El evangelio y la ciudad

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El llamado cultural de Dios nos invita a recordar que mientras la ciudad celestial viene tenemos que trabajar por el beneficio de nuestras ciudades terrenales.

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Desde los años 50 hasta nuestra época se ha visto un despertar de las ciudades en el mundo de una manera que nunca se había visto antes. En 1950 solamente había 2 ciudades en el mundo (Nueva York y Londres) que tenían mas de 10 millones de habitantes, pero en la segunda mitad del siglo XX, ese número llego a 20 y 12 de las mimas se produjeron en los países conocidos como “en vía de desarrollo”. La comunidad campesina en todo el mundo paso de disfrutar la tranquilidad del campo, por las oportunidades que ofrece la ciudad. Solamente en Colombia el banco mundial aseguró que la población que habita en las ciudades es del 81% y Worldatlas asegura que Bogotá (Colombia) tiene 9’800.000 personas, es decir que está al borde de convertirse en una Mega Ciudad, aunque según el censo poblacional fallido del DANE (Departamento Administrativo Nacional de Estadistica) en el 2018 la cifra es menor.
La dinámica de ciudad en Colombia demuestra que la gente esta saliendo del campo y estableciéndose en las ciudades a un ritmo acelerado, según la división de asuntos económicos de la ONU, para el año 2050 el 66% de la población del mundo vivirá en las ciudades y esto es una realidad en el país sobre todo entre las poblaciones mas jóvenes que buscan preparación académica, oportunidades de empleo o sofisticación. A esto añade que Colombia se ha vuelto el país que más refugiados latinoamericanos que estan huyendo de los problemas internos de su país ha recibido, solo en lo que va corrido de la crisis venezolana la nación ha recibido 1.500.000 inmigrantes venezolanos, esto sin contar los no documentados y de ellos el 60% está en Bogotá, lo que ha diversificado aún mas una nación diversa como la nuestra.
Todo esto se lleva a cabo en las aceras de nuestras viviendas y no es ajeno a nosotros, pues el 80% de nosotros hemos sido recibidos por el distrito y nos hemos establecido en la ciudad en los últimos 69 años. Es decir que lo que comenzó con nosotros no ha parado aún y la circulación de crecimiento de la ciudad continúa. Todo esto para llamar su atención en el papel que tenemos como Cristianos en este lugar, que puede ser visto como hostil, malvado, oscuro o apasionante, por eso quiero que me acompañen a Jeremías.
Y vamos a leer este pasaje que titulé: El evangelio y la ciudad, y aunque se que usted viene con una gran cantidad de situaciones en las que quisiera que Dios le de respuesta en esta mañana, yo voy a apelar al hecho de que Dios esta formando dichas respuestas en su vida y le está haciendo un llamado mas elevado. Mas elevado que su situación sentimental actual, mas elevado que el desgaste de su salud y su vida, más elevado que el empleo y la vivienda y al mismo tiempo integrador de todas las cosas que usted necesita y desea. Vamos a .
