Las Lenguas J R

Sermon  •  Submitted
0 ratings
· 48 views
Notes
Transcript

 

¿HAN CESADO LOS Milagros?

Un milagro, como el término es usado en la Biblia, es un acto de la sobreseída o suspendida ley natural de Dios.  No debe ser confundido con una obra de la naturaleza, la cual es en efecto, resultante de la ley natural de Dios; ni tampoco debe ser confundido con una obra de la providencia, que es un efecto producido por un acto especial de Dios a través de medios naturales.  Un ejemplo del obrar de las leyes de la naturaleza es el nacimiento de los niños resultando de la unión física de los hombres y las mujeres.  El nacimiento de Samuel, el profeta, en respuesta a la oración de su madre Ana es un ejemplo de las leyes de la naturaleza siendo usadas en el obrar providencial de Dios.  Véase .1 Samuel 1:1-20.  El nacimiento virginal de Jesús es un ejemplo de la ejecución de un milagro, en eso, este fue un acto de Dios desalojando las leyes naturales pertenecientes al nacimiento biológico.

No es el propósito de este tratado presentar evidencia en favor de la confiabilidad y validez de los milagros registrados en la Biblia.  El escritor supone que los lectores firmemente creen en estos milagros.  Pero este estudio se propone contestar a la luz de la revelación de la Biblia la pregunta pertinente:  ¿Han cesado los milagros?

Hay un innumerable número de personas en el mundo hoy día, representando muchas organizaciones religiosas, que declaran creer que los milagros están corrientemente siendo ejecutados por el poder de Dios.  Por las varias formas de comunicación obtenidas  por una gran parte de la población—en los periódicos y revistas, en la radio y la televisión, y los libros y tratados—los hombres están haciendo atrevidas y vocingleras afirmaciones de que Dios está haciendo milagros a través de ellos en actos tales como sanar al enfermo, hablar en lenguas, predicando por inspiración directa, viendo visiones, y resucitando muertos.  Escudriñemos cuidadosamente las Escrituras para averiguar si estas declaraciones son dignas de aceptación o no por los creyentes racionales y reverentes de la Biblia.

Para entender la enseñanza del Nuevo Testamento sobre el tema de los milagros, es necesario enterarnos de las varias medidas en la operación del Espíritu Santo; porque es únicamente a través de la influencia del Espíritu Santo que los individuos han sido capaces de ejecutar milagros por el poder de Dios.  Las diferentes medidas del Espíritu Santo serán presentadas a medida que la discusión sea desarrollada.

Los Milagros del Señor

Jesús, el Hijo de Dios, fue dotado con el Espíritu en un grado ilimitado.  «Porque el que Dios envió, las palabras de Dios habla; pues Dios no da el Espíritu por medida.  El Padre ama al Hijo, y todas las cosas ha entregado en su mano» (Juan 3:34-35).

Todos los milagros de Jesús (ya fueran milagros tales como el de la sanidad del enfermo o el milagro de la inspiración) fueron ejecutados a través de la influencia del Espíritu Santo.  En Lucas 4:18-19 Jesús se aplicó a sí mismo el pasaje del libro de Isaías, una profecía que exponía el poder del Espíritu en Su vida:  «El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; a pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos; a predicar el año agradable del Señor.»  Además de eso las citas Bíblicas que declaran el poder del Espíritu en las obras milagrosas de Jesús son las siguientes:  «Y Jesús volvió en el poder del Espíritu a Galilea, y se difundió su fama por toda la tierra alrededor» (Luc. 4:14), «He aquí mi siervo, a quien he escogido; mi Amado, en quien se agrada mi alma; pondré mi Espíritu sobre él, y a los gentiles anunciará juicio» (Mat. 12:18), y «Pero si yo por el Espíritu de Dios echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el reino de Dios» (Mat. 12:28).  Comp. Mateo 4:1.  En vista de que Jesús recibió el Espíritu sin límite, Su poder en la ejecución de los milagros fue ilimitado.

El propósito básico de los milagros del Señor está expresado en Juan 20:30-31 - «Hizo además Jesús muchas otras señales en presencia de sus discípulos, las cuales no están escritas en este libro.  Pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo tengáis vida en su nombre.»  Juan afirma en este pasaje que los milagros de Jesús prueban que El es el Hijo de Dios.  Comp. Juan 3:2 y Hch. 2:22.

Antes de que el Nuevo Testamento fuera escrito, fue necesario que los hombres creyeran en Cristo sobre la base de la enseñanza verbal concerniente a Sus milagros (de esta manera la importancia de la predicación de los apóstoles, lo cual consideraremos en la fase siguiente de este estudio).  Pero ahora que el Nuevo Testamento ha sido escrito completamente, la base de la creencia en Jesús como el Cristo, el Hijo de Dios, son las señales o milagros ejecutados por Jesús que están escritos, así como Juan lo afirma.  Los hombres hoy día están para creer en Cristo a causa de Sus milagros que están registrados en el Nuevo Testamento.  Aquellos que creen que la gloria y divinidad de Cristo no puede ser defendida hoy día sin la corriente ejecución de milagros niegan la validez de Juan 20:30-31.  

Los Milagros de los Apóstoles

Entre las últimas palabras que Jesús dijo a los apóstoles antes de Su ascensión a los cielos estaban:  «Porque Juan ciertamente bautizó con agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días» (Hch. 1:5).  El cumplimiento de esta promesa está registrada en el segundo capítulo de Hechos.  La medida bautismal del Espíritu Santo dio a los apóstoles poder para ejecutar varios milagros:  hablar en lenguas (Hch. 2:4), sanar al enfermo (Hch. 3:6-8), resucitar al muerto (Hch. 9:36-41), predicar por inspiración directa (Juan 14.26), etc.  Véase Hechos 1:8; 5:12.

Con muy pocas excepciones, los modernos obradores de milagros sostienen que ellos han sido bautizados con el Espíritu Santo.  Si ellos están en lo correcto en esto, entonces tienen el mismo poder recibido por los apóstoles:  hablando en lenguas, resucitando al muerto, etc.  Pero ¿por qué estos demandantes obradores de milagros cuando van a un país extranjero deben estudiar el lenguaje local para comunicarse con los habitantes?  Ciertamente, debieran tener el mismo poder así disfrutado por los apóstoles en ser capaces de hablar en idiomas no previamente aprendidos.  Cuidadosamente lea Hch. 2:4-11.  Además, ¿por qué deben estos obradores de maravillas leer y estudiar la Biblia para saber algo acerca de lo que esta enseña?  Obviamente, si ellos hubieran sido bautizados con el Espíritu Santo, debieran ser capaces de expresar «toda la verdad» (como lo hicieron los apóstoles) sin la necesidad de algún estudio previo de la Biblia cualquiera que sea.

El fracaso de los modernos obradores de milagros en repetir los milagros de los apóstoles es prueba indisputable de que ellos no han recibido la medida bautismal del Espíritu Santo.  Y, en efecto, ningún hombre vivo en el mundo hoy día ha sido bautizado con el Espíritu Santo.  Pablo, escribiendo a los santos en Efeso cerca del 64 D.C, varios años después de la administración del bautismo del Espíritu Santo a los apóstoles, dijo, «...un bautismo» (Efe. 4:5).  Que este un bautismo es el bautismo en agua  es claramente evidente en consideración de los siguientes hechos:  la gran comisión es para estar en vigor durante la totalidad de la dispensación actual, a los hombres se les debe administrar el bautismo ordenado en esta comisión,  y el único bautismo administrado por los hombres así registrado en el Nuevo Testamento es el bautismo en agua.  Lea Mateo 28:18-20 y Hechos 8:36-39.  El bautismo en el Espíritu Santo fue prometido en Mateo 3:11, pero acorde a este pasaje el Salvador sería el administrador, no los hombres.  De esta manera el bautismo en el Espíritu Santo no puede ser el bautismo de la gran comisión.  La administración del bautismo del Espíritu ocurrió muchos años de Pablo declarar que hay «un bautismo.»  Pero al momento de este escrito la gran comisión está en vigor, y lo estará hasta el fin del tiempo;  y el único bautismo ordenado en este, es el bautismo en agua.1 

Cuando los apóstoles iniciaron su obra de guiar las almas a Cristo, no estaba en existencia un Nuevo Testamento escrito del cual pudieran predicar.  Acorde a la promesa de Jesús, serían capacitados para proclamar el evangelio por la inspiración directa del Espíritu Santo:  «Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho» (Juan 14:26).  «Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad...» (Juan 16:13).  El lector observará que los apóstoles serían guiados por el Espíritu Santo a toda la verdad.  Esta completa verdad que predicaron fue eventualmente puesta en escritos para componer los libros del Nuevo Testamento, el último libro fue escrito para el tiempo de la muerte del apóstol Juan aproximadamente en el 96 D.C.

Los modernos obradores de milagros que sostienen que son divinamente inspirados en sus predicaciones, que declaran recibir nueva revelación por el Espíritu Santo, niegan que la promesa que Jesús hizo de guiar a Sus apóstoles a toda la verdad por la inspiración del Espíritu Santo haya sido cumplida.  Niegan la auto-suficiencia de las santas escrituras, de esta manera haciendo que salga una mentira de tales pasajes como .2 Timoteo 3:16-17 y Corintios 4:6.  Niegan la verdad expresada por 2 Pedro 1:3 - «Como todas las cosas que pertenecen a la vida  y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia.»

Los apóstoles en la predicación de toda la verdad necesariamente proclamaron los milagros de Jesús, también como Su vida perfecta y muerte en sacrificio, por ejemplo, Pedro en Hechos 2:22; 10:38.  Pero el sólo hecho de ellos fielmente predicar las obras milagros del Señor no probaría a los incrédulos que el testimonio de ellos era verdadero.  La palabra de ellos sola no era suficiente para probar a la satisfacción de hombres inteligentes que su comisión de predicar era del Hijo de Dios y que el mensaje presentado por ellos era de origen divino; en consecuencia, fue necesario que ellos ejecutaran milagros para confirmar su predicación.  Cuidadosamente note Hebreos 2:3-4 - «¿cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande?  La cual, habiendo sido anunciada primeramente por el Señor, nos fue confirmada por los que oyeron, testificando Dios juntamente con ellos, con señales y prodigios y diversos milagros y repartimientos del Espíritu según su voluntad.»  La referencia aquí a «los que oyeron» es a los apóstoles.  Véase .1 Jn 1:1.  El mensaje de los apóstoles fue confirmado, como lo afirma el escritor de Hebreos, por los milagros que ellos ejecutaron.  En otras palabras, estos milagros probaron a los incrédulos que el mensaje de los apóstoles era de origen divino y que las declaraciones que hicieron para comprobar los milagros de Jesús eran dignos de confianza.

No sólo los milagros de los apóstoles tuvieron por objeto confirmar la palabra de Dios a aquellos que recibieron su enseñanza verbal sino también a todos aquellos de los siglos subsiguientes que leerían el Nuevo Testamento.  La palabra confirmar es definida por Webster como significando «hacer firme, establecer, dar certeza, veracidad, corroborar.»  Aquellos que creen que los milagros están aún en vigencia niegan que los milagros de los apóstoles fueron suficientes en la confirmación de la palabra divina.  Pero con el Nuevo Testamento completamente escrito a la muerte de Juan, plenamente confirmado por los milagros de los apóstoles, la palabra del Señor estaba establecida, verificada, corroborada, y hecha firme por todas las generaciones que siguen.  Los Milagros terminaron con la desaparición del último apóstol.  

Los Dones Espirituales

Durante los primeros años de la iglesia, mientras los apóstoles estaban aún vivos y la escritura del Nuevo Testamento estaba en acción formativa, muchos Cristianos fueron dotados con poderes especiales, llamados dones espirituales en .1 Corintios 12:1.  Estos poderes o milagros fueron necesarios en el sostenimiento de la obra de la iglesia antes de que la escritura del Nuevo Testamento fuera completada.

En .1 Corintios 12:8-10 nueve dones espirituales son mencionados, incluyendo el de profecía, lenguas y ciencia (sobrenatural).  En el capítulo siguiente, versículo 8, el escritor declara «...pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará.»  Pablo afirma en este pasaje que los milagros se acabarán.  En la declaración que sigue, versículos 9 y 10, nos dice cuándo sucedería esto:  «Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos; mas cuando venga lo perfecto, entonces lo que es en parte se acabará.»  En ese tiempo Pablo escribió lo anterior, el Nuevo Testamento estaba en el proceso de ser escrito.  Ningún hombre inspirado entre los Cristianos a quienes Pablo se está refiriendo estaba dotado con todo el conocimiento; pero cuando la escritura del Nuevo Testamento (llamado por el apóstol «lo perfecto» y designado en Santiago 1:25 como «la ley perfecta, la de la libertad») fue completado, entonces eso que era en parte (los varios dones espirituales mencionados en 1 Corintios 12, incluyendo la ciencia sobrenatural) se acabó.  El Nuevo Testamento escrito proporciona ahora a la iglesia con todo lo esencial para que sus miembros aceptablemente sirvan a Dios.

En el último versículo de 1 Corintios 13 Pablo dice, «Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero mayor de ellos es el amor.»  Después que los nueve dones espirituales nombrados por el apóstol se acabaron  en la terminación de la escritura del Nuevo Testamento, sólo la fe, la esperanza y el amor permanecieron, «Estos tres.»  Si los milagros fueran perpetuos para la dispensación del evangelio, Pablo hubiera dicho, «Y ahora permanecen...estos doce» (los nueve dones espirituales mas la fe, la esperanza y el amor).

Los dones milagrosos recibidos por varios miembros de la temprana iglesia, también como los milagros de los apóstoles, fueron manifestaciones del Espíritu Santo.  «Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo...Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho.  Porque a éste le es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu,...etc.» (1 Corintios 12:4,7-8 y Sig.).  La medida particular del Espíritu Santo en Pablo aquí es descrita que fue impartida por la imposición de las manos de los apóstoles. Lea Hechos 8:17-18; 19:6; Romanos 1:11; y .2 Timoteo 1:6.  La diferencia entre esta medida del Espíritu y la medida del bautismo fue principalmente un asunto de grado antes que de clase.  Mientras que la medida bautismal del Espíritu le concedió a cada apóstol el poder para ejecutar todos los milagros que Dios obró a través de los hombres, la medida de la imposición de las manos de los apóstoles le dio a cada persona recipiente únicamente un poder milagroso limitado.  Véase .1 Corintios 12:8-11.

Aquellos que recibieron el poder del Espíritu Santo por la imposición de las manos de los apóstoles no pudieron transferirlo a otros, por ejemplo, Felipe, el evangelio, podía obrar milagros, pero estaba incapacitado para impartir este poder a otros.  Lea Hechos 8:13-18.  Todos los poderes milagrosos terminaron con la muerte de los apóstoles.  La revelación de Dios estuvo entonces total y completa en el Nuevo Testamento escrito y los milagros no fueron necesarios por más tiempo.

Prueba Solicitada

Todos los que se exponen a sí mismos como obradores de milagros deben positiva y plenamente probar el poder para obrar milagros o de otra manera serán marcados como impostores.  Tan sólo sus afirmaciones vociferadas de la capacidad para sanar enfermos, resucitar muertos, hablar en lenguas, etc., no le prueba a la gente inteligente que ellos tienen el poder para obrar verdaderos milagros.  Aquellos que verdaderamente respetan a Dios y Su palabra listos a seguir el mandato de .1 Jn 4:1 para probar las afirmaciones de los modernos obradores de milagros:  «Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo.»

Cuando se presiona por una prueba del actual poder milagroso, el contemporáneo obrador de milagros invariablemente cesa su alardeo y asume un aire de modestia.  Piadosamente expresan su renuencia y disgusto en «sacar a lucir» sus poderes milagrosos.  Observe .2 Corintios 12:12 - «Con todo, las señales de apóstol han sido hechas entre vosotros en toda paciencia, por señales, prodigios y milagros.» Ningún hombre hoy día puede obrar milagros por el poder de Dios.  La incapacidad de todos los modernos obradores de milagros se respalda en sus atrevidas afirmaciones con verdaderas pruebas que los marcan como falsos profetas.

Características

Ya en esta discusión hemos aprendido que los milagros cesaron con la terminación de la perfecta ley, el Nuevo Testamento;  y sólo sobre esta base podemos estar seguros que ningún hombre hoy día puede obrar verdaderos milagros.  Pero para entender aun más enfáticamente ese hecho de que los milagros han cesado, observemos las características de los milagros del Nuevo Testamento en contraste con la charlatanería que los hombres de hoy día intentan para imponerse sobre el público como siendo milagrosos.

1. Los milagros del N. T. eran para convencer a los no creyentes también como a los creyentes.

En Hechos 3:1-10 está registrada la historia de Pedro y Juan sanando al cojo en la puerta de la Hermosa en Jerusalén.  La noticia de este milagro fue esparcida fuera de la ciudad, siendo finalmente llamada la atención del Sanedrín.  Hechos 4:14-16 declara, «Y viendo al hombre que había sido sanado, que estaba en pie con ellos, no podían decir nada en contra.  Entonces les ordenaron que saliesen del concilio; y conferenciaban entre sí, diciendo: ¿Qué haremos con estos hombres?  Porque de cierto, señal manifiesta ha sido hecha por ellos, notoria a todos los que moran en Jerusalén, y no lo podemos negar.»  La ciudad entera, incrédulos también como creyentes, habían admitido que un milagro había sido obrado por los apóstoles; y aun el Sanedrín, cuyos miembros podían difícilmente ser acusados de tener una predilección hacia los apóstoles, no negaron este milagro.  Pero ¿a quién convence los milagros modernos? ¿A los escépticos como los miembros del Sanedrín?  No en absoluto.  Aquellos que son convencidos por estos falsos milagros son las únicas personas que tercamente sostienen la idea, aparte de la enseñanza de la Biblia, de que Dios aún obra a través de milagros.

Refiriéndose al milagro de Pedro en la resurrección de Dorcas de la muerte, Hechos 9:42 dice - «Esto fue notorio en toda Jope, y muchos creyeron en el Señor.»  ¿Qué tan esparcidas están las noticias ocurrentes del supuesto caso de uno siendo resucitado de los muertos?  Tales noticias viajan exactamente tan lejos como el alardeo fanfarroneador del impostor que declara que ha obrado tal milagro.  ¿Cómo pueden muchas personas inteligentes, distinguidas creer en el Señor como resultado de escuchar un reporte de tal milagro fraudulento?

.1 Corintios 14:22 declara - «Así que, las lenguas son por señal, no a los creyentes, sino a los incrédulos...» En los tempranos días de la iglesia cuando ciertos hombres fueron capacitados para hablar en idiomas extranjeros que nunca habían estudiado, tales expresiones milagrosas fueron usadas para convencer a los incrédulos que aquellos de esta manera hablando lo estaban haciendo bajo una comisión divina.  Ciertamente, si un Americano fuera a hablar un Alemán fluido, un lenguaje que nunca había estudiado, convencería a muchos incrédulos de su habilidad para obrar milagros y por tanto de su misión divina.  ¿Pero quién puede hablar de esta manera hoy día?  Nadie en absoluto.  La cháchara y balbuceo incoherente y sin sentido de los modernos habladores de lenguas no convence a nadie sino a los engañados creyentes en milagros.  Y cuando estos  hablantes en lenguas van como misioneros a una tierra extranjera, o aprenden el lenguaje nativo por medio de esforzarse en un estudio diligente o se encontrarán a sí mismos incapaces de comunicarse directamente con los nativos.

2. Los milagros del Nuevo Testamento envolvieron circunstancias completamente excluidas de la posibilidad de que fueran ejecutadas por medio de trucos o que fueran manifestaciones de las leyes naturales.

El capítulo once de Juan presenta la historia de Jesús resucitando a Lázaro de la muerte.  El versículo 39 dice, «...Marta, la hermana del que había muerto, le dijo:  Señor, hiede ya, porque es de cuatro días.»  Nadie pudo acusar justificadamente a Jesús de usar trucos o charlatanería en la resurrección de un cuerpo que había estado en la tumba por cuatro días, y en una condición decadente, cuyo hecho era conocido por los miembros de la familia del muerto y por la mayoría de sus amigos.  Lázaro no estaba en trance ni vivo bajo circunstancias en las que el latido del corazón no podía ser detectado.  Estaba evidentemente muerto, y la única forma en que podía volver a vivir era por un poder milagroso.  ¿Puede alguien presentar un sólo caso autenticado desde los días de los apóstoles en que una persona muerta por cuatro días, en una condición decadente, haya sido traída de regreso a la vida?  ¿Sólo un caso?  Los fraudulentos obradores de milagros, no obstante sus descaradas declaraciones de tener poder para levantar muertos, son absolutamente inútiles en frente de la muerte.

El cojo sanado por Pedro y Juan, previamente referido, había estado cojo desde el vientre de su madre (Hechos 3:2), excluyendo cualquier posibilidad de su aflicción teniendo una base sicosomática y por tanto curable por medios psicológicos.  Su aflicción era conocida por muchos observadores imparciales; en consecuencia, esto no pudo ser arreglado por los apóstoles de manera que una cura falsa pudiera ser facilitada la cual dejaría la impresión de un milagro siendo obrado.  Su recuperación fue instantánea y completa, excluyendo cualquier posibilidad de una cura siendo labrada por medios naturales.

Los modernos sanadores divinos nunca verdaderamente presentan curas autenticadas como las anteriores.  Sus curas envuelven ya sea casos de fingida aflicción o aquellas basadas en desórdenes psicológicos—¡pero nunca genuinos casos incurables por los medios naturales!

Mateo 12:10-14 relata la narración de Jesús sanando al hombre con la mano seca.  El versículo 13 declara - «Entonces dijo a aquel hombre:  Extiende tu mano.  Y él la extendió, y le fue restaurada sana como la otra.»  Una mano seca hecha total, completa y exactamente como la otra, estaba dentro de la mira de los milagros del Nuevo Testamento también como la sanidad de las otras clases de aflicción.  Lea Mateo 9:35.  Tal ejemplo no permitiría la más remota posibilidad de ser una aflicción fingida de manera que una cura fraudulenta pudiera ser presentada; ni hubo forma alguna en que esta pudiera ser sanada por medios naturales.  E indudablemente, el poder milagroso que pudo restaurar una mano seca pudo también  restaurar ojos, oídos y miembros perdidos.  Véase Lucas 22:51.  ¿Qué hombre hoy día en algún momento ha sido capaz de restaurar miembros perdidos del cuerpo:  ojos, brazos, manos, piernas, pies, etc.?  Los charlatanes y curanderos religiosos que se hacen pasar como obradores de milagros están imposibilitados para hacer cualquier cosa que envuelva un verdadero milagro, tales como la restauración de los miembros perdidos del cuerpo.5 

La comparación anterior de los milagros del Nuevo Testamento con los pretensores de milagros de los días actuales los marca al final como fraudulentos, indignos de aceptación por las personas inteligentes y racionales que genuinamente aman y respetan la palabra de Dios.  

Objeciones

En esta fase de la discusión consideraremos las objeciones notorias hechas contra la conclusión de que los milagros han cesado.

1. Dios y Jesucristo se manifestaron a sí mismos por poderes milagrosos en tiempos antiguos, como es atestiguado por la Biblia, y, siendo los mismos hoy día, están siendo aún manifestados por milagros.  «Porque yo Jehová no cambio...» (Malaq. 3:6).  «Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos» (Hebreos 13:8).

Los pasajes citados aquí en ninguna forma apoyan el argumento presentado.  Dios permanece lo mismo en referencia a sus atributos morales, pero, de otra manera, ellos cambian.  Dios no forma al hombre del polvo de la tierra hoy día simplemente porque de esta manera creó a Adán en el principio.  Jesucristo no continúa vivo en la carne como lo hizo cuando habitó en la tierra, ni está enviando apóstoles como lo hizo hace 1900 años; y no continúa obrando a través de milagros como lo hizo durante Su ministerio terrenal.  Pero en los atributos morales (el amor perfecto, la integridad, etc.)  Dios y Jesucristo son lo mismo ahora como lo han sido siempre.

2. El uso perpetuo de los milagros está prometido en Marcos 16:17-18 - «Y estas señales seguirán a los que creen:  En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán.»

Este es un texto de prueba favorito frecuentado por los defensores de los milagros modernos, pero el contexto del pasaje ciertamente enseña que los milagros durarían únicamente durante el período apostólico.

En las declaraciones finales de Marcos 16, Jesús presenta Su último mensaje a los once apóstoles, comenzando con el versículo 14.  En los versículos 15 y 16 da la gran comisión:  «Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura...»  El antecedente de «a los que creen» (a quienes estas señales les seguirían) no es el sustantivo singular «criatura» del versículo 14 sino a los «once» del versículo 14.  Los apóstoles no podrían predicar el evangelio en obediencia a la comisión de Cristo a menos que creyeran en El:  y Jesús les prometió que a medida que salieran creyendo y predicando, los milagros los acompañarían.  Los apóstoles hicieron lo que Jesús les mandó, su obra siendo confirmada como divinamente autorizada por los milagros que los acompañaban:  «Y ellos, saliendo, predicaron en todas partes, ayudándoles el Señor y confirmando la palabra con las señales que la seguían.  Amén» (Marcos 16:20).  Comp. Hebreos 2:3-4.  Cuando la predicación de los apóstoles fue totalmente confirmada por sus milagros, y su enseñanza habiendo sido escrita completamente en el Nuevo Testamento, entonces los milagros cesaron, habiendo servido al propósito por el cual fueron destinados.

La siguiente explicación por G. Greenwall claramente muestra el absurdo de la afirmación de que Marcos 16:17 se aplica a los creyentes hoy día:  «A menudo ha sido argumentado, que en la gran comisión hay una promesa que corre de esta manera:  ‘Estas señales seguirán a los creen:  en mi nombre echarán fuera demonios, etc.’ ... Si no estamos para limitar la promesa a la era apostólica, pero debemos considerarla como absoluta y universal en sus aspectos, el caso de colocarla de esta manera:  ‘Si han habido creyentes en todos los siglos sin poderes sobrenaturales, la promesa en la comisión ha sido falsificada.  Por otro lado, si la promesa no ha sido verificada, a causa de que las condiciones de creer y la obediencia han estado ausentes, entonces estamos forzados a la terrible conclusión de que ¡no han habido creyentes desde los días apostólicos!  ... Esta elección de empalamiento es ofrecida a todos los que están buscando ... poderes milagrosos.  En uno de estos cuernos ellos deben toser; y hasta que el asunto de conformidad esté concernido, importa poco.»6 

El lector puede ver claramente la embarazosa posición en que los hombres se colocan al creer que la aplicación de Marcos 16:17-18 es para los creyentes de todos los siglos; para consistentemente probarse a sí mismos creyentes en Cristo, acorde a su propia aplicación de este pasaje, deben ser capaces de arrojar demonios, hablar nuevas lenguas, tomar en las manos serpientes y beber algo mortífero y no les hará daño.  Sin esta prueba ellos sin saberlo se marcan a sí mismos como incrédulos.  Dudamos que alguno de los contemporáneos obradores de milagros demostrará ser un poderoso milagrero por medio de beber algo mortífero presentado ante ellos.  Son muy valientes, atrevidos y desvergonzados en afirmar sus declaraciones de poderes milagrosos pero finalmente impotentes en la práctica de lo que predican.

3. Si los milagros han cesado, entonces no hay razón sensible para orarle a Dios por alguna de Sus bendiciones tal como la sanidad del enfermo, etc.

Esta objeción falsamente asume que la única forma en que Dios contesta la oración es a través de los milagros.  Quienes afirmamos que los milagros han cesado no niegan la permanencia de la presencia de Dios en el mundo y Su influencia y poder en los asuntos de los hombres.  Firmemente creemos que hay potente eficacia en creer en las oraciones y que Dios contestará las peticiones de Sus hijos por medio de conceder múltiples bendiciones sobre ellos.  Pero El contesta la oración a través de los medios naturales y no por milagros.

En la ilustración del axioma de que «la oración eficaz del justo puede mucho» Santiago 5:17-18 expresa lo siguiente:  «Elías era hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras, y oró fervientemente para que no lloviese, y no llovió sobre la tierra por tres años y seis meses.  Y otra vez oró, y el cielo dio lluvia, y la tierra produjo su fruto.»  ¿Contestó Dios las oraciones de Elías por medios milagrosos, haciendo que se suspendieran las leyes de la creación física?  ¡Definitivamente no!  La falta de que apareciera lluvia fue debido a la ausencia de las condiciones atmosféricas necesarias para producir la precipitación,  y la lluvia que más tarde cayó resultó de las condiciones físicas propias para tal situación:  nubes, viento, etc.  Lea .1 Reyes 18:45.

Los Cristianos fieles constantemente oran a Dios por todas las necesidades materiales de la vida:  comida, techo, abrigo; pero combinan sus peticiones con el trabajo diligente para asegurarse de las mismas cosas por las que oran, con Dios bendiciendo sus esfuerzos.  El trabajo duro más la oración fiel es la fórmula para la vida plena y fructífera.  Muy indubitablemente, Dios contesta las oraciones de Sus hijos por las bendiciones materiales de la vida, pero a través de los medios naturales y por milagros.  Dios se manifestó a sí mismo milagrosamente al enviar maná del cielo para alimentar a los hijos de Israel en el desierto, pero El no alimenta a Sus hijos hoy día de esta manera.  Todo el alimento lo recibimos por la ayuda de Dios que es a través de los medios naturales.

Sí, muy enfáticamente creemos que Dios contesta las oraciones, acorde a Su voluntad, hechas en beneficio del enfermo; pero lo hace de esta manera a través de la operación de las leyes naturales y no a través de milagros.  Mientras los Cristianos leales combinen sus oraciones por las cosas materiales con las actividades que hacen posible que estas bendiciones sean aseguradas, de esta manera combinan el tratamiento médico correcto con las oraciones por el enfermo,  y el poder sanador de Dios es manifestado en las leyes naturales pertenecientes al cuerpo humano.

4. ¿Si los milagros han cesado cómo podemos saber si una persona  está ordenada o no por Dios para predicar el evangelio?

Los milagros de Jesucristo fueron ejecutados para probar Su divinidad,  y los milagros de los apóstoles confirmaron su testimonio con respecto al Señor.  La completa voluntad de Cristo está revelada en el Nuevo Testamento.  Véase Juan 12:48; 20:30-31; .2 Pedro 1:3; y Hebreos 10:9-10.  La prueba de hoy día para determinar si la obra de una persona está ordenada por Dios es el Nuevo Testamento, la palabra escrita.  Si un hombre predica y practica lo que el Nuevo Testamento revela, está en lo correcto ante Dios; si falla en seguir el modelo perfecto, está en lo incorrecto ante Dios.  «Ellos son del mundo; por eso hablan del mundo, y el mundo los oye.  Nosotros somos de Dios; el que conoce a Dios nos oye; el que no es de Dios, no nos oye.  En esto conocemos el espíritu de verdad y el espíritu de error» (1 Jn 4:5-6).  Comp. Gálatas 1:8-9 y Romanos 16:17.

5. La ejecución perpetua de milagros por los seguidores de Cristo fue prometida por el Señor en Juan 14:12 - «De cierto, de cierto os digo:  El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre.»

Esta cita es parte del discurso final entregado por el Señor a los apóstoles antes de Su crucifixión.  Los apóstoles repitieron algunos de los milagros de Jesús:  sanaron al enfermo (Hechos 19:11-12), resucitaron al muerto (Hechos 9:40), etc.,  en cumplimiento de la promesa, «...el que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también...» Pero las obras mayores a las que Jesús se refiere en Juan 14:12 no pudieron ser los milagros de los apóstoles, porque estos no fueron más grandes que aquellos ejecutados por Jesús, por ejemplo, el milagro de Pedro en la resurrección de Dorcas de la muerte, no fue más grande que el de la resurrección de Lázaro.

¿Cuáles son las «aun mayores»?  Evidentemente, ellas son las obras que Jesús no pudo hacer en Su propia persona mientras estaba en la tierra:  la predicación del hecho histórico de Su crucifixión y resurrección, cuya tarea fue dejada para que Sus seguidores la hicieran.  Cuando Jesús hubo finalizado Su ministerio terrenal y ascendido al Padre, entonces envió el Espíritu Santo para guiar a los apóstoles en la predicación total, completa del evangelio a las almas perdidas.  Los milagros de Jesús principalmente envolvieron circunstancias de naturaleza material; sanando enfermedades físicas, aun calmando las tormentas del mar, cambiando el agua en vino, etc.  Pero la obra de los apóstoles en la predicación del evangelio a las almas moribundas y llevándolas a la salvación, representaron las obras «aun mayores» que las bendiciones de naturaleza física forjadas a través de los milagros de Jesús.

6. Muchas personas honestas y sinceras han dado testimonios de ser milagrosamente curadas de varias enfermedades, de ver visiones divinas, etc.  Esta es prueba suficiente de que los milagros no han cesado.

Los testimonios de sanidades milagrosas son dados por miembros de muchas sectas religiosas, por Católicos Romanos y Protestantes.  ¿Aquellos que aceptan los testimonios como prueba de los milagros creen que Dios está obrando a través de diferentes sistemas religiosos?  ¿Está Dios confirmando por medio de milagros las contradictorias enseñanzas de varias sectas?  ¿Si los Católicos Romanos creen que los testimonios de milagros dados por los no Católicos son falsos, qué acerca de la posibilidad de que sus propios testimonios sean fraudulentos?  ¿Y si los miembros de sectas no católicas declaran que los testimonios Católicos son falsos, qué acerca de la posibilidad de que sus propios testimonios sean espurios?  Los seguidores de los médicos brujos Africanos pueden dar exactamente tan sinceros testimonios de ser milagrosamente sanados como aquellos que declaran creer en Cristo.  ¿Quién afirmara que el único verdadero Dios obra a través de los médicos brujos Africanos en la sanidad milagrosa del enfermo?

Muchas personas representando diferentes y contradictorios sistemas religiosos han testificado que les fueron enviadas visiones divinas, por ejemplo, el pequeño pastor de Fátima y Bernadete de Lourdes, Católicos Romanos, que testificaron que vieron y escucharon a María, la madre de Jesús; José Smith, el fundador del Mormonismo, quien testificó que le fue dada revelación especial de Dios a través de un ministro angelical; Emmanuel Swedenborg, científico y filósofo sueco, quien testificó que le fue permitido entrar al mundo espiritual, viendo «los cielos y los infiernos» y conversando con ángeles; muchos religiosos contemporáneos que testifican que Dios en algún momento les ha revelado Su voluntad directamente a ellos o a través del ministerio de los ángeles; ad infinitum.

La evidencia presentada para comprobar la historia de la visión de uno parece ser tan razonable como la del otro.  Pero ciertamente aquellos en varias organizaciones religiosas que declaran haber tenido visiones divinas no pueden estar del todo correctas, porque Dios no se revelará a sí mismo a través conflictivos sistemas religiosos.  Sobre la base de la consistencia, si por ninguna otra razón, rechazamos todos los testimonios de visión fuera de la Biblia como  falsos.

En la negación de que Dios hoy día sane milagrosamente las enfermedades físicas, no estamos forzados a rechazar el hecho de curas actuales siendo forjadas en muchos casos donde las personas creen que han sido sanadas por milagros.  Es un hecho de conocimiento científico entre las autoridades médicas que una gran parte de las enfermedades físicas son de origen mental.  Esta relación entre la mente y el cuerpo es calificada como psicosomática, compuesta de dos palabras Griegas: psyche, mente y soma, cuerpo.  Sobresalientes diagnósticos se han estado reportando en las revistas médicas que del 50 al 75% de todos sus pacientes no tienen síntomas que puedan ser contados sobre la base de enfermedad orgánica, siendo puramente de origen mental.8 

Como simple ilustración  del efecto de la mente sobre el cuerpo en las enfermedades, todos sabemos que las malas noticias recibidas inesperadamente pueden causar un desmayo.  Los disturbios emocionales seguidos de una comida pueden causar aguda indigestión.  Tales emociones como la ira y el temor tienden a detener la digestión y causan severos dolores intestinales y dolores de cabeza.  Los siguientes malestares en muchos casos son de origen psicosomático:  péptico, úlcera, colitis, asma bronquial, vasomortinitis, eczema, papera exoftálmica, alta presión sanguínea, jaqueca, artritis y glaucoma. Añadiendo a esta lista están los ataques violentos parecidos a la epilepsia, parálisis y desórdenes en el oír y los sentidos.10 

Muchas personas, jóvenes y viejos, cuando enfrentan situaciones desagradables y no deseadas en la vida subconcientemente usan la enfermedad como plan de escape.  Sus síntomas son tan reales aun cuando la enfermedad era de origen psicológico.  Ha sido probado que la desadaptación mental y emocional baja la resistencia y hace a las personas más susceptibles a enfermedades orgánicas tales como la tuberculosis.

Es una verdad científica que las enfermedades del cuerpo causadas por disturbios mentales pueden ser sanadas por la mente.  Este proceso de sanidad a través de medios psicológicos es llamada psicoterapia.  Los así llamados sanadores de fe que exitosamente ayudan a los hombres a librarse a sí mismos de las aflicciones psicosomáticas inadvertidamente sirven como psicoterapistas.  La poderosa sugestión directa de los sanadores de fe estimula la autosugestión en el paciente, resultando la sanidad de los desórdenes físicos que son de origen psicosomático.  No hay nada en absoluto de milagros en tales curas.  Cualquier persona usando la misma técnica puede tener resultados similares, ya sea el siquiatra, el psicólogo, el médico brujo Africano, el médico Indio, el Católico, el Protestante, la Ciencia Cristiana, los Budistas, el Musulmán, etc.  Pero ¿dónde está la prueba de que algún hombre desde la era apostólica efectuó curas sobre las aflicciones corporales solamente de origen psicológico, tales como la restauración de miembros perdidos del cuerpo?

Aquellos que declaran haber tenido visiones divinas, tales como Bernadette de Lourdes, no deben necesariamente ser acusados de deshonestidad. Evidentemente muchos de estos individuos eran deshonestos, pero otros sinceramente creyeron que conversaron con María, la madre de Jesús, o que se les dieron otras manifestaciones sobrenaturales.  Pero una visión en tales casos de sinceridad es en realidad la creación de una mente distorsionada, el resultado de la alucinación.  Por alucinación se quiere decir un tipo de percepción caracterizada por la ausencia de algún estímulo que pudiera dar origen a esto.  Esta condición anormal de la mente es producida por la autosugestión, una clase de auto-hipnotismo.  Es claramente un asunto del deseo de ser padre para la alucinación.  Una persona que ardientemente desea escuchar la voz de María o un ángel; cree que tales manifestaciones religiosas aparecen a las personas hoy día; y la combinación de su deseo y creencia eventualmente se tornarán en la sensación de una actual comunicación con lo sobrenatural.  No hay nada en absoluto de milagroso acerca de esto—simplemente la obra de una mente trastornada.

Todas las historias de visiones desde los días de los apóstoles son ya sea expresiones de abierta deshonestidad o de alucinaciones.

7. La sanidad milagrosa de enfermedades físicas está incluida en la expiación de Jesucristo.  Prueba de esto es la siguiente profecía con respecto a la obra del Señor:  «Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados» (Isaías 53:5).

El pasaje anterior, con su expresión «por su llaga fuimos nosotros curados» no se aplica a la cura de las aflicciones físicas.  El versículo paralelo a Isaías 53:5 en el Nuevo Testamento es .1 Pedro 2:24, «Quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados.»  La palabra Griega para sanados es iaomai.  Es verdad que este término algunas veces se aplica a la sanidad física, pero el contexto de .1 Pedro 2:24 prueba que la sanidad del pecado es el significado en este pasaje.  Observe el versículo 25, que es un comentario del versículo 24:  «Porque vosotros erais como ovejas descarriadas, pero ahora habéis vuelto al Pastor y Obispo de vuestras almas.»  Thayer define iaomai en conexión con su uso en .1 Pedro 2:24 como significando «hacer sano eso es, libre de los errores y pecados, dar lugar a la salvación (de uno).»

El pasaje en Isaías 53:4 que verdaderamente se refiere a la obra milagrosa de Jesús en la sanidad del enfermo es el versículo 4: «Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido.»  El cumplimiento de esta profecía  está presentado en Mateo 8:16-17 - «Y cuando llegó la noche, trajeron a él muchos endemoniados; y con la palabra echó fuera a los demonios, y sanó a todos los enfermos; para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo:  El mismo tomó nuestras enfermedades, y llevó nuestras dolencias.»  El lector notará que la profecía de Isaías concerniente a la sanidad milagrosa del Señor fue cumplida durante Su ministerio personal en la tierra, así como Mateo lo confirma.  Es presuntuoso aplicar esta profecía a los tiempos modernos cuando la inspiración la limita al ministerio terrenal del Señor.

En ninguna parte la divina palabra aun remotamente alude a la idea de que Cristo murió por nuestras enfermedades físicas también como por nuestros pecados.  En la expresión de los hechos del evangelio, Pablo claramente declara en .1 Corintios 15:3-4 - «Porque primeramente os he enseñado lo que así mismo recibí:  Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras.»  ¿Dónde está el pasaje a ser encontrado que incluya la sanidad milagrosa en la expiación, declarando, «Cristo murió por nuestras enfermedades físicas»?

8. Santiago 5:14-15 niega la conclusión de que los milagros hayan cesado:  «¿Está alguno enfermo entre vosotros?  Llame a los ancianos de la iglesia, y oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor.  Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si hubiere cometido pecados, le serán perdonados.»

Si esta cita perpetuamente se aplica a la sanidad del enfermo durante la dispensación del Nuevo Testamento, los modernos obradores de milagros ciertamente fallan en seguir sus demandas.

Santiago no dice que cualquiera sea llamado para el enfermo, únicamente los ancianos.  En el uso del Nuevo Testamento los ancianos son los pastores u obispos.  Véase Hechos 20:17,28 y .1 Pedro 5:1-4.  Uno de los requisitos para el obispo (anciano o pastor) enlistado en .1 Timoteo 3:1-7 es que debe ser casado y con hijos.  ¿Pero quienes son los modernos sanadores divinos?  Bachilleres, mujeres, y casi todo aquel que declare el poder de obrar milagros.

Santiago requirió que los ancianos ungieran al enfermo con aceite.  ¿Y cuántos modernos sanadores divinos hacen esto?  Muy pocos, si alguno.

Luego el texto declara que «la oración de fe» que salvara al enfermo debe ser ofrecida por los ancianos.  Nada en absoluto es declarado acerca de la necesidad de la oración y la fe de parte del enfermo.  No obstante, los modernos sanadores de fe invariablemente le echan la culpa al enfermo por el fracaso de ellos en sanarlo, acusándolo de no tener fe.

Santiago además dice, «y el Señor lo levantará.»  Esta declaración es inequívoca.  El enfermo asistido por los ancianos a quienes Santiago escribió eran ciertamente para ser curados de sus aflicciones.  Pero los modernos sanadores de fe firmemente usan este pasaje para justificar sus declaraciones, todos los enfermos, no importando cuan mal pudiera ser su condición, que invocan la ayuda de ellos, deben ciertamente ser sanados.  Los obvios fracasos de los sanadores de fe es prueba evidente de que Santiago 5:14-15 no se aplica a ellos.

El mismísimo hecho de que el pasaje bajo consideración prometió la inequívoca sanidad del enfermo muestra que la sanidad fue milagrosa.  Los ancianos a quienes Santiago escribió eran aquellos oficiales en la iglesia durante el estado de su infancia, antes de que el Nuevo Testamento hubiera estado escrito, quienes fueron dotados por el Espíritu Santo con el poder para sanar milagrosamente al enfermo.  Véase .1 Corintios 12:8-10.  Pero, como previamente se señaló en este estudio, con el acabamiento de la perfecta ley, la de la libertad, la palabra escrita, los poderes milagrosos terminaron.  Hoy día hay ancianos supervisando las congregaciones locales de la iglesia del Señor por la autoridad de Dios, pero no están dotados con el poder para obrar milagros; en consecuencia, la sanidad milagrosa designada en Santiago 5:14-15 no se aplica a ellos.

Conclusión

Dios empezó la raza humana por medio de hacer milagrosamente a Adán y a Eva.  Le dio a esta primera pareja humana las leyes de la reproducción, y desde entonces la raza humana ha sido propagada enteramente por la ley natural.

Dios introdujo la dispensación del evangelio con poderes milagrosos, que inspiraron y confirmaron la predicación de la voluntad de Cristo; pero con el acabamiento de la palabra escrita los milagros cesaron, y desde entonces Dios ha operado a través de la ley natural:  en el reino físico a través de las leyes naturales y el reino espiritual a través de las leyes reveladas en el Nuevo Testamento.

El armazón usado en la construcción de un edificio es removido cuando la obra es terminada, habiendo servido su propósito.  Los milagros sirvieron como el armazón en la erección del edificio de la palabra escrita.  Cuando el Nuevo Testamento fue completado, confirmado y escrito, entonces el armazón de los milagros fue permanentemente removido.

Ningún hombre hoy día puede obrar milagros por el poder de Dios.  Todos los supuestos milagros ejecutados por los modernos obradores de milagros deben ser clasificados como «prodigios mentirosos» (2 Tesalonicenses 2:9), falsos milagros.

Que todos aquellos que reverencian el inspirado y confirmado Nuevo Testamento siempre hagan lo posible por ser leales a él en palabra, pensamiento y obra; y su divino poder es enteramente suficiente para darnos «todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad.»

____________________ 

1 Aquellos que enseñan que los hombres hoy día son bautizados con el Espíritu Santo ofrecen como texto de prueba 1 Corintios 12:13 - «Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo...»  Si este pasaje afirma que el bautismo del Espíritu Santo aún está en vigor, entonces debemos concluir que hay dos bautismos aplicables hoy día:  el del Espíritu Santo y en agua.  Esto haría falsa la clara declaración de Efesios 4:4-5 - «...un bautismo.»  H.A.W. Meyer ha traducido 1 Corintios 12:13 -»Por medio de un Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo...» («...fuimos bautizados para formar un solo cuerpo por medio de un solo Espíritu...» Versión Dios Habla Hoy, jr).  «Por un solo Espíritu» o «por medio de un solo Espíritu» obviamente se refiere a la dirección e influencia del Espíritu Santo.  Cuando los individuos son bautizados en agua (el un bautismo) en obediencia al mandamiento apostólico, están actuando bajo la guía, dirección e influencia del Espíritu Santo, quien directamente doto a los apóstoles con el mensaje del evangelio.  Lea Juan 14.26 en conexión con Hechos 2:38.  Comp. Efesios 6:17 y Hebreos 4:12

2 La medida del Espíritu Santo por la imposición de las manos de los apóstoles no debe ser confundida con la medida normal de morada del Espíritu recibido por el creyente bautizado.  A toda persona que obedece al evangelio, convirtiéndose en hijo de Dios, le es dado inmediatamente el Espíritu Santo por el Padre.  «...y también el Espíritu Santo, el cual ha dado Dios a los que le obedecen» (Hechos 5:32).  «Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: ¡Abba, Padre!» (Gál. 4:6).  «¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?» ( 1 Corintios 6.19).  Comp. Hechos 2:38;. 2 Corintios 13:14; y Gálatas 5:16-26

3 El caso de Ananías imponiendo las manos sobre Saulo de Tarso es a menudo referida como justificación de la perpetuidad de los milagros.  El pasaje citado es Hechos 9:17, «Fue entonces Ananías y entró en la casa, y poniendo sobre él las manos, dijo:  Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que recibas la vista y seas lleno del Espíritu Santo.»  Hechos 9:12 prueba que el único propósito de la imposición de las manos de Ananías sobre Saulo fue el de restaurarle su vista:  «Y ha visto en visión a un varón llamado Ananías, que entra y le pone las manos encima para que recobre la vista  Ananías al bautizar a Saulo (Hechos 9:18) hizo lo posible para que fuera «lleno del Espíritu Santo,» porque el Espíritu es dado a todos aquellos que obedecen al evangelio.  Comp. Hechos 2:38.

