Periodo inter-testamentario

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INTRODUCCIÓN

· Relacionar: ¿Alguna vez has sentido que Dios está ausente o lejano?
· Despertar: Cuando estás en esa situación, ¿qué es lo que te da la fuerza para continuar?
· Enfocar: Con los judíos fue literalmente que Dios estuvo en silencio por un periodo largo. Pero “aunque la voz de Dios permaneció en silencio, la mano de Dios dirigió de forma activa el transcurso de los sucesos que ocurrieron en estos siglos” (John MacArthur, Biblia de Estudio MacArthur, 1225).
[Leer ]

Tú, oh rey, veías, y he aquí una gran imagen. Esta imagen, que era muy grande, y cuya gloria era muy sublime, estaba en pie delante de ti, y su aspecto era terrible. 32La cabeza de esta imagen era de oro fino; su pecho y sus brazos, de plata; su vientre y sus muslos, de bronce; 33sus piernas, de hierro; sus pies, en parte de hierro y en parte de barro cocido. 34Estabas mirando, hasta que una piedra fue cortada, no con mano, e hirió a la imagen en sus pies de hierro y de barro cocido, y los desmenuzó. 35Entonces fueron desmenuzados también el hierro, el barro cocido, el bronce, la plata y el oro, y fueron como tamo de las eras del verano, y se los llevó el viento sin que de ellos quedara rastro alguno. Mas la piedra que hirió a la imagen fue hecha un gran monte que llenó toda la tierra.

36Este es el sueño; también la interpretación de él diremos en presencia del rey. 37Tú, oh rey, eres rey de reyes; porque el Dios del cielo te ha dado reino, poder, fuerza y majestad. 38Y dondequiera que habitan hijos de hombres, bestias del campo y aves del cielo, él los ha entregado en tu mano, y te ha dado el dominio sobre todo; tú eres aquella cabeza de oro. 39Y después de ti se levantará otro reino inferior al tuyo; y luego un tercer reino de bronce, el cual dominará sobre toda la tierra. 40Y el cuarto reino será fuerte como hierro; y como el hierro desmenuza y rompe todas las cosas, desmenuzará y quebrantará todo. 41Y lo que viste de los pies y los dedos, en parte de barro cocido de alfarero y en parte de hierro, será un reino dividido; mas habrá en él algo de la fuerza del hierro, así como viste hierro mezclado con barro cocido. 42Y por ser los dedos de los pies en parte de hierro y en parte de barro cocido, el reino será en parte fuerte, y en parte frágil. 43Así como viste el hierro mezclado con barro, se mezclarán por medio de alianzas humanas; pero no se unirán el uno con el otro, como el hierro no se mezcla con el barro. 44Y en los días de estos reyes el Dios del cielo levantará un reino que no será jamás destruido, ni será el reino dejado a otro pueblo; desmenuzará y consumirá a todos estos reinos, pero él permanecerá para siempre, 45de la manera que viste que del monte fue cortada una piedra, no con mano, la cual desmenuzó el hierro, el bronce, el barro, la plata y el oro. El gran Dios ha mostrado al rey lo que ha de acontecer en lo por venir; y el sueño es verdadero, y fiel su interpretación.

Hemos leído unas profecías por parte de Daniel, las cuales fueron escritas cientos de años antes de que sucedieran. Como se mencionó en la introducción, aunque la voz de Dios estuvo callada, la mano de Dios estuvo activa, cumpliendo estas profecías.
emos leído unas profecías por parte de Daniel, las cuales fueron escritas cientos de años antes de que sucedieran. Como se mencionó en la introducción, aunque la voz de Dios estuvo callada, la mano de Dios estuvo activa, cumpliendo estas profecías.
Hemos leído unas profecías por parte de Daniel, las cuales fueron escritas cientos de años antes de que sucedieran. Como se mencionó en la introducción, aunque la voz de Dios estuvo callada, la mano de Dios estuvo activa, cumpliendo estas profecías.
En primer lugar, hay que ponernos al corriente acerca de la historia de Israel, y cómo fue que se llegó a este periodo. Comenzamos desde el tiempo de la Monarquía. EL pueblo de Israel había desechado a Samuel como profeta, y a Dios como soberano, así que pidieron un rey. Saúl, de la tribu de Benjamín fue puesto como primer rey sobre Israel. Después de él David, quien junto con su hijo Salomón expandieron el territorio de Israel, hacia el cumplimiento del pacto de Dios con Abraham. Después de Salomón hubo una división del reino, con Jeroboam en el norte, y Roboam en el sur. Después, cada reino entró en un periodo de reyes, terminando en el 732 a.C. con el reino del norte por los Asirios, y en el 587 a.C. con el reino del sur, por medio de Babilonia.
Ahora, durante el reinado de Nabucodonosor, Dios advirtió que Babilonia iba a caer en manos de otro rey. nos presenta esta profecía (v. 4 refiriéndose a Babilonia). Es en el v.5 que nos habla acerca de Persia, la segunda bestia.