Jeremías 29.1–14 RVR60
1 Estas son las palabras de la carta que el profeta Jeremías envió de Jerusalén a los ancianos que habían quedado de los que fueron transportados, y a los sacerdotes y profetas y a todo el pueblo que Nabucodonosor llevó cautivo de Jerusalén a Babilonia2 (después que salió el rey Jeconías, la reina, los del palacio, los príncipes de Judá y de Jerusalén, los artífices y los ingenieros de Jerusalén),3 por mano de Elasa hijo de Safán y de Gemarías hijo de Hilcías, a quienes envió Sedequías rey de Judá a Babilonia, a Nabucodonosor rey de Babilonia. Decía:4 Así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel, a todos los de la cautividad que hice transportar de Jerusalén a Babilonia:5 Edificad casas, y habitadlas; y plantad huertos, y comed del fruto de ellos.6 Casaos, y engendrad hijos e hijas; dad mujeres a vuestros hijos, y dad maridos a vuestras hijas, para que tengan hijos e hijas; y multiplicaos ahí, y no os disminuyáis.7 Y procurad la paz de la ciudad a la cual os hice transportar, y rogad por ella a Jehová; porque en su paz tendréis vosotros paz.8 Porque así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: No os engañen vuestros profetas que están entre vosotros, ni vuestros adivinos; ni atendáis a los sueños que soñáis.9 Porque falsamente os profetizan ellos en mi nombre; no los envié, ha dicho Jehová.10 Porque así dijo Jehová: Cuando en Babilonia se cumplan los setenta años, yo os visitaré, y despertaré sobre vosotros mi buena palabra, para haceros volver a este lugar.11 Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.12 Entonces me invocaréis, y vendréis y oraréis a mí, y yo os oiré;13 y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón.14 Y seré hallado por vosotros, dice Jehová, y haré volver vuestra cautividad, y os reuniré de todas las naciones y de todos los lugares adonde os arrojé, dice Jehová; y os haré volver al lugar de donde os hice llevar.
Permítase orar por favor:
Padre bueno, la mayoría de los que estamos aquí, ha sido traído por ti a esta ciudad en diferentes circunstancias, seamos nosotros o nuestros Padres, tu nos has traído a esta ciudad y la mayoría te hemos conocido aquí, pero hemos dejado que la corriente del pesimismo nos convierta en sanguijuelas que toman de ella todo y al mismo tiempo hablamos de la misma con desprecio, por eso Señor esta mañana quiero pedirte que me permitas transmitir este mensaje a mis hermanos con la claridad que amerita tan solemne llamado y tan grande bendición. Quiero rogarte mi Señor que por favor que alimentes a mis hermanos y mi alma, que hemos venido sedientos, hambrientos y necesitados en diferentes áreas de nuestra vida, y esta parece desconectada de lo que queremos recibir de ti, pero por favor Señor, muéstranos tu gracia en saciar nuestra necesidad y en hacer que descanse nuestra alma; así como lo dijiste venimos, cansados y cargados, así que ayúdanos a salir renovados hoy.
Los he llevado a uno de los momentos mas trágicos de la historia de Israel. Este es el momento cuando el reino de sur (Judá) es llevado en cautiverio a Babilonia, y solo unos pocos han quedado en la Santa Ciudad, en Jerusalen. Ahora solo quedan pobres, viejos, enfermos y algunos pocos sacerdotes de los menos influyentes. La mayoría ha sido llevada como esclava a llorar junto a los ríos de Babilonia y a conformarse con recordar con tristeza los momentos cuando cantaban en la ciudad de Dios (). Es un momento de inmenso dolor, como el dolor de alguien que es desplazado por la violencia y tiene que salir con sus maletas al hombro para una urbe como estas que no conoce ni ha visto, a llegar a casa de nadie porque no tiene familia o amigos en este lugar.