4 Aquellos que hoy día alardean de tener las «señales de apóstol» en la ejecución de milagros son excesivamente presuntuosos.  ¿Cómo pueden tener señales de apóstol, cuando no son apóstoles?  ¿Puede uno legítimamente llevar la insignia de policía cuando no es policía? 

5 Los sanadores, cuando penosamente presionados por este cargo, tratan de escapar a la censura personal por el fracaso de sus curas siendo forjado a acusar al afligido con falta de la fe necesaria para la manifestación de la sanidad milagrosa.  Pero la fe de parte de aquellos afligidos y enfermos no fue siempre necesaria durante los tiempos Bíblicos para la ejecución de una cura milagrosa.  El registro de Marcos 2 es silencioso acerca del paralítico que fue sanado por Jesús teniendo fe personal.  En efecto, el versículo 5 en el contexto implica que había la fe de los cuatro hombres que trajeron el paralítico a Jesús lo cual hizo posible que El lo sanara.  Nada es dicho acerca de Malco, el siervo del sumo sacerdote, teniendo fe para que Jesús le sanara la oreja que había sido cortada por la espada de Pedro (Lucas 25:50-51; Juan 18:10).  ¿Cuánta fe tuvo Lázaro mientras reposaba muerto en la tumba?  Sin embargo, el poder milagroso lo resucitó a la vida. 

6 J.F. Pittman, Bible Truths Illustrated, (Standard Publishing Co. Cincinnati, 1917), pp. 203-204.

8 Edgar F. Van Buskirk, Principles of Healthful Living, (The Dryden Press, New York, 1948), p. 335.

9 A.H. Maslow and Bela Mittlemann, Principles of Abnormal Psychology:  The Dynamics of Psychic Illness, (Harper and Brothers, New York, 1951), pp. 460-69.

10 Article, «Hysteria,» The Columbia Encyclopedia, (Columbia University Press, New York, 1946), p. 868.

EL BAUTISMO DEL ESPIRITU SANTO

Muchas personas honestas y sinceras están confundidas acerca del bautismo del Espíritu Santo; tan confundidas que cuando la Biblia habla del Espíritu Santo piensan sólo en el bautismo del Espíritu Santo; o, cuando la Biblia habla de bautismo algunos piensan del bautismo del Espíritu Santo.  ¿Qué es el bautismo del Espíritu Santo?  Unas pocas preguntas importantes nos permitirán un mejor entendimiento de este tema.

1. ¿Quién fue el administrador del bautismo del Espíritu Santo?

2. ¿Para quienes fue la promesa del bautismo del Espíritu Santo?

3. ¿Quiénes fueron bautizados con el Espíritu Santo?

4. ¿Por qué fueron bautizados con el Espíritu Santo?

5. ¿Podemos esperar el bautismo del Espíritu Santo hoy día?

 

CRISTO, EL ADMINISTRADOR DEL BAUTISMO DEL ESPIRITU SANTO

El bautismo del Espíritu Santo nunca fue dado como un mandamiento para ser administrado por el hombre, ni para ser obedecido por el hombre.  El bautismo del Espíritu Santo fue una promesa para ser recibida por ciertos hombres escogidos para cierto propósito.  En el principio, el Espíritu Santo fue un agente del Padre y el Hijo, dependiendo de ellos para el derecho de la acción.

Con respecto a la medida bautismal del Espíritu Santo, la Biblia muy enfáticamente declara que Cristo, el Hijo, fue el administrador.  Juan el bautista, dijo:  «Yo a la verdad os bautizó en agua para arrepentimiento; pero el que viene tras mí, cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es más poderoso que yo; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego» (Mat. 3:11).

Juan el bautista podía y bautizo en agua; pero Cristo, y solamente Cristo, podía bautizar con el Espíritu Santo.  Fue Cristo, el Hijo, en su mensaje de despedida a sus apóstoles, quien les mandó que esperaran el poder del Espíritu Santo:  «Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra» (Hechos 1:8).  Lucas revela que Cristo mandó a los apóstoles que se quedarán en la ciudad hasta que fueran investidos de poder desde lo alto (Lucas 24:49).

De la profecía de Juan observamos su predicción específica en cuanto a la identidad del administrador del bautismo del Espíritu Santo; siendo Cristo.  Juan habló de una audiencia mixta, incluyendo a los discípulos y a los pecadores, el trigo y la cizaña; por tanto, él no sólo habló del bautismo del Espíritu Santo sino que habló del bautismo de fuego.  Una cosa fundamental debe ser entendida, sin embargo.  Juan no quiso decir que incluía a todos los discípulos, con referencia a siendo bautizados con el Espíritu Santo; ni quiso decir que todos los de la multitud, que lo escucharon, recibirían el bautismo de fuego.  Simplemente hizo una declaración profética, con respecto a estos asuntos, a la multitud que lo escuchaba.  

¿QUIENES?  ¡LOS APOSTOLES!

La pregunta lógica ahora es, ¿quiénes fueron bautizados con el Espíritu Santo?  No puede haber duda acerca de la identidad de aquellos a quienes se les prometió el bautismo del Espíritu Santo.  Esta promesa fue hecha a los apóstoles.  La misma naturaleza del bautismo del Espíritu Santo daría evidencia de este hecho.

Los apóstoles eran embajadores escogidos de Cristo, para ser guiados por el Espíritu Santo, revelándoles toda la verdad (2 Cor. 5:18-20; Juan 16:13).  Para revelarles la verdad, y nada más que la verdad, hubo la necesidad de una completa posesión de su habla y escritos, siendo completamente dotados por el Espíritu Santo, o bautizados con el Espíritu Santo, habiéndolos ordenado para esta gran comisión.  «No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegía vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé» (Juan 15:16).  

PROMESA LIMITADA

Jesús mismo no prometió el bautismo del Espíritu Santo a todo el mundo; ni lo prometió a todos Sus discípulos, sino sólo a sus apóstoles.  Al dar Su comisión a ellos, dijo, «He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto» (Lucas 24:49).

Poco antes de Cristo ascender al Padre, se refirió a la misma profecía de Juan y la aplicó a los apóstoles.  Escúchelo:  «Y estando juntos, les mandó que no se fueran de Jerusalén, sino que esperasen la promesa del Padre, la cual, les dijo, oísteis de mí.  Porque Juan ciertamente bautizó con agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días» (Hechos 1:4-5).  El «vosotros» que recibieron esta promesa, eran los apóstoles.

Para ser más específicos, en cuanto a la identidad de aquellos que recibirían el bautismo del Espíritu Santo, solamente necesitamos leer Hechos 1:2 donde la identidad es ciertamente limitada a los apóstoles:  «...después de haber dado mandamientos por el Espíritu Santo a los apóstoles que había escogido.»  Nótese:  «dio mandamientos...a los apóstoles".  

DENTRO DE NO MUCHOS DIAS

Otro hecho, indicando que todos los discípulos para todo el tiempo por venir no recibirían el bautismo del Espíritu Santo, fue el establecimiento del tiempo cuando el bautismo del Espíritu Santo sería recibido.  «Dentro de no muchos días,» dijo Jesús.  «Dentro de no muchos días» ciertamente no significa dentro de 1900 años.  Los días del cumplimiento están plenamente declarados en la Biblia.  Solamente necesitamos leer la parte restante del primer capítulo y el segundo capítulo de Hechos para enterarnos de que «dentro de no muchos días» fue el primer Pentecostés después de la resurrección del Señor de entre los muertos.

NO A LOS 120 DISCIPULOS

Es creído por muchos líderes religiosos que el bautismo del Espíritu Santo vino sobre los ciento veinte discípulos reunidos en Jerusalén, pero un análisis cuidadoso y honesto de las Escrituras refutará esta falsa conclusión.

En primer lugar, la promesa de la medida bautismal del Espíritu Santo nunca fue hecha a cualquiera, excepto a los apóstoles.  Es verdad que Juan el Bautista no especificó del todo quiénes recibirían el bautismo del Espíritu Santo.  Dijo que algunos, a quienes él bautizó en agua, serían bautizados con el Espíritu Santo, pero hizo conocido que él no podía administrar el bautismo del Espíritu Santo.  Sólo Cristo podía bautizar con el Espíritu Santo (Mateo 3:11).  Esta promesa fue sólo para los apóstoles.  Ellos recibieron la medida bautismal del Espíritu Santo.

Antes de Cristo dejar la tierra, le dijo a los apóstoles que les enviará el Espíritu Santo que les recordaría las cosas que les había enseñado y los guiaría a toda la verdad (Juan 14:26; 16:7-15).  Para conocer la identidad de aquellos que recibieron el bautismo del Espíritu Santo, sólo necesitamos leer la narración de su administración.  El registro es encontrado en Hechos, comenzando con el versículo 1, del capítulo 1:

«En el primer tratado, oh Teófilo, hablé acerca de todas las cosas que Jesús comenzó a hacer y a enseñar, hasta el día en que fue recibido arriba, después de haber dado mandamientos por el Espíritu Santo a los apóstoles que había escogido: a quienes también, después de haber padecido, se presentó vivo con muchas pruebas indubitables, apareciéndoseles durante cuarenta días y hablándoles acerca del reino de Dios:  y estando juntos, (él con los apóstoles), les mandó (a los apóstoles) que no se fueran de Jerusalén, sino que esperasen la promesa del Padre, la cual, les dijo, oísteis de mí.  Porque Juan ciertamente bautizó con agua, mas vosotros (¿quiénes? preguntamos.  Los apóstoles, incuestionablemente) seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días.  Entonces los que se habían reunido (¿quiénes?  Los apóstoles) le preguntaron diciendo:  Señor, ¿restaurarás el reino a Israel en este tiempo?  Y les dijo:  No os toca a vosotros saber los tiempos y las sazones, que el Padre puso en su sola potestad; pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros (¿Quiénes son «vosotros»?  Los apóstoles por supuesto) el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra» (Hechos 1:1-8).  Después de esta promesa específica del Espíritu Santo a los apóstoles, Cristo ascendió al Padre en el cielo.

Como absoluta evidencia de que el Señor cumplió esta promesa del Espíritu Santo a los apóstoles, leamos la narración de la administración del bautismo del Espíritu Santo.  Comenzando con el último versículo de Hechos, capítulo 1,  y continuando hasta Hechos 2:4, leemos:

«Y les echaron suertes, y la suerte cayó sobre Matías; y fue contado con los once apóstoles.  Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos (podemos pausar y enfatizar la pregunta, ¿quiénes eran «todos»?  ¿Quién es el antecedente de «todos» en este versículo  Hay sino una respuesta - ¡los apóstoles!).  Estaban todos (los apóstoles) unánimes juntos.  Y de repente vino del cielo como un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados; y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos.  Y fueron todos (nuevamente paramos y preguntamos, ¿quiénes eran «ellos» y «todos»?  El antecedente de «todos» y «ellos» sólo pueden ser los apóstoles) llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen» (Hechos 1:26; 2:1-4).  ¡Ciertamente, la identidad de los apóstoles en este texto no puede estar equivocada!

No puede haber duda acerca de esto, los apóstoles fueron los únicos que recibieron el bautismo del Espíritu Santo en este día, el primer Pentecostés después de la resurrección del Señor de entre los muertos.  Esperaron en Jerusalén, como se les mandó, hasta que Jesús cumplió su promesa de bautizarlos con el Espíritu Santo.  

LA MULTITUD, LOS 120 NO ESTABAN PRESENTES

La multitud, incluyendo los 120 discípulos, ni aún estuvieron presentes cuando el bautismo del Espíritu Santo vino sobre los apóstoles.  En Hechos 2:6, es revelado:  «Y hecho este estruendo, se juntó la multitud; y estaban confusos, porque cada uno les oía hablar en su propia lengua.»  Como evidencia de que la multitud incluyó a los 120 discípulos, sólo necesitamos leer Hechos 1:15.  La Reina Valera ciertamente declara, «y los reunidos eran como ciento veinte en número.»  De la multitud fue dicho, «y estaban atónitos y maravillados, diciendo:  Mirad, ¿no son galileos todos estos que hablan?  ¿Cómo, pues, les oímos nosotros hablar cada uno en nuestra lengua en la que hemos nacido?»

¿No sabe usted que tales preguntas en cuanto a aquellos de Hechos 1:15 no haya sido hecha de los 120?  ¿Eran todos los 120 Galileos?  ¿Por qué estaba la multitud sorprendida?  Obviamente, porque estaban escuchando a doce hombres, que fueron bautizados con el Espíritu Santo, hablar la palabra de Dios que fue escuchada y entendida al menos  en quince idiomas de diferentes naciones.  La multitud se «juntó» y estaba sorprendida mientras los escuchaban.

Llevando a cabo este propósito divino, bajo la guía del Espíritu Santo, el registro revela:  «Entonces Pedro, poniéndose en pie con los once (podría parar y preguntar, ¿se puso en pie con quién?  ¿Dice la Biblia, «Entonces Pedro, poniéndose en pie con los 120»?  ¡Absolutamente no!  Los 120 no recibieron el bautismo del Espíritu Santo con los apóstoles porque no era el propósito de Dios que ellos recibieran el bautismo del Espíritu Santo.  La palabra de Dios dice:  «Entonces Pedro, poniéndose en pie con los once,» alzó la voz y les habló...» (Hechos 2:14).  Pedro se puso en pie con los otros apóstoles que recibieron el bautismo del Espíritu Santo.  Los 120 discípulos no recibieron el bautismo del Espíritu Santo.  

CUMPLIMIENTO DE LA PROFECIA

Habiendo sido acusados de estar ebrios, porque la multitud no entendió el propósito del bautismo del Espíritu Santo, el apóstol contestó las críticas por medio de citar la profecía de Joel para confirmar ese hecho de que ellos fueron dotados con el Espíritu Santo.

«Y en los postreros, dice Dios, derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán; vuestros jóvenes verán visiones, y vuestros ancianos soñarán sueños; y de cierto sobre mis siervos y sobre mis siervas en aquellos días derramaré de mi Espíritu, y profetizarán.  Y daré prodigios arriba en el cielo, y señales abajo en la tierra, sangre y fuego y vapor de humo; el sol se convertirá en tinieblas, y la luna en sangre, antes que venga el día del Señor, Grande y manifiesto; y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo» (Hechos 2:17-21).

El apóstol dijo:  «Mas esto es lo dicho por el profeta Joel.»  Claramente dijo, «Porque éstos no están ebrios...Mas esto es lo dicho por el profeta Joel.»  Algunos hombres declaran que el mismo bautismo del Espíritu Santo está siendo administrado sobre los hombres y mujeres hoy día.  Ellos han malentendido la profecía de Joel y no obtienen el completo significado de la aplicación de Pedro de la profecía.  

OBJECION A:  «TODA CARNE»

Pero una objeción es presentada, declarando, «¿No dijo Joel, ‘Derramaré de mi Espíritu sobre toda carne,’ queriendo decir todos los hombres y mujeres de la tierra?»  El profeta dijo, «Derramaré de mi espíritu sobre toda carne.»  ¿Cuál es el significado de «toda carne»?

En primer lugar, «toda carne» no podrá literalmente significar toda carne.  Pablo, por el Espíritu Santo, dice, «No toda carne es la misma carne, sino que una carne es la de los hombres, otra carne la de las bestias, otra la de los peces, y otra la de las aves» (1 Cor. 15:39).  Ciertamente, estaremos de acuerdo en que el bautismo del Espíritu Santo no fue prometido a los animales.  Pero, alguien sugiere, «toda carne» significa toda «carne humana.»  Esto no  está mejor, porque «toda carne humana» incluiría a los borrachos, los fornicarios, los reprobados y todos los pecadores.  Ciertamente, ningún estudiante de la Biblia defenderá la teoría de que todos los seres humanos van a recibir el bautismo del Espíritu Santo.  Entonces la declaración, «toda carne,» debe tener una aplicación definida, su significado siendo ese de todas las razas, tanto Judíos como Gentiles.

Cuando Joel hizo la profecía, los Judíos y los Gentiles eran pueblos separados.  Los Gentiles estaban separados del pacto de la promesa.  Pablo escribió, «Por tanto, acordaos de que en otro tiempo vosotros, los gentiles en cuanto a la carne, erais llamados incircuncisión por la llamada circuncisión hecha con mano en la carne.  En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo» (Efe. 2:11-12).

Aun la Antigua Ley, que iba a ser abolida, era una barrera entre el Judío y el Gentil:  «Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación, aboliendo en su carne las enemistades, la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en sí mismo de los dos un solo y nuevo hombre, haciendo la paz, y mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo, matando en ella las enemistades.  Y vino y anunció las buenas nuevas de paz a vosotros que estabais lejos, y a los que estaban cerca; porque por medio de él los unos y los otros tenemos entrada por un mismo Espíritu al Padre» (Efe. 2:14-18). También lea Col. 2:13-15.  

NO TODOS LOS JUDIOS Y GENTILES

No debemos concluir, sin embargo, que «toda carne» significa todos los Judíos y Gentiles.  Como ya se señaló, eso incluiría a todos los pecadores.  No puede haber sino una respuesta; que es, la promesa fue dada a los representantes de ambos, de los Judíos y los Gentiles.

La promesa del bautismo del Espíritu Santo fue limitada por Cristo, el administrador; limitada por «toda carne,» a los representantes de ambos, de los Judíos y los Gentiles.

La medida bautismal del Espíritu Santo fue administrada a los Judíos, como hemos discutido desde el segundo capítulo de Hechos, en el día de Pentecostés, mientras los especiales dones milagrosos del Espíritu Santo fueron administrados a los Gentiles en la casa de Cornelio (Hechos 10:44-47).  «Toda carne,» por tanto, ha recibido la administración milagrosa del Espíritu Santo.  

UN BAUTISMO — EL BAUTISMO EN AGUA

El Espíritu Santo, habiendo enviado a este mundo el evangelio de Cristo, que fue confirmado por las obras poderosas del Espíritu, permanecerá perpetuamente en ese mismo evangelio, que fue proclamado en Pentecostés y en la casa de Cornelio, para salvar al mundo.

Hoy día, hay sólo un bautismo.  Escuche al Espíritu, a través del apóstol:  «Un Señor, una fe, un bautismo» (Efe. 4:5).  El lenguaje no puede ser más claro.  ¡Un bautismo!  El mismo Espíritu, en el mismo libro, capítulo y versículo, que dijo que hay un Señor, declaró que hay ¡un bautismo!  Ese un bautismo es el bautismo en agua.  Jesús dijo, «Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo» (Mat. 28:19).  Acorde a Marcos, dijo, «Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.  El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado» (Marcos 16:15-16).  Pedro mandó, «Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo» (Hch. 2:38).

A Saulo se le mandó, «Ahora, pues, ¿por qué te detienes?  Levántate y bautízate, y lava tus pecados, invocando su nombre» (Hch. 22:16).  Más tarde, Pablo escribió, por el Espíritu, «¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte?  Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva» (Rom. 6:3-4).

Pedro, por el Espíritu, escribió, «...en la cual pocas personas, es decir, ocho, fueron salvadas por agua.  El bautismo que corresponde a esto ahora nos salva...» (1 Ped. 3:20-21).

Jesús declaro, «De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios» (Juan 3:5).

Felipe le predicó el evangelio al hombre de Etiopía - «Y yendo por el camino, llegaron a cierta agua, y dijo el eunuco:  Aquí hay agua; ¿qué impide que yo sea bautizado?  Felipe dijo:  Si crees de todo corazón, bien puedes.  Y respondiendo, dijo:  Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios.  Y mandó parar el carro; y descendieron ambos al agua, Felipe y el eunuco, y le bautizó.  Cuando subieron del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe; y el eunuco no le vio más, y siguió gozoso su camino» (Hch. 8:36-39).

«Un bautismo;» ¡EL BAUTISMO EN AGUA!  Ciertamente, no puede haber duda de este.  Hay «un bautismo» hoy día (Efe. 4:5).

El bautismo del Espíritu Santo es uno, el bautismo en agua es uno,  y el bautismo de fuego es uno.  Uno, más uno, más uno, igual tres.  El bautismo del Espíritu Santo está en el pasado, habiendo cumplido Cristo su promesa a los apóstoles.  El bautismo del Espíritu Santo es sin embargo futuro, el bautismo de fuego en el infierno para los incrédulos (Mat. 3:11-12).  Tres menos dos igual a uno, por tanto, «un bautismo,» el bautismo en agua.

No puede haber negación del hecho de que el apóstol inspirado declaró que hay «un bautismo» (Efe. 4:5).  Para hoy, ahora, y hasta que Cristo venga, desde el día de Pentecostés, incluyendo el día en que Pablo escribió estas palabras a la iglesia en Efeso, hay «un bautismo»el bautismo en agua, «para perdón de los pecados,» para «lavar tus pecados,» que pone a un creyente «en Cristo» (Gál. 3:26-27; Rom. 6:3-4).  

EL BAUTISMO DE FUEGO

El bautismo de fuego fue prometido en Mateo 3:11-12, con Cristo como el administrador, con el infierno de fuego el elemento y futuro castigo como su propósito.  El versículo 12 de este texto no nos deja duda de que el bautismo de fuego ocurrirá cuando los justos sean separados de los injustos.  En Palestina los Judíos a menudo usan un abanico en la separación de la paja del trigo.  Pero cuando Cristo vuelva de nuevo «limpiará su era; y recogerá su trigo en el granero, y quemará la paja en fuego que nunca se apagará.»

Hemos escuchado a personas honestas orar por el bautismo de fuego, ¡pero usted no querrá el bautismo de fuego!  Este es no obstante futuro y será el castigo del impío en el infierno.  Cuando el Señor vuelva enteramente limpiará por medio de separar el trigo de la paja y quemará la paja en fuego que nunca se apagará.

El bautismo de fuego será administrado por el Señor cuando vuelva.  El malvado, el impío, y el desobediente será desterrado de la presencia del Señor, bautizado en fuego, para ser castigado por toda la eternidad.

Jesús mismo declaró:  «Así será el fin del siglo: saldrán los ángeles, y apartarán a los malos de entre los justos, y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes» (Mat. 13:49-50).  

LOS DONES DEL ESPIRITU SANTO

El reino de Cristo fue inaugurado con distintivos dones del Espíritu Santo en una medida bautismal, que dotó a los apóstoles, por completo, del dominio divino, a través de la revelación, para proclamar el evangelio de Cristo, ofreciendo el perdón de los pecados en el nombre de Cristo.  El comienzo del reino de un milagro grande y notable con manifestaciones físicas, señales y lenguas, capacitando a los apóstoles para atraer la atención de las multitudes y hablar, por inspiración del Espíritu Santo, la palabra de Dios de salvación sin error.  Este poder, la medida bautismal del Espíritu Santo, con dones milagrosos, vino directamente del cielo sin ayuda humana como cumplimiento de la promesa de Cristo a Sus apóstoles.

LOS DONES MILAGROSOS — LA IGLESIA EN CORINTO

La iglesia en Corinto se caracterizó por la diversidad de dones apostólicos.  Estos dones son referidos en los capítulos doce, trece y catorce de 1 de Corintios.  Pablo reveló el carácter de estos dones en .1 Cor. 12:1-11.

Del estudio de la disertación de Pablo sobre los dones espirituales aprendemos mucho acerca de la naturaleza, distribución y objeto de los dones milagrosos en la temprana iglesia.  Parece que los dones eran tan numerosos en la iglesia en Corinto que fue necesario para el apóstol inspirado regular el uso de ellos (1 Cor. capítulos 12 y 14).

Los objetivos de los dones espirituales están obviamente declarados.  Las diferentes clases de dones, la distribución y valor de ellos están incuestionablemente declarados.  La duración de los dones espirituales no es dejada sin atención.

Será observado que todos los dones no fueron dados a todos los creyentes (versículos 18-20).  Todos los creyentes no recibieron los mismos dones.  Algunos de los dones, evidentemente, fueron más importantes que otros.  Incluido en el catálogo de los dones estaba el don de «sanidad,» el don de «milagros,» el don de «lenguas,» y el don de «ciencia.»  Todos estos dones fueron importantes en su tiempo, pero el apóstol concluye en el versículo 31, que hay «...un camino aun más excelente.»

LOS DONES DEL ESPIRITU POR LA IMPOSICION DE MANOS DE LOS APOSTOLES

Los dones del Espíritu Santo, por la imposición de mano de los apóstoles, eran indirectos, dones milagrosos peculiares a la era apostólica.  El bautismo del Espíritu Santo fue  inmediato y directo de Dios, presente directamente sobre el espíritu del hombre, resultando en la mente humana estando completamente sujeta a los dictámenes de la Mente Divina en la revelación de toda la verdad.

En adición a los dones milagrosos del Espíritu, como resultado del bautismo del Espíritu Santo sobre los apóstoles, que fueron ejecutados únicamente por los apóstoles, hubo dones milagrosos del Espíritu Santo conferidos a otros Cristianos a través de la imposición de las manos de los apóstoles.  Sólo los apóstoles poseyeron el raro don de transferir dones milagros a los demás, pero no podían conferir el poder de pasar estos dones de la primera persona a segundas personas.  Estos dones especiales no fueron impuestos más allá del primer recipiente.

Nadie pudo impartir dones milagrosos del Espíritu a otros, excepto los apóstoles.  Como evidencia de este hecho consideremos primero el ministerio de Esteban y Felipe.

De ellos se dijo:  «...agradó la propuesta a toda la multitud; y eligieron a Esteban, varón lleno de fe y del Espíritu Santo, a Felipe, a Prócoro, a Nicanor, a Timón, a Parmenas, y a Nicolás prosélito de Antioquía; a los cuales presentaron ante los apóstoles, quienes, orando, les impusieron las manos» (Hechos 6:2-6).  

TENIAN EL ESPIRITU SANTO ANTES DE LA IMPOSICION DE LAS MANOS

No tenemos referencia adicional de las obras de todos estos hombres, pero sabemos algo acerca de las obras de Esteban y Felipe.  Debiera ser observado que estos hombres tenían el Espíritu Santo antes de la imposición de las manos de los apóstoles.  Uno de sus requisitos era el de ser «llenos de fe y del Espíritu Santo.»  Estos hombres habían obedecido el evangelio y de esta manera habían recibido el Espíritu Santo.  En Hechos 5:32 es afirmado que Dios da el Espíritu Santo a aquellos que le obedecen:  «Y nosotros somos testigos suyos de estas cosas, y también el Espíritu Santo, el cual ha dado Dios a los que le obedecen.»  El Espíritu Santo mora en todos los hijos de Dios (1 Cor. 3:16).  Pero todos los hijos de Dios no tienen dones milagrosos del Espíritu.

Para que uno, que no fuera de los apóstoles, ejecute los dones milagrosos del Espíritu, fue necesario que los apóstoles le impusieran las manos.  Los apóstoles le impusieron las manos a Esteban y a Felipe, junto con los otro cinco escogidos.  De Esteban se dijo, «Y Esteban, lleno de gracia y de poder, hacía grandes prodigios y señales entre el pueblo» (Hechos 6:8).  Elocuentemente predicó la palabra e hizo grandes obras para el Señor.  «Pero no podían resistir la sabiduría y al Espíritu con que hablaba» (Hechos 6:10), por tanto, le apedrearon hasta morir.

Felipe, sobre quien los apóstoles habían impuesto las manos, se convirtió en el primer evangelista y gran predicador quien obraba por el Señor.  «...descendiendo a la ciudad de Samaria, les predicaba a Cristo.  Y la gente unánime, escuchaba atentamente las cosas que decía Felipe, oyendo y viendo las señales que hacía.  Porque de muchos que tenían espíritus inmundos, salían éstos dando grandes voces; y muchos paralíticos y cojos eran sanados; así que había gran gozo en aquella ciudad» (Hechos 8:5-8).

FELIPE NO PODIA TRANSFERIR EL PODER

Las manos apostólicas habían sido impuestas sobre Felipe, lo cual lo capacitó para hacer las «señales y grandes milagros,» pero no podía transferir ese poder a otra persona.  Sólo los apóstoles tenían ese poder particular.  Una persona, sobre quien los apóstoles habían impuesto las manos y conferido los dones milagrosos del Espíritu, podían ejecutar las obras poderosas del Espíritu, pero esa persona no podía en turno imponer sus manos sobre otra persona y conferirle los dones milagrosos del Espíritu.  Únicamente los apóstoles podían impartir los dones espirituales.

LA IMPOSICION DE LAS MANOS DE LOS APOSTOLES

Cuando Pedro y Juan, apóstoles de Cristo en Jerusalén, que recibieron el bautismo del Espíritu Santo, oyeron que los Samaritanos habían recibido la palabra del Señor fueron a Samaria y confirieron a los creyentes bautizados los dones milagros del Espíritu,  a través de la imposición de las manos.  Este es el registro divino:

«Cuando los apóstoles que estaban en Jerusalén oyeron que Samaria había recibido la palabra de Dios, enviaron allá a Pedro y a Juan; los cuales, habiendo venido, oraron para que ellos recibiesen el Espíritu Santo; porque aún no había descendido sobre ninguno de ellos, sino que solamente habían sido bautizados en el nombre de Jesús.  Entonces les imponían las manos, y recibían el Espíritu Santo» (Hechos 8:14-17).

Simón evidentemente reconoció que fue a través de la imposición de las manos de los apóstoles que los poderes milagrosos fueron impuestos sobre los Samaritanos (Hechos 8:18).  El «vio que por la imposición de las manos de los apóstoles se daba el Espíritu Santo» y les ofreció dinero a los apóstoles para comprar ese poder.  Pedro le informó que este «don de Dios» no podía ser comprado.  Además, declaró, «...no tienes tú parte ni suerte en este asunto» (Hechos 8:20-21).  De este texto somos forzados a la conclusión de que el «don de Dios» obviamente, los dones milagrosos del Espíritu Santo, fueron recibidos únicamente por los primeros Cristianos a través de la imposición de las manos de los apóstoles.

Otro ejemplo de imposición de las manos de los apóstoles es encontrado en Hechos 19:1-6.  En Efeso «...habiéndoles impuesto Pablo las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo; y hablaban en lenguas, y profetizaban.»  Los Efesios hablaron en lenguas y profetizaron sólo después de que hubieron recibido el Espíritu Santo a través de la imposición de las manos del apóstol Pablo.  No puede haber duda acerca de la necesidad de la imposición de las manos de los apóstoles antes de que los Cristianos de los tiempos del Nuevo Testamento pudieran hablar en lenguas, profetizar, y hacer obras milagrosas.  Es, por tanto, falso presumir que los hombres hoy día puedan hablar en lenguas, profetizar, y obrar milagros  en vista de que no hay apóstoles sobre la tierra con el poder para conferir tales dones milagrosos a través de la imposición de las manos.  Cuando el último apóstol murió, por tanto, la imposición de las manos, ¡impartiendo las obras milagrosas del Espíritu, cesaron!  

EL DON DEL ESPIRITU SANTO Y CORNELIO

Varios años después de que los apóstoles habían recibido el bautismo del Espíritu Santo en Pentecostés (Hechos 2), Cornelio, un Gentil, recibió un «don milagroso del Espíritu Santo.»  El registro divino es encontrado en Hechos, capítulo 10 y 11.  A Cornelio, un varón bueno y devoto, pero no Cristiano, se le dijo que enviara hombres a Jope por Pedro, apóstol y Judío, quien le hablaría «...palabras por las cuales serás salvo tú, y toda tu casa» (Hechos 11:14).

En el proceso del tiempo, Dios obró un milagro ante los ojos de Pedro, convenciéndole de que no debería llamar a ningún hombre «común o inmundo,» preparándolo, a un Judío, para predicar el evangelio a un Gentil.  Pedro sabía que los Gentiles eran mirados con desaire por los Judíos, y, sin duda, comprendiendo que tendría que dar una narración de sus acciones, llevó consigo a seis hermanos Judíos.  Este hecho, en sí mismo, es importante para un entendimiento de la razón para la especial administración del don del Espíritu Santo sobre Cornelio.

Pedro, el apóstol, proclamó el evangelio de Cristo a Cornelio, habiendo introducido su sermón por medio de declarar, «En verdad comprendo que Dios no hace acepción de personas, sino que en toda nación se agrada del que le teme y hace justicia» (Hechos 10:34-35).  ¡Que glorioso pensamiento!  El evangelio es para todos.  ¡El es Señor de todos!  Los Gentiles están ahora para convertirse en cristianos, comenzando con Cornelio.  

EL PROPOSITO

En Pentecostés el propósito de la administración milagrosa del bautismo del Espíritu Santo fue la de guiar a los apóstoles en la revelación del evangelio.  En la casa de Cornelio, la medida milagrosa del Espíritu Santo fue evidente en dos formas.  Primero, el Espíritu Santo dirigió a Pedro, sin prejuicio, a predicar el evangelio a las personas de otra nación, para «hacer conocido entre los Gentiles las inescrutables riquezas de Cristo,» para probarle a los Judíos que los Gentiles eran parte de «toda criatura,» una parte de «toda carne,» quienes debían obedecer el evangelio de Cristo y ser salvos.  Segundo, el milagroso «don del Espíritu Santo» fue derramado sobre Cornelio, un Gentil, para convencer a los Judíos que la salvación en Cristo era también concedida a los Gentiles (Hechos 10:44-48).

Cuando Pedro relató estos hechos a sus hermanos Judíos, fueron aceptados como dados por Dios y todo crítica fue silenciada:  «Entonces, oídas estas cosas, callaron, y glorificaron a Dios, diciendo:  ¡De manera que también a los gentiles ha dado Dios arrepentimiento para vida!» (Hechos 11:18).  

NINGUN BAUTISMO DEL ESPIRITU SANTO PARA CORNELIO

Pedro reportó que recordaba el derramamiento milagroso del Espíritu Santo en Pentecostés cuando el Espíritu Santo «cayó sobre ellos,» eso es, sobre Cornelio y su casa.  Este incidente milagroso llevó a Pedro de regreso a ese día memorable cuando ellos, los apóstoles, recibieron el bautismo del Espíritu Santo, como habiendo sido prometido por Cristo, que los dotó (a los apóstoles) para hablar «en otras lenguas según el Espíritu les daba que hablasen» - LA REVELACION DIVINA - y 3000 creyentes fueron bautizados en agua para el perdón de los pecados y recibieron el don del Espíritu Santo.  Este «mismo don» vino sobre los Gentiles que creyeron, en una forma milagrosa, pero esto no fue la misma medida bautismal del Espíritu Santo como lo recibieron los apóstoles; ni fue para el mismo propósito.  Esto fue una administración milagrosa del Espíritu Santo, no simplemente el Espíritu Santo como un don, que todos los creyentes reciben cuando obedecen al evangelio.

Cornelio recibió este milagroso «don del Espíritu Santo» antes de que Pedro hubiera terminado de hablar la palabra del Señor; antes de que les mandará ser bautizados en el nombre del Señor Jesús (Hechos 10:44-48; 11:15-18).  Este fue un incidente milagroso que le hizo recordar al apóstol del incidente milagroso que ellos experimentaron en Pentecostés al principio.  

EL MISMO DON

El «mismo don» a que el apóstol se refiere (Hechos 11:17), sin duda, fue al don milagroso de hablar en lenguas.  En Hechos 11:44-46, es revelado que los Judíos que vinieron con Pedro estaban atónitos «de que también sobre los gentiles se derramase el don del Espíritu Santo.  Porque los oían que hablaban en lenguas, y magnificaban a Dios.»  

EL UN BAUTISMO DEL ESPIRITU SANTO

Hay sólo un episodio de la administración pública del bautismo del Espíritu Santo para el propósito de la revelación y confirmación, el registro de lo cual es encontrado en Hechos, capítulo 2, cuando los apóstoles recibieron el bautismo del Espíritu Santo.  Cristo les prometió el Espíritu Santo para «...recordarles todo lo que yo os he dicho,» y para «guiarles a toda la verdad» (Juan 14:26; 16:13-14).  Además, Jesús prometió:  «...no os preocupéis por cómo o qué hablaréis; porque en aquella hora os será dado lo que habéis de hablar.  Porque no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu de vuestro Padre que habla en vosotros» (Mat. 10:19-20).  Los apóstoles, habiendo recibido el bautismo del Espíritu Santo, hablaron «...según el Espíritu les daba que hablasen» (Hechos 2:4) - por revelación divina.

El objeto del bautismo del Espíritu Santo, que los apóstoles recibieron, fue más que el don milagroso de hablar en lenguas.  Fue para guiar a los apóstoles en la revelación de toda la verdad y la capacidad para obrar milagros para el propósito de confirmar la palabra de Dios.  Además, los apóstoles, que habían recibido el bautismo del Espíritu Santo, podían impartir los dones milagrosos del Espíritu Santo a otros Cristianos por medio de la imposición de las manos.  Fue necesario para los apóstoles, Pedro y Juan, ir a Samaria e imponer las manos sobre los discípulos para conferir el don del Espíritu Santo (Hechos 8:14-17).  Nadie más tuvo el poder para conferir estos dones milagrosos del Espíritu por medio de la imposición de las manos.  Tampoco hay evidencia de que él pudiera proclamar el evangelio en su plenitud, divinamente guiados por el Espíritu Santo, como lo hicieron los apóstoles.  La razón:  El no recibió la misma medida bautismal del Espíritu Santo para el mismo propósito como ese de los apóstoles.  

LA MEDIDA BAUTISMAL DEL ESPIRITU SANTO CESO

El día de Pentecostés, el comienzo de la dispensación del evangelio, la inauguración del reino entre los Judíos, con el bautismo del Espíritu Santo sobre los apóstoles, nunca ha sido y nunca será repetido nuevamente.  La administración milagrosa del Espíritu Santo a la casa de Cornelio y la inauguración del Reino entre los Gentiles nunca ha sido y nunca será repetido.

El bautismo del Espíritu Santo, habiendo dotado a los apóstoles con toda la verdad y habiendo llevado testimonio público de que el evangelio es para «todas las naciones,» «toda criatura,» «toda carne,» habiendo sido confirmado por las obras milagrosas del Espíritu (Marcos 16.20; Hebreos 2:3), no hay necesidad ya más para el bautismo del Espíritu Santo en la administración de los asuntos del reino de Dios y su misión en el mundo. Las administraciones milagrosas del Espíritu Santo nunca han ocurrido desde aquellos tiempos del Nuevo Testamento y nunca sucederán de nuevo.

Es un hecho incontrovertible, revelado en las escrituras, que los dones milagrosos, por el poder del bautismo del Espíritu Santo y la imposición de las manos de los apóstoles, cesarían.

Pablo declaró, «El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará.  Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos; mas cuando venga lo perfecto, entonces lo que es en parte se acabará» (1 Cor. 13:8-10).  El apóstol enfáticamente declaró, «SE ACABARAN,» «CESARAN,» «ACABARA,» y «SE ACABARA.»  Las profecías, las lenguas, y la ciencia (el conocimiento sobrenatural, por supuesto) cesarían todos al mismo tiempo.  ¡Ellos han cesado!

 ! ¿Han Cesado los Milagrosos Dones Espirituales?

Hay varios grupos religiosos que creen que el Espíritu Santo está aún operando por medios milagrosos hoy día.  Los Católicos Romanos, los Mormones, los grupos Pentecostales, y otros declaran tener la habilidad para obrar milagros y de recibir revelación de parte de Dios para los días modernos.

En nuestro estudio de la Biblia hemos llegado a la conclusión de que estos milagrosos dones espirituales cesaron hace ya largo tiempo.  Por dones espirituales milagrosos estamos hablando acerca de los dones como aquellos mencionados por Pablo en .1 Corintios 12:8-10.  El habló de «palabra de sabiduría,» «palabra de ciencia,» «fe,» «dones de sanidades,» «hacer milagros,» «profecía,» «discernimiento de espíritus,» «diversos géneros de lenguas,» e «interpretación de lenguas.»  Le invitamos a que de una consideración cuidadosa a las siguientes razones de por qué estos dones espirituales milagrosos no continúan siendo hechos por el Espíritu Santo hoy día.  Esperamos que estudie este asunto con una Biblia abierta y una mente abierta.

Son Diferentes a los Milagros de la Biblia

Cuando decimos que no creemos en los milagros de hoy día, no estamos diciendo que negamos los milagros de la Biblia.  Al contrario, creemos plenamente todo milagro del cual la Biblia habla.  Es a causa de estos milagros que «Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre» (Juan 20:30-31).

A causa de nuestra creencia en los milagros de la Biblia, no creemos en los así llamados milagros de hoy día.  Cuando uno empieza a comparar los milagros de Jesús y Sus apóstoles con algunos de estos «milagros» de los días modernos ve  una gran diferencia.  Una de las diferencias en los «milagros» de nuestros días comparados con aquellos verdaderos milagros del primer siglo está el hecho de que están limitados en las clases de «milagros» que ellos ejecutan.  Los apóstoles podían «arrojar demonios,» «hablar en nuevas lenguas,» «tomar serpientes,» «beber algo mortífero» y no hacerles daño, y sanar al enfermo (Marcos 16:17-18).  Usted podrá encontrar unos pocos hombres hoy día que intentarán unos pocos de estos, pero no cualquier hombre o grupo de hombres son capaces de hacerlos todos ellos.  Jesús convirtió el agua en vino (Juan 2:1-11), controló tormentas (Mat. 8:23-27), ando sobre el mar (Mat. 14:22-23), alimentó a 5000 hombres más las mujeres y niños con cinco panes y dos peces (Lucas 9:12-17), y resucitó a personas de la muerte (Juan 11:39-44).  Usted simplemente no encontrará nada diferente en absoluto de las clases de milagros siendo hechos hoy día.

Otra diferencia puede ser observada en esos obradores de los modernos «milagros» de hoy día es la de que no son capaces de sanar a todos aquellos que vienen a ellos.  Con respecto a aquellos que venían a Jesús, el registro inspirado dice, «...y sanaba a todos» (Mat. 12:15).  Esta sanidad total también fue evidente en la obra de los apóstoles porque aquellos que estaban enfermos «todos eran sanados» (Hechos 5:16).  Hoy día a muchos tienen que despedirlos, porque por alguna razón no pueden ser sanados.

Los así llamados «milagros» de hoy día no se comparan en calidad a los milagros del primer siglo.  Los milagros de Jesús y Sus apóstoles fueron sanidades inmediatas y completas (Juan 5:9; Hechos 3:7-8).  Los «milagros» de los días modernos son sanidades graduales o parciales.

Definitivamente creemos que Jesús y Sus apóstoles ejecutaron muchos y grandes milagros entre el pueblo de sus días.  He estado en muchas asambleas donde personas declaran ser obradores de milagros hoy día, pero no he visto alguno que se compare a aquellos de Jesús y los apóstoles. 

Pablo Dijo que Cesarían

Podemos saber que los dones espirituales milagrosos han cesado porque el apóstol Pablo dijo que cesarían.  Escribió en .1 Corintios 13:8-10 - «El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará.  Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos; mas cuando venga lo perfecto, entonces lo que es en parte se acabará.»

Los primeros Cristianos no tuvieron todo el Nuevo Testamento en una forma como lo tenemos hoy día.  Como diferentes Cristianos tenían diferentes dones espirituales, la revelación de Dios fue por partes.  Esta es la razón por la que Pablo dijo, «en parte conocemos, y en parte profetizamos.»  En contraste a eso que es «en parte» (que era una referencia a los dones espirituales), él habló de «lo perfecto.»  Esta obra perfecta significa completa, entera, del todo, y está en contraste a lo parcial.  Por tanto, habría de llegar un momento cuando la revelación de Dios no sería por partes, sino que estaría completa, entera, o perfecta.  Cuando esta revelación perfecta de Dios llegó, entonces «lo que es en parte (los dones espirituales milagros) se acabaron.»  Tenemos «la perfecta ley la de la libertad (Sant. 1:25), por tanto, los dones espirituales deben haber cesado acorde a Pablo.

Algunas personas se oponen y dicen que la palabra «perfecto» se refiere a Cristo, y que los dones espirituales no cesarán hasta que Cristo vuelva.  Pero nótese que Pablo dijo «lo perfecto,» no «El perfecto.»  Pablo está hablando de una cosa perfecta, no de una persona perfecta.  

Ningún Medio de Impartir los Dones

No puede haber alguno de los dones espirituales milagrosos hoy día porque los medios de impartir estos dones no están ya más disponibles.  Cuando los Samaritanos creyeron y fueron bautizados, Pedro y Juan, dos apóstoles, descendieron de Jerusalén para imponer las manos sobre estos nuevos conversos de manera que pudieran recibir el Espíritu (Hechos 8:12-17).  Felipe, quien les había predicado, podía obrar milagros, pero no podía pasar esa facultad a los demás.  Unicamente los apóstoles podían impartir los dones espirituales.  Sabemos que este hecho es así, porque la Biblia dice que «por la imposición de las manos de los apóstoles se daba el Espíritu Santo...» (Hechos 8;18).  Este medio de impartir puede también ser visto en el apóstol Pablo imponiendo sus manos sobre algunos en Efeso de manera que ellos «...hablaban en lenguas, y profetizaban» (Hechos 19:6).

Pero no estamos viviendo en los días de los apóstoles.  Para ser apóstol de Jesucristo uno tiene que haber sido testigo ocular de Su resurrección (Hechos 1:15-26).  Pablo declaró que él fue el último que vio al Señor resucitado (1 Corintios 15:58).  De esta manera no tenemos a nadie calificado hoy día para impartir estos dones espirituales.  

El Propósito de Ellos se Cumplió

El propósito de los dones espirituales milagrosos fue el de revelar y confirmar la palabra de Dios.  En Marcos 16:20 se lee, «Y ellos, saliendo, predicaron en todas partes, ayudándoles el Señor y confirmando la palabra con las señales que la seguían.»  El escritor Hebreo da testimonio de este hecho por medio de decir, «¿Cómo escaparemos nosotros si descuidamos una salvación tan grande?  La cual habiendo sido anunciada primeramente por el Señor, nos fue confirmada por los que oyeron, testificando Dios juntamente con ellos, con señales y prodigios y diversos milagros y repartimientos del Espíritu Santo según su voluntad» (Hebreos 2:3-4).

La palabra ya ha sido revelada completamente (Judas 3).  Permanece confirmada hoy día por aquellos milagros del primer siglo a medida que han sido registrados para producir fe en nosotros (Juan 20:30-31).  Pedro afirmó de Dios que «...todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder...» (2 Pedro 1:3).  En vista de que ahora tenemos «todas las cosas» no necesitamos nuevas revelaciones para hoy día.  No hay necesidad para los dones espirituales milagrosos hoy día.

Sólo Un Bautismo Hoy Día

Muchos de aquellos que creen en los dones espirituales modernos dicen que estos dones son una evidencia del bautismo del Espíritu Santo.  Creemos que la Biblia hace una distinción entre los dones espirituales y el bautismo del Espíritu Santo.  Pero aun si lo que estas personas dicen fuera así, esto contradeciría la enseñanza de la Biblia.

