El hijo perfecto

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El unico Padre perfecto nos enseña como tratar a nuestros hijos para llevarlos a la perfección por medio de su interacción con el.

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El hijo perfecto

Salmo 127.4–5 RVR60
Como saetas en mano del valiente, Así son los hijos habidos en la juventud. Bienaventurado el hombre que llenó su aljaba de ellos; No será avergonzado Cuando hablare con los enemigos en la puerta.
¿Cuantos padres hay en este lugar?
¿Cuantos padres perfectos hay en este lugar?
Mi hijo mas pequeño (Abraham) observó el titulo de este mensaje y me pregunto porque se llamaba “El hijo perfecto” si no había nadie perfecto sólo Jesucristo.
Efectivamente, si no hay padres perfectos tampoco podrán haber hijos perfectos, por esta razón el resalta la futilidad del esfuerzo humano de construir una familia sin la ayuda de Dios.
Salmo 127.1 RVR60
Si Jehová no edificare la casa, En vano trabajan los que la edifican; Si Jehová no guardare la ciudad, En vano vela la guardia.
Salmo 127.3–4 RVR60
He aquí, herencia de Jehová son los hijos; Cosa de estima el fruto del vientre. Como saetas en mano del valiente, Así son los hijos habidos en la juventud.
Lienzo del sobre las palabras “edificar y casa”.
La única manera de que nuestros hijos sean fundados en la familia es entregando a Dios el control de nuestras vidas.

Los hijos como saetas

Imagen del guerrero lanzando una saeta
¿Cuantos padres valientes hay aqui?
Están en nuestras manos, lo cual implica responsabilidad.
Habidos en la juventud implica tiempo.

Nuestros hijos requieren impulso y dirección

Hablemos un poco sobre el arco que es el medio de impulso. La cruz (sacrificio) debe ser el punto de partida hacia donde los conducimos y el objetivo es el propósito de Dios para la vida de cada uno de ellos.
Video como flechas.

Un Padre perfecto y un Hijo perfecto

En 3 ocaciones se documenta en la biblia que el Padre habló de manera audible a su hijo Jesucristo, consideramos que es de suma importancia aprender lo que el Padre perfecto habló a su hijo perfecto.
Mateo 3.17 RVR60
Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia.
Mateo 17.5 RVR60
Mientras él aún hablaba, una nube de luz los cubrió; y he aquí una voz desde la nube, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia; a él oíd.
Juan 12.28 RVR60
Padre, glorifica tu nombre. Entonces vino una voz del cielo: Lo he glorificado, y lo glorificaré otra vez.
Juan 12.27–28 RVR60
Ahora está turbada mi alma; ¿y qué diré? ¿Padre, sálvame de esta hora? Mas para esto he llegado a esta hora.Padre, glorifica tu nombre. Entonces vino una voz del cielo: Lo he glorificado, y lo glorificaré otra vez.
Para que nuestros hijos cumplan el propósito de Dios en esta tierra
Hijo- Aceptación&Identidad
Eres mi hijo, eres mi hija, eres parte de esta familia, perteneces.
Nuestros hijos requieren de aceptación en un mundo en el que el significado de las personas esta devaluado a lo material o su aspecto físico.
Amado- Afecto
Dios quiere amar a nuestros hijos a través de nosotros.
Dígale que los ama, abrace.
Error que cometemos como padres ante una mala nota de nuestros hijos es el rechazo de su persona. Refrendemos nuestro amor a nuestros hijos incondicionalmente. Un gran trabajo que Dios nos dió es hacerlos regresar a casa.
Me complace- Afirmación&reconocimiento.
Nuestro trabajo es observar, proveer e impulsar.
Lo he glorificado y lo glorificare otra vez- Seguridad
Los padres siempre deben estar ahi para los momentos de confusión, redirigirlos pero no sobreprotegerlos, enseñándoles que en el mundo habrán aflicciones pero depositar su confianza en Jesucristo porque el ha vencido al mundo.
Mencionarle que sus retos son nuestros retos.
Recuerda las flechas deben ser enviadas, para que cumplan el propósito por el cual Dios los creo.
Bill Havens experto en canotaje 1924 el tuvo la oportunidad de su vida, 28 años después su hijo Frank representó a su país en las olimpiadas.
No somos padres perfectos pero si prosigo a la meta al supremo llamamiento Filipenses 3.13-14, no tenemos hijos perfectos pero si debemos conducirlos al sendero del justo
Querido Señor, no te pido que me des una alta posición en tu obra, algún llamado noble, o alguna tarea maravillosa. Dame una pequeña mano para sostener en la mía. Dame un niño pequeño para que señale el camino el maravilloso y dulce camino que te conduce a Ti. Dame una vocecita para articular una oración; dame dos ojos brillantes, para tu rostro poder ver. La única corona que pido, querido Señor, es que pueda enseñar a un niño pequeño. No te pido que pueda estar entre los sabios, los dignos o los grandes. Solo pido que suavemente mano a mano, un niño y yo podamos entrar por la puerta del reino de los cielos.
Tuyo, algún llamado noble, o alguna tarea maravillosa. Dame una pequeña mano para sostener en la mía. Dame un niño pequeño para que señale el camino Por el extraño y dulce camino que te conduce a Ti. Dame una vocecita para alcanzar a orar; Dame dos ojos brillantes, tu rostro para ver. La única corona que pido, querido Señor, que use Es esta, para que pueda enseñar a un niño pequeño. No te pido que pueda estar entre los sabios, los dignos o los grandes. Solo pido que suavemente mano a mano, Un niño y yo podamos entrar por la puerta.
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