A. Imperio Persa

“Y he aquí otra segunda bestia, semejante a un oso, la cual se alzaba de un costado más que del otro, y tenía en su boca tres costillas entre los dientes; y le fue dicho así: Levántate, devora mucha carne.” ()
Esta bestia surgió aproximadamente en el 538 a.C., conquistando a Babilonia con Darío, rey de los medos al mando (; ; ). Después, llegó Ciro I, rey de Persia (; ), quien formuló el decreto para que volviera Israel a su tierra y reconstruyeran sus murallas.
- ¿Cómo afectó este imperio a Israel?
Este imperio “mantuvo el poder hasta la conquista de Alejandro el Grande en el 330 a.C. En su apogeo, el Imperio Persa fue el imperio más grande y duradero que había existido, abarcando desde Macedonia y Etiopía en el oeste hasta Aracosia e India en el este. En el 525 a.C. Cambises II también logró conquistar Egipto, sometiéndolo al control persa.”[1] El imperio Persa permitió que Isarel siguiera ejerciendo su religión, sin ninguna intervención del gobierno.
El imperio persa estuvo al mando del territorio palestino por cerca de 200 años, y esta monarquía permaneció bajo el mando del rey Ciro. A Ciro II el Grande (ca. 558–530 a.C.) lo sucedieron sus hijos, Cambises II (530–522 a.C.) y Bardia (522 a.C.). A Bardia lo asesinó Darío el Grande, quien se casó con la hija de Ciro, Atosa, y reinó desde el 522 hasta el 486 a.C. Darío nombró a su dinastía en honor a su supuesto ancestro, Aquemenes.
A Darío lo sucedió su hijo, Jerjes I (486–465 a.C.). A Jerjes lo asesinó y lo sucedió su hijo, Artajerjes I (465–424 a.C.). Dos de los hijos de Artajerjes -Jerjes II y Sogdiano (424–423 a.C.)- gobernaron solo brevemente. Su medio hermano, Darío II, ascendió al trono en lugar de ellos (423–404 a.C.). El hijo de Darío, Artajerjes II (404–359), gobernó después y lo sucedió su hijo Artajerjes III (359–338).
Después de que Artajerjes III fuera asesinado, su hijo gobernó brevemente bajo el nombre de Artajerjes IV (338–336 a.C.) antes de que lo asesinaran también. El trono pasó a Darío III, primo segundo de Artajerjes IV (336–330 a.C.). Murió mientras huía de Alejandro, Bessos, quien se llamó a sí mismo Artajerjes V, lo asesinó.[1]
Después de todo esto, la profecía de se cumplió.

B. Imperio Griego

“Después de esto miré, y he aquí otra, semejante a un leopardo, con cuatro alas de ave en sus espaldas; tenía también esta bestia cuatro cabezas; y le fue dado dominio” ()
Esta bestia surgió en el 332 a.C. aproximadamente después de haber tenido una guerra con los Medo-Persas. Felipe II y su hijo Alejandro fueron los que lideraron estas guerras. Pero tras la muerte de su padre Felipe (333 a.C.), Alejandro lideró la expansión del territorio griego. Alejandro Magno quiso implementar su cultura griega o el “helenismo” en todos los territorios que había conquistado. Sin embargo, para los judíos esto provocó que Israel se dejara influenciar por ella.
- ¿Cómo afectó este imperio a Israel?
nos dice que Grecia acabó con el imperio medo-persa, a tal punto que Grecia creció sorprendentemente.
Se sabe que los samaritanos se rebelaron contra Alejandro, quien aplastó la revuelta... Durante los siguientes dos siglos, muchos judíos -especialmente los que pertenecían a las clases más altas de la sociedad- aceptaron la cultura helenística que las conquistas de Alejandro propagaron a lo largo del Cercano Oriente antiguo. Si bien la cultura griega se conocía en Palestina mucho antes de la época de Alejandro, su conquista (y el programa intencionado de helenización) crearon una nueva síntesis de la cultura griega con las culturas y tradiciones locales del Cercano Oriente antiguo. Muchos judíos, incluyendo gran parte de la aristocracia sacerdotal de Jerusalén, adoptaron el estilo de vida helenístico y no encontraron conflicto alguno entre el judaísmo y el helenismo (Hengel, Judaism and Hellenism, 103–06).[1]
Pero en el v. 8 nos dice que aquel cuerno (Alejandro Magno) “estando en su mayor fuerza... fue quebrado, y en su lugar salieron otros cuatro cuernos notables”. Estos cuatro cuernos se refiere a los cuatro generales que vinieron después de la muerte de Alejandro el Grande, en el 323 a.C.