Aunque hubo casos de dos bautismos en la temprana iglesia (el bautismo en agua y el bautismo del Espíritu Santo).  Pablo escribió, «Hay...un bautismo» (Efe. 4:4-5, R.V. 1977).  Por tanto, no podemos tener el bautismo del Espíritu Santo y el bautismo en agua.  Uno de ellos debe haber terminado.  En vista de que el bautismo en agua es para el perdón de pecados (Marc. 16:16; Hechos 2:38;.1 Pedro 3:21) y en vista de que el hombre continúa necesitando el perdón de los pecados, debe haber sido el bautismo en agua el que ha continuado y el bautismo del Espíritu Santo el que ha terminado.  «Hay...un bautismo.»  

Una Mirada a las Consecuencias

Algunas veces somos capaces de saber que una declaración o una práctica es falsa por medio de mirar las consecuencias de su posición.  Si uno no está deseando aceptar las consecuencias de su posición, entonces algo debe estar incorrecto con esta posición.  Notemos un poco de las consecuencias de la posición de que los dones espirituales milagrosos están aún siendo ejecutados hoy día.

Si los dones espirituales milagrosos están aún presentes hoy día entonces el Espíritu Santo se ha contradicho a sí mismo y de esta manera no puede ser divino.  Como hemos observado el Espíritu declaró el fin de estos dones espirituales.  Si ellos están aún presentes entonces El contradijo lo que reveló en la Biblia.  También muchos que reclaman el Espíritu hoy día contradicen la Biblia o a otros grupos que también reclaman el Espíritu hoy día en una obra milagrosa.  Pero la Biblia dice «Dios no es Dios de confusión» (1 Cor. 14:33).

Si los dones espirituales milagrosos están aún presentes hoy día entonces no tenemos la completa voluntad de Dios revelada para nosotros, y por tanto Jesús mintió cuando dijo que el Espíritu Santo guiaría a los apóstoles a TODA la verdad (Juan 16:13).  Si la verdad está aún siendo revelada a través de estos dones inspirados, entonces sólo una parte de la verdad fue revelada a los apóstoles.  También, Judas habrá estado equivocado cuando declaró, «...por la fe que ha sido transmitida a los santos de una vez por todas» (Judas 3, R.V. 1977).  Si esta está aún siendo entregada, entonces no fue entregada de una vez por todas.

Si los dones espirituales milagrosos están aún presentes hoy día entonces no tenemos el perdón de los pecados.  Zacarías profetizó que habría un día en que el manantial sería abierto «para la purificación del pecado y de la inmundicia» que también sería el día en el que Jehová «cortaría de la tierra a los profetas y al espíritu de inmundicia» (Zacarías 13:1-2).  Este contexto se está refiriendo a la primera venida de Cristo (comp. Zacarías 12:10; 13:7).  Cuando Cristo cuando vino hizo posible el perdón de los pecados.  Después de que el Espíritu Santo completó la obra de hacer conocido cómo podíamos obtener el perdón de los pecados, entonces «los profetas y espíritu de inmundicia fue cortado de la tierra.»  La profecía  y la expulsión de espíritus inmundos o demonios eran dones milagrosos.  Ellos cesaron cuando la fuente para el pecado fue abierta.  

Conclusión

En nuestra examinación de aquellos que reclaman los dones milagros para hoy día no la hacemos con algún odio o mala voluntad.  En lugar de eso, estamos únicamente obedeciendo el mandamiento de nuestro Señor de «...probad los espíritus si son de Dios...» (1 Jn 4:1).  Esperamos que usted no se convierta en nuestro enemigo porque todo lo que hemos tratado de hacer fue presentar lo que creemos que es la verdad de Dios (Gálatas 4:16).  En lugar de eso, si usted se encuentra a sí mismo en un error religioso, «...salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor...» (2 Corintios 6:17). 

 ! Hablando en Lenguas

Los poderes milagrosos del Espíritu Santo permitieron a los primeros cristianos llevar a cabo grandes y poderosas obras.  Una de las obras más maravillosas del Espíritu fue la de hablar en «lenguas» por los apóstoles en el día de Pentecostés, así registrado en Hechos 2:1-11.  Parte del texto se lee como sigue:  «Y de repente vino del cielo como un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados; y se les aparecieron lenguas repartidas como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos.  Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.»

¡Este fue un gran milagro!  Si los hombres pudieran hablar en lenguas hoy día sería tan milagroso como lo fue en Pentecostés, porque hablar en lenguas sería tan imposible hoy día como lo fue hace diecinueve siglos, sin la intervención directa del Espíritu Santo.

¿Qué Era Hablar En Lenguas?

¿Qué se quiere decir por «hablar en otras lenguas»?  Un estudio cuidadoso del texto no dejará duda en cuanto al significado Bíblico y propósito de hablar en «otras lenguas.»

El texto, Hechos 2:6,8, claramente declara que la multitud estaba «confusa, porque cada uno les oía hablar en su propia lengua.»  Concluyeron: « ¿Cómo, pues, les oímos nosotros hablar cada uno en nuestra lengua en la que hemos nacido?»

En este texto hablar en lenguas no era un asunto de hablar un lenguaje desconocido para alguno, sino que fue la capacidad, por medio de la guía del Espíritu Santo, para hablar un lenguaje que era conocido y entendido por el oyente, pero desconocido para el que habla — un lenguaje que nunca había conocido o hablado antes.

El texto revela que hubo al menos quince diferentes países, o provincias, representados en la audiencia que escuchó a los apóstoles hablar en «lenguas,» por tanto, algunos quince lenguajes o dialectos diferentes.  Las personas de cada uno de los países los escucharon hablar en su propia lengua nativa.  Benson’s Commentary, Vol. 4, página 687, declara:  «Estos discípulos no sólo nunca habían aprendido algunos de estos lenguajes, sino que no habían aprendido algún lenguaje extranjero...La mayoría de ellos nunca habían escuchado tanto de alguno de estos lenguajes hablados, o tenido alguna idea de ellos...No hablaron ahora y entonces una palabra de alguna otra lengua, o tartamudeado algunas frases partidas, sino que hablaron cada lenguaje que hablaron como fácil, correcta, y elegantemente, como si hubiera sido su propia lengua madre:  porque cualquier cosa que fue producida por el milagro fue de la mejor clase.»

El hecho de que el gran milagro de hablar en lenguas por los apóstoles, capacitando a cada hombre para escucharlos «hablar en su propia lengua,» fue llevado a cabo, hizo que la multitud se maravillara y se confundiera.

Ningún Sonido Ininteligible

Los apóstoles predicaron el evangelio a más de 3000 personas representando al menos quince naciones diferentes, y los oían hablar cada uno en la lengua que había nacido (v.8).  Cuando ellos hablaron en lenguas, estas no eran una jerigonza, una conglomeración de sonidos ininteligibles.  Hablaron palabras que trajeron convicción a los corazones de las personas.  «Al oír esto, se compungieron de corazón» (Hch. 2:37), la palabra divina revelada.

¿Los Hombres Hablan En Lenguas Hoy Día?

Muchas personas, y no pocos líderes religiosos, se han tornado tan confusos acerca de la posibilidad de hablar en «lenguas.»  Algunos afirman hablar en «lenguas desconocidas.»

Es completamente evidente que los hombres hoy día no pueden hablar en «lenguas» como lo fue hecho en los tiempos del Nuevo Testamento.  ¿Dónde está el hombre o mujer que puede hablar quince idiomas diferentes que nunca ha escuchado o aprendido?  Sería hoy día tan sorprendente como lo fue en Pentecostés, para un hombre predicar a una audiencia de quince nacionalidades diferentes y cada hombre escuchar y entender en su propia lengua, o lenguaje, en la que nació, no obstante el hablante nunca había conocido las diferentes lenguas.  ¡Eso sería tanto un milagro como lo fue en Pentecostés!

Si hay hoy día personas que pueden hablar en «lenguas» como en aquellos tiempos del Nuevo Testamento, podría sugerir un lugar más oportuno para hacerlo así.  ¿Por qué no ir ante la Asamblea de las Naciones Unidas en Nueva York y predicar el evangelio a los representantes de las naciones del mundo?  Si uno pudiera hablar en «lenguas,» por el poder del bautismo del Espíritu Santo, podría hablar de tal manera que todo hombre de toda nación podría escuchar y entender en su propio lenguaje nativo.  El arreglo para tal reunión no es irreal.  Si puede ser encontrada una persona que pudiera hablar verdaderamente hablar en «lenguas» estoy seguro que los arreglos podrían ser hechos a causa de que estas habilidades en las comunicaciones sería tan sorprendente que las Naciones Unidas y el mundo le darían la bienvenida.  No dudo que toda estación de radio y TV en el mundo querría transmitir a tal «hablante de lenguas» sin cargo porque sería una «ejecución extraña, sorprendente y asombrosa.»  Si una persona que afirma hablar en «lenguas» diera la seguridad de su poder y habilidad para hablar en «lenguas,» y ofreciera voluntariamente sus servicios, una extensa audiencia mundial para escuchar el mensaje en su propio lengua nativa sería provista.

El Poder Por el Bautismo del Espíritu Santo

El bautismo del Espíritu Santo era la fuente del poder milagroso que capacitó a los apóstoles para hablar «en otras lenguas» (Hech. 2:2-4) - «Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.»

El antecedente de «fueron todos» y «que hablasen,» es apóstoles, así declarado en el último versículo del primer capítulo de hechos.  Los apóstoles, por tanto, fueron los que recibieron esta medida bautismal del Espíritu Santo:  «Y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen,» el texto lo declara en el versículo 4.

El Espíritu Santo se aseguró de que esa identidad no fuera equivocada:

«Y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos» - recuerde, «ellos los apóstoles - (v.3).

De este texto concluiremos que cada uno de los apóstoles, que estaba hablando «en otras lenguas,» fue identificado por la lengua «como de fuego,» que se asentó sobre su cabeza, todo lo cual hizo que la multitud que se reunió se sorprendiera.  No puede haber duda de que los apóstoles fueron los ellos que recibieron el bautismo del Espíritu Santo y los que hablaron en «lenguas» porque en el versículo 7 es dicho, «¿No son galileos todos estos que hablan?»  Los apóstoles eran todos Galileos.  Los ciento veinte discípulos, también presentes, no eran todos Galileos.

Hablaron Según el Espíritu Les Daba Que Hablasen

De este texto bajo consideración (Hch. 2:4), debemos concluir que los apóstoles  fueron «llenos del Espíritu Santo» antes de que pudieran hablar «en otras lenguas.»  Además, hablaron «según el Espíritu les daba que hablasen.»

Nuevamente cito de Benson’s Commentary, Vol. 4, página 687. «Ellos no hablaron de algún pensamiento previo, sino ‘según el Espíritu les daba que hablasen’ -  él los suministró con el tema, también como el lenguaje.»

¿Dónde está la persona hoy día a quien el Espíritu Santo ha identificado como uno para «hablar en otras lenguas» por medio de señalarlo milagrosamente con una «lengua como de fuego» asentada sobre su cabeza?  ¿Dónde están las personas hoy día que pueden hablar en «otras lenguas,» lenguajes que nunca han conocido, mensajes que nunca han conocido, «según el Espíritu les daba que hablasen»?

Debe ser concluido que los hombres no hablan en «lenguas» hoy día, como en los tiempos del Nuevo Testamento, porque los hombres no reciben la milagrosa medida bautismal del Espíritu Santo, como lo hicieron los apóstoles en los tiempos Bíblicos; tampoco son hombres divinamente guiados en la entrega de un mensaje como lo fueron los apóstoles quienes hablaron «en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.»

El Don de Lenguas

Demos más consideración a los textos refiriéndose al don de hablar en lenguas.

Acorde a Hechos 10:44-46, los Gentiles, que recibieron el don milagroso del Espíritu Santo, , «hablaban en lenguas, y magnificaban a Dios.»

En Hechos 19:6 está revelado:  «Y habiéndoles impuesto Pablo las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo; y hablaban en lenguas y profetizaban.»  Pregunta:  ¿El poder milagroso del Espíritu Santo, que lo capacitará a uno para «hablar en otras lenguas» y profetizar, ha sido impartido a cualquiera hoy día a través de la imposición de las manos de los apóstoles, especialmente ahora que los apóstoles han estado muertos por cerca de 2000 años?  Si no, ¡entonces nadie tiene el don milagroso del Espíritu Santo, a través de la imposición de las manos, para hablar en lenguas!

Diversos Géneros de Lenguas

El apóstol declaró en .1 Cor. 12:10, que habían «diversos géneros de lenguas.»  El asunto de hablar en lenguas por poder milagroso del Espíritu evidentemente incluía diferentes dones, poseídos por diferentes personas, para propósitos diferentes.  Acorde a los ejemplos en el Nuevo Testamento al menos dos propósitos primarios están revelados:  ese de la revelación divina y el de la edificación.  Parece que en algunos casos el don de «lenguas» capacitaba a uno para interpretar las «lenguas» (1 Cor. 14:26-28).  No obstante, parece que otros debían ser sus propios intérpretes (1 Cor. 14:5,13).

Mientras la iglesia del Señor crecía en los tiempos del Nuevo Testamento algunas congregaciones estaban compuestas de hombres y mujeres de diferentes nacionalidades, que poseyeron los dones milagrosos de «diversos géneros de lenguas» por un tiempo, también como otros «dones espirituales» (1 Corintios 14).  La estimación de Pablo del valor de hablar en «lenguas,» mientras la iglesia se volvía más madura, fue revelada cuando él dijo:  «Ahora pues, hermanos, si yo voy a vosotros hablando en lenguas, ¿qué os aprovechará, si no os hablare con revelación, o con ciencia, o con profecía, o con doctrina?» (1 Cor. 14:6).  El apóstol concluyó, «Doy gracias a Dios que hablo en lenguas más que todos vosotros; pero en la iglesia prefiero hablar cinco palabras con mi entendimiento, para enseñar también a otros, que diez mil palabras en lengua desconocida» (1 Cor. 14:18-19).

Hablando en Lenguas, Resucitando al Muerto, Sanando al Enfermo

Del estudio de las Escrituras es evidente que a aquellos que ejecutaron obras milagrosas del Espíritu se les prometió:

«En mi nombre echarán fuera demonios...tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán» (Marcos 16:17-18).  Pregunta:

1. Si uno puede hablar en lenguas hoy día, ¿puede «beber cosa mortífera» y no le hará daño?

2. Si uno puede recibir el bautismo del Espíritu Santo y hablar en lenguas hoy día, ¿puede él «imponer sus manos sobre los enfermos, y se sanarán» de una enfermedad incurable?

3. Si uno puede hablar en lenguas por el poder milagroso del Espíritu Santo, ¿no podría él por el mismo poder «resucitar los muertos»?

4. Si uno está apto para recibir el bautismo del Espíritu Santo y hablar «en otras lenguas,» como algunos lo hicieron en la iglesia en Corinto, ¿no sería él apto para profetizar, o hablar por revelación divina, «según el Espíritu le de que hable»?

Las Lenguas Desconocidas y el Intérprete

En .1 Cor. 14:2,22, Pablo escribió:  «Porque el que habla en lengua extraña (Versión Moderna) no habla a los hombres, sino a Dios.»  Además, el apóstol dijo, «De manera que las lenguas sirven de señal, no para los creyentes, sino para los que no creen.»  La pregunta es, ¿habrá siempre una lengua extraña?  La inferencia es que si uno habla en una lengua que no es entendida por el hombre, entonces está será una lengua extraña.  Aún cuando Dios la entendía, esta no sería de valor para los hombres.  El mero hecho de que Pablo dice que las «lenguas son por señal, no para los creyentes, sino para los que no creen,» es evidencia de que las «lenguas» eran para el beneficio del hombre.  Si para «los que no creen,» entonces hablar en lenguas no sería una lengua «extraña» hablada para Dios sin el entendimiento del hombre.

El apóstol concluyó, «Así también vosotros, si por la lengua, no diereis palabra bien comprensible, ¿cómo se entenderá lo que decís?  Porque hablaréis al aire» (1 Cor. 14:9).  Además, ¿por qué debiera haber la necesidad de un intérprete si hablando en «lenguas» no era para los hombres que debían beneficiarse de lo que escucharan?  No podemos entender plenamente el completo significado de hablar en lenguas en los tiempos del Nuevo Testamento, ya sea para convertir al pecador, o para edificar la iglesia, ¡pero dos cosas son ciertas!  Una:  hablar en lenguas fue hecho por poder directo y milagroso del Espíritu Santo.  Dos:  el hablar en lenguas era definitivamente para el beneficio del hombre quien inteligentemente entendió lo que fue dicho.  Hablar en lenguas fue una asociación milagrosa con la revelación divina.

¿Hablando en Lenguas Para Dios o el Hombre?

¿Estaban dirigidos los mensajes de aquellos que hablaron en «lenguas» en los tiempos del Nuevo Testamento a Dios o al hombre?  Algunas personas, que afirman hablar en lenguas, afirman que hablar en lenguas en los tiempos del Nuevo Testamento era un asunto de hablar a Dios y no al hombre.  Este argumento es ofrecido como prueba de que los hombres hablan en «lenguas» hoy día.  Es obvio que nadie entiende a aquellos que declaran hablar en «lenguas,» y, acorde al argumento de ellos, nadie está supuesto a entender por qué ellos están hablando a Dios y no al hombre.  Consideremos el asunto.

La declaración del apóstol, «no habla a los hombres» (v.2), indica que el hablar no era entendido por los hombres, no que no estaba determinado para ser entendido por los hombres.  El contexto refuta completamente la idea de que «hablar en lenguas» estaba dirigido para Dios y no para el hombre.  Pablo ciertamente declara que el propósito primario de las «lenguas» era para el beneficio de los «incrédulos» (v.22).

La declaración del apóstol de que el hablar era «sino a Dios» simplemente indicó que tal «hablar en lenguas,» bajo aquellas circunstancias, serían entendidas únicamente por Dios y no por el hombre.  Acorde a Pablo esto refutaría el propósito de hablar en «lenguas.»

El apóstol concluyó, «Así también vosotros, si por la lengua no diereis palabra bien comprensible, ¿cómo se entenderá lo que decís?  Porque hablaréis al aire» (1 Cor. 14:9).

Hablar en lenguas, fuera a Dios o al hombre, era un don milagroso, fuera por el poder de la medida bautismal del Espíritu Santo, como en Hechos, capítulo 2, o por la imposición de las manos de los apóstoles, como en Hechos, capítulo 8, o el capítulo 19.  En .1 Cor. 12:7-10, Pablo definidamente declaro que estas administraciones milagrosas del Espíritu incluyeron la palabra de sabiduría, los dones de sanidades, el hacer milagros, profecía, discernimiento de espíritus, hablar en lenguas, y la interpretación de lenguas.  Si las lenguas continúan hoy día, entonces los milagros ciertamente no han cesado y estas otras administraciones milagrosas del Espíritu deben estar en evidencia exactamente tanto como el hablar en lenguas.  ¿Dónde está la persona que definidamente tiene sabiduría sobrenatural, que recibe revelaciones divinas de Dios en el cielo?  Si tal persona pudiera ser encontrada, entonces los hombres inspirados de Dios falsificaron cuando declararon que el evangelio de Cristo, la palabra de Dios, es la revelación completa y final de Dios para el hombre.

El apóstol escribió:  «Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente.  No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo» (Gál. 1:6-8).

¿Dónde está la persona con los dones de sanidad, que pueda sanar una enfermedad incurable, limpiar los leprosos, y levantar los muertos?  Donde quiera que usted encuentre personas que puedan sanar enfermedades incurables, levantar muertos, y hablar por revelación divina, como en los tiempos del Nuevo Testamento, usted también podrá encontrar a aquellos que puedan hablar en lenguas.  Si encuentra a uno, encontrará al otro.  La declaración de que las lenguas están dirigidas a Dios, antes que al hombre, y de que usted no puede entenderlas, no harán diferencia.  Si usted no podía entender las lenguas de ellos, podrá ciertamente entender y ser convencido si ellos verdaderamente sanaron un cuerpo enfermo con lepra, o resucitar a una persona de la muerte.  Usted tampoco lo encontrará por que los milagros han cesado.

Las Lenguas Por Señal   

Demos más consideración a los textos referentes al don de hablar en lenguas.  En .1 Cor. 14:22, el apóstol dijo que «las lenguas son por señal, no a los creyentes, sino a los incrédulos.»

Acorde a Hechos 10:44-46, los Gentiles, que recibieron el don milagroso del Espíritu Santo, «hablaban en lenguas y magnificaban a Dios.»

Los hermanos Judíos, que acompañaron a Pedro, «...se quedaron atónitos...porque los oían...» y entendían, así como las personas en Pentecostés escucharon y entendieron lo que los apóstoles hablaban en lenguas (Hch. 10:23,44-46; Hch. 2:6-11).  Si no hubieran entendido, ¿cómo pudieron haber sabido que aquellos hablando en lenguas estaban hablando de «las maravillas de Dios» y «magnificaban a Dios»?  El hablar de ellos en lenguas, lenguajes desconocidos para el hablante, pero entendidos en los lenguajes nativos de los oyentes, era una señal para confirmar la Palabra de Dios (1 Cor. 14:22; Heb. 2:3-4).  Dios «daba testimonio a la palabra de su gracia, concediendo que se hiciesen por las manos de ellos señales y prodigios» (Hch. 14:3; Juan 20:30-31; Marcos 16:17-20).

Las Lenguas No Para La Devoción Personal

Las señales milagrosas incluyendo las «lenguas,» no eran para el beneficio de aquellos que tenían los dones, sino para los incrédulos y los oyentes.  Si todos pudieran tener el don milagroso de las lenguas, entonces todos debieran buscar el don milagroso de la profecía, el don sobrenatural de la sabiduría, que Pablo declaró que era más grande que las lenguas (1 Cor. 14:5).  ¿Por qué estar contento con un don menor e ignorar el don más grande?  Además, si alguien buscara el don de «lenguas» para su propia devoción, inspiración y edificación personal, al mismo tiempo debería buscar el don milagroso de la «interpretación,» porque sin este don, las palabras en una lengua serían inservibles comparadas a las palabras entendidas — ¡diez mil a cinco! (1 Cor. 14:5,13-19).

Si el don de lenguas era para el beneficio personal de un individuo y de su relación con Dios, entonces no habría uso para el don de interpretación.  En los tiempos del Nuevo Testamento las personas que hablaban en lenguas eran individuos de circunstancias especiales, quienes por el poder milagroso directo del Espíritu Santo, hablaron para el beneficio de los demás y no de ellos mismos.

El Evangelio de Una Vez Por Todas

El lenguaje inspirado de Judas es prueba de la cesación de los milagros.  El declaró, «Amados, por la gran solicitud que tenía de escribiros acerca de nuestra común salvación, me he visto en la necesidad de escribiros, exhortándoos a que contendáis ardientemente por la fe que ha sido transmitida a los santos de una vez por todas» (Judas 3, Reina-Valera, 1977).

Ciertamente no puede haber duda acerca de la afirmación en este texto, de la completa revelación de la voluntad de Dios.  La teoría de la revelación adicional progresiva está condenada, más allá de la duda, y Pablo añade a eso que la maldición del Dios todopoderoso reposa sobre todo aquel que pervierta, añade, o quite de la palabra de Dios (Gál. 1:7-9).  Hubo un período de revelaciones para los santos y aquellas revelaciones fueron confirmadas por medio de las señales y milagros ejecutados por los santos, pero los milagros no son necesarios ni son ejecutados hoy día.  Judas exhorta que debemos contender «ardientemente» por la «fe que ha sido transmitida a los santos de una vez por todas,» queriendo decir que la fe del evangelio fue una vez y para todo el tiempo dada a los santos.

Un Camino Más Excelente

Estas obras milagrosas del Espíritu Santo nunca fueron designadas para ser permanentes en la iglesia.  Fueron dadas en la infancia de la iglesia para durar hasta que «venga lo perfecto.»  Habiendo amonestado a los Corintios a anhelar los «dones mejores,» Pablo añadió, «...Mas yo os muestro un camino aun más excelente» (1 Cor. 12:31).  De todos los dones en la iglesia en Corinto, algunos se «acabarían» y algunos permanecerían.  El apóstol hace las comparaciones en estas palabras:  «Si yo hablase en lenguas humanas y angélicas,» sin duda, refiriéndose a los «diversos géneros de lenguas» del capítulo 12:10, «y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe.  Y si tuviese profecía;» sin duda, la fe milagrosa del capítulo 12:9, «de tal manera que trasladase montes, y no tengo amor, nada soy» (1 Cor. 13:1-3).

En estos versículos el apóstol da una evaluación del valor del amor sobre los dones milagrosos.  Debe haber una razón.  Los dones del Espíritu eran transitorios; se «acabarían.»  El amor era superior en contraste a los dones milagrosos que no son permanentes, incluyendo los «diversos géneros de lenguas,» porque el amor «permanece» para siempre.

Los Milagros — Tiempo Limitado — Cesaron

Es un hecho incontrovertible, revelado en las Escrituras, que los dones milagrosos del Espíritu debían cesar.  Pablo declaró, «El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará.  Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos; mas cuando venga lo perfecto, entonces lo que es en parte se acabará» (1 Cor. 13:8-10).  El apóstol enfáticamente declaró, «se acabarán,» «cesarán,» «acabará Las profecías, las lenguas, y la ciencia (la sabiduría sobrenatural, por supuesto) todas cesarían al mismo tiempo.  ¡Han cesado!

Crecimiento Completo  — Los Milagros No Necesarios

Con el acabamiento de la revelación del evangelio, la iglesia había crecido de la niñez a la madurez.  Pablo ilustró este hecho por medio de comparar la niñez con la madurez (1 Cor. 13:11).  De la niñez a la madurez, la profecía y la ciencia sobrenatural eran fragmentarias e imperfectas, por tanto, el acompañamiento infantil de los dones de los milagros, las lenguas, y la palabra de sabiduría.  Ellos fueron dados únicamente en parte.  Ahora que la consecución de «cuando venga lo perfecto,» eso que «es en parte» se «acabará

El apóstol Pablo, además, describió la duración del período milagroso de la iglesia y el propósito de los dones espirituales, incluyendo el hablar en lenguas, en Efesios 4:11-14.

Declaró: «Hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo.»  La iglesia está ahora completamente crecida, habiendo obtenido la «unidad de la fe» — ahora un «varón perfecto.»        

Al tiempo de la escritura de Santiago 5:14-15, la sanidad era practicada, en el año 60 D.C.  En el 64 D.C., Pablo recomendó la medicina para Timoteo.  En el 65 D.C., Pablo dejó a Trófimo enfermo en Mileto.  Los milagros llegaron a un fin.  No tenemos registro de algún milagro o sanidad, tal como hablar en lenguas, siguiendo a la destrucción de Jerusalén en el 70 D.C.

Los libros del Nuevo Testamento escritos después de la destrucción de Jerusalén incluyen .1 Jn, .2 Juan, 3 Juan, escritos en el año 96 D.C.  No hay registro de milagros y dones espirituales siendo practicados o ejecutados en la iglesia en estas epístolas.  No puede haber duda acerca de esto.  Los milagros, que habían sido dados para confirmar la palabra de Dios, ya habían cesado.  Parece evidente que los milagros se habían vuelto limitados, o aun, habían cesado, durante el tiempo de vida de aquellos que ejecutaron milagros, como está señalado en el caso de la recomendación de Pablo de medicina para Timoteo, y, el hecho de que dejó a Trófimo, su compañero de viaje, enfermo en Mileto.  Sin temor de una afortunada contradicción, podríamos concluir que después de la muerte del último apóstol y la muerte de la última persona sobre quien un apóstol había impuesto sus manos, nunca ha habido otro milagro ejecutado, a través del instrumento hombre, sobre esta tierra.

Con la revelación del evangelio completa, establecida, y confirmada su validez perpetua, debe ser aceptado sin adiciones o sustracciones:

«Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra» (2 Tim. 3:16-17).

«Cualquiera que se extravía, y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios; el que persevera en la doctrina de Cristo, ése si tiene al Padre y al Hijo» (2 Juan 9).

Cuando los hombres afirman hablar en lenguas, por el poder del Espíritu Santo, ¡tal cosa es una negación del poder y validez del evangelio!  ¡No hay otro evangelio!  Pervertir el evangelio, o predicar otro evangelio, aunque se afirme ser revelado del cielo, es estar maldecido por Dios.  El apóstol inspirado concluyó:  «Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema» (Gál. 1:6-9).

«CESARAN LAS LENGUAS»

Antes de Su ascensión a los cielos Jesús prometió a los apóstoles el poder para obrar ciertas señales milagrosas.  Entre estas señales estaba el don de hablar en lenguas, Marcos 16:17-20.  Más tarde, después de que los apóstoles habían empezado a predicar el evangelio, este don también fue conferido por ellos sobre algunos a quienes se habían convertido a Cristo, Hechos 19:1-6; .1 Cor. 12:8-11.

Aunque la verdadera naturaleza de hablar en lenguas ha sido a menudo confundida y tergiversada en las mentes de muchos la idea misma la tiene sin embargo, y quizás a causa de la tergiversación, tuvo gran fascinación para ellos.  Tradicionalmente, esto ha sido siempre verdad de las varias iglesias Santas.  No obstante, en los pasados pocos años aún los denominaciones más serias, y convencionales  han experimentado a aquellos en su número que declaran hablar en lenguas.   Y ahora esta fascinación por la «glossolalia» ha infatuado a algunos dentro de la iglesia de Cristo.  En reportes plegados son escuchados hermanos en lugares influyentes enseñando que el don de hablar en lenguas aún existe y que debería ser practicado en las reuniones de la iglesia local.  Generalmente, estos reportes vienen de aquellos que por varios años han tratado de decirnos que no hay patrón divino para la obra y organización de la iglesia los cuales por implicación también suponen un «no patrón Bíblico» para la adoración de la iglesia.  En efecto, estos hermanos a menudo han dicho que la iglesia puede hacer muchas cosas sin autoridad Bíblica.  Con más de una década de esta clase de enseñanza no es de maravillarse que ahora estemos contemplando una generación que no sólo no siente necesidad por acatar la enseñanza de la Biblia en la obra y organización de la iglesia, sino en su adoración también.  ¿Y por qué?  Al menos estos jóvenes liberales son más consecuentes en su aplicación de tal enseñanza que algunos de sus ahora alarmados ancianos que hicieron la enseñanza pero ahora están temerosos de ir por toda la ruta.

Si un nudo común es discernible entre los mismos diferentes grupos mencionados arriba es su rechazo de la Biblia como una guía obligatoria, es toda suficiente en los asuntos religiosos.  Los grupos de Santidad manifiestan esta actitud en su insistencia sobre  una operación especial del Espíritu en guiar a los hombres separadamente y aparte de la Biblia.  Los grupos sectarios convencionales manifiestan esto en su confianza sobre credos y manuales de autoría humana en adición a la Biblia.  Y miembros liberales dentro de la iglesia de Cristo manifiestan la misma actitud cuando dicen que la iglesia puede, y debe,  hacer muchas cosas sin la autorización Bíblica.  Para estar seguros, hay solapados entre algunos de estos grupos dentro de estas categorías, pero todos ellos comparten la mismas actitudes básicas hacia la Biblia.  Por lo tanto, están buscando algunos medios de comunicación con Dios más allá de la Biblia y hablando en lenguas parece apelar a ellos como uno de tales medios.

Con el debido respeto a la aparente sinceridad de estos modernos habladores en lenguas de hoy día tal distorsión de la verdad no obstante señala una urgente necesidad de estudiar lo que la Palabra de Dios dice acerca del uso de este don.  Es también bueno recordar que la verdad de la Palabra de Dios es el punto en el que una persona sinceramente equivocada entrega una de dos cosas; ya sea su error o su sinceridad.

Lenguas Nacionales Establecidas

Las así llamadas lenguas escuchadas hoy día son en realidad únicamente fluidos estáticos de sonidos ininteligibles.  En un término más claro son simplemente jerigonzas.

En el Nuevo Testamento hay dos palabras que se traducen «lenguas» o «lengua» con referencia al don milagroso.  Una definición de estas palabras es una gran ayuda para obtener un entendimiento de la naturaleza de este don.  La primera es «glossa».  Su significado, acorde a W.E. Vine, es triple, como sigue:  «(1) las ‘lenguas  . . .  como de fuego, Hch. 2:3, que aparecieron en Pentecostés; (2) la lengua, como órgano del habla,...(3) (a) un lenguaje... (b) el don sobrenatural de hablar en otro lenguaje sin haberlo aprendido...»  (Diccionario Expositivo de las Palabras del Nuevo Testamento, por W.E. Vine, Vol. 2, pág. 304).  La segunda palabra es «dialektos» que acorde a la misma autoridad significa «lenguaje.»  Por tanto, el don de lenguas en el Nuevo Testamento fue simplemente el poder divinamente dado para hablar un lenguaje desconocido por el aprendizaje natural para el hablante pero que era nativo, o al menos entendible, al oyente.  En otras palabras una lengua no era el simple fluido estático de sonidos, sino un lenguaje nacional establecido.

Por favor note los siguientes textos que permanecen como prueba para esta conclusión:

1. Hechos 2:1-11.  El ambiente de este texto es el día de fiesta Judío conocido como Pentecostés.  En este día el Espíritu Santo vino sobre los apóstoles como Jesús lo había prometido.  Por tanto, «...fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen» (Hechos 2:4).  Acorde al versículo 5 había judíos de todas las naciones presentes en Jerusalén que se juntaron para ver la manifestación de la venida del Espíritu sobre los apóstoles y escucharlos hablar en lenguas.  ¿Qué oyeron estos judíos? ¿Simples jerigonzas? ¿O murmullos ininteligibles? ¿O chillidos histéricos?  ¡Ciertamente no!  El versículo 6 dice «...cada uno les oía hablar en su propia lengua.»  En el versículo 8 estos confusos Judíos preguntaron, «¿Cómo, pues, les oímos nosotros hablar a cada uno en nuestra lengua en la que hemos nacido?»  Y en el versículo 11, después de una enumeración de todos los dialectos nacionales representados, dice «...les oímos hablar en nuestras lenguas las maravillas de Dios.»  Claramente, las lenguas del Nuevo Testamento eran idiomas nacionales establecidos.

2. -1 Corintios 12:10.  Esta conclusión es además fortalecida por el hecho de que las lenguas usadas en las reuniones de las tempranas iglesias eran aptas de interpretación.  El texto dice que el Espíritu dio a algunos el don de diversos géneros de lenguas, y a otros la interpretación de las lenguas.  El uso de este don, entonces, no era una catarsis emocional ni una exhibición de éxtasis espiritual, sino una expresión verbal de la palabra de Dios en un lenguaje conocido para algunos de los oyentes e interpretable para aquellos que no lo conocían.

3. 1 Corintios 14:1-19,28.  En los versículos 1-5 de esta lectura Pablo muestra la superioridad del don de profecía en cuanto al de hablar en lenguas.  Dijo, «Seguid el amor; y procurad los dones espirituales, pero sobre todo que profeticéis.  Porque el que habla en lenguas no habla a los hombres, sino a Dios; pues nadie le entiende...» (1 Cor. 14:1-2).  En vista de que tal hombre estaría hablando en una lengua desconocida para sus oyentes no edificaría a nadie sino a él mismo y no habría propósito para su hablar.  No obstante, el don de profecía servía para edificar a todos (v.4) lo que hizo que Pablo dijera «...porque mayor es el que profetiza que el que habla en lenguas, a no ser que las interprete para que la iglesia reciba edificación» (v.5).

En efecto Pablo señala que hablar en una lengua desconocida era absolutamente inútil a no ser que se interpretara.  Le preguntó a los Corintios, «Ahora pues, hermanos, si yo voy a vosotros hablando en lenguas, ¿qué os aprovechará, si no os hablare con revelación, o con ciencia, o con profecía, o con doctrina?» (v.6).  En el versículo 7 dice que aún los sonidos de la flauta o la cítara son ininteligibles a menos que el significado de los sonidos sean hechos claros para los oyentes.  (Nadie en esta generación de canto de rock and roll necesitará ser convencido de este punto).  El ilustra esto por medio de la trompeta que es tocada para instruirle a los soldados en cuanto a lo que es esperado de ellos, pero que es de inutilidad y de confusión si el sonido es incierto (v.8).  Luego dice, «Así también vosotros, si por la lengua no diereis palabra bien comprensible, ¿cómo se entenderá lo que decís?  Porque hablaréis al aire» (v.9).

No sólo el hablar en lenguas era inútil sin la interpretación sino que también estaba prohibido.  En el versículo 10 Pablo dice que hay muchas clases de idiomas en el mundo y ninguno de ellos carece de significado.  Por tanto, el hombre que habla en un idioma (lengua) que es desconocido para su oyente es como un extranjero y es como extranjero para él (v.11).  «Por lo cual,» le mandó a la iglesia en Corinto «el que habla en lengua extraña, pida en oración poder interpretarla» (v.13).  La necesidad de interpretación es vista en el hecho de que el hombre que oraba o cantaba en un lenguaje desconocido envolvía su propio espíritu pero no proveía ningún entendimiento para aquellos que lo escuchaban, de esta manera fracasando en edificarlos, (v.14-19).  Por consiguiente, aquellos que estaban dotados con lenguas se les mandó explícitamente a guardar silencio en la iglesia a no ser que uno pudiera interpretar lo que estaba siendo presentado (v.28).

De esta manera es abundantemente claro que las lenguas del Nuevo Testamento eran idiomas nacionales establecidos, capaces de instruir en la Palabra de Dios a aquellos que lo entendían, y la habilidad de la interpretación para aquellos que no lo entendían.

El Uso de las Lenguas Regulado

Una característica común de casi todas las asambleas modernas donde el uso de lenguas es defendido, es la del desorden y la confusión.  Las personas hablan, o más acertadamente hacen sonidos, sin restricción para con ellos mismos ni consideración por los demás en la asamblea.  Aun si lo que ellos pronuncian fuera un lenguaje inteligible sería imposible para los oyentes entenderlo en vista de que a menudo hay muchos intentando hablar al mismo tiempo.

Tales escenas como aquellas establecidas por los hablantes modernos de lenguas son un marcado contraste para el uso del don de lenguas en las reuniones de las iglesias del 1er siglo como la instrucción de Pablo a la iglesia en Corinto lo atestigua.  «¿Qué hay, pues hermanos?  Cuando os reunís, cada uno de vosotros tiene salmo, tiene doctrina, tiene lengua, tiene revelación, tiene interpretación.  Hágase todo para edificación.  Si habla alguno en lengua extraña, sea esto por dos, o a lo más tres, y por turno, y uno interprete.  Y si no hay intérprete, calle en la iglesia, y hable para sí mismo y para Dios» (1 Cor. 14:26-28).  De esta lectura es evidente que el uso de las lenguas en el 1er  siglo estaba cuidadosamente regulada por el mandamiento apostólico.

Primero, no habían más de dos, o a lo más tres, que hablaron en lenguas, en una dada reunión.

Segundo, cada uno de los que hablaba debía hacerlo «por turno.»  Eso es, los oradores deben hablar uno a la vez como es necesario en cualquier grupo donde es esperado del orador que imparta conocimiento a sus oyentes.

Tercero, el don de lenguas debía ser usado únicamente con la interpretación para aquellos que no entendían el lenguaje que se estaba hablando.

Y cuarto, si no había intérprete presente, aquel con el don de lenguas debía guardar silencio en la iglesia.

Nuevamente, es evidente que el uso de las lenguas en las iglesias del Nuevo Testamento no era una práctica desenfrenada, una experiencia de éxtasis auto-gratificante, sino la de impartir conocimiento a un hombre en su propio idioma aun cuando no era natural y desconocido para el hablante.

Una Señal Para Los Incrédulos

La mayoría de las personas hoy día contemplan el uso de lo que se han agradado en llamar lenguas como evidencia de que el hablante está «sintonizado» con el cielo y tiene una bienaventurada comunión con Dios.  En efecto, los hablantes de las lenguas modernas son notablemente similares a los recientes sicodélicos del día y su uso del LSD.  Los «hippies» usan esta droga alucinógena para liberar sus emociones y de esta manera «darse un viaje» a un mundo extraño y fantástico.  En una forma los hablantes en lenguas usan el mismo poder auto-impuesto de la sugestión para obrarse a sí mismo dentro de un estado de histeria o quizás de trance y de esta manera llevar a cabo la misma cosa.

No obstante, el don de lenguas en el Nuevo Testamento sirvió al propósito específico de convencer al incrédulo que el que le hablaba le estaba hablando la Palabra de Dios.  Recuerde que las escrituras del Nuevo Testamento no estaban aún reveladas en el comienzo del evangelio y que sus predicadores no podían probar su predicación de la palabra escrita.  Por consiguiente, Dios habilitó a estos predicadores del 1er siglo con dones milagrosos del Espíritu, algunos de los cuales sirvieron como credenciales de prueba de que el portador era enviado de Dios y algunos de los cuales, tales como el don de profecía, sirvieron para proveer la revelación de la voluntad de Dios.  Para el propósito de este artículo examinemos los siguientes textos que muestran que las lenguas sirvieron al propósito anterior, eso es, como credencial milagrosa probando que el hablante era enviado de Dios.

1. Marcos 16:15-20.  Los versículos 15-16 contienen la comisión de Jesús a los apóstoles de predicar el evangelio a todo el mundo prometiendo que aquellos que crean y sean bautizados serán salvos.  ¿Pero cómo sería convencido el mundo de que estos predicadores sin escuela e inexpertos sabían lo que ellos estaban hablando?  Para llevar a cabo ese propósito Jesús les prometió el poder para arrojar demonios, hablar en nuevas lenguas, tomar en las manos serpientes, beber algo mortífero, imponer las manos sobre los enfermos que ciertamente se recuperarían.  (Incidentalmente, los modernos defensores de hablar en lenguas teniendo dones milagrosos serían mucho más convincentes si trataran de obrar todos los milagros que Jesús prometió incluyendo ese de beber algo mortífero sin hacerle daño).  Finalmente, el versículo 20 enfatiza el propósito de estos dones diciendo, «Y ellos, saliendo, predicaron en todas partes, ayudándoles el Señor y confirmando la palabra con las señales que la seguían.»  Por la declaración expresa de Jesús, entonces, las lenguas eran una señal confirmatoria de la palabra hablada.

2. 1 Corintios 14:22-24.  «Así que, las lenguas son por señal, no a los creyentes, sino a los incrédulos; pero la profecía, no a los incrédulos, sino a los creyentes.  Si, pues, toda la iglesia se reúne en un solo lugar, y todos hablan en lenguas, y entran indoctos o incrédulos, ¿no dirán que estáis locos?  Pero si todos profetizan, y entra algún incrédulo o indocto, por todos es convencido, por todos es juzgado.»

Ciertamente, si un incrédulo hubiera entrado a una asamblea de Cristianos y los encontrara jerigozeando los unos a los otros en lenguas no entenderían sino que pensarían, como dijo Pablo, que están locos.  Sin embargo, habiendo un incrédulo que hablara una lengua extranjera en una reunión y encontrara a un hombre que no hablara su idioma, pero que fue milagrosamente dotado para hacerlo así, esta habría sido una prueba convincente de que este hombre era guiado y que lo que dijo fue por el poder divino.

3. Hechos 2:1-11.  En este texto encontramos una demostración de los hechos declarados arriba.  Por vez primera los apóstoles iban a predicar el evangelio bajo la comisión declarada en Marcos 16:15-16.  La multitud presente en ese día eran Judíos y sin duda hablaban Hebreo.  No obstante, muchos de ellos eran Judíos nacidos en el extranjero de toda nación y hablaban también la lengua de la nación en que nacieron.  En ese día el Espíritu cayó sobre los apóstoles y los facultó para llevar a cabo la comisión de Cristo.  Pero estos apóstoles eran simples hombres, Judíos sin importancia de las provincias menos importantes de Galilea.  ¿Cómo sería convencida esta multitud de que ellos fueron enviados por Dios y hablaban la palabra de Dios?  El versículo 4 dice que los apóstoles, siendo llenos con el Espíritu Santo, hablaron en otras lenguas.  Los versículos 6-7, y 11 dice que aquellos de la multitud que los escucharon se confundieron y se maravillaban porque escuchaban a los Galileos hablar en su propio idioma nativo.  Y el resto de los apóstoles, Pedro en particular, usó la cautivación de esta multitud con este terrible despliegue de poder divino para predicarles el evangelio de Cristo.

Claramente, entonces, las lenguas, fueron por señal al incrédulo para convencerle de que el que hablaba era enviado de Dios.

«...y Cesarán las Lenguas...»

Aunque muchos hoy día declaran tener poderes milagrosos, y a pesar del hecho de que muchas personas sinceras son engañadas por tales pretensores, los dones milagrosos del 1er siglo nunca fueron destinados para ser un rasgo del Cristianismo.  Al contrario, estos dones fueron designados para revelar el Nuevo Testamento al mundo, y confirmar que aquellos hombres a través de quienes la palabra fue revelada hablaban la verdad.  Una vez que el Nuevo Testamento fue entregado al mundo sus escritos debían permanecer como la revelación completa de la salvación en Cristo y que por cuya fe está para ser producida en los corazones de los hombres.  De los milagros de Jesús, Juan escribió, «Hizo además Jesús muchas otras señales en presencia de sus discípulos, las cuales no están escritas en este libro.  Pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre» (Juan 20:30-31).

Esta conclusión está expresamente declarada, y es, por tanto, ciertamente verdad, con respecto al don de hablar en lenguas.  En .1 Corintios 13:8 Pablo específicamente nombre tres dones (ciertamente representativos de todos los dones milagrosos) los cuales eventualmente se acabarían.  De las lenguas claramente dijo, «...cesarán...»  Luego en los versículos .1 Cor. 13:9-13 dio esta explicación.  «Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos; mas cuando venga lo perfecto, entonces lo que es en parte se acabará.  Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; mas cuando ya fui hombre, déjelo que era de niño.  Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara.  Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido.  Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor.»

En otras palabras, cuando el Nuevo Testamento estaba siendo revelado en el 1er siglo sus varios profetas estaban dando varias partes y por tanto cada uno habló »en parte.»  Sin embargo, cuando todo fue revelado las medidas parciales necesarias para su revelación, incluyendo los dones milagrosos como el hablar en lenguas y la profecía, se acabaron.  Esto es lo que se quiere decir por la declaración, «Mas cuando venga lo perfecto (el Nuevo Testamento completo), entonces lo que es en parte (los dones milagrosos) se acabará.»  En el versículo 11 Pablo ilustró estos hechos por medio de su propia niñez cuando necesitaba ser tratado como un niño, pero dijo que cuando logró la madurez dejó las cosas de niño.  Aun así, con la revelación del evangelio.  En su niñez necesitó la ayuda extra de los dones milagrosos, pero cuando hubo crecido completamente, o fue revelado completamente, estas cosas de su niñez no se necesitaron ya más.

Nuevamente Pablo ilustra esta relación entre los dones milagrosos y la revelación del evangelio por medio de la idea de mirar en un espejo y ver sólo el reflejo de una parte de uno mismo.  No obstante, él señaló, que cuando la revelación estuviera completa, entonces el hombre tendría completo acceso al conocimiento pleno de Dios así como un hombre que es visto y conocido completamente por aquellos que lo observan.  De esta manera, cuando el evangelio fuera revelado completamente los milagros que ayudaron a traerlo a la existencia no continuaron siendo necesarios y por tanto se acabaron.