Los he llevado a uno de los momentos mas trágicos de la historia de Israel. Este es el momento cuando el reino de sur (Judá) es llevado en cautiverio a Babilonia, y solo unos pocos han quedado en la Santa Ciudad, en Jerusalen. Ahora solo quedan pobres, viejos, enfermos y algunos sacerdotes pocos sacerdotes de los menos influyentes. La mayoría ha sido llevada como esclava a llorar junto a los ríos de Babilonia y a conformarse con recordar, con tristeza los momentos cuando cantaban en la ciudad de Jerusalen ()
Esta es la peregrinación de Jerusalen a Babilonia, de la ciudad de Dios a la ciudad de los demonios, de donde todos son familia a donde no tienen conocidos. y digo esto porque siempre hubo un contraste entre la ciudad del hombre y la ciudad de Dios. El hombre sale del Edén, donde Dios le ha puesto para aglomerarse o multiplicarse, a fundar una ciudad llamada Enoc, que progreso rápidamente en su tecnología, urbanidad y población, pero también en su maldad a tal punto que Dios la destruye junto con toda la humanidad en el dilubio, luego coloca al hombre en una zona segura en el arca y de allí sale a fundar una ciudad insegura, llamada Babilonia donde Nimrot quería formar un Icono del poderío humano, con un edificio de unos 90 metros de alto, es decir la mitad del tamaño de la Torre Colpatria, y Dios decide esparcirlos de manera que intentaron hacer esto en otros lugares, pero en realidad Babel nunca desaparece sino que la confusión de las lenguas genera en ella una relentización de su desarrollo para propósitos divinos. Mientras tanto el pueblo de Dios es enviado a la ciudad de los ídolos a Egipto y de allí es sacado para ser introducido en la ciudad de Dios en Jerusalén, y ahora de nuevo por su infidelidad es castigado y enviado de nuevo la ciudad del mal a Babel, que ahora ya se ha alcanzado su máximo potencial de desarrollo y que esta haciendo guerra directa contra la ciudad de Dios. Es sin duda un tipo indirecto o eco de la lucha entre la ciudad de Dios y la ciudad del hombre, donde una fue nutrida por el Señor y la otra por los Baales.
La biblia menciona claramente la participación de dicha ciudad en el regreso de Cristo, donde contrasta nuevamente la ciudad de Babilonia, la gran ramera con la Jerusalen Celestial que es una ciudad perfecta y hermosa. Esto obviamente es una alegoría para hablar de los hombres sin Dios a diferencia de los redimidos, pero aun así no deja de ser interesante que todo comenzó en Génesis con el encargo de multiplicarse y aglomerarse en la tierra y al final termina con la inauguración de una ciudad perfecta. Yo se que el modo de vida de la ciudad para muchos es algo tormentoso, hay quejas por doquier, sobre el transporte público, la inseguridad, el estrés y muchos otros factores, pero como vemos el desarrollo mismo de la ciudad está dentro del plan de Dios y estos son factores que deben ser abordados entendiendo que Dios ha planeado el desarrollo de las civilizaciones en entornos como estos.
Algo que debo decir es que la migración a ciudades como estás no es algo que provenga de las circunstancias y el mal llamado destino, sino que al contrario, el hecho de que una persona llegue hasta esta ciudad, es un acto de la providencia divina que está dando respuestas y soluciones a nuestras vidas, controlando nuestro futuro al permitirnos tener un mayor contacto con mas personas, con mas oportunidades laborales y económicas, conocer nuestro par, y sobre todo cumplir con nuestro papel en el desarrollo de su plan divino por medio de su obra. Dios te ha traído hasta aquí, para usarte en su reino.
Ahora, mira el texto (), el autor está dirigiendo su carta a hombres a quienes han ido a vivir a Babilonia. Seguramente tu piensas que Babilonia al encarnar la imagen de la ciudad del mal, no tiene mucho que un ciudadano de la ciudad de Dios pudiese hacer, pero aun antes de que los Israelitas de volviesen inmigrantes, demostraron su incapacidad por hacer progresar su ciudad, esto porque estaban apartados de Dios. Lo que intento decir es que la manera en que la ciudad debería avanzar sería por su conexión constante con Dios. El ciudadano que se olvida de Dios, pronto encuentra un sinsabor frustrante en la ciudad y deseará volverse a su ciudad natal normalmente idealizada, o a algún otro lugar para empezar de nuevo (lo que traerá la misma situación en poco tiempo) o incluso irse al campo. Muchos son los que en verdad empiezan a experimentar en la ciudad una nostalgia profunda y depresión porque han perdido la realidad de que un ser humano sin Dios y sin la familia de Dios, solo puede recoger el rechazo de la socidad, o a percibir dicho rechazo a pesar que esté rodeado de multitudes.
