Romanos 1.11-12 - El Objetivo de un Siervo de Dios
Introducción.
En el saludo introductorio (1:1–15), él describe su gran deseo de ser de ayuda. Esta ayuda responde la siguiente pregunta: ¿Hay alguna manera para estar en la correcta relación con Dios por el esfuerzo personal, ya sea por logros seculares o fervor religioso? La respuesta es un resonante ¡NO! El apóstol Pablo demuestra que ni los gentiles ni los judíos tienen mérito alguno delante de un Dios santo, ni justicia propia con la cual puedan satisfacerle.
La finalidad del ejercicio de su ministerio en Roma es que ellos sean afirmados en la fe. El motivo de su visita no es egoísta. No iba meramente para satisfacer necesidades afectivas propias; iba para hacer una contribución al desarrollo espiritual de los creyentes romanos.
Por lo tanto, el saludo introductorio nos muestra el gran deseo de Pablo que es fundamentar la fe de los hermanos de Roma, de acuerdo a la pregunta del primer párrafo nos ubica dentro del contexto la disputa probablemente intelectual que permite entender el propósito de la visita el fortalecimiento de la fe y la practica. Entendemos el deseo de crecimiento por el bien de la iglesia y en por ende nuestro Señor no sería vituperado en la capital Romana.
Este deseo de desarrollo espiritual se transformaría en una carta de vital importancia para el cristianismo a lo largo de la historia de la iglesia, va a fortalecer la fe y los cimientos del cuerpo de Cristo logrando un liderazgo firme que traerá consecuencias al cuerpo de Cristo, a la sociedad y cada uno de aquellos que se han detenido en el texto, los beneficios espirituales son notorios por ejemplo en la época de la reforma esta carta se le conoce como el motor de Reforma y despertar espiritual del siglo XV.
Estos dos versículos nos ayudarán a fundamentarnos en nuestra fe y reconocer la profundidad de la gracia de Dios en nuestra vida, con el único propósito de ser agradables al Señor y alinearnos a su voluntad.
El objetivo de un siervo de Dios - Romanos 1.11-12
Tiene como propósito.
- 1. Compartir los beneficios de la gracia de Dios (v.11)
- a. Aclarando el concepto de don espiritual.
- 2. Ser fortalecidos por la fe (v.12)
- a. Común
- b. Humilde.