C. Imperio Egipcio

Despues de la muerte de Alejandro, vino sobre Israel un periodo que se le denomina Periodo Ptolemaico (323 – 200 a.C.), en el cual Palestina se convirtió en un campo de batalla entre Egipto y Siria. El Egipto ptolemaico mantuvo el control sobre Palestina durante el tercer siglo a.C.. Los Ptolomeos aparentemente mantuvieron gran parte del sistema administrativo establecido por los persas y adoptaron el mismo enfoque no intervencionista; el único requisito era que los pueblos sometidos pagaran sus impuestos y no se revelaran. Dejaron al sumo sacerdote judío como la principal autoridad sobre los asuntos judíos en Palestina[1]
Jorge Gonzales comenta sobre este evento diciendo: “Mesopotamia y Siria quedaron en mano de Seleuco I Nicátor quien fundó la dinastía de los «Seléucidas». Egipto quedó en manos de Tolomeo Sotero, quien fundó la dinastía de los «Lágidas». Tanto los Seléucidas como los Lágidas fomentaron el desarrollo del helenismo.”[1]
[1] Íbid.
[Melvin, D. Historia de Israel, período Posmonárquico. En J. D. Barry & L. Wentz (Eds.), Diccionario Bíblico Lexham. Bellingham, WA: Lexham Press, 2014.
[1] Íbid.

Tolomeo Sotero I:

Tolomeo eligió para si mismo un rincón del imperio donde el alimento era abundante y donde la invasión era poco probable. Su ciudad principal, Alejandría, había sido planificada por Alejandro y su arquitecto, y creció con rapidez hasta transformarse en uno de los principales centros helenísticos, reconocido por su comercio y su cultura. El primer Tolomeo (Sotero) fundó la gran biblioteca de dicha ciudad, que perduró durante casi mil años.[2]

Tolomeo Filadelfo:

Durante el reinado de este gobernante (285-247 a.C.) Hasta este momento había existido poco contacto entre judío y griego, en parte porque los judíos no eran pueblo marinero, y también debido a su indiferencia hacia sus incircuncisos vecinos. Pero ahora judíos en grandes cantidades se mudaron a Egipto, donde adquirieron conocimiento del idioma griego y cierto aprecio por la literatura griega. Josefo afirma que los judíos recibieron derechos cívicos iguales a los de los macedonios.3 Fue durante el reinado de Filadelfo que la Ley judía (El Pentateuco) fue traducida al griego. Los otros libros del Antiguo Testamento fueron traducidos posteriormente.[1] La palabra Septuaginta viene de la palabra 70, setenta eruditos encargados de traducir todo el Antiguo Testamento al griego, porque ya muchos no podían leer el hebreo y arameo.

D. Imperio Sirio

En esta dinastía sobresalió Antíoco IV (Epífanes 175-163 a.C.), quien tuvo una hostilidad específica contra los judíos en contra del helenismo (cultura griega). “Atacó con toda violencia a los judíos que se oponían al helenismo y ordenó que: a) toda madre que circuncidase a su hijo fuese ejecutada; b) que se quemasen todas las copias de la Torá; y c) que el observar el Sábado o el tener copias de la Torá eran motivo para la pena de muerte.” (Jorge González)[2]. Antíoco IV profanó el Templo, poniendo una estatua de Zeus en el altar, y sacrificando un cerdo ahí mismo. Ordenó que los judíos comieran cerdo, y sacrificaran animales inmundos en el altar.
[1] Jorge A. González, Bosquejo de historia de la Israel (Decatur, GA: Asociación para la Educación Teológica Hispana, 1999), 28.

Penetró con arrogancia en el santuario y se apoderó del altar de oro, del candelabro con todos sus vasos, de la mesa de la proposición con las tazas, las copas y los incensarios de oro, del velo y las coronas con todos los adornos que estaban delante del templo (y todo lo hizo pedazos). 24 Se apoderó también de la plata y del oro, de los vasos preciosos y de los tesoros que halló guardados; y cuando se adueñó de todo, regresó a su tierra, 25 causando una gran mortandad de hombres y hablando con insolencia.