Estos hombres, sacerdotes, profetas, y el pueblo que fue llevado cautivo debe escuchar este mensaje que Dios tiene para decirles a través de esta carta y ya que hemos establecido las condiciones y la audiencia, entonces veamos el contenido de la misma:
Ahora, mira el texto,
Jeremías 29.4–10 RVR60
4 Así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel, a todos los de la cautividad que hice transportar de Jerusalén a Babilonia:5 Edificad casas, y habitadlas; y plantad huertos, y comed del fruto de ellos.6 Casaos, y engendrad hijos e hijas; dad mujeres a vuestros hijos, y dad maridos a vuestras hijas, para que tengan hijos e hijas; y multiplicaos ahí, y no os disminuyáis.7 Y procurad la paz de la ciudad a la cual os hice transportar, y rogad por ella a Jehová; porque en su paz tendréis vosotros paz.8 Porque así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: No os engañen vuestros profetas que están entre vosotros, ni vuestros adivinos; ni atendáis a los sueños que soñáis.9 Porque falsamente os profetizan ellos en mi nombre; no los envié, ha dicho Jehová.10 Porque así dijo Jehová: Cuando en Babilonia se cumplan los setenta años, yo os visitaré, y despertaré sobre vosotros mi buena palabra, para haceros volver a este lugar.
Jer 29.4-
En esta sección vemos entonces que Dios envía a los cautivos a establecerse en Babilonia. Un preludio histórico de las palabras de Cristo en “como tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado al mundo”. Esta encomienda es algo interesante porque la ciudad que alguna vez Dios espacio en la confusión de lenguas, ahora recibe al pueblo de Dios, y el pueblo de Dios disfruta su desarrollo y no solo eso, sino que el pueblo de Dios ahora evangeliza babilonia, hasta llegar a las altas cúpulas del gobierno como es el caso de Daniel, y esto rinde tal fruto que Nabucodonosor dice en
Daniel 4.34–35 RVR60
34 Mas al fin del tiempo yo Nabucodonosor alcé mis ojos al cielo, y mi razón me fue devuelta; y bendije al Altísimo, y alabé y glorifiqué al que vive para siempre, cuyo dominio es sempiterno, y su reino por todas las edades. 35 Todos los habitantes de la tierra son considerados como nada; y él hace según su voluntad en el ejército del cielo, y en los habitantes de la tierra, y no hay quien detenga su mano, y le diga: ¿Qué haces?
Vemos entonces que la encomienda de Dios para el pueblo es muy similar nuevamente en mandato cultural de evangelizar, cuando Cristo les dice que serán testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta lo último de la tierra () y todo el Nuevo Testamento se trata sobre la evangelización en ciudades, de hecho hasta Babilonia nuevamente, porque Pedro dice en su primera carta al despedirse: “La iglesia que está en Babilonia, elegida juntamente con vosotros, y Marcos mi hijo, os saludan”.
Juan 17.18 RVR60
18 Como tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado al mundo.
Así entonces, Jeremías les indica que deben permanecer en la ciudad, y les da algunas indicaciones que yo quisiera compartir con ustedes y voy a dividirlas en dos grupos, fisiológico y sociologico:
Un llamado fisiológico.
Este llamado tiene con ver con la pertenencia. Dios le está diciendo a ellos que no intenten volverse vagabundos, andariegos o inseguros, con respecto al lugar donde deben estar. No es bueno estar rodando de lugar en lugar, esto es un defecto de los vagos y ociosos, que están moviéndose de lugar en lugar, sin lograr obtener fruto del trabajo nunca en su vida. Es un llamado a evitar la duda y entablar una relación de permanencia en la ciudad. Una de las características que hace e hizo diferente los Estado Unidos con respecto al resto del continente es que la gente que lo colonizo, no vino de paso, sino que vino a establecerse y eso los prospero. Al principio será duro, pero tranquilo, Dios te ha dado la habilidad para adaptarte porque su diseño es que al final habites en una ciudad.