El Nuevo Testamento no deja duda de que su revelación está completa.  Es llamada la perfecta ley, la de la libertad, (Sant. 1:25; la fe una vez dada (Judas 3); eso en que tenemos todo lo que pertenece a la vida y a la piedad (2 Ped. 1-3); y eso en que nuestra comunión y gozo con el Señor es hecho total, o completo (1 Jn 1:1-4).  Por tanto, en vista de que los dones milagrosos se acabaron cuando el evangelio fue revelado completamente, y en vista de que el Nuevo Testamento no deja duda en cuanto al hecho de que la revelación fue completa durante el 1er siglo D.C., debe ser concluido ahora, diecinueve siglos más tarde, que estos dones no continúan existiendo en el mundo.  Y en vista de que las lenguas estaban entre estos dones, además también puede ser concluido, de que la declaración de Pablo de 1 Corintios 13 se ha cumplido, que las lenguas han cesado.

LA SANIDAD DIVINA MILAGROSA

Nuestra pregunta para este estudio es esta:  ¿El don de sanidad que estaba entre los dones espirituales de la era del Nuevo Testamento ha continuado hasta esta época?  ¿Está Dios sanando milagrosamente ahora como lo hizo en la época del Nuevo Testamento?  ¿Hay hombres hoy día sobre quienes Dios ha conferido el «don de sanidad» como fue conferido en la época del Nuevo Testamento y mencionado por Pablo en 1 Cor. 12:9?  En este pasaje de la escritura los dones fueron conferidos sobre los primeros Cristianos  por el poder del Espíritu Santo y ejercidos a través de ellos.  Aun cuando había «diversidad de dones» (v.4), todos ellos eran obrados por el mismo Espíritu.  Mencionados en este pasaje están los dones de:  (1) sabiduría, (2) ciencia, (3) fe, (4) sanidades, (5) hacer milagros, (6) profecía, (7) discernimiento de espíritus, (8) lenguas, (9) interpretación de lenguas.  Usted notará que los «dones de sanidades» son sino uno de los poderes milagrosos especiales dados por el Espíritu Santo.  ¿Está este don existiendo ahora y están los hombres ejercitando tal poder ahora por la voluntad de Dios?

Será imposible arribar a una correcta concepción de lo que la Biblia enseña sobre este tema sin primero llegar a una correcta concepción de la enseñanza de la Biblia sobre el tema del Espíritu Santo, Su misión, y Su obra.

El Espíritu Santo es una Persona

La Biblia enseña que el Espíritu Santo es una persona.  Al Espíritu Santo le es atribuido por las escrituras: vida, pensamiento, voluntad, acción, individualidad, carácter, e influencia.  Cualquier cosa que sea atribuida a la personalidad de Dios y de Cristo es también afirmada del Espíritu Santo.  En el Antiguo Testamento Jehová era una pluralidad de personas.

Génesis 1:26, «Entonces dijo Dios:  Hagamos al nombre a nuestra imagen.»

Génesis 3:22, «Y dijo Jehová Dios:  He aquí el hombre es como uno de nosotros.»

En la obra de la creación estuvo presente el Espíritu Santo.

Génesis 1:2, «Y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas.»

En el Nuevo Testamento Jehová es revelado como Dios, el Padre, Dios, el Hijo, y Dios, el Espíritu Santo.  De todos los tres se habla en igualdad.

Mateo 28:19, «Por tanto, id, y hacer discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.»

Romanos 15:30, «Pero os ruego, hermanos, por nuestro Señor Jesucristo y por el amor del Espíritu, que me ayudéis orando por mí a Dios.»

2 Corintios 13:14, «La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros.  Amén.»

Las escrituras del Nuevo Testamento atribuyen personalidad al Espíritu Santo.  Pablo declara en .1 Tim. 4:1 que el Espíritu «habla.»  Jesús dijo que cuando el Espíritu venga «dará testimonio» (Juan 15:26).  Pablo dice que el Espíritu Santo «nos ayuda en nuestra debilidad» e «intercede» por nosotros (Rom. 8:26).  Todo esto evidencia que el Espíritu Santo es una persona, exactamente como Dios es una persona y Cristo es una persona.  El Espíritu es la tercera persona en una Deidad trina revelada a nosotros en el Nuevo Testamento.

La Obra del Espíritu en la Redención        

Las mismas escrituras nos enseñan que el Espíritu Santo en la redención de la humanidad es la obra de la revelación divina.  Dios originó, Cristo procuró, el Espíritu reveló.  Cuando Jesús seleccionó, enseñó, y entrenó a Sus apóstoles para ser Sus embajadores entre las naciones de la tierra, les prometió el Espíritu Santo para guiarlos en su obra de hacer conocido Sus decretos divinos.  Aquellas promesas están registradas para nosotros en:

Juan 14:16 - «Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre:  el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará con vosotros.»

Juan 14:26 - «Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas y os recordará todo lo que yo os he dicho.»

Juan 16:7 - «Pero yo os digo la verdad:  Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuere, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré.  Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio.  De pecado, por cuanto no creen en mí; de justicia, por cuanto voy al Padre, y no me veréis más; y de juicio, por cuanto el príncipe de este mundo ha sido ya juzgado.  Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis sobrellevar.  Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir.»

Las mismas palabras en que Jesús describe la misión del Espíritu Santo en estas promesas identificó que Su obra en la redención es esa de la revelación.  Nótelas:  «enseñar,» «recordar,» «convencer,» «guiar,» «hablar,» «hacer saber.»  Esto removerá la idea de que la obra del Espíritu Santo es misteriosa.

La promesa de que el Espíritu vendría sobre los apóstoles para guiarlos y traerles  remembranza fue cumplido en el primer Pentecostés después de la resurrección de Jesús de entre los muertos.  El registro de este cumplimiento es encontrado en los capítulos uno y dos del libro de Hechos de los Apóstoles.  En el primer capítulo leemos de la historia de la ascensión de Jesús de regreso al Dios del cielo.  El había comisionado a los apóstoles a predicar el arrepentimiento y el perdón de los pecados en Su nombre comenzando en Jerusalén pero les había instruido para que esperaran en la ciudad de Jerusalén por la venida del Espíritu Santo.  Mientras esperaban seleccionaron a Matías para tomar el lugar de Judas.  El último versículo del capítulo uno dice, «y fue contado con los once apóstoles.»  Continuando la lectura en el capítulo dos el registro dice, «Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos.  Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados; y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos.  Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.»  Este fue el cumplimiento para los apóstoles de Cristo de la promesa que les hizo de otro Consolador para guiarlos a toda la verdad y de permanecer con ellos cuando él se hubiera ido.  El Espíritu fue prometido a los apóstoles y el Espíritu cayó sobre ellos como el lenguaje del pasaje lo mostrará.  Unicamente aquellos sobre quienes el Espíritu cayó hablaban y únicamente hablaron aquellos sobre quienes vino el Espíritu.  «Y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.»  El versículo 14 nos dice que, «Pedro, poniéndose en pie con los once, alzó la voz.»  Luego siguió el primer sermón del evangelio convenciendo a los Judíos de la crucifixión del Hijo de Dios.  De esta manera empezó la predicación del arrepentimiento y el perdón de los pecados en al nombre de Jesús bajo la influencia y guía del Espíritu de Dios.

Escuchamos a Pablo diciendo:  «Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido, lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual» (1 Cor. 2:12-13).  Esta fue la obra del Espíritu en la revelación divina — que los hombres sepan — las cosas libremente dadas a nosotros por Dios — en las propias palabras escogidas por Dios — a través de la guía y dirección del Espíritu sobre los apóstoles.  Esta revelación, no obstante, no fue dada toda en un día.  Fue «renglón tras renglón, línea sobre línea, un poquito allí, otro poquito allá» (Isaias 28:10,13).  A medida que se acumuló y creció, la mente de Dios fue revelada hasta ser completada enteramente y la revelación fue perfecta y todo lo que Dios quería que los hombres supieran  de manera que pudieran ser salvos ha sido  hecha conocida.  En esta forma, el Espíritu de Dios guió a los apóstoles a toda la verdad y les trajo remembranza de todas las cosas que Jesús les había dicho de manera que pudieran decirla a los demás.  Pablo declaró que podemos entender las cosas reveladas a él por medio de leer lo que escribió (Efe. 3:3-4).  En consecuencia, por la buena providencia de Dios a través de la preservación de los escritos de los apóstoles de Cristo y los hombres inspirados del período del Nuevo Testamento tenemos acceso en el Nuevo Testamento a «toda la verdad.»  Esta es la obra del Espíritu.  El Espíritu nos ha dado «la perfecta ley, la de la libertad» (Sant. 1:25), la «Unidad de la Fe» fue llevada a cabo (Efe. 4:13), y «lo perfecto» ha venido (1 Cor. 13:10).  Como Pedro expresó el asunto:  «Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia» (2 Ped. 1:3).

En otra ocasión esta medida irresistible o bautismal del Espíritu Santo fue dada y fue a la casa de Cornelio, el primer Gentil converso.  Usted lee acerca de esto en el capítulo diez del libro de Hechos.  El bautismo del Espíritu Santo vino en esta ocasión para dar evidencia de que los Gentiles eran aceptos de Dios bajo los mismos términos que los Judíos.  Escuche a Pedro sobre esto, Hechos 15:7-9 - «Y después de mucha discusión, Pedro se levantó y les dijo:  Varones hermanos, vosotros sabéis cómo ya hace algún tiempo que Dios escogió que los gentiles oyesen por mi boca la palabra del evangelio y creyesen.  Y Dios, que conoce los corazones, les dio testimonio, dándoles el Espíritu Santo lo mismo que a nosotros; y ninguna diferencia hizo entre nosotros y ellos, purificando por la fe sus corazones.»  Estos son los únicos dos casos de bautismo del Espíritu Santo sobre el registro en la Palabra de Dios.  No hay más.  Reto a cualquiera que produzca otro.  Unicamente dos veces el bautismo del Espíritu Santo ocurrió en cumplimiento de la promesa de Cristo.  Se encuentran en Hechos 2 y Hechos 10 — sobre los apóstoles en el día de Pentecostés y sobre la casa de Cornelio.  Cada vez para un propósito especial — sobre los apóstoles para la obra de la revelación divina — y sobre la casa de Cornelio para «dar testimonio» de que Dios «ninguna diferencia hizo» entre el Gentil y el Judío.  Esto nunca ocurrió nuevamente.  En cada uno de estos casos esta experiencia fue asistida por una señal milagrosa, y solamente una señal milagrosa, la habilidad de hablar en otras lenguas o idiomas.  Esta experiencia no está siendo repetida  hoy día y no  lo ha sido desde los días del Nuevo Testamento.  Sirvió su propósito y nunca será repetido.  No necesitamos el bautismo del Espíritu Santo hoy día por cualquiera de las razones en que fue dado en el Nuevo Testamento.  La revelación divina ya ha sido hecha y completada.  Únicamente necesitamos creer al testimonio de la palabra de Dios para saber que no hay «diferencia» entre Judío y Gentil.

Señales Confirmando la Palabra

Otra misión del Espíritu Santo en la obra de la revelación divina fue la de confirmar la palabra predicada con las «señales que la seguían.»  Jesús prometió esto:

Marcos 16:15-20 - «Y les dijo:  Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.  El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.  Y estas señales seguirán a los que creen:  En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán.  Y el Señor, después que les habló, fue recibido arriba en el cielo, y se sentó a la diestra de Dios.  Y ellos, saliendo, predicaron en todas partes, ayudándoles el Señor y confirmando la palabra con las señales que la seguían.»

Pablo declara que esta obra de confirmación fue hecha.

Hebreos 2:1-4 - «Por tanto, es necesario que con más diligencia atendamos a las cosas que hemos oído, no sea que nos deslicemos.  Porque si la palabra dicha por medio de ángeles fue firme, y toda transgresión y desobediencia recibió justa retribución, ¿cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande?  La cual, habiendo sido anunciada primeramente por el Señor, nos fue confirmada por los que oyeron, testificando Dios juntamente con ellos, con señales y prodigios y diversos milagros y repartimientos del Espíritu Santo según su voluntad.»

Estos milagros y señales siguieron a la predicación de la Palabra de Dios en los días del Nuevo Testamento para confirmar el mensaje como mensaje de Dios.  Las cosas siendo reveladas era un mensaje nuevo.  Ellas habían de ser confirmadas como la Palabra de Dios para que pudieran ser aceptadas por fe en Dios.  En .1 Corintios 2:1-5 Pablo dice del propósito de estos milagros y maravillas:

«Así que, hermanos, cuando fui a vosotros para anunciaros el testimonio de Dios, no fui con excelencia de palabras o de sabiduría.  Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a éste crucificado.  Y estuve con vosotros con debilidad, y mucho temor y temblor; y ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder, para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres sino en el poder de Dios.»

En consecuencia, estos milagros que acompañaron la revelación de la Palabra de Dios eran para producir fe en Dios y en el mensaje revelando Su voluntad.  Nuestra fe hoy día necesita estar en la palabra de Dios de esta manera confirmada y no en el testimonio de los hombres.  Demasiadas personas quieren confiar en sus testimonios y no en la Palabra de Dios.  Usted debiera estar siempre advertido de tal cosa.  Coloque su fe únicamente en lo que la Palabra de Dios dice.  La palabra de Dios no necesita ser confirmada hoy día — solamente necesita ser creída.

La Morada del Espíritu Santo

Pedro declara en Hechos 5:32 que «nosotros somos testigos suyos de estas cosas, y también el Espíritu Santo, el cual ha dado Dios a los que le obedecen.»  En Hechos 2:38 él prometió a aquellos que se arrepintieran y se bautizaran en el nombre de Jesucristo para el perdón de los pecados, «y recibiréis el don del Espíritu Santo.»  Note que este no es los «dones» del Espíritu Santo.  Hechos 3:19, una pasaje paralelo, idéntico con Hechos 2:38 en su significado, identifica para nosotros lo que el «don del Espíritu Santo» en Hechos 2:38 significa.  Nos dice, «Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio.»

Otros pasajes prometiendo esta morada del Espíritu para guiar a los Cristianos a los tiempos de refrigerio de la presencia del Señor son:

Efesios 2:22 - «En quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu.»

Romanos 8:9-14 - «Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros.  Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él.  Pero si Cristo está en vosotros, el cuerpo en verdad está muerto a causa del pecado, mas el espíritu vive a causa de la justicia.  Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros.  Así que, hermanos, deudores somos, no a la carne, para que vivamos conforme a la carne; porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis.  Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios.»

Gálatas 5:22 - «Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.»

La evidencia de la posesión del Espíritu de Dios hoy día es vista no en los poderes milagrosos para sanar, hablar en lenguas, u otras señales sino más bien en la justicia y santidad en vida y en carácter.  Esos son los frutos del Espíritu.  Unicamente el hombre que lleve esos frutos tiene el Espíritu.  En otro pasaje Pablo nos dice cómo recibimos el Espíritu.  No es en una experiencia milagrosa como muchos afirman sino más bien por el «oír con fe» (Gál. 3:2).  El Espíritu de Dios nos guía hoy día a los tiempos de refrigerio que proceden de la presencia de Dios a través de la enseñanza de la Palabra de Dios y de nuestra recepción de esa enseñanza por la fe.  La buena voluntad para obrar de acuerdo con la Palabra de Dios es evidencia de que el Espíritu lo está guiando.

La Naturaleza de los Milagros de Jesús

Juan 3:34 nos dice que Jesús poseía el Espíritu sin medida — eso es, sin limitación.  El texto dice: «Pues aquel que Dios ha enviado, habla las palabras de Dios; porque no le da Dios el Espíritu con medida» (Versión Moderna).  Un análisis de los milagros ejecutados por Cristo mientras estaba aquí en la tierra revela que ellos caen dentro de las siguientes clasificaciones:

1. Demostró su poder sobre la naturaleza en la calma de la tempestad.  Mat. 8:26.

2. Demostró su poder sobre el mundo de los demonios — por tanto, sobre el diablo al arrojar demonios.  Mat. 8:16.

3. Demostró su poder sobre las cosas materiales por medio de multiplicar los panes y los peces y alimentar a cinco mil hombres además de las mujeres y los niños.  Mat. 14:15-21.

4. Demostró su poder sobre las enfermedades por medio de sanar la lepra (Mat. 8:2-3) y sobre toda enfermedad y dolencia.  Mat. 9:35.

5. Demostró su poder sobre la muerte por medio de resucitar a Lázaro de entre los muertos.  Juan 11.

Los modernos sanadores milagrosos no harán lo que Jesús hizo, sin embargo, lo llevarán a usted a que piense que tienen el mismo poder y que Jesús está sanando a través de ellos.  ¿Si Jesús está haciendo la sanidad ahora, ¿por qué El no sana ahora como lo hizo entonces?

El Propósito de los Milagros de Cristo

Los milagros de Cristo fueron ejecutados para demostrar que El podía perdonar pecados.  Esto es evidenciado por Mateo 9:6 - «Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados (dice entonces al paralítico):  Levántate, toma tu cama, y vete a tu casa.»

Jesús también ejecutó sus milagros para probar que fue enviado por Dios y que era el Cristo.

Juan 5:36 - «Mas yo tengo mayor testimonio que el de Juan; porque las obras que el Padre me dio para que cumpliese, las mismas obras que yo hago, dan testimonio de mí, que el Padre me ha enviado.»

Juan 10:25 - «Jesús les respondió:  Os lo he dicho, y no creéis; las obras que yo hago en nombre de mi Padre, ellas dan testimonio de mí.»

Juan 10:36-38 - «¿Al que el Padre santificó y envió al mundo, vosotros decís:  Tú blasfemas, porque dije:  Hijo de Dios soy?  Si no hago las obras de mi Padre, no me creáis.  Mas si las hago, aunque no me creáis a mí, creed a las obras, para que conozcáis y creáis que el Padre está en mí, y yo en el Padre.»

Si es posible que tengamos milagros hoy día para estos propósitos, entonces necesitamos a Jesús aquí para que los ejecute y no nadie más.  Pero no necesitamos milagros para estos propósitos.  Tenemos el testimonio divino registrado y preservado para nosotros en la Palabra de Dios para este propósito y todo lo que necesitamos hacer es creer a ese testimonio.

Juan 20:30-31 - «Hizo además Jesús muchas otras señales en presencia de sus discípulos, las cuales no están escritas en este libro.  Pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre.»

Los Milagros Obrados Por Los Apóstoles

Cuando Jesús eligió a los doce para su apostolado, les dio poderes milagrosos.

Mateo 10:5-8 - «A estos doce envió Jesús, y les dio instrucciones, diciendo:  Por camino de gentiles no vayáis, y en ciudad de samaritanos no entréis, sino id antes a las ovejas perdidas de la casa de Israel.  Y yendo, predicad, diciendo:  El reino de los cielos se ha acercado.  Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia.»

Estos poderes milagrosos dados a los doce eran señales de su oficio apostólico.

2 Corintios 12:11-12 - «...porque en nada he sido menos que aquellos grandes apóstoles, aunque nada soy.  Con todo, las señales de apóstol han sido hechas entre vosotros en toda paciencia, por señales, prodigios y milagros.»

Analizando los milagros obrados como señales del oficio apostólico encontramos que los apóstoles tenían estos poderes:

1. Curaron toda clase de enfermedades.  Marcos 6:13; Hch. 19:11-12.

2. Arrojaban demonios.  Marcos 6:13.

3. Impartieron poderes milagrosos a otros por medio de imponer sus manos.  Pedro y Juan en Samaria fueron un caso.

Hechos 8:14-18 - «Cuando los apóstoles que estaban en Jerusalén oyeron que Samaria había recibido la palabra de Dios, enviaron allá a Pedro y a Juan; los cuales, habiendo venido, oraron por ellos para que recibiesen el Espíritu Santo; porque aún no había descendido sobre ninguno de ellos, sino que solamente habían sido bautizados en el nombre de Jesús.  Entonces les imponían las manos, y recibían el Espíritu Santo.  Cuando vio Simón que por la imposición de las manos de los apóstoles se daba el Espíritu Santo, les ofreció dinero.»

4. Tenían poder sobre la muerte.  Demostraron esto por medio de resucitar muertos.  Pedro resucitó a Dorcas de la muerte (Hechos 9).  Pablo revivió a un joven que había caído de la ventana en Troas (Hechos 20).

5. Tenían poder para pronunciar una maldición sobre aquellos que se ponían en su camino.  Ananías y Safira fueron muertos inesperadamente por tratar de engañar a Dios (Hechos 5).  Elimas fue cegado por Pablo (Hechos 13:10-11).

Sólo una examinación muy limitada y parcial de los días actuales — a los así llamados sanadores, revelará que no tienen los poderes que los apóstoles tenían.  Ni se atreven aún a intentar la sanidad que los apóstoles hicieron.  Estos profesados sanadores de los días modernos intentan únicamente ciertos casos y ordinariamente precipitadamente rechazarán a cualquiera que tenga una confrontación seria con ellos especialmente si esto es algo visible.

El Propósito de Estos Milagros Obrados Por Los Apóstoles

Los milagros obrados por los apóstoles sirvieron a un propósito divino.  No fue por propaganda o propósitos de promoción que hicieron lo que hicieron.  No fue para una campaña de recolección de dinero o para crear excitación, sino que los propósitos servidos estaban en armonía con la voluntad divina.  Veamos cuáles eran 

1. Dios dio testimonio a los apóstoles por medio de los milagros que obró a través de ellos que el testimonio de ellos era verdadero.

Hebreos 2:4 - «Testificando Dios juntamente con ellos, con señales y prodigios y diversos milagros y repartimientos del Espíritu Santo según su voluntad.»

2. Por estos milagros que hicieron, Dios confirmó la palabra predicada por ellos.

Marcos 16:19-20 - «Y el Señor, después que les habló, fue recibido arriba en el cielo, y se sentó a la diestra de Dios.  Y ellos, saliendo, predicaron en todas partes, ayudándoles el Señor y confirmando la palabra con las señales que la seguían.»

3. Estos milagros fueron ejecutados por los apóstoles para que aquellos que los escucharan predicar no colocaran su fe «en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios» (1 Cor. 2:5).

4. Estos milagros eran señales o evidencia de su oficio y autoridad apostólica en el reino de Dios.

2 Corintios 12:11-12 - «Con todo, las señales de apóstol han sido hechas entre vosotros en toda paciencia, por señales, prodigios y milagros.»

Romanos 15:19 - «Con potencia de señales y prodigios, en el poder del Espíritu de Dios; de manera que desde Jerusalén, y por los alrededores hasta Ilírico, todo lo he llenado del evangelio de Cristo.»

Hechos 2:43 - «Y sobrevino temor a toda persona; y muchas maravillas y señales eran hechas por los apóstoles.»

En vista de que aquellos que aparentan estar comprometidos en la sanidad divina hoy día no llenan el oficio apostólico y no están comprometidos en la obra de la revelación divina, no  podrán ser capaces de demostrar los poderes demostrados por los apóstoles y ciertamente no necesitamos decirle que no los pueden hacer.

Los Poderes Milagrosos Distribuidos Entre los Primeros Discípulos

Previamente le hemos señalado de 1 Corintios 12 que los varios poderes milagrosos obrados fueron distribuidos a los primeros Cristianos por el Espíritu.  Pero leamos el pasaje:

1 Corintios 12:1-11 - «No quiero, hermanos, que ignoréis acerca de los dones espirituales.  Sabéis que cuando erais gentiles, se os extraviaba llevándoos, como se os llevaba a los ídolos mudos.  Por tanto, os hago saber que nadie que hable por el Espíritu de Dios llama anatema a Jesús; y nadie puede llamar a Jesús Señor, sino por el Espíritu Santo.  Ahora, bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo.  Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo.  Y hay diversidad de operaciones, pero Dios que hace todas las cosas en todos, es el mismo.  Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho.  Porque a éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu; a otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu.  A otro, el hacer milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversos géneros de lenguas; y a otro, interpretación de lenguas.  Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere.»

Hay solamente dos de estos poderes dados a los cristianos por el Espíritu en el primer siglo que los hombres tratan de imitar ahora.  Son los más fáciles de fingir y falsificar.  Son las lenguas y las sanidades.  ¿Porque declaran públicamente poseer únicamente dos de estos poderes milagrosos sin el resto?  Si los hombres hoy día pueden sanar como los apóstoles y los primeros cristianos sanaron, ¿por qué no pueden ejecutar el resto de los milagros también como ellos?  ¿Por qué sólo ha continuado la sanidad?  ¿No ve usted que si uno de estos poderes ha sido continuado no hay razón para que el resto no pueda ser obrado también?  ¿Por qué no la profecía? ¿Por qué no el poder de discernir los espíritus de los hombres?  ¿Por qué no el hablar en lenguas e interpretarlas?  ¿Por qué no la palabra de sabiduría como fue especialmente impartida por el Espíritu en los días del Nuevo Testamento?  Si tenemos uno ahora, deberíamos tenerlos todos y la ausencia de alguno evidenciaría la no existencia de ninguno ahora.

Entonces otra cosa:  Estos milagros de los días del Nuevo Testamento no estaban limitados a los predicadores.  Fueron distribuidos entre los Cristianos en general.  ¿Por qué debiera Dios sanar únicamente a través del predicador ahora.  ¿El no lo hizo en esa forma en los días del Nuevo Testamento?  Hoy día hay predicadores, desfilando arriba y abajo del país declarando públicamente que sanan como se hizo en los días del Nuevo Testamento.  Grandes campañas son llevadas a cabo, las personas vienen de todas partes para ser sanadas, miles de dólares en dinero son contribuidos a estos declarados sanadores y sin embargo no hay nada en el Nuevo Testamento que empiece a observarse como tal campaña.  En cada iglesia hubo individuos Cristianos que estaban dotados para sanar al enfermo y esto no tuvo que hacerlo el predicador.  Ningún predicador que tuviera el poder jamás lo uso para conseguir dinero en una campaña tal como ha sido hecho aquí.  Tales campañas suenan a falsedad desde todo ángulo cuando las compara con la historia y enseñanza del Nuevo Testamento.  Los milagros de los días del Nuevo Testamento fueron generalmente distribuidos entre los Cristianos — un poder milagroso obrado para cada individuo Cristiano.  Quizás Dios no dio tal poder únicamente a los predicadores entonces porque sabía que ellos harían una confusión de esto.

El Propósito de Estos Poderes Milagrosos

No somos dejados en la obscuridad con respecto al propósito de estos poderes milagrosos distribuidos por el Espíritu entre los primeros Cristianos.  Eran para:

1. Confirmar la Palabra que estaba siendo revelada. 

Marcos 16:20 - «Y ellos, saliendo, predicaron en todas partes, ayudándoles el Señor y confirmando la palabra con las señales que la seguían.»

El Nuevo Testamento no había sido escrito.  La revelación de la verdad divina estaba siendo dada gradualmente, «un poquito allí, otro poquito allá» (Isa. 28:10,13), y a medida que era dada, Dios la confirmó como mensaje divino por medio de estas «señales que la seguían» a aquellos que creían.  Ellos no podían volverse al Nuevo Testamento y probar que lo que predicaban era la verdad como yo puedo hoy día porque ellos no lo tenían entonces.  Tuvieron que establecer que su predicación era la verdad de Dios en otra forma.  Dios proveyó para eso por medio de darles estos poderes milagrosos.  Todo lo que usted necesita ahora para ratificar la verdad a cualquier hombre que cree que la Biblia es la palabra de Dios es girar y leer lo que la Biblia dice.  Si él no acepta eso, no creerá no importando que milagro usted pudiera obrar.  El está exactamente en la misma posición que el hombre rico en Lucas 16, Abraham le dijo con respecto a sus hermanos, «Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán aunque alguno se levantare de los muertos» (v.31).  Si usted no cree que Jesucristo es el Hijo de Dios, si usted no respeta la autoridad apostólica, su usted no está deseando colocar su fe en la Biblia y su testimonio, entonces usted no se convencerá si alguno se levantare de los muertos.  La Palabra de Dios ha sido confirmada.  Fue confirmada por estos milagros que están registrados en sus páginas.  Tenemos el testimonio de que ellos fueron hechos.  Debemos creer que ese testimonio es verdad.  Su testimonio ha soportado la prueba de diecinueve siglos y ninguno de los milagros que Dios obró a través de Cristo, los apóstoles, o los primeros Cristianos jamás ha sido probado ser falso.  Entonces para que pobres  hombres mezquinos lleguen y nos digan que debemos tomar su testimonio, colocar nuestra fe en ellos y en su poder, de ser convencidos por lo que ellos pueden hacer ahora, no es nada corto de insulto a nuestra inteligencia y fe y blasfemia a la Palabra de Dios y su poder.  Su fe permanecerá en la Palabra de Dios y no en el testimonio del hombre.

Cuando el testimonio ha sido una vez confirmado por un juramento o en otra manera aceptable o legal no necesita ser hecho de nuevo.  Un testigo que jura una vez en la corte no se necesita que jure de nuevo sino que sobre esa confirmación puede completar su testimonio y permanecerá.  Un instrumento una vez notarizado acorde a la ley no necesita ser notariado una y otra vez.  Un cheque una vez certificado no necesita ser certificado de nuevo.  La palabra de Dios una vez confirmada no necesita confirmación nuevamente.

2. Un segundo propósito para que estos milagros fueran dados en los días del Nuevo Testamento fue para edificar a la iglesia.

1 Corintios 14:26 - «Hágase todo para edificación.»

Aquí Pablo estaba discutiendo los dones espirituales.  Los capítulos 12,13 y 14 de Primera de Corintios fueron dados a causa de una discusión de ellos.  Pablo especifica que la iglesia debía estar establecida en la fe — edificada y fortalecida en la convicción y confianza por estos milagros.  Nuevamente tenemos el testimonio de la palabra de Dios ya confirmada por los milagros incuestionables e innegables para fortalecer nuestra fe.  Si usted confirmara a la iglesia hoy día, enseñe a la iglesia la palabra de Dios.

3. Las lenguas eran por señal al incrédulo.  1 Cor. 14:22.

4. La profecía para el creyente.  1 Cor. 14:22.

De esta manera, ambos, el creyente y el incrédulo fueron provistos de lo necesario en el plan de Dios por estos milagros para producir y fortalecer la fe en Su palabra - la palabra siendo predicada por los apóstoles y profetas en el período del Nuevo Testamento.  Ciertamente no necesitamos estas señales hoy día, ya sea creyente o incrédulo, para convencernos de que la Biblia es la palabra de Dios divinamente revelada.

5. Estos milagros fueron con el propósito de establecer el orden de Dios y el respeto por él en los corazones de los hombres.  El correcto respeto por la autoridad divina y el gobierno de la iglesia de Dios depende de esto.

Efesios 4:7-8 - «Pero a cada uno de nosotros fue dada la gracia conforme a la medida del don de Cristo.  Por lo cual dice:  Subiendo a lo alto, llevó cautiva la cautividad, y dio dones a los hombres.»

Efesios 4:11 - «Y él mismo constituyó a unos apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros.»

Efesios 4:14 - «Para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error.

En consecuencia, aprendemos que la genuinidad de los milagros de los días del Nuevo Testamento fueron con el propósito de proteger a la iglesia del Señor contra los contrabandistas y falsos maestros.  Una comparación de los milagros de sanidad en los días del Nuevo Testamento con los falsos declarados sanadores de los días actuales servirá ahora para protegernos contra los hombres que «para engañar emplean con astucia las artimañas del error.»

¿Cómo Fueron Conferidos Estos Dones Milagrosos?

Jesús tenía el Espíritu sin medida.  Los apóstoles fueron dotados con los poderes milagrosos por el Señor cuando los nombró para su oficio apostólico.  Pero ¿cómo estos primeros Cristianos recibieron sus poderes milagrosos?  No necesitamos adivinar acerca de esto.  Podemos girar a la Biblia y ver:

Hechos 6:5-8 - «Agradó la propuesta a toda la multitud; y eligieron a Esteban, varón lleno de fe y el Espíritu Santo, a Felipe, a Prócoro, a Nicanor, a Timón, y Parmenas, y a Nicolás prosélito de Antioquía; a los cuales presentaron ante los apóstoles, quienes orando, les impusieron las manos.  Y crecía la palabra del Señor, y el número de los discípulos se multiplicaba grandemente en Jerusalén; también muchos de los sacerdotes obedecían a la fe.  Y Esteban, lleno de gracia y de poder, hacía grandes prodigios y señales entre el pueblo.»

Hechos 8:5-8 - «Entonces Felipe, descendiendo a la ciudad de Samaria, les predicaba a Cristo.  Y la gente, unánime, escuchaba atentamente las cosas que decía Felipe, oyendo y viendo las señales que hacía.  Porque muchos que tenían espíritus inmundos, salían éstos dando grandes voces; y muchos paralíticos y cojos eran sanados; así que había gran gozo en aquella ciudad.»

¿Quién era Felipe?  Era uno de los siete hombres sobre quienes los apóstoles impusieron sus manos en Jerusalén.  ¿Quién era Esteban?  Era uno de los siete hombres a quienes los apóstoles impusieron sus manos.  ¿Cómo obtuvieron ellos su poderes milagroso?  Por la imposición de las manos, por supuesto.  Pero lea de nuevo:

Hechos 8:14-18 - «Cuando los apóstoles que estaban en Jerusalén oyeron que Samaria había recibido la palabra de Dios, enviaron allá a Pedro y a Juan; los cuales, habiendo venido, oraron por ellos para que recibiesen el Espíritu Santo; porque aún no había descendido sobre ninguno de ellos, sino que solamente habían sido bautizados en el nombre de Jesús.  Entonces les imponían las manos, y recibían el Espíritu Santo.  Cuando vio Simón que por la imposición de las manos de los apóstoles se daba el Espíritu Santo, les ofreció dinero.»

Simón vio que por la imposición de las manos de los apóstoles estos poderes milagrosos eran conferidos.  Debiéramos ser capaces de ver claramente que esta es la forma en que esos dones milagros eran impartidos.  Pero escuche otro testimonio:

Hechos 19:6 - «Y habiéndoles impuesto Pablo las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo; y hablaban en lenguas y profetizaban.»

¿De dónde vinieron estos poderes dados a estos Efesios?  ¿Por qué del Espíritu Santo?  Pero, ¿cómo fueron impartidos?  Claramente por la imposición de las manos de los apóstoles.  Pero escuche nuevamente al testimonio de la palabra de Dios.

2 Timoteo 1:6 - «Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos.»

Cualquier cosa que fuera el don de Timoteo, él lo recibió por la imposición de las manos apostólicas.  Esta es la evidencia de la palabra de Dios en cuanto a cómo estos dones milagrosos de la era del Nuevo Testamento fueron impartidos a los Cristianos.  Nunca fueron dados en alguna otra forma sino por la imposición de las manos apostólicas.  Nunca vinieron en respuesta a una oración y reto a cualquiera a que señale un sólo caso en donde ellos vinieron en respuesta a la oración sin las manos apostólicas impuestas sobre ellos.  No puede y no lo presentará, y sin embargo predican y enseñan que tales dones como el don de sanidad vendrá en respuesta a la oración.  Esto no es cierto.  La palabra de Dios no enseña tal cosa.

Le pido a cualquiera de los modernos sanadores que nos de un sólo ejemplo Bíblico de algún Cristiano del Nuevo Testamento fuera de los apóstoles mismos, que recibiera el don de sanidad o algún otro don milagroso en alguna otra forma que no fuera por la imposición de las manos apostólicas.  Insisto en que no podrá encontrar el ejemplo de estos dones siendo impartidos en alguna otra forma.

¿De Cuánto Tiempo Fue la Duración de Estos Dones?

Si estos dones milagros fueron conferidos únicamente por la imposición de las manos de los apostólicas, entonces, cuando los apóstoles no continuaron más sobre la tierra para imponer sus manos sobre los demás, estos dones no pudieron continuar siendo impartidos.  Cuando todos sobre quienes los apóstoles impusieron las manos, murieron, los dones cesaron.  Eso será aparente aún para el más lento en comprender.  Aquí están los hechos.

1. Estos dones milagrosos de los días del Nuevo Testamento fueron impartidos únicamente por la imposición de las manos apostólicas.

2. Cuando los apóstoles murieron la distribución de estos dones milagrosos cesaron.

3. Cuando aquellos sobre quienes los apóstoles impusieron sus manos murieron, los dones cesaron.

Ese es el testimonio de la palabra de Dios en este tema.  Quiero que los modernos sanadores u obradores de milagros produzcan un sólo caso de algún Cristiano del Nuevo Testamento recibiendo estos dones milagrosos en alguna otra forma que no fuera por la imposición de las manos apostólicas. 

Pero miremos otro pasaje:

Efesios 4:7-14 - «Pero a cada uno de nosotros fue dada la gracia conforme a la medida del don de Cristo.  Por lo cual dice: Subiendo a lo alto, llevó cautiva la cautividad, y dio dones a los hombres....»

Versículo 11 - «Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, HASTA que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo.»

Este pasaje nos dice cuándo estos dones fueron dados, por qué fueron dados, a quiénes fueron dados, y cuánto tiempo duraron.  Nótese:

1. Fueron dados cuando El ascendió a lo alto.  Eso es cuando ellos empezaron.

2. Fueron dados a los apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros.

3. Fueron dados para proteger la verdad y al pueblo de Dios contra las falsas doctrinas y los falsos maestros.

4. Fueron dados hasta que ellos llegaran «a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo.»

La palabra «HASTA» marca la duración.  «La unidad de la fe» no significa unidad en fe o que todos creamos la misma cosa—eso nunca ocurrirá, sino que significa el acabamiento de la revelación divina.  El acabamiento de la revelación divina era la meta—el completo conocimiento de la voluntad del Señor hecho disponible a través de Su palabra.  La completa estatura de lo que un Cristiano debe ser, ese de un hombre perfecto en Cristo, sería rebelado en la plenitud de la revelación divina y estos dones durarían hasta que eso hubiera sido completado.  Cuando la revelación hubiera sido completada estos dones cesarían.

Otro pasaje junto con esta misma línea llama nuestra atención:  En los capítulos 12,13 y 14 de Primera de Corintios Pablo nos da la más completa discusión de los dones espirituales que puede ser encontrada en el Nuevo Testamento.  En el capítulo 12 él discute cuáles son estos dones.  En el capítulo 13 discute la utilidad de estos dones, su relativa importancia para los principios divinos, y su duración.  En el capítulo 14 nos dice cómo debían ser usados.  En el último versículo del capítulo 12 lo escuchamos diciendo:  «Procurad, pues, los dones mejores.  Mas yo os muestro un camino aun más excelente.»  Hay algo más importante que aquellos poderes milagrosos.  Del énfasis puesto sobre tales cosas como la sanidad del cuerpo en algunas de estas reuniones usted se sorprenderá si algunos hombres saben que hay algo más importante que eso.  Jesús dijo a Sus apóstoles, Juan 14:12 - «El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará....»  El Señor no quiso decir que alguien obraría algunos milagros más grandes que los que él hizo.  Ningún hombre jamás hizo como todos lo sabemos.  Sino que él quiso decir que hay algo más importante que sanar el cuerpo de un hombre y que es la salvación de su alma.  Abrir los ojos de su corazón de manera que pudiera entender la verdad es más importante que abrir sus ojos físicos de manera que pudiera tener vista física cuando él es ciego.  Por eso Pablo nos dice que  hay «un camino aun más excelente.»  En .1 Corintios 13:13, nos dice que ese camino más excelente es:  «Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor.»  Estos grandes motivos permanecerán cuando estos dones espirituales hayan cesado.  Pablo ¿qué permanecerá?  ¿Estos dones milagrosos?  ¡Oh no!  Amigos, eso que permanece es la fe, la esperanza y el amor.  Pero escúchenlo:

1 Corintios 13:8 - «El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará.  Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos; mas cuando venga lo perfecto, entonces lo que es en parte se acabará.»

Estos dones espirituales son en parte y recuerde que él enlista entre estos dones que son en parte, el don de sanidades, .1 Cor. 12:8-18.  Este don de sanidades junto con los otros era en parte y se acabaría.  No fue destinado para durar.  Dios lo dice así.  Se acabaría y cuando lo hiciera, la fe, la esperanza, y el amor permanecerían en el corazón de los hombres.  ¿Pero cuándo debía suceder esto?  Cuando «viniera lo perfecto.»  El no está hablando acerca de la venida del Señor, El ya había venido.  No está hablando acerca del cielo, sino más bien acerca del acabamiento de la revelación divina.  Santiago 1:25 llama a la palabra revelada en su plenitud la «ley perfecta, la de la libertad.»  Pablo dijo en 2 Timoteo 3:16-17 - «Toda la Escritura es inspirada por Dios,....a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.»  Pero cuando eso que es perfecto venga, eso que es en parte se acabará.  La palabra de Dios es perfecta y ha venido, los dones espirituales, incluyendo el don de sanidades, eran en parte y se han acabado.  Eso sustenta mi proposición y reto a alguien más a que lo desapruebe.  Cuando la revelación fue completada los dones cesaron.

Los Textos de Prueba de Ellos Examinados   

Queremos examinar algunos de los textos de prueba usados por aquellos declarados sanadores de hoy día y ver qué clase de fundamento tienen para insistir en esto.

Isaías 53:5 - «Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.»

No se algún pasaje que estos así llamados sanadores perviertan en algo peor que lo que ellos hacen de este.  Jesús no murió por nuestras sanidades físicas.  El fue capaz de hacer eso sin sufrir por nosotros en la cruz.  Este pasaje está hablando de la sanidad del alma y eso debiera ser obvio aún de una lectura casual del pasaje.  Cristo no podía sanar el alma del hombre sin morir por medio de sufrir un sacrificio de muerte en la cruz para expiar los pecados del hombre.  David clamó:  «Jehová, ten misericordia de mí; sana mi alma, porque contra ti he pecado» (Sal. 41:4).  Jesús enseñó que un hombre debe escuchar con sus oídos, ver con sus ojos, entender con su corazón y ser convertido de manera que El pueda sanarle (Mat. 13:15).  ¿Estaba El enseñando que la conversión es necesaria para la sanidad del cuerpo?  Supongo que hay algunos que piensan que Jesús murió en el Calvario para la sanidad de nuestros cuerpos.  ¡Cuán ridículo!

Hebreos 13:8 - «Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos.»

Aquí está otro de sus textos de prueba favoritos el cual, para usarlo, pervierten y aplican mal desastrosamente.  ¿Significa esto que Cristo obra en la misma forma, que hace las cosas exactamente como una vez las hizo?  Eso es lo que esto debe significar si esto prueba que Cristo sana milagrosamente ahora porque una vez sanó en esa forma y hacen que el pasaje así lo enseñe.  Pero veamos si eso no prueba tanto:  Dios creó al primer hombre del polvo de la tierra y sopló en su nariz aliento de vida.  ¿Está El aún haciendo a los hombres en esa forma?  Acorde al uso de ellos de Hebreos 13:8, Dios debe hacer a cada hombre en esa forma en vista de que una vez hizo al hombre en esa forma.  Si Cristo, es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos, prueba que Cristo debe sanar a los hombres hoy día porque lo hizo en otro tiempo, entonces también prueba que debe alimentar a los hombres ahora como lo hizo en aquel tiempo y porque lo hizo en otro tiempo.  ¿Puede usted hacer esto mi querido moderno obrador de milagros?  ¿Cuántas veces ha visto usted a uno de estos así llamados sanadores milagrosos detener un tornado o una tempestad, o un huracán?  Jesús calmó la tempestad en Galilea y El es el mimo ayer, y hoy, y por los siglos, por tanto, los modernos obradores de milagros pueden detener una tormenta.  ¿Lo han hecho?

Si este pasaje significa lo que ellos hacen que enseñe, entonces tendremos que ir de regreso a la guarda del día de reposo y a los sacrificios animales.  Tendríamos que ir de regreso a la poligamia porque Dios una vez la permitió.  El pasaje no significa eso en absoluto.  No significa que Cristo no puede cambiar Su ley.  Pablo declara en Hebreos 7:12 - «Porque cambiado el sacerdocio, necesario es que haya también cambio de ley.»  Eso fue hecho cuando Cristo ascendió al cielo porque El no era sacerdote en la tierra.  Hebreos 8:4 - «Así que, si estuviese en la tierra, ni siquiera sería sacerdote, habiendo aún sacerdotes que presentan las ofrendas según la ley.»  Por tanto, cuando Cristo ascendió a la diestra de Dios la ley cambió para que Su sacerdocio comenzara.  Los principios de justicia son eternos y por tanto Dios y Cristo y el Espíritu son incambiables en vista de que ellos son conjuntamente justos pero esto ni aún sugiere que estos principios son siempre expresados o aplicados en las mismas leyes o en la misma manera.  Esto no es así y el uso de ellos de este pasaje es un mal uso de este.

Mateo 28:18-20 - «...y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.  Amén.»

 ¿Significa esto que el Señor tiene que obrar un milagro para estar conmigo o para probar que El está conmigo?  Ciertamente podemos tener una fe más grande que esa.  Juan 20:29 - «Jesús le dijo:  Porque me has visto, Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron, y creyeron.»  El centurión Gentil dijo, «Señor...solamente dí la palabra...» (Mat. 8:8).  ¿No está usted deseando tomar la palabra del Señor de manera que esté con usted?  ¿Tiene usted que ser convencido por un milagro?  Usted necesita fe si eso es así.  Jesús dijo, «Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos» (Mat. 18:20).

Marcos 16:17 - «Y estas señales seguirán a los que cree:  En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán.»

¿Por qué será que los modernos obradores de milagros toman sólo la sanidad aparte de todos aquellos de esa lista?  ¿Por qué no el resto de las señales también?  Si este pasaje prueba la sanidad, prueba tomar en las manos serpientes, y el beber cosa mortífera también.  Si él no puede hacer eso es porque no es un creyente.  Si es un creyente y puede sanar al enfermo, puede beber cosa mortífera y tomar en las manos serpientes.  ¿Lo hará usted mi querido moderno obrador de milagros?  No se arriesgará a comprometerse a esto, por tanto, su sanidad es un fraude.

Estas señales siguieron en la era del Nuevo Testamento, todas estas señales, y para el propósito de confirmar la palabra.  No son necesarias para ese propósito hoy día como ya lo hemos mostrado.

Santiago 5:14-15 - «¿Está alguno enfermo entre vosotros?  Llame a los ancianos de la iglesia, y oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor.  Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará...»

Jesús dijo que llamara a los ancianos de la iglesia.  Pregunto ¿de cuál iglesia?  ¿Es el don de sanidad de la iglesia Mormona?  Ellos dicen esto y ofrecen la misma clase de prueba que los otros modernos obradores milagrosos  de otras iglesias ofrecen.  ¿Cree usted que el Espíritu de Dios está sanando a través de los ancianos Mormones?  ¿Está el don de sanidad en la iglesia de la Ciencia Cristiana?  ¿El Espíritu de Dios sana a través de los practicantes de la iglesia Científica?  Ellos afirman que es así.  Ofrecen la misma clase de testimonio que los otros obradores de milagros ofrecen.  La prueba de estos no es mejor que la de los otros.  ¿Está el don de sanidad en la iglesia Católica Romana?  Ellos lo dicen y están constantemente declarando casos de sanidad divina.  La prueba de ellos es exactamente tan buena como la de los demás.  Establecen esto por los testimonios de la gente que dicen que han sido sanados. 