43 El rey Antíoco escribió un decreto ordenando que en todo su reino todos los pueblos formasen un solo pueblo y que abandonasen sus propias leyes. 44 Todas las naciones debían estar de acuerdo con el decreto del rey Antíoco. 45 Muchos de los israelitas aceptaron su religión, hicieron sacrificios a los ídolos y profanaron el sábado. 46 El rey Antíoco envió cartas con mensajeros a Jerusalén y a todas las ciudades de Judá para que cumpliesen las leyes extrañas al país, 47 que prohibiesen los holocaustos, los sacrificios y las libaciones en el templo de Dios; 48 que profanasen también los sábados y los días de fiestas solemnes. 49 Ordenó que contaminasen el santuario y al santo pueblo de Israel. 50 Ordenó así mismo que edificasen altares, templos y lugares de culto a los ídolos, que sacrificasen carne de cerdos y animales inmundos, 51 que dejasen de circuncidar a sus hijos, y que sus almas se ensuciasen con toda clase de impurezas y abominaciones, de tal manera que, al olvidar la ley, cambiasen las ordenanzas de Dios. 52 Cualquiera que no actuase conforme al decreto de Antíoco, debía morir por eso.

Fue ante esta atrocidad que Israel se levanta en guerra, y comienza el periodo de los Macabeos.
Fue ante esta atrocidad que Israel se levanta en guerra, y comienza el periodo de los Macabeos.
[1] Cipriano De Valera, (2009). La Biblia del Siglo de Oro (Las Rozas, Madrid: Sociedad Bíblica de España; Sociedades Bíblicas Unidas, 2009).

Los Macabeos:

[2] Harrison, E. F. (1980). Introducción al Nuevo Testamento (pp. 5–6). Grand Rapids, MI: Libros Desafío.
3 Antigüedades judaicas XII. i. 8
Se le denomina Macabeos por Judas Macabeo, quien lideró este movimiento. Se levantó un sacerdote llamado Matatías, quien junto con sus cinco hijos, organizaron una revuelta en contra de Antíoco. En el libro de Macabeos se tiene registrado la siguiente frase de Matatías:

Matatías, al ver las afrentas que les hacían al pueblo de Judea y en Jerusalén, 7 dijo: «¡Ay de mí! ¿Para qué nací? ¿Para ver la destrucción de mi pueblo y de la santa ciudad? ¿Para quedarme aquí mientras ella es entregada en mano de los enemigos? 8 El santuario también está en manos de los adversarios; el templo ha llegado a ser como un hombre vil; 9 los gloriosos vasos son llevados como botín de guerra; sus hijos son muertos en las calles y sus jóvenes han caído bajo el cuchillo de los enemigos.

Everett F. Harrison comentó: “Era mejor violar unos pocos sábados ahora y tener algunos para observar en el futuro, que morir sin resistencia a manos del enemigo.[1] Fue gracias a esta guerrilla que duró 24 años (166-142 a.C.) que Israel pasó a tener su independencia del imperio Sirio. “Judas apeló a Roma por ayuda, y se concluyó un pacto obligando a cada parte a ayuda mutua en tiempos de guerra, pero redactado de modo tan elástico que Roma no quedaba comprometida en este conflicto. No obstante los romanos expidieron órdenes a Siria de dejar a Judea tranquila, pero la comunicación llegó demasiado tarde para salvar a Judas y a muchos judíos que perecieron con él en Elasa.”[1] Los descendientes de Matatías fundaron una dinastía que se llamaban “los asmoneos”. Estos tomaron el control sobre el sacerdocio de Israel, aunque no pertenecían a la línea de Aarón. (Podemos ver la vagueza espiritual que tenía Israel, a causa del silencio de Dios)
[1] Harrison, E. F. Introducción al Nuevo Testamento (p. 6). Grand Rapids, MI: Libros Desafío, 1980.
Los nietos de Matatías empezaron a luchar por el poder, metiéndose entre ellos a la cárcel, y asesinándose. Juan Hircano I, hijo de Simón, hijo de Matatías, queda como sumo sacerdote y rey (134-104 a.C.). Cuando él muere, su hijo Aristóbulo I (103-102 a. C.) toma el poder, igual que su padre, y se casa con Salomé Alejandra. Aristóbulo I mete a sus hermanos a la cárcel mientras gobierna. Cuando él muere, su esposa Salomé saca a sus cuñados de la cárcel, y se casa con uno de ellos Alejandro Janneo (102-76 a.C.). Cuando éste muere, Alejandra Salomé reina por ocho años (75-67 a. C.). Y puso a su hijo Hircano II como sumo sacerdote durante ese tiempo.
Es aquí donde entra en escena el imperio Romano en la historia.