Para eso nos da algunas herramientas en forma de mandato:
Edificad casas y habitadlas: Yo lo sé, un terreno en Bogotá D.C cuesta bastante, pero el principio del texto no es la casa, sino la estabilidad de un hogar, aunque sea en arriendo (con miras si es posible a comprar u obtener una vivienda de interés social), desde que tu poseas algún lugar donde vivir y te estabilices en él, esto te dará un carácter de permanencia. Cuanto tu vives en una casa familiar, eres mas inestable, puesto que lo único que debes hacer es tomar tu ropa e irte.
Plantad huertos, y comed del fruto de ellos: Ya lo sé, aquí tampoco hay terreno para huertos, todo es pavimento, pero nuevamente ese no es el sentido del texto, el sentido es el emprendimiento de tu propio negocio, o trabajo. Mucha gente que se queda sin empleo opta por devolverse al campo o irse a rodar a otro sitio, esto los protege al tener para las necesidades básicas y poder mientras tanto establecerse en la ciudad.
Casaos y engendrad hijos e hijas: Es cierto, la mayoría llegan siendo solteros, es un buen consejo, busca pronto alguien con quien casarte, y si eres casado y estas solo, entonces lo antes posible reúne los dos anteriores requisitos (vivienda y trabajo) y entonces trae también a tu familia. Los jóvenes adultos (18-30) hombres y mujeres, que no establecen relaciones duraderas, son los mas inestables y de hecho la mayoría desea irse a otro lado.
Dad mujeres a vuestro hijos: Promueve la formación de relaciones familiares, entre más lazos tengas en la ciudad, mas estable eres. Como te das cuenta, todas estas son razones funcionales de Dios, lo que te va a ayudar a vivir como cualquier otra persona en la ciudad, una ciudad que no es intrínsecamente mala, que es buena, con gran potencial, pero que está mayormente dominada por hombres apartados de Dios, que convierten lo bueno y provechoso en lo que Dios llama “un higo malo, tan malo que no se puede comer”. Ahora bien, también hay un llamado diferente y este es en verdad, el motivo por el cual Dios te tiene aquí, o en cualquier ciudad:
Un llamado sociológico.
Un llamado sociológico.
Un llamado sociológico.
Jeremías 29.7 RVR60
7 Y procurad la paz de la ciudad a la cual os hice transportar, y rogad por ella a Jehová; porque en su paz tendréis vosotros paz.
Como lo vez, el llamado no es solo habitar en la ciudad, sino que tienes responsabilidades civiles que cumplir, responsabilidades que deben otorgarte sentido de pertenencia, aun si fuera Babilonia misma. Yo se que Bogotá tiene un gran problema, y lo digo porque hasta hace poco me arrepentí de ello. Ella tiene un montón de parásitos que se alimentan de ella mientras la tildan de lo peor, una gran cantidad de personas de todas las regiones han llegado en busca de trabajo, diversión, recreación o familia y hablan de ella tan mal, que le quitan el deseo a los demás de estar en ella y no son generalmente los que llevan uno o dos meses, sino personas de muchos años de alimentarse de las ventajas que esta cosmopolis tiene.
Pero como vez, este llamado no se refiere solo a eso, sino que se refiere a la paz que como cristianos debemos producir en el distrito, mientras aprovechamos su diveresidad cultural, etnica e intelectual. Nosotros tenemos la obligación de intervenir en ella y por ella. Intervenimos en ella mediante nuestro trabajo, economía, familia, estabilidad, pero intervenimos por ella, haciendo todas esas cosas de una manera distinta a la que los demás lo hacen, nosotros las hacemos bien y con amor, y además con oración porque eso muestra que tan diferentes somos, somos contrarios la cultura.
