras vidas?
Al escuchar su grito, Jesús «se detiene». Un ciego le necesita. Todo lo demás ya no tiene importancia para él, ni siquiera la peregrinación a la ciudad santa. El ciego no debe estar tan cerca pues Jesús pide a los que lo acompañan que le llamen. Si caminan con Jesús tendrán que aprender a no sentirse molestos por los gritos de los que sufren, sino a colaborar con él para aliviar su sufrimiento.
Al escuchar su grito, Jesús «se detiene». Un ciego le necesita. Todo lo demás ya no tiene importancia para él, ni siquiera la peregrinación a la ciudad santa. El ciego no debe estar tan cerca pues Jesús pide a los que lo acompañan que le llamen. Si caminan con Jesús tendrán que aprender a no sentirse molestos por los gritos de los que sufren, sino a colaborar con él para aliviar su sufrimiento.
Los enviados por Jesús le comunican al ciego la mejor noticia que puede escuchar en estos momentos: «¡Ánimo! Levántate, que te llama». En primer lugar, le infunden «ánimo» poniendo una esperanza nueva en su vida. Luego, le invitan a «levantarse» y ponerse de pie para acercarse a Jesús. Por último, le recuerdan que no está solo: Jesús lo está «llamando». ¿No es esto lo que estamos necesitando escuchar de Jesús? ¿No es esto también lo que muchos hombres y mujeres de hoy están necesitando escuchar de los seguidores de Jesús?
4. RESPUESTA DEL CIEGO
Marcos 10.50
50 El entonces, arrojando su capa, se levantó y vino a Jesús.
Los enviados por Jesús le comunican al ciego la mejor noticia que puede escuchar en estos momentos: «¡Ánimo! Levántate, que te llama». En primer lugar, le infunden «ánimo» poniendo una esperanza nueva en su vida. Luego, le invitan a «levantarse» y ponerse de pie para acercarse a Jesús. Por último, le recuerdan que no está solo: Jesús lo está «llamando». ¿No es esto lo que estamos necesitando escuchar de Jesús? ¿No es esto también lo que muchos hombres y mujeres de hoy están necesitando escuchar de los seguidores de Jesús?
El ciego actúa con prontitud. «Arroja el manto» que le servía para recoger la limosna, pero que ahora le estorba para encontrarse con Jesús. Aunque siempre se ha movido a tientas, ahora «da un salto» decidido y se acerca a Jesús. Su actuación es ejemplar. ¿No necesitamos también nosotros liberarnos de estorbos y esclavitudes, dejar a un lado cobardías y vacilaciones, y tomar la decisión de encontrarnos con Jesús?
5. LA CURACIÓN
El ciego actúa con prontitud. «Arroja el manto» que le servía para recoger la limosna, pero que ahora le estorba para encontrarse con Jesús. Aunque siempre se ha movido a tientas, ahora «da un salto» decidido y se acerca a Jesús. Su actuación es ejemplar. ¿No necesitamos también nosotros liberarnos de estorbos y esclavitudes, dejar a un lado cobardías y vacilaciones, y tomar la decisión de encontrarnos con Jesús?
51 Respondiendo Jesús, le dijo: ¿Qué quieres que te haga? Y el ciego le dijo: Maestro, que recobre la vista.
51 Respondiendo Jesús, le dijo: ¿Qué quieres que te haga? Y el ciego le dijo: Maestro, que recobre la vista. 52 Y Jesús le dijo: Vete, tu fe te ha salvado. Y en seguida recobró la vista, y seguía a Jesús en el camino.
Marcos 10.50-
El relato culmina con un diálogo breve, pero de profundo significado. Jesús se dirige directamente al ciego: «¿Qué quieres que haga por ti?». Así es siempre Jesús: regalo, gracia, salvación para quienes le necesitan. El ciego no tiene duda alguna. Sabe lo que tiene que pedir: «Maestro, que vea». Es lo más importante. Si ve a Jesús y recibe de él la luz para vivir, todo cambiará. Jesús le dice: «Vete, tu fe te ha salvado». El evangelista no menciona ningún gesto ni orden de curación por parte de Jesús. Lo que salva al ciego es su adhesión a Jesús y su confianza en él. Éste es el contacto curador.
