NO OLVIDEMOS - Parte 10 (Deuteronomio 13.1-4
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· 20 viewsPropósito: Reconocer y recordar la grandeza, la soberanía y la misericordia de Dios.
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En el capítulo 13 encontramos una gran enseñanza muy importante, la cual debemos mantener siempre presente y nos ayuda a mantener nuestra fidelidad a Dios.
EL EJERCICIO DE NUESTRA PROFESIÓN
EL EJERCICIO DE NUESTRA PROFESIÓN
-Moisés alerta al pueblo con respecto a los profetas que los incitaran a la idolatría.
-La principal credencial de un verdadero profeta y de un siervo de Dios no se debe buscar sencillamente en su capacidad de realizar “señal o prodigios”, sino en la armonía que debe haber entre su mensaje y sus obras, y la palabra de Dios (Biblia Scofield, pag. 189).
-Aquí se le dice al pueblo que mantenga intacta su fidelidad a Dios, guardando su conciencia de las situaciones o consejos que pudieran afectarlos en dos cosas (v.5):
Llevarlos a la rebelión.
Hacerlos apartarse del camino.
Profesar: Creer, seguir, practicar.
-La manera de mantener nuestra profesión; es decir, sostenernos en lo que profesamos, es cumpliendo las siguientes cuatro responsabilidades como pueblo de Dios (v.4):
Temer a Dios
Obedecerlo
Servirlo
Seguirlo
23 Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió.
24 Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras;
25 no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.
hebreos
LA PRUEBA DE NUESTRA PROFESIÓN
LA PRUEBA DE NUESTRA PROFESIÓN
-Podríamos preguntarnos porque Dios permitiría que un profeta se levantara a hacer señales y luego predicara al pueblo que adoren a dioses falsos.
-La respuesta esta en el verso 3:
3 no darás oído a las palabras de tal profeta, ni al tal soñador de sueños; porque Jehová vuestro Dios os está probando, para saber si amáis a Jehová vuestro Dios con todo vuestro corazón, y con toda vuestra alma.
-La prueba de nuestra profesión y de nuestra convicción se presenta cuando vienen a nosotros oportunidades o situaciones “aparentemente” inofensivas. Son situaciones en las que aparentemente Dios está de acuerdo, o simplemente “no dice nada”.
-La prueba de nuestra fe y obediencia no es por causa de Dios, porque El conoce todas las cosas; sino que es por causa de nuestra propia conciencia. Como en el caso de Adán, Abraham, Saúl, etc.
-El escritor a Hebreos habla de dos cosas de las cuales debemos despojarnos para “correr con paciencia la carrera que tenemos por delante” (He. 12.1):
De todo peso
Del pecado
-Hay cosas que, aunque no son pecado, pueden ser una “carga” que nos impiden amar a Dios con todo nuestro ser.
-El apóstol Pablo, usa la misma metáfora para exhortarnos a mantener nuestra dedicación en esta carrera de la fe:
24 ¿Acaso no saben ustedes que, aunque todos corren en el estadio, solamente uno se lleva el premio? Corran, pues, de tal manera que lo obtengan.
25 Todos los que luchan, se abstienen de todo. Ellos lo hacen para recibir una corona corruptible; pero nosotros, para recibir una corona incorruptible.
1 corintios 9.24-
-Hay cosas, practicas o situaciones que se nos presentan, y si bien es cierto nos son prohibiciones, pero que son una prueba para nuestra conciencia, para que sepamos con cuanta intensidad amamos a Dios, como para renunciar a ellas.
24 Les digo la verdad, el grano de trigo, a menos que sea sembrado en la tierra y muera, queda solo. Sin embargo, su muerte producirá muchos granos nuevos, una abundante cosecha de nuevas vidas.
25 Los que aman su vida en este mundo la perderán. Los que no le dan importancia a su vida en este mundo la conservarán por toda la eternidad.
26 Todo el que quiera ser mi discípulo debe seguirme, porque mis siervos tienen que estar donde yo estoy. El Padre honrará a todo el que me sirva.
juan 12.24-