02 EL E.S Una Persona de la Deidad
EL ESPIRITU SANTO
Una Persona de la Deidad
El Espíritu Santo es una personalidad de la Deidad. El no es una «cosa,» una mera influencia o poder. El es referido como «Dios.» (Hechos 5:3-4).
Hechos 5:3 — «...Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo...?» ¿Puede un hombre mentirle a un poder o influencia no consciente? ¿Puede uno mentirle a la electricidad? ¿Al viento? ¿A la lluvia? Mentir al Espíritu Santo es mentir a un Ser de la Deidad, tan persona como el Padre y el Hijo: «No has mentido a los hombres, sino a Dios.» (Hechos 5:4).
El es de la Deidad como lo es Cristo. Jesús prometió a los discípulos: «Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador...» (Juan 14:16-17).
Dos palabras en el original Griego (allos y heteros) son traducidos «otros» pero con un significado peculiar cada uno. «Allos y Heteros tienen una diferencia de significado que, a pesar de la tendencia a perderse, se debe observar en numerosos pasajes. Allos, como se ha observado, expresa una diferencia numérica y denota otro de la misma clase; heretos expresa una diferencia cualitativa y denota otro de una clase diferente. Cristo prometió enviar «otro Consolador» (allos, otro como El, no heretos), Juan 14:16.» (W.E. Vine, Diccionario Expositivo de las Palabras del Nuevo Testamento, Vol. 3, Pág. 107).
La personalidad del Espíritu Santo es expresada por el hecho de que El está caracterizado por la comprensión consciente, la racionalidad y el sentido de moral. Note:
El Espíritu Santo está reconocido con el Padre y el Hijo como una personalidad de la Deidad. El bautismo es «en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.» (Mat. 28:19).
RELACION
El Padre, quien es primero en esta relación* de la Deidad (1 Cor. 11:3; 15:28), es el autor de la redención del hombre (Rom. 8:28; Efe. 1:9). Cristo ejecutó el plan (Tito 2:13-14;) (1 Ped. 1:18-20). El Espíritu Santo reveló el plan (Efe. 3:3-5;) (1 Cor. 2:7-13).
LA OBRA DEL ESPIRITU
Cuando Jesús anunció a sus discípulos que los iba a dejar, prometió darles otro Consolador (Juan 13:31 hasta Juan 14:3,16-19,26; cap. Juan 15:26; 16:13-16). Cuando recibieron el Consolador, fueron capacitados para funcionar como embajadores de Cristo (Hch. 2:1-4;) (2 Cor. 5:20). Con los profetas (quienes recibieron el don de profecía a través de la imposición de las manos de los apóstoles, (Hch. 8:17-19), revelaron el pacto de Cristo (Efe. 3:3-5). Con los dones del Espíritu esta palabra fue confirmada (Marcos 16:20; Heb. 2:2-3; «confirmar» significa «hacer firme, establecer, asegurar,» eso es «para probar su veracidad y divinidad.» — Diccionario Expositivo de Vine).
El Espíritu Santo es de esta manera la fuente de la inspiración. Inspiro a los profetas (2 Ped. 1:21;) (1 Ped. 1:10-12;) (2 Sam. 23:2;) Hechos 1:16,28-25; Efe. 6:17;) (2 Tim. 3:16). En vista de que la palabra viene por El y la fe por la palabra (Rom. 10:17), puede ser dicho que el Espíritu Santo es el instrumental en la conversión del hombre (1 Ped. 1:22-23;) Tito 3:5; Juan 3:3-5; Rom. 8.14; Gál. 5:5). El Espíritu Santo mora en cada Cristiano, como el Padre (2 Cor. 6:16;) (1 Juan 4:12-15) y el Hijo (Efe. 3:16-17) es dicho que moran en nosotros (2 Jn 9). (1 Cor. 3:16;) Rom. 8:9; Hechos 2:38-39; 5:32;) (2 Tim. 1:14).
(Un estudio más completo de los dones espirituales, el bautismo del Espíritu Santo y la blasfemia del Espíritu Santo, están reservados para más tarde.
* El hecho de que la posición en la relación difiere entre el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo no niega la Deidad de ellos, eso es, la igualdad en Ser (Fil. 2:6-7). Comp. Mateo 19:6; Efe. 5:23.