Santiago dice que llame a los ancianos, no al predicador, no al evangelista.  Parece que el don de sanidad fue conferido especialmente a los ancianos de la iglesia del Señor en los días del Nuevo Testamento.  ¿Podrán estos modernos obradores de milagros calificar como ancianos en la iglesia del Señor?  Los requisitos son encontrados en 1 Timoteo 3 y Tito 1.  El don de sanidad no está confinado en esos días a los predicadores o evangelistas profesionales.  ¿Por qué será que únicamente aquellos predicadores que llevan a cabo estas campañas declaran sanidad?  Si Dios está sanando hoy día como lo hizo en aquel tiempo, ¿por qué no lo hace a través de los ancianos de la iglesia en algunos casos de cualquier manera?

Quiero anotar de nuevo que este pasaje promete que no habrá fracasos.  Es una promesa positiva y definitiva que «la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará.»  No habrían casos pasados por alto y otros seleccionados cuidadosamente.  No hubo sanidad únicamente de ciertas clases de enfermedades—las que no pudieran ser detectadas con los ojos, y no hubo la clase de fracasos de las que usted es testigo en estas campañas de los modernos obradores de milagros.  No pueden haber fracasos a menos que su fe no sea la que debiera ser y si ese es su problema entonces se levanta condenando la falta de fe de parte del enfermo.

Confundiendo el Asunto

Algunas acusaciones son hechas y son ofrecidas objeciones que confunden la cuestión.  Dicen que cuando usted niega que Dios sana a los hombres hoy día como lo hizo en los días del Nuevo Testamento que usted está cuestionando el poder de Dios.  Amigos, ese no es el caso en absoluto.  El hombre que dice que Dios debe sanar por medio de un milagro es el que cuestiona el poder de Dios.  Creo que Dios sana ahora y creo en la oración por el enfermo y lo práctico siempre.  Mis hermanos creen en esto y lo practican pero no declaran ser obradores de milagros y creemos que Dios puede sanar sin un milagro exactamente como sanó en los días del Nuevo Testamento a través de los milagros.  Negamos que Dios esté sanando hoy día como lo hizo en aquel tiempo; ese es el punto de diferencia.  El sanador milagroso es el primero que limita el poder de Dios.  Es una cuestión de hecho y no  de poder en absoluto.  Creo que Dios tiene el poder para salvarnos en cualquier forma que escoja pero creo que debemos ser salvos en la forma que El ha escogido.  Creo que Dios «nos dará el pan nuestro de cada día;» como Jesús le enseñó a Sus discípulos a orar y yo oro de esta manera pero no creo que El hará esto por medio de un milagro o que lloverá del cielo como lo hizo con el maná para Israel en el desierto.  Dios puede sanar por medio de la ley natural y los medios naturales.  Pablo dejó a Trófimo enfermo en Mileto (2 Tim. 4:20).  ¿Por qué no lo sanó?  Evidentemente estuvo bajo tratamiento por los medios naturales.  Pablo le aconsejó a Timoteo que reparara el desorden estomacal con un «poco de vino» (1 Tim. 5:23).  ¿Por qué no le sanó  en lugar de aconsejarle tal tratamiento?

Tampoco es este asunto una cuestión del poder de la oración o de nuestra fe en esto.  Creo en la oración y predico que es una necesidad para la vida Cristiana.  Pero los modernos obradores de milagros van más allá.  Afirman y declaran que Dios les ha dado un poder especial en la oración.  La única promesa de alguna indicación de eso es que «la oración eficaz del justo puede mucho» (Sant. 5:16).  Los milagreros modernos afirman que exceden en justicia.  ¿Sobre que base Dios sanará a través de la oración de los milagreros modernos y no sanará a través de las suyas exactamente tan rápidamente?  Niego que haya alguna base para creerlo así.  Niego que los milagreros modernos tengan el poder de sanidad en algún sentido ya sea a través de la oración o de otra manera y además niego que hayan hecho o estén haciendo alguna sanidad.  Los reto a que me seleccionen un caso y colocaré su sanidad bajo prueba.  ¿Le orará usted a Dios para que haga un hombre del polvo de la tierra nuevamente porque una vez lo hizo así?  Si no ¿es porque usted no cree en el poder de la oración?  ¿Cuando usted ora por su pan diario piensa que es falta de fe en la oración no espera que Dios haga llover pan del cielo en respuesta a esta?  ¿Cuando usted ora por seguridad en una tormenta piensa que es falta de fe en la oración o en el poder de la oración no esperar que Dios obre un milagro e inesperadamente  detenga la tormenta como lo hizo Jesús en Galilea?

Tampoco eso es falta de fe en las promesas de Dios.  Dios ha prometido alimentar al hambriento y proveer para Sus hijos ¿pero debo esperar que lo haga como lo hizo en el desierto por medio de hacer que llueva maná del cielo?  ¿No puedo creer que el mismo Dios que llevó a cabo Su voluntad en esa forma pueda hacer eso a través de otros medios si así lo escoge?

Las Sanidades del Nuevo Testamento Contrastadas con las Declaradas

Sanidades de los Días Actuales 

1. En los días del Nuevo Testamento ellos sanaron «toda clase de enfermedades.»  No seleccionaron simplemente ciertas clases de enfermedades como los declarados sanadores lo hacen hoy día.  Sanaron el paralítico, manos secas, a aquellos que eran impotentes y que nunca habían caminado, a aquellos ciegos de nacimiento, orejas que habían sido cortadas, y muchos otros casos que usted no podrá persuadir a los declarados sanadores de hoy día aún a tratar.

2. No hubieron fracasos.  Jesús no tuvo fracasos al sanar.  Los apóstoles y los primeros discípulos no fracasaron después de que Jesús dejó esta tierra hasta donde el registro lo muestra.  Hoy día los declarados sanadores han tenido muchos fracasos.

3. La sanidad de ellos en los días del Nuevo Testamento no estaba condicionada sobre la fe de parte del  hombre sanado.  Hay algunos casos donde hombres que fueron sanados creían pero no hay ejemplo donde esto fuera hecho una condición de la sanidad.  Hay muchos más casos de sanidad en el Nuevo Testamento donde la fe ni es aún mencionada y en muchos casos donde no existió, por ejemplo, la sanidad del lunático.  Hoy día cuando uno de estos declarados sanadores fracasa, dicen que esto fue a causa de la falta de fe de parte de aquel a ser sanado.  Supongan que ellos fracasan y el individuo muere.  Sería esto a causa de la falta de fe.  La falta de fe es estar perdido.  Por tanto, todas las veces que cada uno de ellos muera, está perdido.  Si hubiera tenido fe, habría sido sanado y viviría.

4. Ellos sanaron completa y perfectamente en los días del Nuevo Testamento.  Jesús restauró una mano marchita y la hizo toda.  Fue hecha exactamente tan buena como la otra; tan buena como jamás había sido.   Dios no hace las cosas a medias.  Ninguna sanidad tal como esa es testificada hoy día.  Algunas veces un mejoramiento gradual es declarado ahora.  Algunas veces la parte dice que  está mejor que antes.  Pero en los días del Nuevo Testamento la sanidad fue siempre total.

5. En los días del Nuevo Testamento ellos sanaron inmediatamente.  No lo hicieron gradualmente sino que fue una sanidad total instantáneamente.  Hechos 3:6,7 es un maravilloso ejemplo de esto.  «Y tomándole por la mano derecha le levantó; y al momento se le afirmaron los pies y los tobillos; y saltando, se puso en pie y anduvo; y entró con ellos en el templo, andando, y saltando, y alabando a Dios.»  Aquí estaba un hombre cojo desde el vientre de su madre—toda su vida—nunca había caminado—pero instantáneamente por el poder de Dios, en el nombre de Jesucristo, fue sanado, hecho enteramente completo, y salió caminando y saltando y alabando a Dios.  Usted nunca ha visto algo como esto aquí.  Esa clase de sanidad no continúa hoy día.  Otro caso similar a este fue el del paralítico en Mateo 9.  A él Jesús le dijo:  «...levántate, toma tu cama, y vete a tu casa» (v.6).  Jesús no lo envió a casa para que gradualmente se recuperara.  ¡Oh, no!  El fue a casa bien y sano.

6. La sanidad hecha en esos días fue tal sanidad que sería una señal para aquellos que la vieron.  No tuvieron que aceptar la palabra del hombre para el hecho de que había sido sanado.  Pudieron ver su aflicción de antemano y ver por ellos mismos después lo que había pasado.  Sanaron a aquellos que estaban enfermos de parálisis y fueron capaces de tomar sus camas y andar.  Aquellos que fueron afligidos con la lepra fueron sanados y su carne se restauró de nuevo inmediatamente.  Estos son los milagros que fueron obrados en los días del Nuevo Testamento y hay un maravilloso contraste entre ellos y los simulados milagros de hoy día.  Algunos hombres dicen que su vista está mejorando, que pueden andar algo mejor, o que su estómago no está tan malo. Su fe debe estar en el testimonio del hombre y no en lo que sus ojos han visto.  Los milagros incuestionables de los días del Nuevo Testamento eran señales—podían ser vistas y eran innegables.  Tal cosa no está siendo hecha ahora como usted bien lo sabe.

7. En conexión con la sanidad en los días del Nuevo Testamento no hubo campañas propagandistas de alguna clase, en algunos casos para evitar mucha publicidad de aquellos que eran sanados se les dijo que se fueran y no se lo dijeran a nadie.  Estas campañas de sanidad hoy día son completamente diferentes.  Jesús y los apóstoles suprimieron la publicidad pero los así llamados sanadores la cultivan.  Ellos anuncian que «Este es el gran poder de Dios» como los Samaritanos hicieron con Simón el mago y como Simón ellos «se hacen pasar por algún grande.»  Señales proclamando el poder de Dios para sanar en cada esquina y con todos los medios de promoción posibles son usados en las campañas modernas de los así llamados sanadores.  Usted puede ver fácilmente el contraste en este punto también si lo observa.

8. Otro contraste interesante entre la sanidad de los días del Nuevo Testamento y las tales campañas de los declarados sanadores es visto en el hecho de que en los días del Nuevo Testamento no se recogieron contribuciones en conexión con la sanidad de alguien.  Los declarados modernos sanadores divinos son un sistema de sacar algo por intimidación.  Aquellos así llamados sanadores no están sanando para los propósitos que caracterizaron a Jesús, a los apóstoles, y a los primeros Cristianos.  Más tiempo ha sido gastado recolectando dinero que predicando alguna verdad Bíblica. 

9. En los días del Nuevo Testamento los milagros no estaban limitados a los predicadores.  Parece evidente que el don de sanidades fue más comúnmente dado a los ancianos.  Pero si el don de sanidad fue dado al predicador o al anciano en los días del Nuevo Testamento no fue usado como una profesión para promover la popularidad personal y el poder sobre las personas para recolectar dinero.  NO fue dado para ese propósito y hacer tal uso de este hoy día es un insulto a la inteligencia de las personas y se coloca a la par ante Dios con Simón quien ofreció dinero por el poder del Espíritu Santo.    10. Finalmente en forma de contraste permítame enfatizar que nunca hubo una pregunta acerca de la genuinidad de los milagros obrados en los días del Nuevo Testamento.  Que un milagro había sido hecho fue obvio para todos.  Los casos de sanidad registrados no fueron cuestionados o negados sino que fueron admitidos como curas genuinas.  Fue auto-evidente que el poder de Dios había estado presente y que un milagro había sido ejecutado.  No hay nada de esa clase aquí hoy día.  Como lo declaré antes, negaré la genuinidad de todo caso de sanidad que declaradamente han sido tomados en las campañas.  No ha sido hecha sanidad genuina y ni la habrá.  Si usted lo piensa de otra manera, está siendo engañado.

Tengo algunas preguntas en conclusión que quisiera presentar. 

Preguntas Pertinentes a la Cuestión

1. ¿Por qué selecciona usted solamente la sanidad de .1 Cor. 12, por qué no la profecía, el discernimiento de espíritus, la ciencia divina directa, etc?

2. Beber algo mortífero y no pasar nada, y tomar en las manos serpientes, estaban entre las señales que seguirían a los creyentes en los días del Nuevo Testamento, ¿por qué no practica usted estas junto con su declarado don de sanidad ahora?

3. ¿Por qué no hiere usted a las personas que se oponen con ceguera como Pablo lo hizo si tuviera el poder para sanar como lo tuvieron los apóstoles?  (Hechos 13).

4. ¿En algún momento ha herido usted de muerte a alguien como lo hizo Pedro en Hechos 5?

5. En vista de que usted no puede impartir dones espirituales por la imposición de sus manos como lo hicieron los apóstoles, usted no tiene el poder para hacer lo que ellos hicieron, ¿lo tiene?

6. ¿Niega usted el poder de la mente sobre el cuerpo para ayudar a efectuar una mejora y aún una cura en muchos casos?  ¿No es este un medio natural de sanidad?

7. Si usted puede sanar, ¿por qué no puede resucitar los muertos, detener una tormenta, alimentar a cinco mil hombres con cinco panes y dos peces, cambiar el agua en vino?  ¿Cree usted que el poder para hacer estos milagros ha continuado hasta este día?

8. ¿Le hará daño beber algo mortífero?  ¿Desearía tratar?  Si no, ¿no tiene falta de fe?

9. ¿La palabra del Señor ha sido confirmada o cree usted que aún necesita confirmación?

10. ¿Cree usted que la Biblia es la revelación perfecta y completa de la voluntad de Dios como lo declara ser?

11. Si la palabra de Dios ha sido confirmada entonces ¿usted por qué sana o declara hacerlo así hoy día?  Dénos una razón Bíblica para hacerlo así.

12. Los Mormones pueden ofrecer testimonios de miles de sus supuestos casos de sanidad, ¿concede usted que estos testimonios son verdaderos y por tanto que el Espíritu de Dios está obrando a través del Mormonismo y que ellos están en lo correcto en lo que enseñan y hacen?  Si ellos están en lo correcto, ¿no está usted equivocado en no estar de acuerdo con ellos?

13. ¿Posee usted las «señales de un apóstol»?  ¿Es usted uno?  ¿Podría usted calificar para el oficio de apóstol acorde a Hechos 1?

14. ¿Es usted un anciano en la iglesia del Señor?  ¿Puede usted calificar para esa posición acorde al patrón del Señor en 1 Timoteo 3 y Tito 1?

15. Si usted no es un anciano, entonces ¿no debieran aquellos que están enfermos llamar a los ancianos en lugar de usted acorde a Santiago 5?

16. Jesús tenía el Espíritu sin medida; los apóstoles tuvieron las señales del oficio apostólico; los discípulos de los días del Nuevo Testamento recibieron sus dones por la imposición de las manos apostólicas; en vista de que ninguno de estos se aplica a usted, ¿de dónde obtuvo usted su poder para sanar?  Si en respuesta a la oración, dénos un ejemplo Bíblico para probar esto.

17. Si usted sana simplemente por el poder de la oración y no milagrosamente, ¿no puede todo Cristiano hacer lo mismo?  Si es así, entonces usted no posee el don de sanidad en algo más que cualquier otro Cristiano, ¿lo posee?

18. ¿Cree usted que Dios sana por medios naturales hoy día?  ¿Puede Dios contestar nuestras oraciones por los enfermos y sanarlos por medios naturales?

19. ¿No ha prometido Dios alimentar al hambriento, darnos nuestro pan diario, en respuesta a la oración?  ¿No puede él sanar al enfermo en respuesta a la oración en la misma forma que alimenta al hambriento y nos da nuestro pan diario?

Los Milagros y El Espíritu Santo

Introducción:

1. Yo creo en los milagros.  Yo creo en que Dios PUEDE y EFECTUO milagros como están registrados en la Biblia, y creo que los milagros que están en la Biblia fueron verdaderos milagros y no fábulas.

2. Los milagros son entendidos mal grandemente.  Esto hace fácil para los falsos profetas declarar efectuar milagros cuando en realidad no hacen tal cosa.  El apóstol Pablo nos habla de los hombres de pecado que se sientan en el templo de Dios y efectúan milagros con todo poder y señales y prodigios mentirosos [2 Tes. 2:3-9].

3. La mayoría de nuestros conceptos equivocados con respecto a los milagros son a causa de que no entendemos el PROPOSITO de los milagros.  Siempre han servido a un propósito especial.  Siempre han sido una semejanza asombrosa y un testimonio de la presencia de Dios.

Discusión

I. Los Milagros Fueron Necesarios en el Comienzo de ambos, del Mundo Natural y el Reino Espiritual de Dios, la Iglesia.  Los  milagros fueron necesarios para traer el mundo a la existencia y para establecer las leyes de la naturaleza, pero una vez que estas leyes fueron establecidas, cesaron los milagros y el mundo continuó para operar y funcionar hoy por las leyes establecidas de la naturaleza.

A. Los milagros fueron necesarios en el origen del REINO VEGETAL de Dios.  Los primeros árboles, hierbas, flores, etc., fueron creados todos completamente crecidos por medio de un milagro, y luego Dios ordenó Su ley de la procreación de que deberían producir según su género (Gén. 1).  Dios continúa haciendo árboles y flores, pero lo hace, no por medio de un milagro, sino por medio de Sus leyes establecidas.

B. Los milagros fueron necesarios en el origen del REINO ANIMAL de Dios.  Dios hizo los primeros animales completamente crecidos y luego ordenó Su ley de la procreación de que deberían reproducirse según su género.  Dios continúa haciendo animales hoy día pero lo hace por medio de Sus leyes establecidas.

C. Los milagros fueron necesarios en el origen de la RAZA HUMANA.  Dios hizo a Adán del polvo de la tierra.  Nunca fue un bebé, o un niño.  Fue hecho un hombre completamente crecido.  Dios hizo a Eva de una costilla.  Nunca fue una niña.  Fue hecha completamente crecida, una mujer madura.  Eso fue un milagro.  Fue necesario hacer al primer hombre y a la primera mujer por medio de un milagro para establecer las leyes de la procreación.  Después de que Dios hizo al primer hombre y a la primera mujer por medio de un milagro, les ordenó que se fructificaran y multiplicaran y llenaran la tierra.  Dios continua haciendo hombre y mujeres hoy día, pero no lo hace ahora por medio de milagros, sino por medio de Sus LEYES PRESCRITAS.  Es por el poder de  Dios que estas leyes de la naturaleza permanecen y funcionan.  Dios me hizo y a usted, y es por SU poder que somos hechos, pero NO fuimos hechos por un milagro  como lo fueron Adán y Eva, sino al contrario, somos hechos por las leyes de la naturaleza prescritas por Dios.

D. Este mismo principio es verdad con el REINO ESPIRITUAL de Dios.  Los milagros fueron efectuados en el origen del reino espiritual de Dios, la IGLESIA, para llegar a la existencia y establecer las leyes u ordenanzas de ese reino.  Pero una vez que estas leyes y ordenanzas fueron reveladas y confirmadas por los milagros y escritas en la Biblia, cesaron los milagros y el reino espiritual continúa acorde a estas leyes y ordenanzas prescritas.

II. El Espíritu Santo Vino Para Revelar y Confirmar las Leyes y Ordenanzas del Reino Espiritual de Dios.

A. REVELAR.  Jesús prometió el Espíritu Santo a los apóstoles para revelarle a ellos la palabra de Dios.

1. Mateo 10:19-20 - «...porque no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu de vuestro Padre que habla en vosotros».

2. Juan 14:26 - «...el Espíritu Santo...el os ENSEÑARA todas las cosas, y os RECORDARA todo lo que yo os he dicho».

3. Juan 15:26 - «Pero cuando venga...el Espíritu de verdad...él dará TESTIMONIO acerca de mí».

4. Juan 16:12-15 - «...pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os GUIARA a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que HABLARA todo lo que oyere, y os hará SABER las cosas que habrán de venir...»

a. Jesús prometió el Espíritu Santo a los apóstoles para [nótese las palabras que Jesús usó para describir lo que el Espíritu Santo haría] ¡ENSEÑARLES, RECORDARLES, TESTIFICARLES, GUIARLES, HABLARLES, Y HACERLES SABER (MOSTRARLES)!!!

1) ENSEÑARA todas las cosas — REVELAR todas las cosas.

2) RECORDARA todo lo que yo os he dicho — REVELARA todo lo que yo os he dicho.

3) Dará TESTIMONIO acerca de mí — REVELARA las cosas acerca de mí.

4) GUIARA a toda la verdad — REVELARA toda la verdad.

5) HABLARA las cosas que ha escuchado del Padre [véase Juan 8:26-28] — REVELARA las cosas que El ha escuchado del Padre.

6) Hará SABER las cosas que habrán de venir — REVELARA las cosas que habrán de venir.

Nota:  No hay ni una leve sugerencia de que el Espíritu Santo hará que ellos actúen como si estuvieran en un «viaje» con LSD.

5. En Juan 17:8,14,18, Cristo ora... «Porque las PALABRAS que me diste, les he dado [a los apóstoles]...Yo les he dato TU PALABRA [v.14]...Como tú me ENVIASTE al mundo, así yo los he ENVIADO al mundo» [v.18].

Nota:  Dios dio «la palabra» a Cristo y lo envió al mundo.  Cristo dio «la palabra» a los apóstoles y los envió al mundo a predicar la palabra, PERO les dio el Espíritu Santo para que los inspirara — para alentarlos — para revelarles — las palabras con las cuales ellos hablaron, y para guiarles en esta obra del  Señor.

6. Efesios 3:2-5.

a. El «Conocimiento» [la palabra de Dios] dado a Pablo PARA DEFENDERLO A USTED, esto es para CON VOSOTROS.

b. Pablo lo ESCRIBIO.

c. Nosotros lo estamos LEYENDO.

d. Y lo ENTENDEMOS.

1) Aprendemos que Dios quiere que le conozcamos por medio de leer la Biblia, y no por medio de visiones, sueños, concilios de hombres, o decretos del Papa.

e. Pablo escribió este conocimiento por REVELACION [v.3].

f. Este fue revelado a los apóstoles y profetas por el Espíritu.

g. Este no fue revelado en generaciones pasadas.

7. 1 Corintios 2:6-13.

a. Los apóstoles estuvieron hablando la «sabiduría de Dios», no la «sabiduría del mundo».

b. Ninguno de los príncipes [líderes] de este mundo conoció esta sabiduría de Dios.

1) Si hubiera sido así, nunca habrían crucificado a Cristo.

2) Además, como está escrito:  Cosas que ojo no vió, ni oído oyó son las que Dios AHORA nos las ha revelado por el Espíritu, y las cuales los apóstoles y profetas estuvieron hablando en palabras que el Espíritu Santo enseñaba.

B. CONFIRMAR.  Dios testificó que las palabras que estos hombres inspirados hablaron y escribieron eran SUS palabras por medio de permitirles efectuar milagros.  Los milagros fueron los TESTIMONIOS de Dios para las palabras que hablaron.

1. Marcos 16:20 - «Y ellos, saliendo, predicaron en todas partes, ayudándoles el Señor, y CONFIRMANDO LA PALABRA con las señales que la seguían».  

2. Hechos 14:3 - «Por tanto, se detuvieron allí mucho tiempo, hablando con denuedo, confiados en el SEÑOR, el cual DABA TESTIMONIO A LA PALABRA de Su gracia, concediendo que se hiciesen por las manos de ellos SEÑALES y PRODIGIOS».

3. Hebreos 2:3-4 - «...salvación tan grande?  La cual, habiendo sido anunciada primeramente por el Señor, nos fue CONFIRMADA por los que oyeron, TESTIFICANDO Dios juntamente con ellos, con SEÑALES y PRODIGIOS y diversos MILAGROS y repartimientos del ESPIRITU SANTO según su voluntad». 

4. Juan 3:2 - «...Nicodemo...vino a Jesús de noche, y le dijo:  Rabí, sabemos que has venido de Dios como  maestro; PORQUE nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él».

5. Hechos 2:22 - «Varones Israelitas, oíd estas palabras:   Jesús nazareno, varón aprobado por Dios entre vosotros con las maravillas, prodigios y señales, que Dios hizo entre vosotros por medio de él, como vosotros mismos sabéis».

6. -2 Corintios 12:12, cuando la enseñanza y autoridad de Pablo como apóstol fue contendida, Pablo dijo:  «Con todo, las SEÑALES DE APOSTOL han sido hechas entre vosotros con toda paciencia, por SEÑALES, PRODIGIOS y MILAGROS».

Nota:  «Apóstol» significado «enviado».  Recuerde Juan 17:8-18 — Dios dio la palabra a Cristo y le envió al mundo, y Cristo dio la palabra a los apóstoles y LOS ENVIO al mundo.  Los milagros que ellos efectuaron testificaron este hecho.

III. La Palabra Revelada de Dios Esta Registrada [Escrita] en la Biblia.

A. Efesios 3:2-5.

1. El «conocimiento» de Pablo en el misterio de Cristo (v.4) es la palabra de Dios que él había recibido.

2. Este «conocimiento» le fue dado a Pablo «para CON VOSOTROS» (v.2), eso es, esto le fue dado a Pablo «PARA USTEDES» [en favor de ustedes] — para que él se lo diera a usted.

3. Pablo recibió este conocimiento por REVELACION.

4. Pablo lo ESCRIBIO para ellos [y nosotros].

5. Ellos lo estuvieron LEYENDO.

6. Y lo ENTENDIERON.

a. Nota:  Aprendemos que Dios quiere que le conozcamos por medio de leer la Biblia, y no por medio de visiones, sueños, de nuestros pensamientos, sentimientos, concilios de hombres, ni decretos del Papa.  ¡La Biblia es la MANIFESTACION de Dios para nosotros hoy!!!

B. -2 Pedro 3:1-2 - «Esta es la segunda carta que os ESCRIBO, y en ambas despierto con exhortación vuestro limpio entendimiento para que tengáis MEMORIA de las PALABRAS que ANTES han sido DICHAS por los santos profetas, y del mandamiento del Señor y Salvador dado por vuestros apóstoles».

C. -2 Tesalonicenses 2:15 - «Así que, hermanos, estad firmes, y retened la doctrina [ordenanzas] que habéis aprendido, sea por PALABRA, o POR CARTA NUESTRA».

D. -2 Timoteo 3:16-17 - «Toda la ESCRITURA [algo escrito] es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buen obra».

E. Santiago 1:25;2:12 — Mirar atentamente a la perfecta ley, la de la libertad.

1. «Mira atentamente» - en consecuencia a lo que está escrito.

2. «La ley de la libertad» - un cuerpo formal de doctrina.

3. «Perfecta» - en consecuencia, a todo lo que hay, completa y sin errores.

4. Esta ley de la libertad es el patrón del juicio - 2:12.

a. La palabra de Cristo es el patrón del juicio - Juan 12:48.

b. El juicio sobre las cosas ESCRITAS en los libros - Apoc. 20:18-19.

F. Lucas 10:16; Mateo 10:40 y 2 Juan 9.

1. «El que a vosotros oye, a mí me oye; y el que a vosotros desecha, a mi me desecha; y el que me desecha a mí, desecha al que me envió».

Escuchar a los apóstoles es escuchar a Cristo, y escuchar a Cristo es escuchar a Dios, y viceversa; despreciar, desatender o desechar a los apóstoles es desechar (Mat. 10:40) a Cristo, y desechar a Cristo es desechar a Dios.

2. DIOS - CRISTO - LOS APOSTOLES [la BIBLIA - la palabra inspirada escrita].

a. Juan 17:8,18 - Dios dio la palabra a Cristo y lo envió al mundo y Cristo dio la palabra a los apóstoles y los envió.

b. .1 Corintios 2:12-13 - Los apóstoles fueron inspirados por el Espíritu Santo.

1) Ellos HABLARON por la inspiración del Espíritu Santo - .1 Corintios 2:12-13.

2) ESCRIBIERON por la inspiración del Espíritu Santo - .2 Tim. 3:16-17.  

3) Si ESCRIBIERON o HABLARON, eso era la PALABRA DE DIOS - 1 Tes. 2:13;.2 Ped. 3:1-2.

4) La Unica Forma en que los Apóstoles Hablan Hoy Día es a Través de la Palabra Escrita - 2 Tim. 3:16-17.

c. LA UNICA FORMA EN QUE PODEMOS ESCUCHAR A LOS APOSTOLES HOY DIA ES POR MEDIO DE ESCUCHAR LA BIBLIA.

3. Por lo tanto:

a. Escuchar la Biblia es escuchar a los apóstoles.

b. Escuchar a los apóstoles es escuchar a Cristo.

c. Escuchar a Cristo es escuchar a Dios.  Y viceversa.

d. Rechazar la Biblia es rechazar a los apóstoles.

e. Rechazar a los apóstoles es rechazar a Cristo.

f. Rechazar a Cristo es rechazar a Dios.

g. En consecuencia, .2 Juan 9 - «El que no persevera en la doctrina de Cristo NO TIENE A DIOS».

G. RESUMEN:  Dios dio la palabra a Cristo y lo envió al mundo.  Cristo dio la palabra a los apóstoles y los envió al mundo, pero los dotó con la inspiración y guía del Espíritu Santo.  Los apóstoles hablaron y escribieron la palabra de Dios por inspiración del Espíritu Santo, y sus escritos inspirados forman los escritos de la Biblia, y rechazar la Biblia es rechazar a Dios.  Si NO se persevera en la DOCTRINA de Cristo [la palabra revelada] NO SE TIENE A DIOS; si se persevera en la doctrina de Cristo, se tiene al Padre y al Hijo.  ¡No se puede tener al uno sin el otro!!!.

IV. La Revelación Ha Cesado — Los Milagros Han Cesado.

A. La Revelación Está Completa.

1. -2 Timoteo 3:16-17.

a. La ESCRITURA entera o completamente nos provee de la doctrina, nos reprende, corrige e instruye en la justicia para la perfección.  EN CONSECUENCIA, la revelación fue y está completa — no le falta nada.

2. Judas 3«...que contendáis ardientemente por la fe que ha sido dada UNA vez a los santos».

a. «La fe» dice que la creencia de los seguidores de Cristo es, no simplemente lo que ellos escojan creer, sino un sistema particular de creencia, un cuerpo formal del doctrina por el cual se pueda contender.

b. «Una vez dada» enseña que la «la Fe» fue entregada al hombre por Dios.  Esta es, por tanto, revelada divinamente.

c. «UNA VEZ» significa que esta está completa, no que está SIENDO entregada, sino que HA SIDO ENTREGADA— una sola vez - está completa y terminada, y no admite adición o sustracción.

1) Pablo dice:  «una vez apedreado» (2 Cor. 11:25).  Una vez muestra que esto era algo que fue hecho y terminado, no algo que está siendo hecho.

2) »Cristo fue ofrecido una sola vez» (Heb. 9:28).  El no está siendo ofrecido, sino que Su ofrecimiento fue, y es, hecho y terminado, completo y final.

3. Hebreos 12:2«Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe...»  La palabra «consumador» usada aquí «significa con frecuencia... llevar a su plenitud» (Diccionario Expositivo de Palabras del N.T., W.E. Vine, Vol. I, Pág. 313).

4. Hechos 20:20-27, Pablo dijo:  «Y cómo nada que fue útil he rehuido de anunciaros y enseñaros públicamente...porque no he rehuido de anunciaros todo el consejo de Dios».  En consecuencia, toda cosa útil y  TODO el consejo de dios, fue revelado en el primer siglo.

5. -2 Pedro 1:3, dice que Dios ha dado «TODAS LAS COSAS que pertenecen a la vida y a la piedad».

6. Gálatas 1:7-8 nos dice que la revelación de Dios fue completada, y que cualquier nueva revelación — que cualquier otra cosa a la que ya fue revelada — seria condenada, ¡aún si Pablo mismo, o un ángel del cielo, la predicara!!!

7. -2 Jn 9-10.

8. NO HAY NUEVAS REVELACIONES DESDE QUE LA BIBLIA FUE COMPLETADA.

a. No hay un nuevo pensamiento o idea acerca de Dios o Cristo, el pecado o Satanás, el Cielo o el Infierno, la Salvación o el Alma, etc., desde que la Biblia fue completada.  La única forma en que podemos saber algo acerca de estos temas es por revelación, y todos sabemos que ella está registrada en la Biblia.

b. Todas las tan llamadas «nuevas» revelaciones sobre estos temas están también:

1) Reveladas en la Biblia, y por tanto, no son nuevas.

2) Oh, ¡la Biblia se contradice!!!

B. LOS MILAGROS HAN CESADO.

1. El PROPOSITO de los milagros han cesado.

a. En vista de que los milagros fueron ejecutados con el propósito de revelar y confirmar la Palabra de Dios, y desde que la Palabra de Dios ha sido revelada y confirmada, entonces los milagros han cumplido su propósito y no se necesitan más.

2. Los INSTRUMENTOS de los milagros han cesado.

a. Hubo 3 clases de personas que ejecutaron milagros en el Nuevo Testamento.

1) Jesucristo.

2) Los apóstoles.

3) Los discípulos que poseyeron dones Espirituales.

b. Por qué JESUS ejecutó milagros.

1) Hechos 2:22 — Pedro dijo:  «Varones israelitas, oíd estas palabras:  Jesús nazareno, varón aprobado por Dios entre vosotros con las maravillas, prodigios y señales que Dios hizo entre vosotros por medio de él, como vosotros mismos sabéis».  En consecuencia, Jesús ejecutó milagros para mostrar que El era «aprobado por Dios».  La aprobación de Dios sobre Cristo fue mostrada por los milagros, prodigios y señales.

2) Juan 3:2 — Nicodemo dijo:  «Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro; PORQUE (aquí está él como él lo sabía) — PORQUE  nadie puede hacer las señales que tú haces, sino está Dios con él».

3) Juan 20:30-31 — El apóstol Juan dijo:  «Hizo además Jesús muchas otras señales en presencia de sus discípulos, las cuales no están escritas en este libro.  Pero estas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre».

4) En consecuencia, Jesús ejecutó milagros para PROBAR, o confirmar que El era de DIOS — el Hijo de Dios.

c. Por qué los apóstoles ejecutaron milagros.

1) -2 Corintios  12:12 nos dice:  «Con todo, las señales de un apóstol han sido hechas entre vosotros en toda paciencia, por señales, prodigios y milagros».

2) -1 Corintios 2:4 — Pablo dice:  «Y ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder».

3) En consecuencia, los apóstoles ejecutaron milagros para mostrar, o probar, o confirmar que ellos eran apóstoles — que eran de Dios y que por tanto, predicaban la Palabra de Dios.

4) Cuando yo predico, y alguien duda de que lo que yo digo es la Palabra de Dios, simplemente abro la Biblia y les leo en la Biblia.  Pero los apóstoles no tenían el Nuevo Testamento para recurrir a él.  Predicaron la Palabra de Dios por revelación directa del Espíritu.  Cuando alguien dudaba de que lo que ellos estaban predicando era la Palabra de Dios, obraban milagros para probarla, o confirmarla.  Pablo dijo que su palabra y predicación fue con demostración del Espíritu y de poder — eso es, que esto fue hecho con señales, prodigios y milagros, lo cual él dice que eran las señales de un apóstol de Cristo [2 Cor. 12:12].  En otras palabras, el apóstol ejecutó milagros para confirmarla palabra.

d. ¿Por qué y cómo ejecutaron milagros los DISCIPULOS?

1) Hechos 8:18«Cuando vió Simón que por la imposición de las manos de los apóstoles se daba el Espíritu Santo, les ofreció dinero».

a) Aquí vemos que los dones espirituales que tuvieron los discípulos de los tiempos del Nuevo Testamento, les fueron dados a ellos por o a través de la imposición de las manos de los Apóstoles.

b) También aprendemos de este pasaje, que este poder de obrar dones milagrosos No podían ser pasados o transmitidos a otros.

1] Felipe había recibido su poder para ejecutar milagros por medio de la imposición de las manos de los apóstoles tal como está registrado en Hechos 6:5-6.

2] Luego en Hechos 8:6-7 vemos a Felipe en Samaria predicando y ejecutando milagros.

3] Ahora leamos Hechos 8:14-18 — «Cuando los apóstoles que estaban en Jerusalén oyeron que Samaria había recibido la palabra de Dios, enviaron allá a Pedro y a Juan; los cuales, habiendo venido, oraron por ellos para que recibieran el Espíritu Santo; porque aún no había descendido sobre ninguno de ellos, sino que solamente habían sido bautizados en el nombre de Jesús.  Entonces les imponían las manos, y recibían el Espíritu Santo.  Cuando vió Simón que por la imposición de las manos de los APOSTOLES se daba el Espíritu Santo, les ofreció dinero».

4] De esta manera, vemos que Felipe recibió su poder para ejecutar milagros por la imposición de las manos de los apóstoles, PERO el no tenía el poder para pasarlo a otros, POR LO QUE fue necesario para los apóstoles en Jerusalén enviar al apóstol Pedro y Juan a Samaria para impartir este poder.

2) Romanos 1:11 — nos dice por qué estos dones espirituales fueron dados.  Pablo dijo a los Romanos:  «Porque deseo veros, para comunicaros algún don espiritual, a fin de que seáis confirmados».

3) Efesios 4:8,14 — Pablo enseñó a los Efesios que Cristo dió dones a los hombres para que pudieran ser zarandeados, y llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por la estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error.

4) Conclusión:  A los Romanos Pablo les dice que los dones espirituales fueron con el propósito de «confirmarlos».  A los Efesios les dijo que los dones fueron para guardarlos de ser engañados por las falsas doctrinas.  Antes de que el Nuevo Testamento estuviera escrito, ellos tuvieron dones espirituales para confirmarlos en la fe, y de esta manera protegerlos de las falsas doctrinas de aquellos que las emplean con astucia y mienten y esperan poder engañar.

e. Hoy día nadie en la tierra tiene este poder.

1) Jesús está en el cielo.

2) Todos los apóstoles están muertos.

3) Todos aquellos sobre los que los apóstoles impusieron las manos están muertos.

4) En consecuencia — los INSTRUMENTOS (o medios) para ejecutar los milagros han cesado.

3. 1 Corintios 13:8-13.

a. Los dones que el Espíritu dió - .1 Corintios 12:8-11.

1) «...a éste es dada...a otro...» etc., en consecuencia, uno tenía una parte y otro tenía otra parte, etc.

2) Pablo dice:  «Procurad, pues, los dones mejores.  Mas yo os muestro un camino aun más excelente» —  v.31.

b. Los milagros cesarán — 1 Cor. 13:8.

c. Lo que es en parte se acabará — 1 Cor. 13:10.

d. ¿Cuándo?:

1) Cuando venga lo perfecto — 1 Cor. 13:10.

2) Las Escrituras — la perfecta ley, la de la libertad — HA VENIDO - .2 Timoteo 3:16-17 y Santiago 1:25.

3) La Fe y la Esperanza permanecerán después de que estos dones (los cuales son en parte) hayan cesado o se acaben.

a) La Fe y la Esperanza se abandonarán (o se dejarán a un lado) a la señal en el día perfecto, en consecuencia, él no se está refiriendo al día perfecto.  Heb. 11:1; Rom. 8:24.

4. Efesios 4:8-14«Por lo cual dice:  Subiendo a lo alto, llevó cautiva la cautividad, y dió dones a los hombres.  Y eso de que subió, ¿qué es, sino que también había descendido primero a las partes más bajas de la tierra?  El que descendió, es el mismo que también subió por encima de todos los cielos para llenarlo todo.  Y él mismo constituyó a unos apóstoles; a otros, profetas; a otros evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, HASTA QUE— [mírese a la palabra «HASTA QUE»] — HASTA QUE todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo; para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error».

a. Este pasajes nos dice:

1) CUANDO fueron dados estos dones.

2) PORQUE fueron dados.

3) A QUIENES fueron dados.

4) Y CUANTO TIEMPO permanecieron.

b. Fueron dados:

1) CUANDO El subió a lo alto.

2) Fueron dados CON el propósito de proteger a la iglesia de las falsas doctrinas.

3) A los apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y  maestros.

4) HASTA QUE todos lleguemos a la unidad de la fe.  La palabra «HASTA QUE» marca su duración.  ¿Cuánto tiempo permanecerán los milagros?  «HASTA QUE todos lleguemos a la unidad de la fe».

c. La «unidad de la fe» es definida como siendo «un varón perfecto».  La expresión «hombre perfecto» es usada en contraste con los «niños» del v.14.  Los dones espirituales fueron dados a la iglesia mientras en ella hubieran «niños» para protegerlos del error.  HASTA que llegaran a ser un «varón perfecto».  La «unidad de la fe» es también descrita como siendo «la unidad del conocimiento del Hijo de Dios» y «la medida de la estatura de la plenitud de Cristo».  Esto es simplemente el completo conocimiento de la voluntad de Dios.  En otras palabras, los milagros fueron ejecutados para revelar la palabra de Dios, y confirmar esa palabra, y confirmar a la iglesia en la fe para de esta manera protegerlos de la falsa doctrina durante su «niñez», esto es, antes de que la entera revelación de la voluntad de Dios fuera revelada — antes de que la Biblia fuera terminada — esta condición es descrita como llegando al estado de un varón perfecto, o completamente desarrollado.  ENTONCES — en ese momento — los milagros cesaron.  Permanecieron «HASTA» que el completo desarrollo del hombre — el completo conocimiento o la completa revelación — llegó.  Por tanto, los milagros cesaron CUANDO la iglesia llegó a la completa revelación de la palabra de Dios — cuando la iglesia se acercó a la condición de un hombre completamente desarrollado (a un varón perfecto) 

V. No Se Necesita Que Se Repitan las Señales.

A. Las señales dadas para confirmar la Palabra — Hebreos 2:1-4.

«Por tanto, es necesario que con más diligencia atendamos a las cosas que hemos oído, no sea que nos deslicemos.  Porque si...¿cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande?  La cual, habiendo sido ANUNCIADA primeramente por el Señor, nos fue confirmada por los que oyeron, testificando Dios juntamente con ellos, con señales y prodigios y diversos milagros y repartimientos del Espíritu Santo según su voluntad».

NOTESE LO SIGUIENTE:

1. El Señor habló.

2. Aquellos a quienes esta carta fue escrita no habían oído de El, [y NOSOTROS no oímos de El].

3. Aquellos que lo oyeron CONFIRMARON lo que El dijo.

4. Dios TAMBIEN testificó CON manifestaciones milagrosas — señales, prodigios, milagros y dones del Espíritu Santo.

a. Señales - demostraciones, de-mos-tra-cio-nes.

b. Prodigios - se refiere a sus efectos en los veedores.

c. Milagros - enfatiza la energía divina que es manifestada.

d. Dones [«diversidades» o «repartimientos»] del Espíritu Santo — sugiere el origen real de la manifestación.

B. Juan 20:19-31.

Juan 20:19-24 — La aparición de Cristo a Sus apóstoles cuando Tomás no estaba presente.

Juan 20:24-25 — Tomás REHUSA CREERLO a menos que VEA las señales por si mismo — meter el dedo en el lugar de los clavos, y meter la m ano en Su costado.

Juan 20:26-28 — Jesús repitió la manifestación con Tomás presente.

Ahora nótese el versículo Juan 20:29:  «...Porque me has VISTO, Tomás, creíste; BIENAVENTURADOS LOS QUE NO VIERON, y creyeron».

Juan 20:30-31 — Nótese lo siguiente:

1. Muchas otras señales — en consecuencia esta manifestación a Tomás fue una SEÑAL.

2. Las señales DEMUESTRAN o DAN-A-EN-TEN-DER, algo.

3. En presencia de Sus discípulos — Jesús ejecutó muchas señales en presencia de Sus discípulos — no en presencia de todo el mundo.

4. MUCHAS otras señales — hubo muchas otras señales efectuadas que no están escritas.

5. ESTAS señales fueron seleccionadas para ser ESCRITAS.

6. PARA — con el objeto de — de modo que — de manera que haga — que ellos puedan CREER — tener fe — y tener vida.

7. Los discípulos VIERON y creyeron, los OTROS están para LEER y creer.

8. De los dos:  Jesús dijo que el que cree SIN HABER visto es más bienaventurado que aquel que tiene que ver para creer.

9. Ver no es siempre creer — Juan 12:37-43.  Algunos que vieron no creyeron.

10. Creer es siempre ver — Hebreos 11:6-7,13-27.

11. La fe verdadera es aceptar la voluntad revelada de Dios.

12. Lucas 16:19-31 - «...que le envíes (a Lázaro) a la casa de mi Padre...A Moisés y a los profetas tienen (la palabra escrita)...Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán aunque alguno se levantare de los muertos».

NOTA:  Un milagro no fue PERMITIDO sobre la base de esa manifestación de Dios — Su Palabra — la cual fue revelada a través de Moisés y los Profetas era suficiente.  Ninguno vió o escuchó a Moisés o a los Profetas, pero tenían su palabra escrita — inspirada de Dios.  Jesús dijo:  ¡si ellos no aceptan la «palabra escrita», tampoco creerán si tuvieran un milagro!!!

Recuerde, algunos que VIERON las señales no creyeron.  Dios dice que aquellos que no creen hoy día a la palabra escrita son los que ¡no creerán si vieran un milagro!!!  ¿Es usted uno de ellos?

C. Las controversias en HECHOS 11 y en HECHOS 15 fue aclarada por la apelación a la confirmación PASADA en Hechos 10.

1. La controversia en ambos casos fue sobre si los Gentiles eran sujetos aceptables del evangelio o no sin ser circuncidados acorde a la Ley de Moisés.

2. En Hechos 10, Dios confirmó Su palabra a Pedro y a los 6 hermanos Judíos por medio de darles el Espíritu Santo a los Gentiles.  Esta fue la confirmaciónla señal.

3. En HECHOS 11 cuando Pedro vino a Jerusalén, los hermanos contendieron con él acerca de esto.  No fue ejecutado otro milagro para confirmar esta palabra, o para reconfirmar esto, sino que Pedro simplemente les DIJO acerca del milagro que había ocurrido cuando esto fue confirmado, y eso fue suficiente.  Estos hermanos en Jerusalén no VIERON el milagro que fue ejecutado, ni fue dado otro para su beneficio, sino que a ellos se les dijo acerca de esto (Juan 20:30-31).

4. En HECHOS 15, cuando la misma cuestión fue promovida por los hermanos a quienes este asunto no les había confirmado, Pedro les DIJO del milagro que se había obrado y que fue para confirmar esto (Hechos 15:7-11).  El milagro no fue repetido para reconfirmar la palabra, sino que más bien se les DIJO acerca de lo que había ocurrido «por primera vez» (Hechos 15:14).  No fue dado otro milagro para confirmar la palabra a aquellos que no habían visto lo primero, sino que se les DIJO acerca de esto.  LUEGO fue ESCRITA una carta ACERCA de esto para el beneficio de los otros que no habían VISTO EL MILAGRO y que no estuvieron presentes para ESCUCHAR personalmente del acontecimiento.

D. Pero dicen algunos que ellos creen porque han visto milagros.   Y yo les contesto que los milagros que han visto CONTRADICEN a LA PALABRA DE DIOS:

1. En PROPOSITO — Los milagros fueron para confirmar la palabra, y la palabra ha sido confirmada.

2. En ORIGEN — Los apóstoles y aquellos a quienes los apóstoles les impusieron las manos (Hechos 8:18).

3. En EXISTENCIA — La Palabra de Dios dice que los milagros «cesarían».

4. En MENSAJE — El que ejecuta milagros enseña error con respecto al plan de salvación, el bautismo, la adoración, nombre, doctrina.  En consecuencia sus SEÑALES no son señales de Dios para confirmar SU palabra, sino que tales «señales» son «por obra de Satanás» acorde a Pablo en .2 Tes. 2:9 y .2 Cor. 11:14-15 y Jesús en Mateo 7:22-23.