E. Imperio Romano

“Después de esto miraba yo en las visiones de la noche, y he aquí la cuarta bestia, espantosa y terrible y en gran manera fuerte, la cual tenía unos dientes grandes de hierro; devoraba y desmenuzaba, y las sobras hollaba con sus pies, y era muy diferente de todas las bestias que vi antes de ella, y tenía diez cuernos.” ()
Vemos aquí el cumplimiento de la profecía de Daniel, respecto a la cuarta bestia, o bien la estatua con pies de barro y parte de metal (2.40-43). Aristóbulo II, anhelando el poder, pide apoyo a Roma, donde Pompeyo accedió a ofrecer su ayuda. Fue en el 63 a.C. que Pompeyo irrumpió en Jerusalén, con todas sus tropas. Por parte de los que apoyaban a Hircano. Pompeyo no tuvo otra cosa que hacer más que tomar Jerusalén a la fuerza. “Miles fueron muertos durante el asalto y después, con el resultado de que la ocupación romana comenzó con una nota de amargura. Se impuso a Judea un pesado tributo y muchas de las ciudades que habían sido capturadas por los gobernantes asmoneos fueron liberadas y puestas bajo el control de la provincia de Siria.”[1] De ahí surge la Decápolis, 10 ciudades que pasan a ser posesión de Siria.
[1] Íbid.

F. Fariseos y saduceos

Fariseos: Era considerado más un partido político, contrario a los fariseos. Eran gente influyente, ricas y con posiciones sociales altas. A juzgar por la etimología, este nombre deriva del nombre propio Sadoc, frecuentemente escrito Saddouk en griego Según los rabinos, el partido provenía de un hombre llamado Sadoc, que vivió alrededor del 300 a.C., y que hubiera sido su fundador. Sin embargo, como es evidente que los miembros de la más elevada aristocracia sacerdotal formaban parte de este partido, se piensa generalmente que su origen se remonta a otro Sadoc (), sumo sacerdote en la época de David.[1]
[1] Harrison, E. F. (1980). Introducción al Nuevo Testamento (p. 9). Grand Rapids, MI: Libros Desafío.
A. Los Escribas
[1] Harrison, E. F. (1980). Introducción al Nuevo Testamento (p. 8). Grand Rapids, MI: Libros Desafío.
[2] Jorge A. González, Bosquejo de historia de la Israel (Decatur, GA: Asociación para la Educación Teológica Hispana, 1999), 29.
Eran un grupo de personas encargadas de copiar los textos de la Ley, y los Escritos, durante el tiempo de la deportación de Babilonia. Con el fin de que las Escrituras se mantuvieran por paso del tiempo, hubo gente que se dedicó a copiar letra por letra la Tanaj (Antiguo Testamento para nosotros).
B. La sinagoga
Debido a que muchos de los judíos fueron perseguidos en el tiempo de la independencia, muchos se reunían en lugares dedicados a la lectura de la Ley. No era un lugar de adoración, porque solamente ele Templo tenía esa finalidad. Sin embargo, era común ver en las regiones lejanas de Jerusalén tener sinagogas, lugares de reunión, para leer la Torah. Para que se pudiera levantar una sinagoga era necesario que hubiera al menos 10 hombres en la ciudad para que se pudiera llevar a cabo la lectura.

CONCLUSIÓN

Así llegamos a los albores del Nuevo Testamento. Los judíos están bajo el poder de Roma. Las sectas de los fariseos y saduceos están en pugna una con la otra, no solamente sobre cuestiones religiosas, sino también políticas. Nueve de cada diez judíos viven fuera de la Palestina en lo que se conoce como la diáspora. Los judíos de la diáspora hablan el griego llamado koiné, mientras que los de la Palestina hablan arameo. Hay un solo templo para el culto de Yavé y está en Jerusalén, pero hay sinagogas donde se estudia la Torá por toda la Palestina y por todo el resto del Imperio Romano. Ese es el mundo del Nuevo Testamento, ese es el mundo al que vino Nuestro Señor Jesucristo, y ese es el mundo en el que nació la Iglesia.[2]
a.C. Antes de Cristo.
[1] Ventura, S. V. (1985). En Nuevo diccionario biblico ilustrado (p. 1040). TERRASSA (Barcelona): Editorial CLIE.
[2] González, J. A. (1999). Bosquejo de historia de la Israel (pp. 30–31). Decatur, GA: Asociación para la Educación Teológica Hispana.
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