Marcos termina su narración con estas palabras: «Al momento recobró la vista y le seguía por el camino». En ellas nos ofrece la clave para leer su relato como una catequesis. Al comienzo del relato Bartimeo era un mendigo «ciego»; ahora, al contacto con Jesús, «recobra la vista». Estaba «sentado» y ahora le «sigue» a Jesús como Maestro. Estaba «junto al camino» pero ahora le sigue «por el camino».
El relato culmina con un diálogo breve, pero de profundo significado. Jesús se dirige directamente al ciego: «¿Qué quieres que haga por ti?». Así es siempre Jesús: regalo, gracia, salvación para quienes le necesitan. El ciego no tiene duda alguna. Sabe lo que tiene que pedir: «Maestro, que vea». Es lo más importante. Si ve a Jesús y recibe de él la luz para vivir, todo cambiará. Jesús le dice: «Vete, tu fe te ha salvado». El evangelista no menciona ningún gesto ni orden de curación por parte de Jesús. Lo que salva al ciego es su adhesión a Jesús y su confianza en él. Éste es el contacto curador.
RESPONDAMOS A LA VIDA
RESPONDAMOS A LA VIDA
Marcos termina su narración con estas palabras: «Al momento recobró la vista y le seguía por el camino». En ellas nos ofrece la clave para leer su relato como una catequesis. Al comienzo del relato Bartimeo era un mendigo «ciego»; ahora, al contacto con Jesús, «recobra la vista». Estaba «sentado» y ahora le «sigue» a Jesús como Maestro. Estaba «junto al camino» pero ahora le sigue «por el camino».
— CONVERSIÓN PERSONAL
¿Entiendo y vivo mi vida a la luz de la fe o estoy tan «ciego» como casi todos? ¿Cómo veo las cosas, cómo miro a las personas, cómo enjuicio los acontecimientos? ¿Creo que el contacto con Jesús me puede aportar una mirada más humana, más limpia, más compasiva?
1.
¿Entiendo y vivo mi vida a la luz de la fe o estoy tan «ciego» como casi todos? ¿Cómo veo las cosas, cómo miro a las personas, cómo enjuicio los acontecimientos? ¿Creo que el contacto con Jesús me puede aportar una mirada más humana, más limpia, más compasiva?
¿Vivo instalado en mi religión por inercia, por costumbre o tradición? ¿Vivo mi fe en Jesucristo sin creatividad, de manera pasiva y rutinaria, sin crecer, sin dar pasos...? ¿Puede Jesús irrumpir en mi vida con su fuerza salvadora? ¿Creo en mi propia conversión?
En este itinerario que estamos comenzando, Jesús pasará junto a mí. ¿Qué puedo hacer para enterarme de su paso? ¿Le pediré a gritos compasión? ¿Abriré bien mi corazón para escuchar su llamada? ¿Haré un esfuerzo para liberarme de lo que me impide encontrarme con Jesús?
— COMPROMISO EN EL PROYECTO DE JESÚS
¿Cómo son las comunidades que nosotros conocemos? ¿Viven instaladas en la rutina y la pasividad? ¿Observamos deseos de una vida cristiana más viva y creativa? ¿En qué se nota? ¿Qué somos hoy muchos cristianos? ¿Ciegos que tratan de guiar a otros ciegos o buscadores de la verdad de Jesús?
¿Cómo son las comunidades que nosotros conocemos? ¿Viven instaladas en la rutina y la pasividad? ¿Observamos deseos de una vida cristiana más viva y creativa? ¿En qué se nota? ¿Qué somos hoy muchos cristianos? ¿Ciegos que tratan de guiar a otros ciegos o buscadores de la verdad de Jesús?
¿Cómo capta la gente el mensaje actual de la Iglesia? ¿Cómo una palabra de «ánimo» que los invita a «levantarse» y vivir con dignidad? ¿Por qué se marchan? ¿No pueden experimentar entre nosotros que Jesús los está llamando? ¿A qué se debe esta situación?
¿Nos sentimos en este grupo enviados por Jesús a llamar a alguien en su nombre? ¿Hay alguien en nuestra familia, en nuestra parroquia, en nuestro entorno... a quien nos podemos acercar para decirle de alguna manera: «Ánimo. Levántate. Jesús te está llamando»? ¿Nos comprometernos a dar algún pequeño paso antes de la próxima reunión?