Los Milagros y el Espíritu Santo

HABLANDO EN LENGUAS

Introducción:

I. 5 REFERENCIAS A LAS LENGUAS EN LA BIBLIA:  

1. Marcos 16:17 — Una promesa profética para los apóstoles.

2. Hechos 2     — Una declaración histórica.

3. Hechos 10    — Una declaración histórica.

4. Hechos 19    — Una declaración histórica.

5. -1 Cor. 12-14 — Una lección instructiva sobre el uso y mal uso de las lenguas.

II. UNICAMENTE TRES DECLARACIONES HISTORICAS EN LA BIBLIA.   

1. Hechos 2.      

2. Hechos 10.

3. Hechos 19.

Discusión:

I. MARCOS 16:14-20.

A. UNA PROMESA para los apóstoles.  Véase también .2 Cor. 12:12.

B. Las lenguas en UNA de las señales.  ¿Dónde están las otras?  ¿Cómo tomar serpientes y beber algo mortífero?

1. TODAS estas señales — no sólo las lenguas — eran para seguir a «los que creen».

a. Echar fuera demonios.

b. Hablar nuevas lenguas.

c. Tomar en las manos serpientes.

d. Beber cosas mortíferas.

e. Poner las manos sobre los enfermos.

2. ¡Si pueden hablar en lenguas, entonces también pueden tomar en las manos serpientes, beber cosas mortíferas, sanar a los enfermos, y echar fuera demonios!!!

3. ¡Y, si NO PUEDEN obrar «estas señales», entonces no pueden obrar la señal de las lenguas tampoco!!!

C. Las señales eran PARA CONFIRMAR la palabra que ellos predicaron.

1. Marcos 16:15-20 — Jesús dijo a los apóstoles:  «Id...y predicad el evangelio...Y estas señales seguirán...Y ellos saliendo predicaron... ayudándoles el Señor y confirmando la palabra con las señales que la seguían».

2. Véase también Hebreos 2:3-4.

D. Señal a los incrédulos.

1. Marcos 16:20 — La confirmación fue para un incrédulo.

2. -1 Corintios 14:22«Así que, las lenguas son por señal, no a los creyentes, sino a los incrédulos...»

E. Eran para comenzar en Jerusalén.  Lucas 24:47,49.

II. HECHOS 2.

A. Las lenguas eran idiomas.  Hechos 2:6,8.

B. Las lenguas fueron dadas a los APOSTOLES, y escuchadas por la multitud.  Hechos 2:5-6.

C. Las lenguas eran una señal para los incrédulos.

1. Las lenguas apoyaban testificando el mensaje.

2. Que Jesús es el Cristo — v.33, Pedro dice:  «Así que, exaltado por la diestra de Dios, y habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto que vosotros veis y oís» — las lenguas (v.3,6-8).  «Aparecieron lenguas repartidas...les oía hablar en su propia lengua».

3. El comienzo de Su reino.  En consecuencia, las lenguas fueron explicadas por Pedro como siendo una señal, o prueba de que  Jesús fue levantado, ascendió y fue glorificado o exaltado, y que había recibido la promesa del Padre que el Espíritu Santo hizo a David, a la cual exactamente se refiere en el versículo 30, que este Jesús es por tanto,  el Señor y Cristo — Soberano y Mesías, y que Su reinado sobre el Trono de David (v.30) había comenzado (v.34-36).

4. Estos hombres devotos —Judíos— eran los incrédulos a quienes la señal les fue dada.  Ellos no estaban esperando un Mesías sufrido y crucificado (1 Cor. 1:23; Hechos 17:3).  Esto es aún la piedra de tropiezo para los Judíos.

D. 3000 fueron convertidos por el mensaje del evangelio, NO por las lenguas.

1. El evangelio salva - Rom. 1:16; .1 Ped. 1:22-23.

2. Las señales confirman la Palabra.

3. La Palabra ha sido confirmada.  Heb. 2:3-4; Juan 20:30-31.

E. NOTA:  Compare Gén. 11:1-9, la difusión de las lenguas y el comienzo de las naciones, con Hechos 2:21, el comienzo de la reconciliación de los hombres de todas las naciones en UN CUERPO a través del evangelio.  Versículo 21 - «Y todo aquel que invocare...»

III. HECHOS 10.   

A. Escrituras:

1. Hechos 10:44-48.

2. Hechos 11:15-18.

3. Hechos 15:7-11,14.

B. HECHOS 10 - Las lenguas fueron una señal para Pedro y los seis hermanos Judíos (quienes eran los incrédulos en esta ocasión) de QUE los Gentiles eran partícipes del evangelio SIN tener que ser circuncidados primero como fue el caso bajo la ley.

1. Hechos 10:45-47.  «Y los fieles de la circuncisión que habían venido con Pedro se quedaron atónitos de que también sobre los gentiles se derramase el don del Espíritu Santo...Entonces respondió Pedro:  ¿Puede acaso alguno impedir el agua, para que no sean bautizados estos que han recibido el Espíritu Santo también como nosotros?»

2. Esto está explicado más adelante en Hechos 11 y Hechos 15, como sigue.

C. HECHOS 11 - El incidente de las lenguas en Hechos 10 sirvió como seña PARA «aquellos que eran de la circuncisión en Jerusalén» DE QUE los Gentiles tenían el privilegio del «arrepentimiento para vida» (v.18) en su estado «incircunciso» (v.2-3).

1. Hechos 11:17-18«Si Dios, pues, les concedió también el mismo don que a nosotros que hemos creído en el Señor Jesucristo, ¿quién era yo que pudiese estorbar a Dios?  Entonces, oídas estas palabras, callaron, y glorificaron a Dios, diciendo:  ¡DE MANERA QUE también a los gentiles ha dado Dios arrepentimiento para vida!»

D. HECHOS 15 - El incidente de las lenguas en Hechos 10:5,8,9 sirvió como señal [testimonio, v.8] PARA »algunos de la secta de los fariseos que habían creído» (v.5) DE QUE no había diferencia entre Judíos y Gentiles y que el corazón de los Gentiles podía ser purificado por la fe  (v.9), y ser salvos por gracia (v.11) SIN ser circuncidados y SIN guardar la ley.

1. HECHOS 15:5,7-11«...algunos de la secta de los fariseos que habían creído, se levantaron diciendo:  Es necesario circuncidarlos, y mandarles que guarden la ley de Moisés...Y después de mucha discusión, Pedro se levantó y les dijo:  Varones hermanos, vosotros sabéis  cómo ya hace algún tiempo que Dios escogió que los gentiles oyesen por mi boca la palabra del evangelio y creyesen.  Y Dios...les dió testimonio, dándoles el Espíritu Santo, lo mismo que a nosotros; y ninguna diferencia hizo entre nosotros y ellos, purificando por la fe sus corazones.  Ahora, pues, ¿por qué...poniendo sobre la cerviz de los discípulos un yugo que ni nuestros padres ni nosotros hemos podido llevar?  Antes creemos que por la gracia del Señor Jesús seremos salvos, de igual modo que ellos».

2. Hechos  15:12 — Pablo y Bernabé declararon:  «...cuan grandes señales y maravillas había hecho Dios por medio de ellos entre los gentiles».

3. Hechos 15:15-19 — Jacobo dijo:  «Simón ha contado cómo Dios visitó por primera vez a los gentiles para tomar de ellos pueblo para  su nombre.  Y con esto concuerdan las palabras de los profetas, como está escrito:  ...volveré y reedificaré el tabernáculo de David...para que el resto de los hombres busque al Señor, y todos los gentiles...Por lo cual yo juzgo que no se inquiete a los gentiles que se convierten a Dios».

E. Las lenguas NO eran una señal de:

1. Perdón de pecados - Hechos 2:38; 10:47.

2. Salvación - Hechos 11:14-15; Santiago 1:21.

a. Cornelio había creído - Hechos 15:7.

1) La fe viene por el oír - Hechos 15:7; Rom. 10:17.

b. Se arrepintió - Hechos 11:18.

c. Se bautizó - Hechos 10:48; 2:38.

d. Si Cornelio fue salvo antes, o cuando el Espíritu cayó, entonces, ¿para qué enviar por Pedro en la primera instancia?

1) ¿Habría sido salvo ANTES de que Pedro pudiera decirle las PALABRAS por las cuales podría ser salvo?, pero Hechos 11:15 dice:  «Y cuando COMENCE a hablar...»

2) ¿Habría sido salvo antes de la FE?, pero Romanos 16:17; Hechos 15:7;11:15; todos enseñan que la fe viene por el oír y el Espíritu Santo cayó antes de que él hubiera escuchado la Palabra, y por tanto, antes de la fe.

F. Notas adicionales sobre Hechos 10,11,15.

1. La testificación de Dios.  Hechos 15:8 dice del caso en Hechos 2 y 10 que la testificación de Dios era QUE:

a. Los corazones son purificados por la FE (Hechos 15:9), y no por la ley (Hechos 15:10).  «Nosotros» se refiere a Hechos 2, y «ellos» se refiere a Hechos 10.

b. «Nosotros» [creemos] y «Ellos» somos salvos a través de la GRACIA del Señor Jesús (15:11).

c. Los Gentiles podían buscar después al Señor SIN la circuncisión (15:17-19).

d. Dios había abierto la puerta de la fe a los gentiles (Hechos 14:27), esto además, fue evidenciado por el hecho de «...cuan grandes señales y maravillas había hecho  Dios por medio de ellos entre los gentiles (Bernabé y Pablo)» (Hechos 15:12).

e. La palabra escrita.  Jacobo muestra luego que todo esto está de acuerdo con los profetas — la Palabra de Dios — que «está escrita» (Hechos 15:15).

f. Nótese que el incidente en Hechos 10 fue usado para confirmar esta verdad en las mentes de los otros que no estuvieron presentes en esa ocasión.  Ninguna manifestación adicional de lenguas o de otro milagro fueron ejecutadas para los subsiguientes incrédulos de este punto — ni en Hechos 11, ni en Hechos 15¿Por qué?  ¡¡¡¿¿¿Si debían continuar inmediatamente y después de esto???!!!

g. En consecuencia,  las lenguas en Hechos 10 eran la testificación de Dios que los Gentiles podían ser:

1) Salvos por medio de la gracia (Hechos 15:11).

2) Tener sus corazones purificados por la FE (Hechos 15:9).

3) Por medio de simplemente ESCUCHAR y CREER (Hechos 15:7).

4) ARREPINTIENDOSEN (Hechos 11:18) y siendo  BAUTIZADOS (Hechos 10:47-48).

5) Y de esta manera ser CONVERTIDOS A DIOS (Hechos 15:19).

6) SIN SER CIRCUNCIDADOS (Hechos 15:10).

IV. HECHOS 19:6.

A. Escritura:  Hechos 18:24 hasta Hechos 19:7.

B. Confirmó la palabra que fue hablada por Pablo de que el bautismo de Juan ya se había cumplido.

1. El bautismo de Juan era para hacer manifiesto a Jesús a Israel.  Este fue para los Judíos (Israel) y para prepararlos para la venida de Cristo (Juan 1:31).

2. En consecuencia, el bautismo de Juan  miraba HACIA ADELANTE, a Cristo Jesús, «el cual vendría DESPUES» de Juan —  Cristo,  aún por venir.

3. El bautismo Cristiano mira HACIA ATRAS, a Cristo, como habiendo venido ya, habiendo muerto, sido sepultado y resucitado (Rom. 6:3-4,17;18).

a. La muerte, sepultura y resurrección de  Cristo es la doctrina, (Rom. 6:3-4).

b. Y NUESTRA muerte, sepultura y resurrección en el bautismo es «aquella forma de doctrina» la cual obedecemos para ser hechos libres del pecado, Rom. 6:17-18.

4. En consecuencia:  El bautismo de Juan se había cumplido, y las lenguas en esta ocasión eran el testimonio de Dios para este hecho.

V. 1 CORINTIOS 12 - 14.

A. Introducción:  El problema en Corinto.

1. En .1 Cor 4:6 (también .1 Cor 1:12-13 y .1 Cor 3:3; 12:25) aprendemos que los hermanos en Corinto estaban divididos (en sentimientos) sobre los hermanos que entre ellos tenían dones espirituales.  Pablo les advierte que deben aprender a en ellos a «no pensar más de lo que está escrito».

2. Este es exactamente el problema de hoy día.  Algunos piensan que el don de lenguas indica que la persona  que tiene este don es más espiritual que las otras, y están inclinados a pensar de tales hombres más allá de lo que está escrito.

a. Tales «hombres» se inclinaron a su «práctica» más allá de lo que está escrito.

b. Y algunas personas se inclinaron a esa persona más allá de lo que está escrito.

1) Dejaran que tal persona les enseñe más allá de lo que está escrito.

2) Rehusarán creer lo que la palabra escrita enseña, diciendo:  Si la Biblia quiere decir eso, ¿por qué fulano de tal, que es tan espiritual, no puede ver eso en esa forma?

B. 1 Corintios 12 - El Propósito de los Dones Espirituales.

1. La PRUEBA (examen) del Espíritu - .1 Cor 12:1-3.

a. La prueba está en la enseñanza - v.3.

1) El Espíritu vino para dar testimonio de Jesús (Juan 15:26).

2) Cualquiera enseñando mal o error acerca de Cristo NO está hablando por el Espíritu — indiferente de cuán sincero o emocional pudiera ser.

3) Cualquiera que enseñe que Jesús es Señor, únicamente pudo haber aprendido esto por el Espíritu o a través del Espíritu — por medio de la revelación del Espíritu.

2. La Diversidad de los Dones - v.4-11.

a. Diferentes dones a diferentes personas.

1) El objetivo de cada don fue para el provecho o beneficio de toda la iglesia, v.7.

b. A este es dado un don, y otro es dado otro don, y a otro es dado otro, etc.

c. Los dones:

1) Palabra de sabiduría.

2) Palabra de ciencia (conocimiento).

3) Fe.

4) Sanidad.

5) Milagros.

6) Profecía.

7) Discernimiento de Espíritus.

8) Diversos géneros de lenguas.

9) Interpretación de lenguas.

3. Los miembros del cuerpo ilustran la unidad de la diversidad de los dones del Espíritu, 12:12-30.

a. Muchos miembros pero un sólo cuerpo - v.12-24.

b. Un miembro del cuerpo no debería envidiar a otros miembros y rehusar funcionar como si no fue parte del cuerpo, simplemente porque su trabajo es diferente a la función de algunos otros miembros, v.15-17.

c. Toda función particular del miembro es importante para el beneficio de todo el cuerpo, v.18-21.

d. Un miembro no debe descuidar la función de los otros miembros, sino reconocer que está inter-relacionado con todos los otros miembros y que está en concordancia y simpatía con ellos, v.22-26.

e. Rango y orden de los oficios en el cuerpo de Cristo — la iglesia, v.27-30.

1) Primero:  Los apóstoles.

2) Ultimo:  Las lenguas.

4. Desear ardientemente los dones mejores, v.31  (por ejemplo, la profecía).

5. Además de eso, un camino más excelente, v.31.   

C. -1 Corintios 13: - El Camino Más Excelente - el AMOR.

1. Todos los dones y el auto-sacrificio son de ningún valor sin el amor, -1 Corintios 13:1-3.

2. El carácter del amor, -1 Corintios 13:4-7.

3. El amor continúa - nunca deja de ser (abolido), -1 Corintios 13:8.

4. Los dones abolidos, v.8.

a. Dones tales como las profecías, las lenguas y la ciencia, se «acabarían», «cesarían» y «dejarían de ser».

1) «Acabarían indica un abandono en el sentido de cesación, desaparición de la existencia» - Expositor Greek Text.

2) Cesarán las lenguas - v.8.

5. Los dones son «en parte», -1 Corintios 13:9.

a. (Recuerde el capítulo 12 — a uno es dado un don o parte, y a otro, otro don o parte).

6. Los dones (incluyendo las lenguas) se acabarían, -1 Corintios 13:10.

7. CUANDO - los dones (lenguas) se acabarían cuando «venga lo perfecto», v.10.

8. «Lo perfecto» es la revelación completa de la Palabra de Dios - la Biblia.

a. «Eso que es en parte» se refiere a la revelación fragmentaria de los dones, en consecuencia, «lo perfecto» se refiere a la completa revelación, o a la perfecta revelación, cuando los dones hubieran servido a su propósito, por tanto, se «acabarían», «cesarían», y «dejarían de ser».  Los dones fueron dados para revelar y confirmar la Palabra de Dios.  Cuando la revelación estuviera completa entonces los dones se acabarían.

b. Eso que es en parte — los dones — es comparado a las cosas de un niño que son dejadas cuando el niño se convierte en hombre, -1 Corintios 13:11.

c. Conocer «en parte» es comparado a ver por espejo u oscuramente y ver cara a cara es cotejado con entonces conoceré como fuí conocido, y «ahora» es contrastado con «entonces».

1) AHORA conozco en parte.

2) AHORA veo por espejo, oscuramente.

3) ENTONCES conoceré como fuí conocido.

4) ENTONCES veré cara a cara.

[a] Ambos, sus vidrios y espejos eran productos muy pobres y únicamente permitieron hacer alguna cosa menos resplandeciente, vaga y que reflejara lo general.  Pablo compara el tiempo de los dones y el tiempo de la completa revelación por medio de ver a través de un espejo vagamente (Griego - ainigmati - enigma, adivinanza) y ver a una persona cara a cara; conocer en parte y conocer como fuí conocido.  «Vincent Word Study» dice:  «Conocer completamente».  La Palabra de Dios es una discernidora de los pensamientos y las intenciones del corazón (Heb. 4:12), por esto, a través de la Palabra revelada de Dios podemos conocer como somos conocidos.

d. Otras escrituras.

1) .2 Timoteo 3:16-17 — «perfecto», «enteramente «, «toda»

2) Santiago 1:25 — «...en la perfecta ley, la de la libertad...»

3) Santiago 2:12 — La ley de la libertad es el modelo del juicio.

4) Apocalipsis 20:12 — Las cosas escritas en los libros - la Biblia — es el patrón del Juicio.

e. La Fe, la Esperanza, y el Amor permanecerán después que estos dones (eso que es en parte) hayan cesado de ser o se acaben.

1) La Fe y la Esperanza darán camino al claro conocimiento en el día perfecto, en consecuencia, esto no se refiere al día perfecto, Heb. 11:1; Rom. 8:24.

2) AHORA en el versículo 12 es del Griego Arti y significa «justo ahora, en este momento, en este mismo momento», pero AHORA en el versículo 13 es del Griego Nuni y es lógicamente más bien temporal y significa «Y de este modo», o «Y por consiguiente», la Fe, la Esperanza y el Amor permanecen después de que los dones se hayan acabado.

D. .1 Corintios 14 — El Valor y Uso de los Dones.

1. Valor Comparativo de las Lenguas y la Profecía — .1 Corintios 14:1-17.

a. Pablo dió dos razones por las qué el AMOR lo llevaría a uno a preferir el don de la profecía antes que el de las lenguas, v.1.

1) En consideración por los compañeros Cristianos, v. .1 Corintios 14:2-19/.

2) El deseo por la conversión de los incrédulos, v. .1 Corintios 14:20-25/.

b. La ventaja de hablar para ser entendido, v. .1 Corintios 14:2-5.

1) Porque el que habla en lengua desconocida habla no para los hombres porque ningún hombre le entiende, excepto Dios que conoce todas las lenguas.  En consecuencia, nadie recibió ningún beneficio de las lenguas en vista de que nadie las entendía excepto Dios.  Hablar en leguas edifica, o lo beneficia a él mismo, pero la profecía edifica a toda la iglesia.

c. A no ser que se entiendan, los sonidos son inútiles, v. .1 Corintios 14:6-11.

d. La adoración debía estar caracterizada con ambos, con el espíritu y el entendimiento, v.

.1 Corintios 14: 12-17.

1) Si se habla en lenguas, deben ser interpretadas para que sean entendidas y para edificar.

2. El asunto declarado e ilustrado — v. .1 Corintios 14:18-25.

a. La actitud de Pablo hacia las lenguas manifiesta del mismo modo la actitud correcta, v. .1 Corintios 14:18-19.

b. Pablo les amonesta a dejar a un lado su propia actitud de niños hacia las lenguas..1 Corintios 14:20.

c. Su incapacidad para entender el uso de las lenguas de Dios es ilustrado por Israel, .1 Corintios 14:21.

d. El verdadero propósito de las lenguas — una señal para el incrédulo, v. .1 Corintios 14:22.

e. Este punto ilustrado, v. .1 Corintios 14:23-25.

3. Reglas que gobiernan las lenguas y la profecía en la reunión — .1 Corintios 14:26-40.

a. Hágase todo para edificación, v. .1 Corintios 14:26.

b. El hablar en lenguas debe estar limitado a dos o a lo más tres, v. .1 Corintios 14:27

1) Por turno - uno a la vez, v.27.

2) Y uno interprete o traduzca, v.27.

c. Y si no hay intérprete (de la lengua del hablante) que calle, v. .1 Corintios 14:28.

d. Con respecto a los profetas, v. .1 Corintios 14:29-33.

e. Con respecto a las mujeres, v. .1 Corintios 14:34-35.

1) «Vuestras mujeres callen en las congregaciones; porque no les es permitido hablar...» v. .1 Corintios 14:34/.

4. Conclusión - .1 Corintios 14:36-40.

a. Pablo reprende a la iglesia en Corinto por su vanidad en considerarse a sí mismos como el origen del conocimiento divino.  La palabra de Dios no había salido de ellos — ni se había originado con ellos, v.36.

b. En vista de que estaban de esta manera inclinados a tomar sus propias experiencias como evidencia de que estaban en lo correcto, Pablo dice que si ellos realmente son profetas inspirados o espirituales, que reconozcan y acepten las cosas que  él escribió que son la  palabra de Dios como apóstol de Cristo y que por tanto, cualquier cosa que no esté en armonía con esto no lo es.

c. Pero si algún hombre es ignorante que sea ignorante, v.38 — si alguno está dispuesto a rechazar la enseñanza de un apóstol, entonces Pablo dice que se le deje solo — no creerá aunque uno se levantase de los muertos (Lucas 16:31).

d. Desear profetizar, pero no menospreciar o impedir hablar en lenguas, v. .1 Corintios 14:39.

e. La gran regla a seguir en todos los servicios de la iglesia es:  «Pero hágase todo decentemente y con orden», v. .1 Corintios 14:40.

5. El Hablar en Lenguas Versus la Palabra de Dios.

a. El Espíritu Santo para glorificar a Cristo, no así mismo — Juan 16:13-14, «...No hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere...El me glorificará (a Cristo) porque tomará de lo  mío, y os lo hará saber».

1) Cualquier manifestación del Espíritu que glorifique al Espíritu en lugar de la persona y misión de Cristo no es el Espíritu Santo del Nuevo Testamento.

2) La mayoría de los que experimentan hoy día el hablar en lenguas, glorifican y magnifican al Espíritu más que a Cristo.

b. Las mujeres hablando en la iglesia — .1 Cor.14:34-35.

1) Cualquier espíritu que mueva o permita a las mujeres hablar en el servicio de la iglesia, no es el Espíritu de la Biblia.

2) La mayoría de los servicios en donde se hablan en lenguas, son dirigidos o dominados por mujeres.  Esto está prohibido por la Palabra de Dios.

c. La profecía más grande que las lenguas — .1 Cor.14:1,5,12.

1) Cualquier experiencia o actitud que coloque al hablante en lenguas a la cabeza de la profecía, no es el Espíritu de la VERDAD.

2) La mayoría de las personas que hablan en lenguas colocan al hablante en lengua a la cabeza de la profecía.  Este es el mismo error de la iglesia en Corinto.

d. El hablar en lenguas se limitaba a 2 o 3 personas — 1 Cor.14:27.

1) Cualquier reunión que permita más de 2 o 3 personas hablando en lenguas no está en sujeción a Dios.

2) La mayoría de las reuniones hoy día en donde hablan en lenguas, buscan excitar  (animar) a todos aquellos que puedan tener esta experiencia.

e. El hablar en lenguas se hacía uno a la vez — .1 Cor.14:27,40.

1) Cualquier reunión que permita hablar a dos o más al mismo tiempo, no está en sujeción a Dios.

2) La mayoría de las reuniones hoy día en donde se habla en lenguas, permitan hablar a dos o más al mismo tiempo, y no es ordenadamente.

f. Si no hay intérprete, que se calle — .1 Cor. 14:28.

1) Cualquier reunión que permita hablar en lenguas sin interpretación, no está en sumisión a la Palabra de Dios.

2) La mayoría de las reuniones de hoy día en donde se habla en lenguas, se hace sin intérprete.

g. Las lenguas eran una señal para confirmar la doctrina VERDADERA.

1) Las lenguas eran la testificación de Dios a la doctrina enseñada de que esta era en verdad la Palabra de Dios.

2) La mayoría de los hablantes de lenguas hoy día, enseñan falsas doctrinas que contradicen la Palabra de Dios — tales como que el bautismo no es para perdón de pecados, la  aspersión como bautismo, errores con respecto a la adoración, la salvación, la iglesia, el nombre, etc.

h. Colocar la experiencia de hablar en lenguas a la cabeza de la Palabra de Dios — .1 Cor. 14:36.

1) Piensan que la Palabra de Dios sale de ellos, en lugar de la Biblia.

2) Tomarán su experiencia como siendo de Dios por encima de lo que la Biblia — la Palabra de Dios, dice sobre cualquier punto de conflicto.

VI. RESUMEN Y CONCLUSION:

A. Marcos 16:17-20 — Las lenguas eran una de las señales que Cristo prometió para confirmar la Palabra de Dios revelada.

B. Hechos 2 — Las lenguas declararon (in-di-ca-ron) que la LEY fue cumplida.

C. Hechos 10 — Las lenguas indicaron que la CIRCUNCISION fue cumplida.

D. Hechos 19 — Las lenguas indicaron que el BAUTISMO DE JUAN fue cumplido.

E. -1 Corintios 14:22 — Enseña que las lenguas eran por señal a los incrédulos en la confirmación de la Palabra, y que las lenguas que no tenían nada para confirmar, únicamente crearían confusión y que por tanto, harían daño en lugar de bien.

F. Nota:  La Ley, la Circuncisión y el bautismo de Juan estaban todos apuntando a la venida de Cristo (Gál. 3:19,24; 5:1-6; Mateo 17:11-13; Juan 1:31).  Todas ellas fueron cumplidas cuando Cristo vino, y Dios confirmó estas verdades con las lenguas.  Las lenguas eran una de las señales usadas para confirmar la revelación de la Palabra de Dios en el Nuevo Testamento.  Todo esto ha sido «cumplido», y por tanto los dones de las lenguas han cesado.

¿Ha Venido "Lo Perfecto"?  Una Exposición de .1 Cor. 13:8-13

PREFACIO

Una comprensión de .1 Cor. 13:8-13 es importante para un entendimiento del propósito y duración de los dones espirituales.  Otro pasaje vital en compañía de esta línea es Efesios 4:7-16.  Pero este no ha sido tan controversial desde que, entre otras cosas, éste claramente específica que los apóstoles continuarían junto con otros funcionarios de los dones espirituales y que esto vendría a acabarse con la unidad del evangelio.  Por otro lado, 1 Corintios 13 ha sufrido como el patio de recreo del titulado carismaticismo que busca justificar sus experiencias con la citación de un texto Bíblico.  Es la convicción de éste escritor que los dos pasajes son enteramente armoniosos.  La Palabra de Dios no se contradice a sí misma.

Importa poco cuánto tiempo una lista de nombres ilustres  puedan ser  citados para apoyar una posición dada sobre algún punto de doctrina, a demás nosotros en la iglesia de Cristo, encontrándonos así mismos en la pequeña minoría sobre tales temas como la naturaleza de la iglesia y el propósito y forma del bautismo, seríamos forzados a conceder que la mayoría siempre está en lo correcto.  Buscando explicar 1 Corintios 13 muchos, incluyendo notables comentaristas, han confiado más en la suposición que en la exégesis Bíblica.

No es el propósito de este tratado copilar un reporte de los pensamientos de otros, sino estudiar el texto mismo.  Una exposición completa, exacta y perfecta puede ser producida únicamente como resultado de la exégesis cuidadosa combinada con la lexicografía y la investigación Bíblica de las palabras claves.  En vista de estos sentimientos, un estudio que implique los tecnicismos de las palabras Griegas y Hebreas también como otras consideraciones gramaticales, parece lo mejor para presentar el material en una manera tan simple como sea posible.  Por tanto, he guardado las referencias a un mínimo y las he citado en forma abreviada en el texto mismo.

A menos que de otra manera sea indicado, las citaciones Bíblicas son de la Versión Reina-Valera de 1960.

Gary Workman

Septiembre 27, 1971

EL CONTEXTO

Los estudiantes del Nuevo Testamento son sabedores de que muchos Cristianos poseyeron dones espirituales durante el período Bíblico que comenzó con el establecimiento de la Iglesia (Hechos 2).  Jesús había profetizado estos dones en Marcos 16:17-18.  Son declarados como una realidad en Marcos 16:20; Hechos 2:1-4,16,17,18; Hebreos 2:3-5 y un número de otros pasajes.

Pablo enumeró nueve de tales dones en 1 Cor. 12:4-11.  Luego explicó cómo funcionaban estos dones en la iglesia en ese tiempo (v.28).  Luego declaró que los dones de «profecía», «lenguas», y «ciencia» se acabarían o cesarían (1 Cor. 13:8) y que esto sucedería «cuando venga lo perfecto» (v.10).  La pregunta que estamos buscando contestar en este tratado es si sí no esa cosa «perfecta» ya ha venido y por consiguiente, si los dones espirituales han cesado.

Como al principio, deberíamos comprender que el pasaje que estamos examinando en detalle (1 Cor. 13:8-13)  se encuentra en medio de una sección que está tratando con los dones espirituales.  Pablo inició el tema en .1 Cor. 12:1 y lo termina en .1 Cor. 14:40.  El propósito principal del capítulo 12 es mostrar que los dones están diversificados entre los miembros (véanse los versículos .1 Cor. 12:11,29-31).  Luego mueve su tema a un punto más allá por medio de decir:  «Mas yo os muestro un camino aun más excelente» (v.31).  Con estas palabras introduce la calidad del amor en el capítulo 13 como un contraste con los dones espirituales.

En el capítulo .1 Cor. 13:1-3, el escritor inspirado señala que el amor en la vida Cristiana es más importante que tales dones espirituales como las lenguas, la profecía, la ciencia, la fe, la cual es mencionada como representativa de la totalidad de los dones enumerados en el capítulo previo.  Esta «ciencia» no es la ciencia ordinaria, sino ese don espiritual que Pablo enumeró en .1 Cor. 12:8.  De igual manera, esta «fe» no es esa que todo Cristiano debe tener como resultado de oír la Palabra de Dios (Rom. 10:17), sino ese don sobrenatural de la fe que podría permitir a una persona mover montañas (Mat. 17:20; 21:21).  

El Versículo 8

Después de la descripción de las varias características del amor en los v.4-7, Pablo explica luego que tal amor es superior a los dones espirituales porque el «amor nunca deja de ser» (v.8) mientras que los dones estaban para «acabarse» o «cesar».  Notaremos la diferencia entre «cesar» (Griego: pauomai) y «acabar» (katargeo).

Acabar.  La palabra katargeo es definida (por Kittel’s Theological Dictionary of the New Testament) como:  «Condenado a la inactividad», «destruir», «quitar de la esfera de la actividad».  En el sentido religioso significa «hacer completamente inoperativo».  Nótese estos ejemplos:

(1) La muerte está para ser quitada — katargeo - (2 Tim. 1:10;.1 Cor. 15:26).

(2) Hemos sido desligados (liberados) — katargeo — de la ley (Rom. 7:6).

(3) La misma antigua ley fue quitada — katargeo — por Cristo (2 Cor. 3:14)  en Cristo (Efe. 2:15).

La palabra tiene que ver con la actividad de una cosa.  Por ejemplo, no es el contenido declarado de la antigua Ley lo que fue quitado.  Este aún podía ser leído en los días de Pablo (2 Cor. 3:14) y en los nuestros.  Pero su actividad o eficacia se fue.

Cesar.  La palabra «cesar» - pauomai - significa «detenerse a sí mismo» (Léxico Arndt-Gringrich).  Esta palabra es aplicada a las lenguas, pero no a las profecías y a la ciencia.  Las lenguas debían detenerse por sí mismas mientras que las profecías y la ciencia habrían de ser acabadas (quitadas o abolidas).  Como ejemplo de esta distinción leemos que los sacrificios de la antigua ley no podían cesar - pauomai - (Heb. 10:2).  Ellos no pudieron completar su tarea por cuya razón hubieron de ser abolidos - katargeo - (Efesios 2:15), reemplazados por Jesús  «habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados» (Heb. 10:12).  Podríamos hacer además esta observación:  En contraste con los sacrificios del Antiguo Testamento, el sacrificio de Jesús tiene eficacia permanente.  Sin embargo, lo hecho por estos ha terminado.  «Han cesado de ofrecerse» (Heb. 10:2) porque «esto lo hizo una vez para siempre, ofreciéndose a sí mismo» (Heb. 7:27) de modo que «no hay más ofrenda por el pecado» (Heb. 10:18).  Su tarea de ofrecerse a sí mismo ha sido consumada - ha cesado - mientras que los efectos continúan.  Resumamos este contraste:  Los sacrificios del Antiguo Testamento no podían cesar pero fueron quitados; el sacrificio de Jesús ha cesado pero no ha sido quitado porque este no será reemplazado.  Sus efectos son para siempre.

Así mismo, las lenguas no tuvieron reemplazo.  Era una «señal» (Marcos 16:17) a los incrédulos (1 Cor. 14:22), acompañando y confirmando las profecías y la ciencia revelada (Heb. 2:3-4) mientras estaban siendo predicadas por la inspiración divina (Marcos 16:20).  Eran poderosas para completar permanentemente su tarea y cesaron.  Sin embargo, la eficacia de su testimonio continúa.  Tales «señales...se han escrito para que creáis» (Juan 20:30-31).  Las profecías y la ciencia habían de ser quitadas por medio reemplazarlas con «lo perfecto».  En el mismo momento, las lenguas, como una señal acompañante, cesarían.

El Versículo .1 Cor. 13:9-12;

En el versículo 9 Pablo declara la razón de por qué estos dones debían ser quitados, explicando:  «Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos».  Pablo usa las palabras «en parte» tres veces en esta sección.  «En parte» es contrastado con «lo perfecto» en el versículo 10 y con el prefijo traducido «perfectamente» en el v.12 (este prefijo no aparece en las versiones corrientes, pero si se encuentra en el original Griego, véase «Nuevo Testamento Interlineal Griego-Español, por Francisco Lacueva, .1 Cor. 13:12, Pág. 693).  «En parte» - ekmerous - simplemente significa «en parte, no del todo» (Kittel’s TDNT).  Entre tanto que Pablo conocía en ese momento la voluntad de Dios «parcialmente» a través de sus dones espirituales, más tarde sería conocida perfecta o completamente cuando todas las partes fueran puestas juntas.  Una persona dotada (con dones) era aún un miembro únicamente aparte o individual - ek merous- .1 Cor 12:27.  Su don no era completo en sí mismo.  «Cada miembro» - merous- trabaja para edificar el cuerpo de Cristo (Efe. 4:16).

Por consiguiente, los dones capacitaban a cada persona dotada en saber y enseñar únicamente una parte de la revelación designada por Dios al hombre.  Su revelación siempre hubo de venir «mandamiento tras mandamiento,... renglón tras renglón,... línea sobre línea,... un poquito allí, otro poquito allá» (Isaías 28:10).  Ninguno estaba habilitado para la revelación de todo.  Pero estos dones fueron progresando hasta un completamiento y a causa de naturaleza parcial, cesarían cuando «lo perfecto» viniera.  Eso venidero marca el fin de ellos, puesto que ya no serían más necesarios.

El Versículo .1 Cor. 13:10

«Lo Perfecto» definido.  Para un completo entendimiento del pensamiento de Pablo aquí, debemos comprender que la palabra Griega traducida «perfecto» - teleios - significa:  «Traído a su fin, terminado, no faltando nada necesario para la perfección» (Léxico de Thayer); «habiendo logrado el fin o propósito, completo, perfecto» (Léxico Arndt-Gringrich), «terminado, completo» (Concordancia de Young).  Cuando se refiere a las personas, la palabra significa «completamente crecido, adulto, maduro» (Arndt-Gringrich, Thayer).  Estas varias definiciones de la palabra podrían ser resumidas como completo, acabado o maduro.

Ahora, lo que tenemos en .1 Corintios 13:10 es un adjetivo sin un sustantivo.  Si Pablo hubiera incluido  el sustantivo en el texto, nunca hubiera habido alguna dificultad en el entendimiento del significado.  Pablo dijo exactamente (literalmente del Griego):  «Lo perfecto...»  Por tanto, muchos han preguntado:  «¿Lo perfecto de qué?  Bueno, eso es lo que debemos delinear fuera del contexto.  Y si somos observadores y estamos atentos, no habrá gran dificultad en hacer eso.  ¡Pero debemos dejar que la Biblia defina los términos!  Debemos comprender que Pablo escribió en su lenguaje (Griego), no en el nuestro (Español).  No podemos esperar que la palabra «perfecto» en el Pequeño Larousse tenga una definición exacta de la palabra de Pablo.  En lugar de eso, debemos beneficiarnos nosotros mismos de los léxicos Griegos de las palabras del Griego del Nuevo Testamento.  Esto hemos hecho en el parágrafo de arriba.

Hay algunos que afirman que «lo perfecto» únicamente puede venir al fin del mundo.  Por consiguiente, ha sido sugerido que Jesús, cuando venga de nuevo, es «lo perfecto».  Una examinación del Griego en .1 Corintios 13:10 revelará que esto no puede ser verdad.  Porque éste es un artículo neutro el cual modifica al adjetivo «perfecto» y que nos dice que «lo perfecto»  es también neutro.  Jesucristo es masculino y siempre es referido por términos masculinos.  Nunca es hablado de El como una cosa sino como una persona.  El es «él que», no «lo que».  Por consiguiente, «lo perfecto» no puede ser Jesús o alguna otra persona.

Otros, comprendiendo que «lo perfecto» no es una persona, han sugerido que lo perfecto es el estado de existencia en el cielo.  Sus argumentos son que las cosas en este mundo y en esta vida no son perfectas y que por esta razón no se puede referir a cualquier cosa a este lado del día del juicio.  La mentira en esta línea de pensamiento es que uno está arguyendo de una suposición (proposición tomada sin prueba) - y esa suposición es una definición falsa de la palabra traducida «perfecto».  No importa cómo alguien hoy día pudiera usar la palabra Española «perfecto» en su propio vocabulario.  Lo que importa es cómo es usada la palabra en la Escritura.

«Lo Perfecto» en el uso del Nuevo Testamento.  Observemos cuidadosamente como esta misma palabra - la palabra Griega teleios es usada y traducida en otros pasajes en el Nuevo Testamento:

(1) Jesús nos mandó a no hacer acepción de personas, en el amor a nuestros amigos y en la aversión a nuestros enemigos (Mat. 5:44-47) sino a ser completos o «perfectos» - teleios - como nuestro Padre celestial (v.Mat.5:48) en el amor a los amigos y enemigos del mismo modo.

(2) Jesús dijo que el joven rico podía ser «perfecto» - teleios - si lo deseaba (Mat. 19:21).

(3) Pablo dijo que su predicación era de sabiduría entre los que habían alcanzado «madurez» - teleios - (1 Cor. 2:6).

(4) Pablo arguyó a los Corintios a ser «maduros» - teleios - en lugar de niños (1 Cor. 14:20).

(5) En Efesios 4:13 leemos que el cuerpo de Cristo debe ser edificado a un «varón perfecto» - teleios.

(6) Cuando Pablo escribió a los Filipenses dijo (en Fil. 3:15) que algunos de los Cristianos eran «perfectos» - teleios.

(7) Epafras oró para que los Colosenses permaneciesen «perfectos» - teleios - en lo que Dios requiere (Col. 4:12).

(8) Los Hebreos fueron regañados por no haber progresado en el aspecto del alimento sólido de la Palabra de Dios la cual, dijo el escritor inspirado, es para los que han alcanzado «madurez» - teleios-, describiéndolos como aquellos que tienen sus sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal (Heb. 5:14).

(9) Santiago describió la ley de la libertad como la «perfecta»  - teleios - ley (Sant. 1:25).

Todos estos nueve ejemplos se refieren a lo aquí y ahora.  Por consiguiente, algunas cosas así son «perfectas» - en el significado Bíblico de esa palabra como maduro o completo.  Nosotros, como Cristianos, no tenemos que esperar hasta llegar alcanzar el cielo para ser «perfectos» en el sentido Bíblico de esta singular palabra.  En efecto, como se ve en ocho de los ejemplos anteriores, ¡se espera que seamos exactamente eso!

Por tanto, si vamos a tener un verdadero entendimiento del pensamiento en .1 Cor. 13:10, debemos sacar de nuestras mentes que la palabra teleios - traducida «perfecto» - signifique exento de pecado o el sano estado del cielo.  Debemos ser personas maduras en esta vida adhiriéndonos a una ley madura.

«Lo perfecto» en el contexto.  Ahora vamos a mirar los versículos .1 Cor. 13:9,10 juntamente, en vista de que juntamente exponen una declaración y un pensamiento.  Seremos capaces de comprender el pensamiento mucho más fácilmente si hacemos nuestra propia traducción y cambio de la palabra «perfecto» en el v.10 a la palabra «completo» (en vista de que este es su significado).  El versículo 9 menciona algo que es parcial y el v.10 algo que es completo.  «Lo perfecto» es lo completo de lo que es «en parte».  ¿Pero qué era en parte?  No necesitamos averiguar por medio de algún antecedente falaz (mentiroso) de «perfecto» o por medio de alguna interpretación imaginativa y privada de la declaración en el contexto inmediato.  Lo tal es innecesario puesto que Pablo define su asunto en esta misma declaración.  Nótese el v.9 - «Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos».  Pablo no está escribiendo acerca de las limitaciones colocadas sobre el entendimiento humano de la perplejidad de la vida y el destino eterno.  Estaba escribiendo acerca de los dones espirituales del conocimiento y la profetización de la voluntad de Dios - ¡la proclamación del evangelio por inspiración divina!

En ese momento o tiempo del escrito de Pablo, el evangelio aún no había proclamado completamente.  El conocimiento y profetización eran únicamente «en parte».  Pero la inspiración divina miraba hacia adelante, a un acabamiento.  Había un día por venir cuando no sería revelado más conocimiento de los misterios de Dios y no más profecías reveladas a causa de que toda la revelación designada por Dios sería completada.  Por tanto «cuando venga lo perfecto», estos dones espirituales de profecía, lenguas y ciencia se acabarían y cesarían para siempre.  Esto fue destinado para que se cumplieran dentro del tiempo de vida de los apóstoles de Jesús porque él mismo había profetizado que el Espíritu Santo los guiaría a «toda la verdad» (Juan 16:13).  Antes de que el último apóstol muriera, toda la verdad que Dios determinó revelar al hombre había sido entregada.  Esta no sería dada repetidamente por inspiración a través de los siglos de la dispensación Cristiana porque esta «ha sido una vez dada a los santos» (Judas 3).  «Lo perfecto» había de venir cuando el apóstol Juan sentara la pluma del Apocalipsis y terminara «las palabras de la profecía» (Apoc. 22:18-21).

El Versículo .1 Cor. 13:11

Una ilustración.  En el v.11 Pablo utiliza una ilustración elaborada sobre el hecho de lo que él ya ha declarado.  Esto es acerca de un niño convirtiéndose en un hombre y enfatiza el contraste entre la infancia y la madurez.  Exactamente como un niño deja atrás su infancia, sus caminos limitados de pensamiento y acción, para convertirse en un varón maduro y desarrollado, del mismo modo también el Cristiano dejará atrás «lo que era de niño» lo de los dones espirituales limitados para procurar el «camino aun más excelente» (1 Cor. 12:31) consistiendo de la fe, la esperanza y el amor (1 Cor. 13:13).  Un niño piensa, siente y habla como niño porque no tiene aún el conocimiento para pensar, sentir y hablar al nivel de un adulto.  Pero aprende.  Y como aprende, su infancia es transformada en madurez y lo que era de niño es «dejado.

Del mismo modo con el Cristiano:  «Serán todos enseñados por Dios» (Juan 6:45).  Lo mismo que la Ley Mosaica era un «ayo para llevarnos a Cristo» (Gál. 3:24), del mismo modo también los dones espirituales eran temporales, eran una medida ocasional para llevarnos a la madurez.  Y exactamente como «ya no estamos bajo el ayo» de la antigua ley desde que esta fue traída al acabamiento en Cristo, de esta manera también ya no estamos más bajo la tutela de los dones espirituales en vista de que llegaron al completamiento en la plenitud de la revelación de la voluntad de Dios.  La revelación completa ha sido dada ahora y hecha disponible, invalidando y cancelando lo que era en parte.

Algunas veces aquellos que profesan tener dones espirituales hoy día dirán que los dones les permitieron  tener una madurez más allá de la que habían experimentado previamente.  No intentaremos negar que han sido inmaduros, pero negaremos que el uso de cualquier don real o imaginado produzca tal madurez.  La iglesia en Corinto tenía más hablantes en lenguas, por ejemplo, que cualquier otra hasta donde tenemos registrado.  Sin embargo esta era una iglesia desunida con facciones, pleitos, fornicación, escepticismo y borrachera en la cena del Señor.  No nos maravillemos de lo que Jesús dijo:  «La generación mala y adúltera demanda seña» (Mat. 12:39).  Pablo dijo que los Corintios no eran espirituales sino carnales (1 Cor. 3:1), como «niños en Cristo», y que su uso excesivo de las lenguas era además evidencia de ser «niños en el modo de pensar» o «niños de mente» (1 Cor. 14:18-20).

Los dones espirituales subjetivamente no produjeron espiritualidad en las vidas de aquellos que estaban dotados.  Este no era el propósito de los dones.  Cuando Jesús «dió dones a los hombres» (Efesios 4:8), fue así para que el evangelio pudiera ser proclamado correctamente a través de los apóstoles y otros maestros divinamente ayudados (Efesios 4:11) y que por medio del oír de esto, los santos pudieran ser perfeccionados y edificado el cuerpo de Cristo (Efesios 4:12).  De esta manera, por medio de la ayuda de los dones los Cristianos fueron protegidos del error doctrinal (Efesios 4:14) y capacitados para hablar la verdad (Efesios 4:15).  El uso de los genuinos dones espirituales era una señal de niñez.  La madurez debía llegar con el final de los dones.

El Versículo .1 Cor. 13:12

En el v.12 Pablo explica además que la razón por la qué estos dones estaban en existencia entonces, pero que más tarde serían quitados, era a causa de que en ese tiempo o momento («ahora» - Griego arti - significa el presente inmediato) únicamente podían «ver en un espejo oscuramente».  Más tarde serían capaces de ver «cara a cara».  Una distinción tal es otra forma de declarar la diferencia entre el conocer «en parte» y el conocer «plenamente» así como está indicado en la segunda parte del v.12.  El cambio ocurriría en ese tiempo «cuando venga lo perfecto».

Cara a Cara.  Posiblemente la forma más provechosa de acercamiento al v.12 es considerar primero lo que significa «cara a cara».  Hay algunos que dicen que Pablo está hablando aquí acerca de la perspectiva de ver nosotros a Dios cara a cara - literal y realmente - y que esto no puede ocurrir antes del día del juicio.  Posiblemente esta interpretación del lenguaje de Pablo fue la que engendró estas palabras en el coro de un himno bien conocido:  «En presencia estar de Cristo, ver Su rostro que será...»  Pero nótese que Pablo no está diciendo que vamos a ver a Dios cara a cara, mucho menos que esto va a ocurrir en el cielo.  Cualquiera que pudiera ser el privilegio de los santos en el cielo, ese no es el asunto de que está tratando Pablo.  Pablo está escribiendo acerca de como en ese tiempo algo que pudieran estar viendo oscuramente en un espejo, más tarde se volvería más claro.  No mencionó tampoco a Dios o el cielo en esta conexión.  Pero aún si hubiera declarado o inferido a «Dios» como el objeto de su visión, esto no implica al cielo como el lugar del cumplimiento.  Veamos como la expresión «cara a cara» es usada en otra parte de la Biblia.

(1) En Génesis 32:30 Jacob, después de luchar con el ángel, dijo:  «Vi a Dios cara a cara».  Jacob no vio a Dios ni real ni literalmente porque «A Dios nadie le vió jamás» (Juan 1:18).  Pero Jacob vió a Dios representativamente.  En ver y escuchar al ángel, tuvo un encuentro íntimo y directo con la manifestación y revelación de Dios.  De manera que para ver a Dios «cara a cara» no se necesita estar en su real presencia.  La expresión no es usada en un sentido literal.

(2) Deuteronomio 34:10 dice de  «Moisés, a quien haya conocido a Jehová cara a cara».  En Exodo 33:11 dice que «hablaba Jehová a Moisés cara a cara, como habla cualquiera a su compañero».  Pero nótese que en el v.Exodo 33:20 Dios dice a Moisés:  «No podrás ver mi rostro; porque no me verá hombre, y vivirá».  Y en el v.Exodo 33:23 dice:  «Verás mis espaldas; mas no se verá mi rostro».  Por tanto, Moisés no vió a Dios «cara a cara» en una forma literal.  La expresión indica una comunión inmediata y directa con Dios la cual Moisés mientras estaba en la tierra tuvo el privilegio.

(3) En  Deuteronomio 5:4-5 Moisés le dice a los Israelitas que en conexión con la entrega  de la ley «Cara a cara habló Jehová con vosotros en el monte».  Sin embargo la narración de ese evento dado en Exodo 19:21; dice que Dios le dijo a Moisés:  «Desciende, ordena al pueblo que no traspase los límites para ver a Jehová, porque caerá multitud de ellos» (v.21).  El pueblo realmente no vió  la cara de Dios.  «No subieron al monte» (Deut. 5:5), pero recibieron un claro entendimiento de Su voluntad.  «Mas a excepción de oír la voz, ninguna figura visteis» (Deut. 4:12), dijo Moisés.  Y Dios le dijo que dijera al pueblo:  «Vosotros habéis visto que he hablado desde el cielo con vosotros» (Exodo 20:22).  Este fue el privilegio del pueblo ¡en la tierra durante esta vida!

De esta manera entendemos que aún ver a Dios «cara a cara» simplemente indica una clara recepción de Su voluntad.  El léxico de Thayer comentando sobre .1 Corintios 13:12, dice que la expresión significa «discernir perfectamente Su naturaleza, voluntad, propósitos» - eso es, en cuanto a lo que Dios ha revelado como tal.  Estas personas de Israel tuvieron esa experiencia.  Dios le dijo a los Israelitas en los Diez Mandamientos que clase de Dios es El y cuáles son Sus mandamientos.  Y Pablo dice que estos mandamientos «Vinieron con gloria, tanto que los hijos de Israel no pudieron fijar la vista en el rostro de Moisés a causa de la gloria de su rostro» (2 Cor. 3:7-18).  Pero continua diciendo que «mucho más abundará en gloria el ministerio de justificación (la ley de Cristo)» (v.9).  Moisés hubo de poner un velo sobre su rostro resplandeciente (v.13) y un velo figurativo estaba colocado sobre los corazones del pueblo (v.14-15), indicando que sus  «mentes estaban endurecidas» o su entendimiento estaba limitado.  «Por tanto», dice Pablo, «nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen» (v.18).  En otras palabras, ¡nuestro entendimiento puede ser aún más claro que el de ellos!

Ver en un espejo oscuramente.  Pablo dice que ellos «veían por espejo, oscuramente» en ese tiempo, pero que más tarde la imagen se volvería más clara - «cara a cara».  «Ver en un espejo» es a menudo una figura de discurso que significa «recibir revelación de Dios».  Esta era la función de los profetas en los tiempos del Antiguo Testamento.  En Números 12:6-8 Dios dice:  «Cuando haya entre vosotros profeta de Jehová, le apareceré en visión, en sueños hablaré con él».  Continúa diciendo:  «No así a mi siervo Moisés... cara a cara hablaré con él, y claramente, y no por figuras» (v.7-8).  La palabra Hebrea para «espejo» - marah- es la misma palabra que significa «visión» como un medio de recibir revelación de Dios.  Ver una visión era ver figurativamente en un espejo.  Es esta palabra «espejo» la que se encuentra en Números 12:6 (y en otros diez pasajes) traducida  «visión».  Virtualmente la misma palabra (pero con diferente puntuación vocal) - mareh- es encontrada en el versículo 8 traducida «manifiestamente» o «claramente».  Los rabinos en los escritos Midráticos siempre tomaban la palabra en este versículo para  indicar «espejo» en un sentido figurativo (Véase Kittel’s TDNT, I, 178 y Sig.).  Dicen que los  profetas vieron a Dios en espejos nublados, pero que Moisés lo vió en uno claro.

Pablo dice que los Cristianos de su día estaban mirando en tal espejo nublado.  «Oscuramente» es literalmente «en un enigma».  Esta palabra «enigma» significa «una figura» o «imagen confusa» (Léxico Arndt-Gingrich).  Esta es la contraparte Hebrea de esta palabra que es encontrada en Ezequiel 17:2 («Hijo de hombre, propón una figura, y compón una parábola a la casa de Israel») y también en Números 12:8 donde ésta ha sido traducida «por figuras».  Cuando los profetas de Israel miraron en un espejo de revelación divina, este era un espejo nublado - un enigma.  Experimentaron una visión oscura, escuchando y hablando de Dios y de Su voluntad.  ¡No así con Moisés!  El también miró en el espejo de revelación divina, pero no hubo «lenguajes oscuros», ni enigmas, ni dichos oscuros.  Su espejo era claro.  De esta manera podemos traducir correctamente la primera parte de Números 12:8 como:  «Cara a cara hablaré con él, aun (en) un espejo, pero no en pronunciamientos oscuros».

«Cara a cara» en el pasaje anterior es el equivalente de «cara a cara» en los pasajes previamente mencionados con respecto a Moisés.  Este versículo es el fondo del cual Pablo escribe el lenguaje de .1 Cor. 13:12.  De esta manera su significado es:  «Ahora vemos en un espejo oscuramente, más entonces veremos en un espejo claramente», o «Exactamente ahora miramos en un espejo oscuro, mas entonces lo perfecto lo veremos en uno claro».  Lo perfecto no quita el espejo.  Quita el enigma de modo que la image.n no continúe apareciendo oscura sino «cara a cara».

En 2 Cor. 3:18 Pablo dice eso, que lo que todos nosotros vemos en el espejo es «la gloria del Señor», una «imagen», y que somos transformados a esa imagen a través de la obra del Espíritu.  La gloria que debía seguir a los sufrimientos de Cristo fue proclamada por los profetas en los tiempos del Antiguo Testamento, pero sus profecías eran oscuras (1 Pedro 1:10-12).  Estos hombres inquirieron y diligentemente indagaron (v.10).  Sus espejos estaban nublados.  Pero Pedro dice que estas glorias «ahora os son anunciadas por los que os han predicado el evangelio por el Espíritu Santo enviado del cielo» (v.12).

Por tanto, acorde a Pedro, el espejo de la revelación de Dios estaba en proceso de volverse claro.  Esta es una revelación Cristiana y «en las cuales anhelan mirar los ángeles» (1 Pedro 1:12).  O, como Pablo lo coloca en .2 Cor. 4:6 - «Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para la iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo».  ¡Jesucristo ha venido!  Y ahora, cuando miramos  en el espejo de la revelación divina, es su faz la que vemos, su voluntad que ha sido revelada, su ley que ha sido establecida.  Y debemos mirar a esa ley perfecta, la ley de la libertad, y perseverar en ella (Santiago 1:25).

No nos maravillemos de que Santiago use la ilustración de un espejo.  Este es un término que indica la voluntad de Dios.  No estamos simplemente para considerar nuestro rostro natural en un espejo (Sant. 1:21,23,25), sino que debemos «recibir con mansedumbre la palabra implantada» (v.21) por medio de mirar en el espejo de la ley de la libertad (v.25).

Conocer plenamente.  La segunda parte del v.12 continúa diciendo:  «Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido».  La palabra Griega usual para «conozco» era ginosko.  Esta es la palabra que Pablo usa en la primera parte de este párrafo.  La palabra por sí misma no indica cuan bien uno conoce algo.  Pero Pablo añade  las palabras «en parte» de manera que el lector esté seguro de entender  que el conocimiento de Pablo era parcial en ese tiempo.

En contraste, Pablo va más allá para decir que más tarde (después de que venga lo perfecto) conocerá «perfectamente» [Aunque la palabra perfectamente no aparece en la Versión Reina-Valera, si aparece en el original Griego, véase el N.T. Interlineal Griego-Español, .1 Cor. 13:12; Pág. 693].  La palabra Griega traducida «conoceré como fui conocido» (o «conoceré perfectamente») es teleios (oración presente).  Esta es una composición de la palabra «conocer» la cual Pablo exactamente ha usado.  Esta es la misma palabra excepto que la preposición epi es añadida como prefijo.  El significado es hecho más intenso un poco más de manera que algunas traducciones añaden la palabra «perfectamente» para mostrar la diferencia.  Otras palabras que los traductores modernos han usado para enfatizar esta diferencia son «claramente» y «completamente».  El Nuevo Testamento del Siglo Veinte traduce el versículo:  «Hasta ahora mi conocimiento es incompleto, pero luego conoceré en plenitud, como he sido conocido perfectamente».  El Nuevo Testamento de la Comunidad de Taizé dice:  «Ahora conozco imperfectamente; entonces conoceré cabalmente, con la perfección con que fui conocido».

Los lectores de la Versión Reina-Valera no tendrían razón para notar alguna distinción, pero los lectores de traducciones subsecuentes lo harían.  Tomando nota especial del hecho de que Pablo dice que va a «conocer perfectamente», algunos han argumentado fuertemente que uno nunca  puede conocerse perfectamente en esta vida.  Por tanto, concluyen que Pablo está escribiendo acerca del tiempo cuando este mundo habrá de arrastrarse a un cierre y todos los fieles estarán en el cielo recibiendo una completa revelación de todas las cosas.  Algunas traducciones se han tomado la libertad de añadir la palabra «Dios» en el v.12.  La Versión Dios Habla Hoy traduce:  «...del mismo modo que Dios me conoce a mí».  La Biblia al Día lo traduce:  «Mis conocimientos son ahora vagos, borrosos, pero en aquel día lo veré con la misma claridad con que El me ve el corazón».  La Biblia Latinoamérica lo vierte:  «...entonces le conoceré a  él como él me conoce a mí».  Tales traducciones tan sueltas como estas han dado además de eso, seguridad y confianza a aquellos que colocan la esperanza de Pablo en el cielo.  Deberíamos enfatizar que esta es una adición inexcusable a las Sagradas Escrituras al colocar la palabra «Dios» o «El» en el versículo.  ¡Esta simplemente no está ahí!  ¡Y cualquiera que lo coloque en esta interpretación, no está traduciendo!  Pablo no dice una cosa acerca de conociendo cualquier cosa tan bien como Dios le conoce a él, mucho menos que el iba a conocer a Dios tan bien.  Tal idea fue la mentira del Diablo a Eva (Gén. 3:5), pero ¡en ninguna parte prometido por Dios!

Que no se nos lleve con las opiniones personales, sino que recordemos que la Biblia define el término.  Si todos hicieran el esfuerzo por conseguir las definiciones Bíblicas de las palabras Bíblicas, nadie estaría argumentando que este versículo requiere el cielo para su cumplimiento.  La palabra epiginosko (traducida «conocer perfectamente» y «perfectamente conocido») usada de este modo en el Nuevo Testamento significa:  «Llegar a estar enteramente informado con», o «conocer totalmente...  correctamente... bien» (Léxico de Thayer).  Este significa «conocer exactamente, completamente, de principio a fin» (Léxico Arndt-Gringrich).  No siempre implica algo diferente en el significado que la simple palabra ginosko - «conocer».  De esta manera, está significa simplemente percibir,  entender, reconocer, u observar.

Decir que la palabra compuesta significa conocer algo correctamente no quiere decir que el usual ginosko pudiera indicar el conocimiento mezclado con el error.   Uno que simplemente tiene una opinión podría estar en lo correcto o no.  En contraste, uno que conoce tiene la seguridad de que se ha agarrado de la verdad (Véase Kittel’s TDNT, I, Pág. 690).  Sin embargo, uno que conoce (ginosko) algo podría tener o no un conocimiento completo o perfecto de su tópico,  mientras que uno que conoce bien (epiginosko) tiene el conocimiento completo o perfecto de cualquier tópico que esté bajo discusión.

Notemos como la palabra epiginosko («conocer perfectamente») es usada y traducida en otros pasajes en el Nuevo Testamento:

(1) Con respecto a los falsos profetas Jesús dijo en Mateo 7:16 - «Por sus frutos los conoceréis -epiginosko».

(2) Lucas dijo a Teófilo en Lucas 1:3-4 que le ha escrito «para que conozcas bien - epigiknosko- la verdad de las cosas en las cuales has sido instruido».

(3) Pablo dice en Romanos 1:32 que las personas impías que él menciona practican su pecado mientras «entienden -epiginosko- el juicio de  Dios».

(4) Pablo escribe en .1 Cor. 14:37 - «Si alguno se cree profeta o espiritual, reconozca -epiginosko- que lo que os escribo son mandamientos del Señor».

(5) Timoteo fue instruido en .1 Tim. 4:3 que los alimentos son «para que con acción de gracias participasen de ellos los creyentes y los que han conocido - epiginosko - la verdad».

(6) Pedro escribe en .2 Pedro 2:21 que algunos después de «haber conocido - epiginosko - el camino de la justicia» se apartarían de él.

(7) En .2 Cor. 6:9 Pablo dice que él era «bien conocido» - epiginosko - por algunos.

(8) Pablo dijo a los colosenses en Colosenses 1:6 que ellos «conocieron - epiginosko - la gracia de Dios en verdad».

(9) En Mateo 11:27 Jesús dice que aquellos que «conocen - epiginosko - al Padre» son «el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar».

La forma sustantiva de esta palabra (epignosis) es encontrada con él mismo uso.  Los Cristianos eran capaces de tener una epignosis (conocimiento completo o perfecto) de:  La voluntad de Dios (Col. 1:9), la verdad (1 Tim. 2:4), de Jesucristo (2 Pedro 2:20; Efe. 4:13), de ambos, de Dios y Cristo (2 Pedro 1:2).

Nótese que las Escrituras anteriores dicen que los Cristianos son capaces de hacerlo en la tierra durante esta vida.  Estos pasajes se refieren al conocimiento completo o perfecto en esta vida, no a algún grandioso conocimiento adquirido en el cielo.  Hoy día hay muchos declarando tener dones proféticos o espirituales.  Estos son los que argumentan fuertemente que uno puede «conocer perfectamente» en esta vida, sin embargo son ellos a los que Pablo realmente les manda a conocer perfectamente las cosas que él escribió (1 Cor. 14:37).

Pablo también dijo que «entendieran» o «conocieran perfectamente» (epignosko) las cosas que él escribió hasta el fin (2 Cor. 1:13), no ¡después del fin!  Además dijo que los Corintios entendían o conocían - epiginosko - tanto a él mismo como a Timoteo «en parte» - apomerous - (v.14).  De esta manera es posible «conocer perfectamente» ¡algo que es «en parte»!  En efecto, el conocimiento completo o perfecto - epignosis - puede ser aumentado (Col. 1:10) de manera que la obtención de esto es dicho que es un proceso de renovación (Col. 3:10).

Aquellos que piensan que deberíamos continuar para tratar de obtener los dones espirituales y esperar hasta alcanzar el cielo para el conocimiento completo o perfecto, bien podría estar descrito en el lenguaje de Romanos 10:2 - «Tienen celo de Dios, pero no conforme a ciencia - epignosis».  Para la declaración de que uno no puede «conocer perfectamente» (en el sentido Bíblico de la palabra) durante esta vida ha sido demostrado que es una declaración que está enteramente sin base Escritura y fuera de armonía con las definiciones de esa palabra en el Nuevo Testamento.

El Versículo .1 Cor. 13:13

El versículo 13 declara:  «Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor».

Ahora.  La palabra «ahora» (Griego: nuni) es normalmente un adverbio de tiempo, pero podría llegar a ser simplemente una conjunción cuando de («pero» o «y») es usada con esta.  En un caso tal, no tiene referencia a un elemento de tiempo sino que es usada estrictamente en un sentido lógico - para introducir un pensamiento más distante.  Pablo la usa en esta forma varias veces de manera correcta aquí en 1 Corintios (véase:  «más bien» - .1 Cor. 5:11; «mas ahora» - .1 Cor. 12:18; «ahora pues» - .1 Cor. 14:6; «mas ahora» - .1 Cor. 15:20).  Es por tanto, incierto colocar cualquier énfasis  temporal sobre «ahora» en nuestro versículo presente tan opuesto a algunos en otro tiempo.  Pablo  simplemente está introduciendo su próximo pensamiento - las cosas que permanecen en contraste con los dones temporales que iban a ser quitados.

Permanecen.  En la lectura de este versículo acerca de permanecer la fe, la esperanza y el amor, algunos han brincado a la conclusión de que Pablo está diciendo que estas tres cosas existirán por siempre.  Debemos comenzar exactamente aquí porque si Pablo quiere decir que existirán hasta el día del juicio o por la eternidad, esto no cambia el significado de los versículos precedentes con los que ya hemos tratado.  En cualquier caso, lo perfecto viene antes del día del juicio y estas tres cualidades continuarán después que los dones espirituales finalicen.  Estamos convencidos, sin embargo, que un estudio cuidadoso del v.13 y pasajes referidos, sirven únicamente para fortalecer esa conclusión.

Continuemos observando el significado de los términos de Pablo.  La palabra Griega meno, traducida «permanecer», también ha sido traducida en otros pasajes del Nuevo Testamento como «continuar», «morar», «quedar», «detenerse», etc.  Esta palabra necesariamente no significa «continuar desde ahora hasta la eternidad».  Decir que algo o alguien permanecerá no es decir cuanto tiempo será la permanencia.  Por ejemplo, uno podría «permanecer» (meno) una hora (Mateo 26:38,40), un día (Hechos 21:7), dos días (Juan 4:40), unos pocos días (Juan 2:12), muchos días (Hechos 9:43), tres meses (Luc. 1:56), o dos años (Hechos 28:30).

Por tanto, no hay implicación en la palabra «permanecer» con respecto a cuanto tiempo sería esto.  Exactamente podría ser por poco mientras pasan los siete reyes de Apoc. 17:10.  Podría ser hasta el regreso de Cristo tal como El lo mencionó en Juan 21:22-23.  O esto podría ser perpetuo como en el caso de la posesión eterna de los Cristianos (Heb. 10:34).  Pablo le dijo a los Filipenses que estaba seguro que él se «quedaría» con ellos (Fil. 1:25), pero su permanencia terminaría cuando él debería «partir y estar con Cristo» (Fil. 1:23).

Cuando la palabra «permanecer» o «quedarse» significa perpetuamente, las palabras «por siempre»  están usualmente conectadas como en Hebreos 7:24; .1 Pedro 1:25 y .1 Jn 2:17.  Esto no es siempre el caso, pero a menudo lo es.  Y a no ser que haya una clara declaración dada en las Escrituras de que el tema bajo discusión existirá por siempre, deberíamos ser cuidadosos en no decir que lo será.  La Nueva Biblia Inglesa presume demasiado cuando traduce nuestro actual pasaje:  «...hay tres cosas que permanecen por siempre...»  Las palabras «por siempre» ni son declaradas ni están implicadas en el contexto.  Deberíamos bien recordar esta advertencia:  «No añadas a sus palabras para que no te reprenda, y seas hallado mentiroso» (Prov. 30:6).

La idea es que algo o alguien permanece en cualquier esfera que esté bajo discusión.  En .1 Corintios 13:1-8; las cualidades y dones de los Cristianos en esta vida están bajo discusión.  (Nótese que los v.1-8 abarcan el mal, el sufrimiento, etc.).  El cielo ni aún es mencionado.  Pablo toma la Cristiandad tal como existe en este mundo y pone de manifiesto una distinción entre los dones temporales y las cualidades permanentes, entre eso que iba a existir por algún tiempo y luego se acabaría y lo que iba a existir a través de la dispensación entera.

La fe, la esperanza y el amor.  Para determinar si la fe, la esperanza y el amor sobrevivirán todas en la segunda venida, necesitamos salirnos de nuestro actual pasaje y examinar la enseñanza de las Escrituras en general.  Pablo es un apasionado de la combinación de la fe, la esperanza y el amor.  Esta tríada (tres en combinación) es encontrada de nuevo en .1 Tes. 1:3; 5:8 y Col. 1:4-5.  En .1 Tes. 1:3 no son exactamente estas virtudes, sino también sus productos los que son mencionados:  «...la obra de vuestra fe, el trabajo de vuestro amor y la constancia de la esperanza».  Es evidente que este pasaje no implica nada más allá de este mundo en vista de que más allá de esta vida «nadie puede trabajar» (Juan 9:4), este será un lugar en el que los hombres «descansarán de sus trabajos» (Apoc. 14:13) y en el que los resueltos habrán «corrido la carrera» (Hebreos 12:1).  -1 Tes. 5:8 y Col. 1:4-5 están de igual manera interesados con nuestra morada Cristiana.

Podría ser seguro que el amor existirá en el cielo porque «Dios es amor; y el que permanece en el amor, permanece en Dios» (1 Jn 4:14).  Además, Pablo habla de aquellos que aman a Jesús con amor «incorruptible» (Efe. 6:24).  En lugar de «inalterable», la fraseología es literalmente «en incorrupción» (Griego:  en aphtharsia).  «Incorrupción» es eso que se aplica únicamente a lo que transciende de la muerte a la vida eterna (Rom. 2:7) - «cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción» (1 Cor. 15:54).  En resumen, no hay absolutamente nada, incluyendo la muerte, que «nos pueda separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro» (Rom. 8:39).

Por otro lado, tanto la fe como la esperanza están confinadas a limitadas a esta dispensación.  La fe personal, subjetiva, residiendo en el corazón del creyente, fue aprovechada por los piadosos del pasado (por ejemplo, Abraham - Heb. 11:8) también como aquellos en la dispensación Cristiana.  Entre tanto que «la fe» - el evangelio, el nuevo pacto - hace su aparición con Jesús (Gál. 3:23) y está aquí para permanecer (Judas 3), la fe personal mira más allá a un cumplimiento.  Esta mira al futuro.  Esta es «la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve» (Heb. 11:1).  Está dirigida hacia el perdón de los pecados (Hechos 10:43), la justificación (Hechos 13:39), la salvación (2 Tim. 3:15), la vida eterna (1 Tim. 1:16).  Esta es «para preservación del alma» (Heb. 10:39).

Entre tanto que vivimos en este mundo «andamos por fe, no por vista» (2 Cor. 5:7).  Esta fe abarca el creer, la obediencia, la confianza, la esperanza, y la fidelidad hasta que «aquel día» llegue (1 Tim. 1:12) cuando todas las promesas de Dios lleguen a la verdad.  Luego la fe desaparecerá de la vista.

De igual manera, la esperanza está limitada a este mundo.  El objeto de nuestra esperanza es «lo que está... en los cielos» (Col. 1:5) - la «herencia... reservada en los cielos para vosotros» (1 Ped. 1:4), las moradas en la casa de nuestro Padre están listas y esperando por nuestro arribo (Juan 14:2).  Pero la esperanza personal, subjetiva en el corazón Cristiano es una cosa de esta vida, no de la siguiente.  Como la fe, esta mira al futuro.  Abarca expectación, confianza y paciencia del acto de esperar.  Es la confianza de que todas las promesas de Dios (Hechos 26:6) terminarán en cumplimiento (Hechos 26:7).  Esa esperanza que está establecida en Dios (1 Tim. 4:10) y fundamentada en Cristo (1 Tes. 1:3), anticipa:  Salvación (1 Tes. 5:8), el retorno de Cristo (1 Ped. 1:13), la liberación de la corrupción terrenal (Rom. 8:21), la resurrección (Hechos 24:15), la gloria (Col. 1:27), el ver y ser como El (1 Jn 3:2-3) y la vida eterna (Tito 1:2).

Todas estas cosas serán cumplidas completamente en el gran día del regreso de Cristo.  Sin embargo, no las vemos exactamente y es por esto por lo que debemos tener esperanza.  «Pero la esperanza que se ve, no es esperanza» (Rom. 8:24).  En lugar de eso «esperemos lo que no vemos» (Rom. 8:25).  La esperanza es nuestra actitud hacia el futuro cuando el objeto no está todavía presente.  Abarca constancia (Rom. 15:4), guardar (Gál. 5:5), esperanza (Fil. 1:20), aguardando (Tito 2:13) y asirse (Hebreos 6:18).

Pero la esperanza llegará a un fin.  No continuará por siempre.  Como es señalado en Kittel’s TDNT:  «La fe y la esperanza llevan la marca de esta defectuosa era o dispensación», y «ambas están inequívoca y naturalmente aplicadas por Pablo a esta actual dispensación».  A causa del carácter temporal de pistis (fe) y elpis (esperanza)... sólo el amor es visto que no continua siendo de este mundo sino que se extiende a la futura dispensación» (TDNT, I, 50-51).  Debemos «retener firmes hasta el fin la confianza y el gloriarnos en nuestra esperanza» (Heb. 3:6).  Debemos mostrara «la misma solicitud hasta el fin, para la plena certeza de la esperanza» (Heb. 6:11).  Ese es el momento cuando la esperanza junto con la fe se convierte en realidad, se avista, y se posee.

Como con el conocer y el profetizar, esto no es ni el contenido ni las consecuencias de la fe y la esperanza, las cuales deben llegar a un fin pero en lugar de la acción.  Cuando la eternidad se descubra esto ya no será más un asunto de fe sino de vista,  no será ya más un asunto de esperanza sino de cumplimiento.

El mayor de ellos es el amor.  En el v.7 Pablo había dicho que el amor sufre, cree, espera y soporta todas las cosas - eso es, ¡todas las cosas en esta vida!  Esto es así porque en el cielo no tendremos más de eso.  No habrá muerte, mañana, llanto, o pena para llevar, porque «las primeras cosas pasaron» (Apoc. 21:4).  No habrán bendiciones sin realizar  en las cuales creer, todas ellas se habrán cumplido.  No habrán esperanzas de lo que se espera, porque todas ellas se habrán recibido.  No habrán tentaciones o dificultades que debamos soportar porque se irán, y el sufrimiento llegará a su fin, y seremos final y completamente salvos (Mateo 10:22).

Sin embargo, aún cuando todo este termine, el «amor nunca de ser» (1 Cor. 13:8).  Otros elementos defectuosos en esta era o dispensación son transitorios.  En el fin todos ellos serán absurdos.  Pero mientras que la fe y la esperanza son las únicas respuestas humanas, el amor es también una cualidad divina.  En vista de que nos convertimos en «participantes de la naturaleza divina» (2 Pedro 1:4) y eventualmente «seremos semejantes a él» (1 Jn 3:2), el amor continuará.  El amor es la única fuerza vital del Cristiano para tener un futuro en el mundo más allá.  Esto es por qué, aunque han habido grandes dones espirituales, el amor es el «más excelente» (1 Cor. 12:31).  Y aunque hay otros grandes  fuerzas directoras de Dios en el corazón Cristiano, Pablo puede decir:  «El mayor de ellos es el amor».

Resumen

Tanto la razón para la existencia de los dones espirituales como el de la ocasión para su fin están claramente declarados en .1 Corintios 13.  No es el pasaje ambiguo que algunos han pensado que es.  Lo siguiente es un resumen de lo que hemos aprendido en este estudio:

(1) Las lenguas iban a «cesar» en su actividad, pero su efecto induciente continuaría.  Terminaría su actividad pero no su eficacia.

(2) Las profecías y la ciencia, como representantes de todos los dones, se «acabarían»  como dones espirituales porque serían reemplazadas por la plenitud de la revelación de la voluntad de Dios.  Existieron para proveer la revelación de Dios a los hombres parte por parte.  Terminaron puesto que lo parcial dió lugar a lo completo cuando la revelación de Dios fue terminada.

(3) El  adjetivo traducido «perfecto» nunca es usado para describir algo después de esta vida sino que siempre es usado de las personas y las cosas aquí y ahora.

(4) «Lo perfecto» es el completamiento de la ciencia y la profecía de la voluntad de Dios.  Este completamiento de la revelación del Nuevo Testamento fue cumplido dentro del tiempo de vida de los apóstoles de Jesús tal como lo profetizó.

(5) Los dones espirituales no producen madurez.  La ilustración acerca de un niño convirtiéndose en hombre, muestra que la madurez («lo perfecto») viene en esta vida antes de uno alcanzar un estado de impecabilidad.

(6) Las expresiones «ver... cara a cara» y «conocer perfectamente» nunca son usadas en la Biblia como descripciones de alguna bendición celestial para el pueblo de Dios.  Son expresiones de madurez terrenal entre tanto que la Palabra de Dios es claramente revelada y los Cristianos «entienden cuál sea la voluntad del Señor» (Efe. 5:17).  Como los enigmas del espejo oscurecido fueron quitados a través de la revelación adicional, la Palabra de Dios resplandece claramente - cara a cara - y los Cristianos fueron capacitados para conocer completa y perfectamente esa Palabra.

(7) En ninguna parte de la Biblia es dicho en algún momento que los Cristianos tendrán fe o esperanza en el cielo.  Por el contrario, de ellos se dice que son en el presente substitutos para lo que se ha de ver.  Cuando «lo perfecto» vino, los dones espirituales cesaron y se acabaron.  En lugar de los dones temporales, estaban los elementos permanentes de la fe, la esperanza y el amor que continuaron.  Y un día cuando Jesús venga otra vez, la fe y la esperanza serán dejadas atrás como características de esta dispensación, mientras que el amor permanecerá por siempre.

Y ahora mientras esperamos ese gran día, busquemos y protejamos:  No lo incompleto sino lo completo, no las cosas de la niñez, sino las cosas de un varón, no lo oscuro sino lo claro, no lo parcial sino lo completo, no lo temporal sino lo permanente, no los dones espirituales sino la fe, la esperanza y el amor.

 Nota: Son varias la discrepancias que hermanos en Cristo tienen en cuanto a este estudio de Santiago 5:13-20.  Hay muchas cosas con las cuales estoy de acuerdo en la exposición de este tema.   La he incluido en esta compilación de temas  sobre los Milagros y el Espíritu Santo.  Mi único interés con esto es que usted, amado lector, pueda usar su juicio personal y llegar a su propia conclusión en cuanto a lo aquí expuesto.  No estoy tratando de sembrar una doctrina diferente, sino que todos podamos ser lo más imparciales posibles en cuanto a este tema tan trascendental en el combate de los errores sectarios en cuanto a la enseñanza de los milagros.  Solo espero que usted pueda escudriñar este tema con imparcialidad y saque sus propios juicios. [J.R.]

 

¿Está Alguno Enfermo Entre Vosotros?

Santiago 5:13-20

13 ¿Está alguno entre vosotros afligido?  ¿Está alguno alegre?  Cante Alabanzas. /

14¿Está alguno enfermo entre vosotros?  Llame a los ancianos de la iglesia, y oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor. /

15 Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si hubiere cometido pecados, le serán perdonados. /

16Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados.  La oración eficaz del justo puede mucho. /

17Elías era hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras, y oró fervientemente para que no lloviese, y no llovió sobre la tierra por tres años y seis meses. /

18 Y otra vez oró, y el cielo dio lluvia, y la tierra produjo su fruto. /

19 Hermanos, si alguno de vosotros se ha extraviado de la verdad, y alguno le hace volver, /

20 Sepa que el que haga volver al pecador del error de su camino, salvará de muerte un alma, y cubrirá multitud de pecados./

 

El Contexto - Actividades Sugeridas

El ambiente contextual de este pasaje es de que se resista con paciencia hasta el fin de manera que se obtenga la salud espiritual.  Comenzando en el v.7 Santiago dice:  «Por tanto, hermanos, tened paciencia hasta la venida del Señor.  Mirad cómo el labrador espera el precioso fruto de la tierra, aguardando con paciencia hasta que reciba la lluvia temprana y la tardía.  Tened también vosotros paciencia, y afirmad vuestros corazones; porque la venida del Señor está cerca» (v.7-8).  Y nuevamente en los v.10-11 continua:  «Hermanos míos, tomad como ejemplo de aflicción y de paciencia a los profetas que hablaron en nombre del Señor.  He aquí, tenemos por bienaventurados a los que sufren.  Habéis oído de la paciencia de Job, y habéis visto EL FIN DEL SEÑOR, que el Señor es muy misericordioso y compasivo».

Santiago está interesado en que tengamos la paciencia que necesitamos para que lleguemos hasta el fin de toda prueba y aflicción.  En efecto, todo el punto del libro es que los hermanos «tengan por sumo gozo» cuando se «hallen en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de su fe produce paciencia» (Sant. 1:2-5,12).  No obstante, en este primer capítulo Santiago sugiere que la paciencia debe tener «su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna» (v.4).  Si la paciencia debe obrar - eso es, la paciencia debe hacer algo, - ¿entonces qué es lo qué debe hacer?  En el capítulo 5, Santiago sugiere varias actividades  para este fin.  Primero, Santiago dice:  «Pero sobre todo, hermanos míos, no juréis,... para que no caigáis en condenación» (v.12).  El sentimiento aquí es muy similar a ese expresado por Jesús en el Sermón del Monte.  En Mateo 5:33-37, Jesús contrastó la aceptada práctica del sistema Judío del sutil juramento aceptando la voluntad de Dios con respecto a hablar únicamente la verdad todas las veces.  Santiago, por otro lado, está interesado con los juramentos hechos en situaciones apuradas.  La salud espiritual no es llevada a cabo por tales acciones imprudentes.  No obstante, hay algunos pasos positivos a ser tomados para alcanzar tal salud.

1. «¿Está alguno entre vosotros afligido? Haga oración» (v.13).

La palabra traducida «afligido» es kapopatheo en el original.  Significa «sufrir penalidades» (Vine, Vol. 1, Pág. 56).  «1. Sufrir desgracias.  2. Llevar penalidades pacientemente» (Arndt & Gingrich, Pág. 397).

Esta palabra es usada tres veces en el Nuevo Testamento:  En .2 Tim. 2:3 es traducida «sufrir penalidades»; en .2 Tim. 2:9 es dada como «sufrir penalidades»; y en .2 Tim. 4:5 es traducida «soportar aflicciones».  Una forma combinada de la palabra se encuentra también en .2 Tim. 1:8.  Es traducida «participar de las aflicciones».

Todos estos ejemplos del uso de la palabra indican una aflicción o penalidad que viene como resultado de la predicación del evangelio.  De esta manera uno es afligido porque es Cristiano.  El punto de Santiago 5:10,13 es que tenemos que sufrir la aflicción con paciencia (v.10) exactamente como los profetas lo hicieron y entregarnos nosotros mismos a la oración.

2. «¿Está alguno alegre?  Cante alabanzas» (v.Santiago 1:13).

La palabra traducida «alegre» es euthumeo en el original.  Es «de eu, bien, y thumos, mente o pasión; o, intransitivamente, estar alegre, animado» (Vine, Vol. 1, Pág. 105).  «1. Transitivamente, poner en buenos espíritus, regocijarse, estar alegre.  2. Intransitivamente, estar gozoso, de buen ánimo, estar alegre, de buen coraje» (Thayer, Pág. 258).  «Estar alegre; ánimo, mantenerse con coraje» (Arndt & Gingrich, Pág. 320).

Esta palabra es usada otras dos veces en el Nuevo Testamento:  En Hechos 27:22,25; es usada con referencia al naufragio de Pablo.  Adverbialmente es usada en Hechos 24:10;27:36.

En Santiago 5:13, la palabra es usada en contraste con el «afligido».  Un hombre podría estar «afligido» y necesitar oración, o podría estar «alegre» y necesitar expresar ese sentimiento en la alabanza.

3. «Llame a los ancianos de la iglesia» (v.Sant.1:14).

Los ancianos son los líderes espirituales de la iglesia.  Su trabajo es  el de velar por las almas de los hombres (Heb. 13:17).

Los ancianos están para amonestar a la congregación sobre la cual presiden (1 Tes. 5:12).

4. «Oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor» (v.Sant.1:14).

La oración es la expresión de una relación espiritual entre el hombre y Dios.  Esta podría ser con respecto a las necesidades físicas o con respecto a los asuntos espirituales.  El hombre debe orar con respecto a todas sus necesidades (Mateo 6:5-15).

Notaremos en detalle este y otros puntos en su momento.  Pero por ahora, estamos enfatizando la naturaleza espiritual de las actividades en Santiago 5.

5. «Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros» (v.Sant. 1:16).

Aquí hay un hombre que no está dispuesto a ocultar el pecado, sino a arrepentirse y a obtener la ayuda de otros para vencerlo.  Esto, como las otras actividades, está designado para traerlo más cerca del Señor y apartarlo de Satanás.

6. «Si alguno de entre vosotros se ha extravía de la verdad, y alguno le hace volver» (v.Sant.1:19).

La conversión es usada aquí en el sentido del hombre mostrando a otro su responsabilidad hacia el Señor.  El hombre que está obteniendo saluda espiritual con paciencia, no está deseando que sus hermanos pierdan sus almas, sino que los ayuda también en sus necesidades (Rom. 15:1).

 

Resultados Asegurados

El contexto no solo sugiere varias actividades con el fin de obtener salud espiritual, sino que de igual manera sugiera varios resultados del ocuparse en estas actividades prestando el fin deseado.

1. «La oración de fe salvará al enfermo» (v.Sant. 5:15).

2. «El Señor lo levantará» (v.15).

3. «Si hubiera cometido pecados, le serán perdonados» (v.15).

4. «La oración eficaz del justo puede mucho» (v. Sant. 5:16).

Elías es el ejemplo que se dá del efecto de la oración de un hombre justo (v. Sant. 5:17-18).  Era un hombre entregado a la voluntad de Dios, y a vencer todo lo que se opusiera a Dios.  Véase .1 Reyes 17:1; 18:29-46; 19:10; etc.

Aunque Elías era profeta de Dios, el ejemplo que Santiago cita no es el de un milagro.  Lea los pasajes anteriores y note que lo sucedido vino como resultado del proceso normal de las nubes formándose fuera del océano y la lluvia viniendo de las nubes.  Esto no fue un milagro, sino el ejercicio de la providencia de Dios en el proceso natural de la evaporación, condensación y precipitación.  La mano de Dios controló esto.  No obstante, contestó la oración de Elías.

Este pasaje nos sugiere la importancia de la oración entre nosotros y el Señor.  Cuando un hombre justo ora por la autoridad del Señor, el Señor escucha, y lo que el Señor decide hacer quizás estará basado en lo que el hombre justo oró.

La oración es importante porque Dios ha dicho que eso hará una diferencia para El.  Muchas de sus decisiones son hechas sobre la base de las oraciones de la gente justa.  El Señor está interesado por Su pueblo y sus deseos, y a menudo porque oramos, El hará una diferencia.  Lucas 18:1 y Sig.

5. «El que haga volver al pecador del error de su camino, salvará de muerte un alma, y cubrirá multitud de pecados» (v. Sant. 5:20/).

 

Responsabilidades Declaradas

Ahora, en la mitad de este contexto, Santiago expresó los pensamientos de los v.14 y 15.  Este contexto es altamente espiritual en su naturaleza.  En este ambiente, coloca algunas responsabilidades tanto de los ancianos de la congregación como de los miembros.  ¿Cuáles son estas responsabilidades?  ¿Cómo deben ser llevadas a cabo?  ¿Son responsabilidades físicas o son de naturaleza espiritual?

1. Es responsabilidad de los miembros de la iglesia «llamar» a los ancianos cuando están enfermos (los miembros).  No se puede esperar que los ancianos sepan cuando uno está necesitado.  Los miembros deben llamarlo.

2. Es responsabilidad de los ancianos «orar por él» cuando esté enfermo.  Cuando los ancianos saben que un miembro los necesita, deben ir y orar (como hombres justos) sobre aquel miembro.

3. ¿Pero cuál es la enfermedad por la cual deben ser llamados y por la cual deben orar?

Ha habido una gran porción de interés expresado en este particular pasaje de la escritura.  Lo que Santiago exactamente tenía en mente cuando escribió estas palabras ha sido el punto de controversia entre los hermanos por algún tiempo.  No intentamos colocar todos los desacuerdos, pero esperamos que lo que tenemos para decir arroje alguna luz sobre el tema.  Es nuestra oración que en esta discusión usted encuentre alguna ayuda para su mejor entendimiento de la Palabra de Dios y de ser mas capaz de colocarlo en práctica en su vida.

 

EL SIGNIFICADO DE LAS PALABRAS USADAS

«¿Está Alguno Enfermo [Griego - astheneo] Entre Vosotros?» (v.14).

«Lit., estar débil a, negativo, stheneos, fortaleza», (Vine, Vol. 2, Pág. 29).  «Estar débil, delicado; unive. estar sin fuerza, impotente» (Thayer, Pág. 80).  Marshall en su Interlinear Greek-English New Testament lo traduce «está débil».  Souter dice:  «Estoy débil (físicamente:  Luego moralmente), estoy enfermo».  Kittel dice de esto:  «El primer o principal significado es `débil’ o `debilidad’, o `estar débil’, originalmente en sentido físico.  En el N.T. las palabras son difícilmente usadas en algún momento en la debilidad puramente física» (Vol. 1, Pág. 491).  «Estar débil, impotente.  1. Lit. a. de la debilidad física que se enferma.  b. De la debilidad de cualquier clase.  2. Fig. de la debilidad religiosa y moral.  En general, del miedo y temor.  3. Estar débil económicamente,  estar en necesidad» (Arndt & Gingrich, Pág. 115).

Por la definición de esta palabra, podría ser visto prontamente que es usada en ambos, de la debilidad física - eso es, enfermo - y es usada de una debilidad figurativa o espiritual.

La forma verbal, astheneo, aparece 36 veces en el Nuevo Testamento.  Es traducida por las palabras «enfermo», «estar enfermo», «estar débil», «débil», «gente impotente», «hombre impotente».  Parece que al menos en 23 de estas apariciones, se refiere a la enfermedad física.  Todas las veces que aparece en los evangelios (Mateo, Marcos, Lucas y Juan) es física.  No obstante, hay al menos 9 apariciones en las epístolas que son definitivamente referencias a la enfermedad espiritual.  Son:  

1. Romanos 4:19 - «Y no se debilitó en la fe».

2. Romanos 8:3 - «Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne».

3. Romanos 14:1-2 - «Recibid al débil en la fe, pero no para contender sobre opiniones.  Porque uno cree que se ha de comer de todo; otro que es débil come legumbres».

4. Romanos 14:21 - «Bueno es no comer carne, ni beber vino, ni nada en que tu hermano tropiece, o se ofenda, o se debilite».

5. .1 Corintios 8:9,11-12 - «Pero mirad que esta libertad vuestra no venga a ser tropezadero para los débiles... Y por el conocimiento tuyo, se perderá el hermano débil por quien Cristo murió.  De esta manera, pues, pecando contra los hermanos e hiriendo su débil conciencia, contra Cristo pecáis».

6. .2 Corintios 13:3 - «Pues buscáis una prueba de que habla Cristo en mí, el cual no es débil para con vosotros, sino que es poderoso en vosotros».

La forma adjetiva asthenes, aparece 25 veces en el Nuevo Testamento.  Es traducida por las palabras «débil», «enfermo», «debilidad», «cosa débil», «impotente», «más delicado» y «sin fortaleza».  Parece que al menos en 9 de estos usos de la palabra, se refiere a la enfermedad física.  Probablemente en todos los usos de la palabra en los evangelios es la física.  No obstante, nuevamente en las epístolas hay al menos 11 ejemplos donde ciertamente es usada de una condición espiritual.  Son:

1. Romanos 5:6 - «Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos».

2. .1 Corintios 4:10 - «Nosotros somos insensatos por amor de Cristo, mas vosotros prudentes en Cristo; nosotros débiles, mas vosotros fuertes...»

3. .1 Corintios 8:7,10 - «... y su conciencia siendo débil se contamina... Porque si alguno te ve a ti, que tienes conocimiento, sentado a la mesa en un lugar de ídolos, la conciencia de aquel que es débil, ¿no será estimulada a comer de los sacrificado a los ídolos?»

4. .1 Corintios 9:22 (3 veces) - «Me he hecho débil a los débiles, para ganar a los débiles...»

5. .1 Corintios 11:30 - «Por lo cual hay muchos enfermos y debilitados entre vosotros y muchos duermen...»

6. Gálatas 4:9 - «... ¿Cómo es que os volvéis de nuevo a los débiles y pobres rudimentos...»

7. .1 Tes. 5:14 - «... que sostengáis a los débiles...»

8. Hebreos 7:18 - «Queda, pues, abrogado el mandamiento anterior a causa de su debilidad e ineficacia».

La forma sustantiva astheneia, aparece 24 veces en el Nuevo Testamento.  Es cada como «dolencia», «debilidad», «enfermedad».  Parece ser de la debilidad física en 12 de estas ocasiones.  Es muy probable que todas las veces que es usada en los evangelios se refiera a los padecimientos físicos  aun cuando en las epístolas es usada inequívocamente 5 veces para referirse a la debilidad espiritual.  Son:

1. Romanos 6:19 - «Hablo como humano, por vuestra humana debilidad...»

2. Romanos 8:26 - «Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad...»

3. Hebreos 4:15 - «Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades...»

4. Hebreos 5:2 - «... puesto que él también está rodeado de debilidad...»

5. Hebreos 7:28 - «... Porque la ley constituye sumos sacerdotes a débiles hombres...»

6. Nota:  Otra forma de la palabra es usada en Romanos 15:1 - «Así que, los que somos fuertes debemos soportar las flaquezas de los débiles...»  Esta es usada únicamente aquí en el Nuevo Testamento.

Es interesante para mi que cada una de estas referencias hechas a la palabra básica fueran hechas en las epístolas que fueron igualmente escritas a una iglesia con un fuerte elemento Judío - 1 Corintios y 1 Tesalonicenses - o (y) fueron escritas con fuertes referencias a la ley y las tradiciones de los Judíos - Romanos, Gálatas y Hebreos.  Santiago también fue escrito de esa manera.  Considera Santiago 1:1.

 

«Y la Oración de Fe Salvará al ENFERMO

[Griego - Kamno]».  (Versículo Sant. 5:15).

«Primariamente, trabajar, de ahí, del efecto del constante trabajo, estar  agotado... La elección de este verbo, en lugar de la repetición del núm. 1 (v.14), es sugerente de lo que comúnmente acompaña a la enfermedad, la fatiga de la mente (esto es lo que significa este verbo), y que con no poca frecuencia dificulta la recuperación física; de ahí que esta causa especial esté aquí presentada la idea general de enfermedad» (Vine, Vol. II, Pág. 29).  «1. Crecer fatigado, estar fatigado.  2. Estar enfermo» (Thayer, Pág. 323).  Souter dice:  «(a) Estoy fatigado, con esfuerzo, trabajar hasta el cansancio, estar cansado, rendido de cansancio, exhausto; trabajar bajo enfermedad, estar enfermo» (Pág. 212).  Arndt & Gingrich tienen un punto interesante, «1. Estar fatigado, cansado.  Aquí podríamos pensar en el cansancio del alma.  Pero otra interpretación quizás podría ser derivada... estar cansado o fatigado de la continua sucesión de las guerras... Entonces... (esto) no sería la fatiga de espíritu sino de aquellos que están cansados de vivir (como Job 10:1)  2. Estar enfermo» (Pág. 402).

Mientras la definición de la palabra podría significar una enfermedad física, los ejemplos del uso de la palabra son de naturaleza puramente espiritual.  Esta aparece únicamente dos veces en el Nuevo Testamento en adición a Santiago 5:15.

1. Hebreos 12:3 - «Considerad a aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo, para que vuestro ánimo no se canse hasta desmayar».

2. Apocalipsis 2:3 (en algunos Manuscritos) - «Y has sufrido, y has tenido paciencia, y has trabajado arduamente por amor de mi nombre, y no has desmayado».

 

Una Buena Traducción

A la luz de las definiciones, una buena traducción de estos versículos sería:  «¿Está alguno débil entre vosotros?  Llame a los ancianos de la iglesia, y oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor.  Y la oración de fe salvará al cansado; y si hubiere cometido pecados, le serán perdonados».

 

LA FUNCION Y RESPONSABILIDAD DE LOS ANCIANOS 

La función de los ancianos es la salud espiritual de los miembros de la iglesia.

1. Ellos son los pastores espirituales.  Hechos 20:28; .1 Pedro 5:1-4.

2. Deben velar por las almas.  Hebreos 13:17; Hechos 20:29-31;. 1 Pedro 5:1-4.

3. Deben gobernar la iglesia. -1 Tim. 5;17; Hebreos 13:7,17,24.

4. Deben amonestar. -1 Tes. 5:12.

 

No Los Milagros

Algunos han sugerido que este pasaje implica una habilidad milagrosa de parte de los ancianos para sanar al enfermo.  Sin embargo, no hay nada en este pasaje o en algún otro que sugiera que los ancianos como ancianos, en algún momento tuvieran tal habilidad tanto entonces como ahora.  Algunos argumenta de Efesios 4:11 que los ancianos eran funcionarios de milagros.  Si este es el caso, debería sobreentenderse que los evangelistas y maestros son funcionarios de milagros siendo para el mismo propósito.

Si todos lo hubieran tenido lo que se habría hecho para ser sanado de alguna enfermedad o mal era llamar a los ancianos de la iglesia;  los ancianos habrían tenido el poder para sanar lo que ni aún los apóstoles ejercitaban.  La sanidad física era una señal milagrosa la cual fue hecha con propósito de confirmar la palabra (Marcos 16:20; Hebreos 2:3-4), y no fue hecha para el beneficio personal (por sí mismo) de aquel siendo sanado o de aquel haciendo la sanidad.

Pablo no sanó a Timoteo, .1 Tim. 5:23.  No siendo el caso de Trófimo el de enfermedad espiritual, Pablo lo dejó enfermo en Mileto, .2 Tim. 4:20.  Pablo no se sanó a sí mismo, Gál. 4:13-15.

Ahora la pregunta es esta:  ¿Los ancianos en la iglesia ejercieron el poder que los apóstoles no ejercieron?  No hay un sólo caso registrado en el Nuevo Testamento en donde los ancianos ejercitaran en algún momento poderes milagrosos como ancianos.

Considere el caso de Timoteo:

1. Timoteo trabajó con la iglesia en Efeso.  .1 Tim. 1:3.

2. La iglesia en Efeso tenía ancianos.  Hechos 20:17.

3. Timoteo tenía problemas estomacales junto con otras enfermedades.  .1 Tim. 5:23.

4. Pablo le dijo a Timoteo que usara vino como medicina.  .1 Tim. 5:23.

5. Pregunta:  ¿Por qué Timoteo simplemente no llamó a los ancianos para que milagrosamente lo levantaran?  ¿Por qué necesitó usar medicina?

Considere el caso de Epafrodito:

1. Epafrodito trabajó con la iglesia en Filipos.  Fil. 2:25.

2. La iglesia en Filipos tenía ancianos.  Fil. 1:1.

3. Epafrodito estuvo tan enfermo que casi muere.  Fil. 2:27-30.

4. No hay ninguna indicación de que Pablo ejerciera poderes milagrosos para sanar a Epafrodito.  Fil. 2:27.

5. Pregunta:  ¿Por qué los ancianos en Filipos no ejercieron poderes milagrosos en la cura de Epafrodito?  ¿Por qué estaban preocupados acerca de si moría?

Considere el caso de Pablo mismo:

1. Pablo trabajó en varias iglesias en las cuales había ancianos.  Hechos 20:17-30; Fil. 1:1; etc.

2. Pablo tenía algunas enfermedades físicas.  Gál. 4:13-15.

3. Pregunta:  ¿Por qué Pablo no supo hacer lo que Santiago dice que debe ser hecho en caso de enfermedad si la enfermedad física está bajo consideración en Santiago 5:14-15?

 

No La Enfermedad Física

Algunos han sugerido que este pasaje implica que los ancianos deben orar por la enfermedad física y darle a ellos la medicina.  Sin embargo, esto convertiría a los ancianos de la iglesia en médicos doctores o al menos en enfermeros ministrando el quehacer del cuidado médico.  En la iglesia en Jerusalén, esta clase de cuidado no fue hecha por los ancianos de la iglesia, sino por los siete que fueron designados (Hechos 6).  Les fue dada la tarea de la «distribución diaria» (v.1).  Los doce no quisieron ser cargados con esta clase de actividad, pero no la asignaron a los ancianos.

Si Santiago está hablando acerca de una práctica continua de la medicina cuando dice  «Ungiéndole con aceite en el nombre del Señor», ¿por qué ninguno de los hermanos que declara que este es el significado practica lo que predica?  Si la enfermedad es física, ¿por qué aquellos que la enseñan de esta manera no usan el aceite físico, literal, cuando oran sobre ellos?  La verdad es que ellos van al hospital (el predicador más a menudo que los ancianos) y hacen la oración, pero dejan la práctica de la medicina en los funcionarios del hospital.  ¿Por qué se sigue solamente la mitad de la enseñanza?

La Biblia enseña que cuando un hombre está enfermo, necesita un doctor (Mateo 9:12).  Alguien podría decir que Jesús estaba aplicando eso a El mismo.  Sin embargo, en todas las comparaciones que Jesús hizo para mostrar su correcto lugar o enseñanza, siempre usó puntos que eran natural, física o literalmente verdad al hacer su punto acerca de El mismo.  Si esto no fuera físicamente verdad, la comparación se destruiría y no probaría el punto espiritual o figurativo.

 

Fuera de Armonía Con el Nuevo Testamento

Tales afirmaciones no están únicamente fuera de armonía con la enseñanza del Nuevo Testamento sobre el tema de los milagros y la sanidad natural, sino que también están fuera de armonía con la enseñanza del Nuevo Testamento sobre el tema de la autoridad y la obra de los ancianos.

1. Los milagros fueron proyectados con el expreso propósito de confirmar la palabra de Dios.  ¿Qué parte de la palabra de Dios  está o debe ser confirmada por los ancianos?  La sanidad natural es hecha por aquellos calificados para hacer tal cosa.

2. El trabajo de los ancianos es gobernar la iglesia y velar por sus almas.  No es la de convertirse en guardianes de la salud física de los hombres como tampoco el de ser obradores de milagros o convertirse en médicos doctores.

 

COLOCANDO EL PASAJE CONJUNTAMENTE La Debilidad Espiritual

Mientras entendamos que hay una gran cantidad de diferencia en los puntos de vista de muchos sobre este asunto, es nuestra firme creencia que la enfermedad de Santiago 5:14-15 no es de naturaleza física sino que antes bien es debilidad espiritual.

Si tradujéramos las dos palabras que son traducidas «enfermo» por las palabras «débil» y «cansado», se colocaría el pasaje en una luz diferente.  «¿Está alguno débil entre vosotros?  Llame a los ancianos de la iglesia, y oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor:  Y la oración de fe salvará al cansado».

Consideraremos más sobre esto en un momento, pero es suficiente decir que esto no significa que el hombre ha pecado.  No obstante, la condición es una en la cual un hombre se siente a sí mismo creciendo débil.  Hay muchas cosas que él podría hacer para permanecer fuerte y probablemente ejercite todas estas:  Cantará y orará por él mismo (v.13).  Pero ahora empieza a sentirse a sí mismo como creciendo cansado, aburrido en su servicio al Señor.  Sabe que no puede hacer esto (1 Cor. 15:58; Gál. 6:10).  Quiere hacerlo mejor, pero sabe que está en necesidad de ayuda.  ¿Qué es lo que debe hacer?  Santiago dice que debe llamar a los gobernantes espirituales y líderes de la iglesia para darle la ayuda que necesita.  Ha estado orando y cantando para mantenerse a sí mismo fuerte, y ahora ellos vendrán y orarán por él.

Si el problema es de enfermedad física, ¿por qué llamar a los líderes espirituales?  Hemos sacado a los ancianos de su lugar y ahora estamos haciendo que jueguen otro papel que nunca les fue asignado en ningún otro pasaje.  Es como hacer que un beisbolista juegue en un partido de fútbol.  Esto no es como recordando a los necesitados (Hechos 20) en lo cual había una decisión concerniente al dinero de la iglesia.  Si el punto es espiritual y no físico, no obstante, esto es exactamente para lo que los ancianos fueron destinados y para lo cual todas las instrucciones con respecto a ellos fueron dadas para llevar cabo - esto es, hacer a los hombres fuertes.

 

Ungiéndole Con Aceite

El «aceite» fue usado en la Biblia en siete formas diferentes:

1. Para comisionar un alto oficio o posición.  -1 Samuel 16:12-13.

2. Para hacer el pan del tabernáculo bajo la ley.  Exodo 29:2.

3. Para comida - en la preparación del pan.  -1 Reyes 17:12.

4. Como un cosmético para la cara.  Salmos 104:15.

5. Como luz - para arder en las lámparas.  Exodo 27:20.

6. Como una medicina de sanidad.  Lucas 10:34.

7. Como un símbolo de bendición espiritual.  Hebreos 1:9.

Si la enfermedad es espiritual, se debería continuar sin decir que el ungimiento es figurativo.  Como notamos al comienzo, aquellos que creen que la enfermedad es física, no practican un ungimiento literal con aceite, sino que lo aplican figurativamente al tomarlo de la medicina.  Pareciera más consisten, no obstante, hacer de ambos literales o figurativos.  Hay un buen pasaje precedente para creer que el ungimiento es usado aquí figurativamente.  Considere lo siguiente:

Salmos 23:5 - «Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores, unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando».

Hebreos 1:9 - «Has amado la justicia, y aborrecido la maldad, por lo que te ungió Dios, el Dios tuyo, con óleo de alegría más que a tus compañeros».

Considere también Isaías 61:1-3 y su cumplimiento en Lucas 4:16-21.

En estos pasajes, el ungimiento con aceite es usado figurativamente del acto de dar grandes bendiciones.  En el Salmos 23:5 - «Unges mi cabeza con aceite» significa que David había sido bendecido grandemente.  El paralelismo Hebreo es «mi copa está rebosando».  (Comparé este pasaje en la versión de la Biblia al Día:  «Me das delicioso alimento en presencia de mis enemigos.  Me has recibido como invitado tuyo.  ¡Tus bendiciones se desbordan!» - nota del traductor, jr.).  En Hebreos 1:9 - «Ungió... con óleo de alegría...»  se refiere que a Cristo le ha sido dado un lugar de alto honor y bendición.  (Compare los versículos 3-8,13; Fil. 2:5-11).  Isaías 61:1-3 y Lucas 4:16-21 sugiere que la bendición le fue dada a cristo al tomar la autoridad para predicar el evangelio.  (Compare Mateo 28:18-20; Hebreos 1:1-3).

Pudiera ser argumentado que la palabra Griega usada en Lucas 4:16 y en Hebreos 1:9 no es la misma como aquella usada en Santiago 5:14.  No obstante, mientras esto es verdad, eso no altera las comparaciones.  Vine dice del término usado en Santiago 5:14 [ungir - aleipo] que «es un término general para una unción de cualquier clase...» (Vol. 4, Pág. 199).  Del término usado en el v.15 dice:  «Tiene un sentido más limitado que Nº 1; queda confinado a unciones sagradas y simbólicas».  Finalmente, añade esto:  «NOTA:  La distinción a que hace referencia Trench (Synonyms, xxxviii) acerca de que aleipo sea la palabra mundana y profana, y chrio la palabra sagrada y religiosa, no viene apoyada por la evidencia.  En un documento en papiro, chrisis se emplea de `una loción para un caballo enfermo’ (Moulton y Milligan, Vocabulary of the Greek Testament)».  [Vine, Vol. 4, Pág. 199).

Entre tanto que los términos usados en Lucas 4:18 y Santiago 5:14 no son los mismos, en la Septuaginta, Isaías 61:3 el cual es la base de lo que se lee en Lucas 4 usa una forma sustantiva de la misma palabra usada en Santiago 5:14 y es traducida en Español «óleo de gozo».  («Oleo de gozo» en la versión Reina-Valera; «aceite de gozo» en la Versión Moderna y en la Biblia de Jerusalén, nota del traductor, jr).  Esto sería «un ungimiento de gozo».  Este es un uso espiritual o figurado del término usado en Santiago 5:14.  De esta manera, los términos son usados intercambiablemente y no pueden ser hechos para indicar una diferencia.

Por tanto, el punto es que los ancianos deben venir y orar por el hombre cansado, aburrido, dándole la bendición que necesita para obtener nuevamente su fortaleza y revivirle para la obra que el Señor le tiene para hacer.  Todo hombre siente esta fatiga a veces.  Cuando se sienta así, debe llamar a los ancianos y ellos deben orar por él, ungiéndole con aceite, eso es, dándole las bendiciones que necesita.  «Ungiéndole con aceite» es usado en adición a «orar por él».  Cuando «oran por él», están «ungiéndole con aceite».  Eso es por lo que la expresión «en el nombre del Señor» es usada.  La oración es en el nombre del Señor (1 Jn 5:14).

 

«Y la Oración de Fe Salvará al Enfermo, y el Señor lo Levantará»

Santiago nos asegura que el hombre que está enfermo (cansado, aburrido) se salvará o se levantará.  Esto indicará que nunca habrá algún fracaso.  En esta sanidad el buen resultado siempre se presentará.

Si la intención de estos pasajes es que los ancianos se involucren en la sanidad física y si no hay fracasos cuando hacen lo que el pasaje orienta, ¿será una demostración divina que los ancianos no están calificados si cuando oraron por el enfermo ungiéndole con aceite no se levantó?  ¿Puede esto ser usado como un medio de determinar hoy día quién está calificado y quién no - quién ha sido elegido por el Espíritu Santo y quién no lo ha sido?

Si un hombre está esforzándose por la salud espiritual acerca de la cual Santiago está enseñando, y si está cantando y orando, demostrando su devoción a Dios, y si invoca la ayuda de estos hombres justos, no habrá fracaso en levantarle.  Aquí está un hombre que ha mostrado su sincero deseo por la fortaleza en el servicio a Dios y cuando la ayuda es dada, responderá a ella y será renovado en su dedicación al Señor.

 

Y Si Hubiere Cometido Pecados, le Serán Perdonados

La salvación aquí no es la salvación de la enfermedad física como ya lo hemos discutido.  Ni la salvación aquí es la salvación del pecado.  No puede ser la salvación del pecado porque hay aún un «si» en relación con haber cometido pecado (v.15).

Simplemente porque un hombre esté cansado no necesita debe tener pecado.  Uno que diligentemente está esforzándose por seguir al Señor y servirle fielmente podría en un momento u otro encontrarse a sí mismo bajo presión y tentación y de esta manera, crecer cansado o aburrido.  El hombre verdaderamente espiritual va a conseguir la ayuda para recuperar su fortaleza.  Probablemente ha pecado y probablemente no.  Si ha pecado le serán perdonados.  Aún aquellos que declaran que esta es física no declaran que es necesario descubrirle a un hombre sus pecados.

 

«Confesaos Vuestras Ofensas Unos a Otros, y  Orad Unos Por Otros,

Para Que Seáis Sanados»

«Si hubiere cometido pecados», la cosa que él tiene que hacer ahora es confesarlos y juntamente con los otros orar para el perdón de estos pecados.  La palabra «ofensas [falta - paraptoma]» significa aquí «un paso en falso, una transgresión» (Vine, Vol. 2, Pág. 115).  [La Versión Moderna y la Biblia de Jerusalén dicen - «pecados» - nota del traductor, jr].

Aún cuando no pudiéramos ser conclusivos con el pasaje, parece que la confesión aquí es a los ancianos.  Luego, el pasaje se extiende para incluir a cualquier «justo» (v.16).  Pudiera ser argumentado que la confesión debe ser mutua - eso es, «unos a otros».  Esto sin embargo no es necesariamente el caso.  Considere Efesios 5:21 - «Someteos unos a otros» no significa que la esposa se someta al esposo y que luego el esposo se someta a la esposa.  Sino más bien que nos sometamos unos a otros.  Así «confesaos unos a otros» indica confesarse el uno al otro.  (Declarar esto no prueba la Doctrina de la Confesión Auricular como lo veremos más tarde).

No hay indicación en este pasaje que esto deba ser una confesión pública delante de la iglesia.  Otros pasajes muestran que la confesión del pecado debe ser pública así como el pecado que fue cometido.  El pecado privado no demanda confesión pública.  No obstante, el pecado personal quizás necesite ser confesado a los hombres justos para obtener la ayuda que uno necesita para vencerlo y hacer la vida de uno recta.

 

LA POSICION DE LA IGLESIA CATOLICA ROMANA

Versículo 16

Antes de lograr introducirnos efectivamente en la posición de la Iglesia Católica sobre los versículos 14 y 15, quisiéramos notar su posición sobre el versículo 16.  Argumentan que la confesión del v.16 es la de la «confesión auricular» o la confesión secreta practicada ante sus sacerdotes.

En La Enseñanza de la Iglesia Católica, un libro oficial de la Iglesia Católica (Nihil obstat:  Edvardvs Can.Mohoney, S.T.D. Censor Depvtatvs:  Imprimatvr:  E. Morrogah Bernard, Vicarivs ivnii mcmxlvii)  por George D. Smith, es hecha la siguiente declaración después de una referencia a Santiago 5:16:  «Estas palabras llevaron a muchos a creer que San Santiago tenía en su mente la combinación de los dos sacramentos:  La Penitencia y la Extrema Unción.  Los sacerdotes de la iglesia administraban los últimos ritos al hombre enfermo; pero ninguna distinción técnica de los dos sacramentos de la Penitencia y la Extrema Unción parece haber estado en la mente de San Santiago, especialmente como la forma temprana de la absolución estaba en una forma de desaprobación, no a causa de un veredicto judicial.  Si hubiera habido algún asunto grave para confesar y el hombre enfermo era capaz de confesarlo, el sacerdote debía perdonar a este por medio de una oración específica para su perdón y de esta manera reconciliar al pecador con Dios antes del ungimiento» (Pág. 994).

Ningún hombre tiene el derecho para perdonar pecados.  La Iglesia Católica argumenta que en Juan 20:21-23 Cristo dió a los Apóstoles y sus sucesores el derecho para perdonar pecados.  Sin embargo, este pasaje tiene que ver con el recibimiento del Espíritu Santo (v.22) lo cual sucedió en el día de Pentecostés.  Hechos 2:38, la aplicación de Juan 20:21-23, muestra que este perdón fue hecho por medio de cumplir con los términos de la remisión.  -2 Corintios 5:18-20 demuestra esto claramente por medio de mostrar que la parte de los apóstoles en el perdón es «la palabra de la reconciliación».  El perdón no ocurre en la mente del hombre.  Es un acto oficial de Dios.

Como notaremos más tarde, la idea de que Santiago está hablando acerca del sacerdote en lugar del anciano está sin fundamento.

.1 Jn 2:1 dice que nuestro abogado ante el Padre es Jesucristo.  Sobre la base de este pensamiento, confesamos nuestros pecados a Dios (1 Jn. 1:9), .1 Timoteo 2:5 dice:  «Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre».  Santiago posiblemente no podía tener en mente la confesión auricular porque de esta manera colocaría a dos entre nosotros y Dios (al menos) a Cristo y al sacerdote.  Y luego, también, si se nos dijera que pronunciáramos el «Ave María» para la absolución, esto colocaría a tres entre nosotros y Dios.

El contexto de este pasaje muestra que este hombre es el débil que está haciendo lo posible por recuperar su fortaleza.  Una de las cosas que hace es la de confesar su pecado de manera que los demás puedan ayudarle a vencerlo y a ser fuerte.

 

Los Versículos 14 y 15

Finalmente, ahora, quisiera dirigir nuestra atención a la posición de la Iglesia Católica con respecto a los versículos que hemos estado estudiando - los versículos 14 y 15.

El uso más común de estos versículos por los Católicos podría ser visto en casi cada uno de sus documentos de enseñanza general.  Obras tales como Father Amith Instructs Jackson (Noll and Fallon), La Enseñanza de la Iglesia Católica (Smith), y la Enciclopedia Católica son todas escritas por Católicos y respaldadas oficialmente por la iglesia Católica.  En cada una de estas, la atención está trazada a la declaración en Santiago 5:14-15 como autoridad para la doctrina de la Extrema Unción como sacramento de la iglesia.

O’Brien en La Fe de Millones representa bien la enseñanza cuando dice que el Apóstol Santiago se refiere a este sacramento:  «¿Está alguno enfermo entre vosotros?  Tráigase a los sacerdotes de la iglesia, y déjenlos orar por él ungiéndole con aceite en el nombre del Señor, y la oración de fe salvará al enfermo y el Señor lo levantará y si está en pecados, le serán perdonados».  En estas palabras Santiago describe las características esenciales del sacramento.  El ungimiento con aceite y la oración del sacerdote constituye la señal visible  la cual confiere sobre el alma la gracia santificadora produciendo el perdón del pecado» (Pág. 272).

Este es el supuesto sacramento de la Iglesia Católica en el cuan un hombre moribundo es ungido en las extremidades (los ojos, oídos, orificios de la nariz, labios, manos y en los pies) con aceite de oliva por un sacerdote para quitar sus pecados antes de que deje esta vida.  Algunas veces es hecha una excepción al sacerdote que tiene que administrar el sacramento en los hospitales y otras instituciones religiosas, aunque estrictamente se requiere un sacerdote.

Nuevamente, hay varios problemas asociados con esta posición lo cual la hace insostenible.

1. Simplemente esta no es la enseñanza del pasaje.  Ya hemos discutido en detalle el punto de la enseñanza de Santiago 5.  La enfermedad física no está bajo discusión, sino más bien el asunto de la debilidad espiritual.

2. Esto nos lleva entonces al punto de que la enseñanza del pasaje está diseñada para levantar al hombre, no de prepararlo para la muerte.  Gibbon dice que esta es «una medicina espiritual la cual disminuye el terror de la muerte, anima al Cristiano moribundo, fortifica el alma en su lucha final, y la purifica por su paso del tiempo a la eternidad» (Pág. 316).  A menudo esto es hecho aún después de que un hombre ha muerto por si acaso el alma aún no ha dejado el cuerpo.  «¿Qué sucede cuando una persona muere repentina e inesperadamente?  En ese caso, el sacerdote siempre debe ser llamado porque puede dar la absolución y la Extrema Unción incondicionalmente (sobre la condición de que el alma no podría haber dejado el cuerpo) por algún tiempo después de que la muerte aparentemente ha ocurrido» (Noll y Fallon).  Santiago dijo:  «La oración de fe salvará al enfermo» (v.15).  Los Católicos esperan que la persona muera.

3. La posición Católica requiere que leamos la palabra traducida «ancianos» como «sacerdote».  «La versión protestante llama `ancianos’ lo que nosotros llamamos `presbíteros’ o `sacerdotes’».  Pero ¿por qué deberían ser llamadas las personas seculares y orar por y ungir  la moribundo con aceite?  La palabra Griega que se usa es «presbyteros» y que ella significa «sacerdote» es claro por el hecho de que en las ceremonias de los primeros Cristianos la palabra para «sacerdocio» es «presbyteratus».  Este comentario podría ser un poco difícil para la persona promedio bajo enseñanza - pero podría ayudarle si usted alguna vez se compromete en una controversia» (Noll y Fallon, Pág. 183).  ¿Por qué supone usted que su uso de las palabras no fue tomado de la Biblia?  Considere pasajes tales como Hechos 20:17, 28;.1 Pedro 5:1-5; Tito 1:5; Hechos 14:23;15:2.  En cada una de estas la palabra usada en Santiago 5 es traducida «ancianos».  La palabra para «sacerdote» es un término totalmente diferente.  Es el término Heireus.  Eso no es «demasiado difícil».  Compare .1 Pedro 2:5.

4. Esta posición también niega la necesidad del arrepentimiento como prerrequisito para el perdón.  Considere Hechos 8:19,20,22.  No solamente eso, sino que ¿qué acerca de la confesión en Santiago 5:16 y  .1 Jn 1:9?  Acorde a los versículos 19-20  al individuo le es requerido que se convierta.  Si la extrema unción es admisible para el hombre moribundo, ninguna de estas cosas son requeridas.  Este pasaje no permite el perdón incondicional de los pecados.  Requiere muy definidamente una participación del hombre en el perdón.  Si no es nada mas, podría ser notado del versículo 14 que el mismo enfermo es el que debe llamar a a los ancianos de la iglesia.

 

Conclusión

Cuando la Iglesia Católica usa este pasaje para vindicarse a sí misma por cualquiera de las doctrinas mencionadas - la Confesión y la Extrema Unción (los últimos ritos) - abusan de la Palabra de Dios.  No hay insinuación de que tal cosa esté siendo enseñada en el pasaje que estamos considerando.  Tal abuso de la Palabra de Dios no puede estar agradándole.

En conclusión es este estudio sobre Santiago 5:14-15 pedimos una revaluación del pasaje mismo junto con los deberes prescritos en la Palabra de Dios con respecto a los ancianos de la iglesia de nuestro Señor.  Ciertamente no hay nada malo con los hombres piadosos orando por la enfermedad física.  No obstante, tal cosa no es la enseñanza de Santiago 5.  Dejemos a los ancianos donde Dios los colocó.

James R. Cope concluye aptamente:  «Pareciera que Santiago 5:13-20 describe al Cristiano cuyas pruebas le han enseñado la paciencia  a tal grado que reconoce su completa dependencia en Dios y de la necesidad de ver todos los asuntos de su vida a la luz de los valores espirituales.  En la aflicción orará; en el gozo cantará; en el desánimo, buscará el aliento de aquellos calificados para darlo; en el pecado, lo confesará y orará por el perdón; en el celo por la verdad y en el crecimiento moral y espiritual, trabajará para convertir al errado entre tanto que él aún ora por la salvación de ellos.  Ciertamente, soportando la tentación y estando aprobado, está preparado para recibir la corona de vida la cual el Señor ha prometido a los que le aman.

SEÑALES Y MILAGROS¿DE DIOS O DE SATAN?*

Muchos materiales se han escrito sobre este tema para mostrar que en nuestros días ya no existen los milagros, ni las señales ni tampoco los prodigios.  Creo que muchos no entienden claramente este asunto.

En las páginas siguientes trataré de probar que sí se realizan algunas «señales y milagros».  Sin embargo, el autor de estas señales y milagros es Satán.  Satán entendió a tiempo que los milagros hacen un gran impacto en los creyentes en Cristo, de modo que él «duplica» esos milagros en la medida que Dios se lo permite.

Cuando uno dice que ya no hay milagros ni señales, está negado una verdad Bíblica que afirma que:

Se levantarán falsos Cristos, y falsos maestros, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos (Mateo 24:24).

 

Porque se levantarán falsos Cristos y falsos maestros, y harán señales y prodigios, para ENGAÑAR, si fuese posible, aun a los escogidos (Marcos 13:22).

Las palabras «señales y prodigios» son los mismos términos para describir los hechos extraordinarios tanto de los «falsos profetas» como los de los apóstoles y los de aquéllos a quienes los apóstoles impusieron sus manos.  Cuando tratamos de negar las escrituras hacemos mucho daño.  Nuestra influencia disminuye en cierta medida.

La enseñanza Bíblica verdadera dice que los ministros de Dios de la actualidad no necesitan hacer milagros y señales para probar su palabra, pues la palabra de Dios ya ha sido confirmada.  El siervo de Dios simplemente lee la voluntad divina en Su palabra.  La fe llega a través de este sencillo proceso (Rom. 10:17).  La revelación de Dios es completa y no necesita ser confirmada por medio de señales o prodigios de los mensajeros de Cristo.  Los ministros de Satán afirman que prueban su ministerio con sus milagros y señales.  No hay duda de que muchos han sido engañados por ellos, y a tal extremo, que en el día del juicio dirán a Cristo:

Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? (Mateo 7:22).

¿Piensa usted que alguien tendrá la audacia de decir estas cosas a Cristo en el día del juicio si no cree que ha hecho estas cosas?  Como seguidores de Dios, debemos examinar las razones, por las cuales creen que son divinamente guiados.

No sabemos cuánto poder Dios ha dado al diablo.  Cuando leemos el libro de Job, nos sorprendemos al enterarnos del gran poder que Dios dio a Satán.

Dijo Jehová a Satanás:  He aquí, todo lo que tiene está en tu mano; solamente no pongas tu mano sobre él ... (Job 1:12).

Los versículos 14 y 15 nos muestras a los sabeos que tomaron los bueyes y las asnas, matando a los criados.

Aun estaba éste hablando, cuando vino otro que dijo:  Fuego de Dios cayó del cielo, que quemó las ovejas y a los pastores, y los consumió; solamente escapé yo para darte la noticia.  Todavía estaba éste hablando, y vino otro que dijo:  Los caldeos hicieron tres escuadrones, y arremetieron contra los camellos y se los llevaron, y mataron a los criados a filo de espada; y solamente escapé yo para darte la noticia.  Entre tanto que éste hablaba, vino otro que dijo:  Tus hijos y tus hijas estaban comiendo y bebiendo vino en casa de su hermano el primogénito; y un gran viento vino del lado del desierto y azotó las cuatro esquinas de la casa, la cual cayó sobre los jóvenes, y murieron; y solamente escapé yo para darte la noticia (Job 1:16-19).

Capítulo Job 2:7-8:

Entonces salió Satanás de la presencia de Jehová, e hirió a Job con una sarna maligna desde la planta del pie hasta la coronilla de la cabeza.  Y tomaba Job un tiesto para rascarse con él, y estaba sentado en medio de ceniza.

En estos textos bíblicos podemos ver el gran poder que Dios dio a Satanás.  ¿Tiene él el mismo poder hoy día?  Nosotros sólo podemos imaginarlos (Lucas 22:31-32).  Dios le permitió a Satanás hacer cosas terribles:  «... Fuego de Dios cayó del cielo» (Job 1:15), y «... un gran viento vino del lado del desierto» (Job 1:18), que destruyó a los hijos de Job.  Así pues, ¿cuál será el límite de su poder en nuestros tiempos?

Escuche usted a Jesús:

El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios, o si yo hablo por mi propia cuenta (Juan 7:17).  ... y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres (Juan 8:32).

El apóstol Pablo dice:

Inicuo cuyo advenimiento es por obra de Satanás, con gran poder y señales y prodigios mentirosos, y con todo engaño de iniquidad para los que se pierden, por cuando no recibieron el amor de la verdad para ser salvos.  Por esto Dios les envía un poder engañoso, para que crean la mentira, a fin de que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, sino que se complacieron en la injusticia (2 Tes. 2:9-12).

Por tanto, podemos decir:  1) Si alguien quiere hacer la voluntad de Dios, puede conocer su doctrina, la cual es la verdad que le hace libre.  2) A los que no aman la verdad, Dios les enviará graves errores, a fin de que crean la mentira para que sean condenados.  TODOS LOS QUE NO CREYERON A LA VERDAD, SINO QUE SE COMPLACIERON EN LA INJUSTICIA.

A continuación vamos a ver otro ejemplo en cuanto al poder que Satanás tiene para hacer milagros aun en nuestros días:

Si Faraón os respondiere diciendo:  Mostrad milagro; dirás a Aarón:  Toma tu vara, y échala delante de Faraón, para que se haga culebra.  Vinieron, pues, Moisés y Aarón a Faraón, e hicieron como Jehová lo había mandado.  Y echó Aarón su vara delante de Faraón y de sus siervos, y se hizo culebra.  Entonces llamó también Faraón sabios y hechiceros, e hicieron también lo mismo los hechiceros de Egipto con sus encantamientos; pues echó cada uno su vara, las cuales se volvieron culebras mas la vara de Aarón devoró las varas de ellos (Exodo 7:9-12).

El versículo 11 nos dice que los hombres del Faraón «podían hacer lo mismo».  Si la vara de Aarón era real, también las de los hechiceros del Faraón eran reales.  ¿Qué devoró la culebra de Aarón, si las otras no eran reales?  ¡Amé la verdad!

En los versículos Exodo 7:19-20,21 vemos a Aarón extendiendo su vara sobre las aguas de Egipto, convirtiéndolas en sangre.  Y los hechiceros de Egipto hicieron lo mismo (v.22).  En el capítulo Exodo 8:5-6 Aarón extendió su mano con su vara y subieron ranas sobre la tierra de Egipto.  Los hechiceros hicieron lo mismo con sus encantamientos (v.7).  Ahora bien, ¿de qué manera pueden protegerse los escogidos para que no sean seducidos y engañados?

Entonces Jehová dijo a Moisés:  Dí a Aarón:  Extiende tu vara y golpea el polvo de la tierra, para que se vuelva piojos por todo el país de Egipto.  Y ellos lo hicieron así; y Aarón extendió su mano con su vara, y golpeó el polvo de la tierra, el cual se volvió piojos, así en los hombres como en las bestias; todo el polvo de la tierra se volvió piojos en todo el país de Egipto.  (FIJESE BIEN AHORA EN LO QUE SIGUE:)  Y los hechiceros hicieron así, para sacar piojos con sus encantamientos; PERO NO PUDIERON.  Y hubo piojos tanto en los hombres como en las bestias.  Entonces los hechiceros dijeron a Faraón:  Dedo de Dios es éste.  Mas el corazón de Faraón se endureció, y no los escuchó, como Jehová lo había dicho (Exodo 8:16-19).

Ahora bien, ¿por qué los hechiceros podían hacer culebras, ranas y sangre, pero no podían hacer piojos?  La respuesta es obvia.  Dios lo hace fácil para aquéllos que aman la verdad, para que entiendan qué es verdad y de Dios, y qué es del diablo.  Cuando se presenta una falla, usted puede estar seguro de que no es de Dios.  ¿Ama usted la verdad?  «Y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres».  ¿Por qué no hacen los «obradores de milagros» de nuestros días los mismos milagros y prodigios efectuados en los días de Cristo y de sus apóstoles?  ¿Por qué no pueden levantar a los muertos?  ¿Por qué no pueden sanar a los paralíticos?  ¿Qué en cuanto a discernir los espíritus?  Muchos de los tan llamados «obradores de milagros» han engañado a miles de personas; se han enriquecido gracias la ignorancia e inocencia de los creyentes.

No hay problema alguno para aquellos que aman la verdad de Dios, y los que conocen la enseñanza de Jesucristo.  «La fe viene por el oir, y el oir por la palabra de Dios» (Rom. 10:17).  Lo que enseña la Biblia es la verdad; pero los hombres pueden engañarnos.

¿Cuál era el propósito de los milagros, de las señales y de los prodigios mencionados en la palabra de Dios?  Jesús nos ha dado la razón:

Hizo además Jesús muchas otras señales en presencia de sus discípulos, las cuales no están escritas en este libro.  Pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre (Juan 20:30-31).

 

Por eso os dije que moriréis en vuestros pecados; porque si no creéis que yo soy, en vuestros pecados moriréis (Juan 8:24).

Por tanto, es necesario creer que Jesús es el Cristo.  Nicodemo pronunció la gran verdad cuando dijo:  «Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él» (Juan 3:2).

Los milagros, señales y prodigios fueron hechos en el primer siglo para «confirmar la palabra de Dios» (Marcos 16:20; Hebreos 2:4-5; Juan 20:30-31).  También se confirmaba así al mensajero.  He aquí algunos resultados obtenidos por esos milagros entre los incrédulos:

Varones israelitas, oíd estas palabras:  Jesús nazareno, varón aprobado por Dios entre vosotros con las maravillas, prodigios y señales que Dios hizo entre vosotros por medio de él, como vosotros mismos sabéis (Hechos 2:22).

 

Y sobrevino temor a toda persona; y muchas maravillas y señales eran hechas por los apóstoles.  Todos los que habían creído estaban juntos, y tenían en común todas las cosas (Hechos 2:43-44).

 

Y por la mano de los apóstoles se hacían muchas señales y prodigios en el pueblo; y estaban todos unánimes en el pórtico de Salomón ... Y los que creían en el Señor aumentaban más, gran número así de hombres como de mujeres (Hechos 5:12,14).

Ahora vamos a contemplar algunos milagros y señales hechos por los discípulos de Jesús a quienes los apóstoles habían impuesto sus manos.

Entonces Felipe, descendiendo a la ciudad de Samaria, les predicaba a Cristo.  Y la gente, unánime, escuchaba atentamente las cosas que decía Felipe, oyendo y viendo las señales que hacía.  Porque de muchos que tenían espíritus inmundos, salían éstos dando grandes voces; y muchos paralíticos y cojos eran sanados (Hechos 8:5-7).

¿Se sorprende usted porque los carismáticos de nuestros días no pueden hacer estas cosas?  Cuando escribía este texto, oí que Oral Roberts echó fuera el demonio que estaba en Jimmy Swagart.  ¿Grito ese espíritu inmundo «con gran voz»?  ¡Piense!

Pero cuando creyeron a Felipe, que anunciaba el evangelio del reino de Dios, y el nombre de Jesucristo, se bautizaban hombres y mujeres (Hechos 8:12).

¿Ha visto usted alguna demostración efectuada por los carismáticos seguida de bautismos?  La Biblia nos enseña claramente que los milagros y señales fueron hechos solamente por hombres aprobados por Dios como los apóstoles y aquéllos a quienes ellos impusieron sus manos.  Desde luego, en el caso de Cornelio y su casa, sabemos que Jesús los bautizó con el Espíritu Santo, «así como ocurrió con los apóstoles en el principio» (Hechos 11:15).

Hemos probado con la Escritura que los falsos maestros y profetas engañarían aun a los escogidos, si fuera posible (Mateo 24:24; Marcos 13:21).  También hemos mostrado la diferencia entre milagros de Dios y de Satán.  ¿Cómo pueden los escogidos defenderse del engaño?  ¿Cómo podemos desenmascarar a los que se dicen ser apóstoles y no lo son? (Apocalipsis 2:2).  ¿Cuál es la señal de un apóstol?

Ahora, examinemos aquellas escrituras que nos dan a entender que los dones espirituales están todavía con nosotros:

Y estas señales seguirán a los que creen:  En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán (Marcos 16:17-18).

Se dice que estos versículos son aplicables a todos los creyentes en todos los tiempos.  Pero resulta que no se encuentra a nadie capaz de comprobar por sí mismo esta afirmación.  Porque cada ministro sabe bien que aun en las más celosas congregaciones siempre hay alguien que no tiene NINGUN don espiritual.  Cuando tienen enfermos no los llevan a cualquiera para orar por ellos.  A veces, alguien de otro lugar lejano tienen que orar por ellos.  Inclusive usan el versículo de Santiago 5:13-14 donde dice:  «Que llamen a los ancianos de la iglesia», para hacer la oración.  Este mismo pasaje también se usa para probar que en nuestros días hay curaciones milagrosas, así como tuvo lugar en la iglesia del primer siglo.

En Marcos 16:20;

Y ellos, saliendo, predicaron en todas partes, ayudándoles el Señor Y CONFIRMANDO LA PALABRA CON LAS SEÑALES QUE LA SEGUIAN.

Este versículo confirma la verdad de los versículos Marcos 16:16-18.  También podríamos llamar la atención sobre el siguiente texto:

No quiero, hermanos, que ignoréis acerca de los dones espirituales (1 Corintios 12:1

Luego, comenzando con el versículo 4 hasta el 13, el apóstol menciona los diferentes dones del Espíritu.  En el versículo 7 dice Pablo:

Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho (1 Corintios 12:7).

El versículo 11 contiene el siguiente texto:

Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere 

¿Qué beneficio se derivaría de estos dones si uno los poseyera?  ¡No sería el de producir la fe!  La palabra de Dios ya completa y confirmada lo hace.  Tal vez, si tuviéramos el don de lenguas como los apóstoles cuando fueron bautizados con el Espíritu Santo, podríamos hacer como ellos, hablando a todo extranjero en su propia lengua cuando la ocasión lo hiciera necesario.

Sin embargo, ¿no es extraño, que esos mismos misioneros que claman a toda voz poseer «dones espirituales» siempre tienen que depender de un INTERPRETE cuando van al exterior?

También notemos en esta lectura al Espíritu «... repartiendo a cada uno en particular como él quiere».  ¡El les «repartió» los dones!  Luego, hacia la última parte del capítulo que Pablo usó para desalojar la «ignorancia» acerca de los dones espirituales nos encontramos con otra escritura que da luz para contestar algunas preguntas o consideraciones retóricas.

.1 Corintios 12:27-30 nos informa algo más sobre el particular:

Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo, y miembros cada uno en particular.  Y a unos puso Dios en la iglesia, primeramente apóstoles, luego profetas, lo tercero maestros, luego los que hacen milagros, después los que sanan, los que ayudan, los que administran, los que tienen don de lenguas.  ¿Son todos apóstoles?  ¿son todos profetas? ¿todos maestros? ¿hacen todos milagros? ¿Tienen todos dones de sanidad? ¿hablan todos lenguas? ¿interpretan todos?

Conozco a un predicador pentecostal quien enfáticamente dice a su audiencia que a menos que se bauticen «en el nombre de Jesucristo, con la evidencia del `don de lenguas’, no pueden ser salvos».  Algunos, desde luego, no irán tan lejos, pero sí creen que los dones espirituales son también para los cristianos de hoy día.  Los pasajes bíblicos mencionados contradicen esa enseñanza.

Otro de los errores de nuestros amigos carismáticos, es que no parecen saber nada acerca de cómo interpretar correctamente la Escritura.  Cuando Jesús habla en forma clara y sencilla de prometer ciertos dones espirituales a los apóstoles, ellos quieren aplicarlos a todos los Cristianos, metiéndose en verdaderos dilemas.

Buscan casos donde algunos «hablaban en lenguas» como en el caso de Cornelio y su familia, o como cuando Pablo bautizó a los doce discípulos de Juan y ellos hablaron en lenguas y profetizaron, para atribuirlos a los cristianos de hoy (Hechos 19:4-7).  Uno trata de hacerles ver que esas condiciones no existen hoy en día, pero no entienden o pretenden no entender.

Los apóstoles imponían las manos sobre los individuos y podían impartirles los dones espirituales (Hechos 8:14-18; 19:1-7;. 2 Tim. 1.6; Rom. 1:11; Hechos 6:6;. 2 Cor. 12:12).  «... las señales de los apóstoles han sido hechas entre vosotros».  La era apostólica pasó y con ella sus señales.

En otra oportunidad tenemos a los apóstoles cuando en Pentecostés, «... cayó el Espíritu Santo sobre ellos ...»  Más tarde Cornelio y su familia recibieron el Espíritu Santo como los discípulos en Pentecostés (Hechos 11:14,16).

Una de las escrituras favoritas que usan los falsos maestros es:  «Jesús es el mismo ayer, hoy, y siempre».  No importa cuantos argumentos se traigan a colación para hacerles ver que están usando ese versículo equivocadamente, ellos no entienden la diferencia.  Viven engañados o voluntariamente quieren seguir en su ignorancia espiritual.  Todo lo que se tiene que hacer es leer Hebreos.  Del capítulo 1 han interpretado erróneamente Hebreos 13:8.  En los versículos 1 y 2 de Hebreos 1:1,2;podemos observar un cambio radical de la forma en que Dios habla al hombre hoy, a la que usaba con los patriarcas.

Los verdaderos ministros de Dios no usan dones espirituales, mientras que «los falsos profetas» reclaman «milagros y señales».  Los escogidos de Dios no son seducidos ni engañados por cuanto conocen la verdad del evangelio de Cristo.

Los escogidos de Dios, por fe, y porque estudian la palabra del Señor, saben que:

El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán (esto ciertamente no quiere decir que las profecías de Dios fallarán; quiere decir que el don de la profecía se acabaría como fue conocido en esos días a quienes el Espíritu se los dio, descontinuándolo de acuerdo con su voluntad), y cesarán las lenguas (ciertamente ello no quiere decir que nadie volvería a hablar, sino que el don de «lenguas» se acabaría), y la ciencia se acabará.

Bien sabemos que los conocimientos humanos aumentan constantemente, pero el «don de la ciencia» pasó con la era apostólica.

Santiago 1:25 dice:

Mas el que mira atentamente en la PERFECTA LEY, LA DE LA LIBERTAD, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace.

Tenemos «lo que es perfecto».  «La ley de Jehová es perfecta, que convierte el alma» (Salmo 19:7).  Lea usted .1 Corintios 13:11-13, y note lo siguiente:  «Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor».  Ya no existen los dones espirituales.

La obra del Espíritu Santo es clara y no hay dudas.  Hoy en día, la iglesia no requiere ni tiene esos dones espirituales.  Tenemos todo el mensaje de Dios escrito que nos instruye.  Sólo Satán y sus falsos profetas están engañando a la gente, tratando de tergiversar la obra del Espíritu Santo.

Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, A FIN DE PERFECCIONAR a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, HASTA que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo (Efesios 4:11-13).

¿Tenemos la unidad de la fe?  El versículo Efe. 4:5 afirma que hay «una fe».  El versículo Efe. 4:3 dice que seamos «solícitos en guardar la unidad del Espíritu «.

Por lo tanto, podemos decir que tenemos LA PERFECTA LEY DE LA LIBERTAD, la unidad de la fe (la fe como una unidad completa).  Los dones se refieren a lo que se necesitaba «hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe».  Pablo nos exhorta a mantener la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz, de modo que debemos tener todas las cosas para obtener esta meta común.

Es preciso volver a evaluar nuestra misión y enseñanza, no permitiendo que los falsos profetas destruyan nuestros esfuerzos.  Que Dios nos bendiga al «contender ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos» (Judas 3).

Related Media
See more
Related Sermons
See more