Mi hermano y amigo, mientras las personas van al trabajo renegando por el transporte, usted va agradeciendo, tenemos un sistema de transporte maravilloso y mejorable, tu no vives en el campo donde hay que viajar en burro. Mientras se quejan por el tiempo, tu disfrutas los momentos, te organizas para aprovecharlo bien agradeces el estar ocupado. En otras palabras, el cristiano es contracultura y es feliz en medio de Babilonio.
Como te das cuenta, si ojeaste el versículo siguiente, la cautividad sería por 70 años, así que lo mas probable es que esa generación no regresara a su ciudad, por eso, debían hacer esfuerzos permanentes para que esa ciudad fuese un buen lugar. Tim Keller comentó en uno de sus escritos:
“Dios llamo a los exiliados judíos para que aceptaran y abrazaran la tensión de la ciudad para la gloria de Dios, y eso es exactamente lo que los cristianos de hoy en día son llamados a hacer” (Iglesia Centrada, Tim Keller, Cap 12)
En este sentido debemos recordar que la ciudad tiene el potencial para ser como la gente de dicho lugar es, y es allí donde radica su reto, porque el cristiano debe intentar influir, participar y disfrutar de la misma, de manera que eso la transforme. James Montgomery Boice sugiere en su libro “dos ciudades, dos amores” basado en que si solamente el 10% de la ciudad fuera cristiana, en cuestión de una generación la cultura sería cambiada de forma radical. Alguien también mencionó: “si la población de una cárcel, alcanza el 10% creyente, entonces es evidente como el ambiente de la cárcel es radicalmente distinto”.
Entendiendo esto entonces es claro que este llamado sociológico es en realidad un llamado evangélico, que pretende que el cristiano, en el tiempo que esta en cautiverio en Bogotá (Babilonia), se esfuerce por traer esa clara reforma de la cultura mediante la proclamación de una vida diferente, inclusiva y culturalmente diversa.
Yo se que lo que te digo parece que no tuviera nada que ver contigo, pero déjame además de despertar un profundo amor por la ciudad, aplicar también esto al panorama evangélico que hay en ella y las muchas oportunidades de ministerio también; por ello te digo, que te establezcas aquí, porque esta es la ciudad donde Dios te puso, para que sirvas en ella:
Aplicaciones:
En los últimos años ha habido una mal interpretación del llamamiento misionero y de plantación de iglesias, de manera que se entiende casi que universalmente que ser misionero, estar trabajando en las misiones o apoyando las misiones se refiere a un trabajo remoto entre tribus indígenas, los campos o municipios aislados o en el afrika, pero esto es contrario a la visión del Nuevo Testamento, donde encontramos casi de manera exclusiva misiones urbanas en las grandes ciudades de su época, sea Roma (capital del imperio), Efeso (centro religioso) o Atenas (Centro cultural). Poder interesarte por la iglesia en la ciudad tiene grandes privilegios incluso en el servicio a la iglesia rural, esto porque allí vendrán todos aquellos estudiantes que luego regresan al campo y a los municipios, las personas no alcanzadas se vuelven accesibles, las generaciones más jóvenes desean vivir en la ciudad, y según las estadísticas el 90.6 % de ellos se declaran religiosos; Hay un predominio de diversidad cultural, subculturas que se están desarrollando dentro de la ciudad que podemos impactar, además del servicio a los pobres, que es características nuestra. En la actualidad hay un gran grupo de inmigrantes venezolanos muy necesitados, y yo clamo a gritos al Señor para agregue sociólogos, que quieran enfrentar esta lucha para Cristo.
Está oportunidad de servir a Cristo es algo gigante, solo por mencionar algo, porque el tiempo no me daría para todo, en el año 2011 el Dr y maestro no creyente de la Universidad Nacional William Beltran realizo una encuestra auspiciado por la univerdad de los Andes y la San Buenaventura en la que quedo en evidencia que en Bogotá solamente el 12% de las personas se identifica como evangelica, en cualquiera de sus presentaciones, de ellas solo el 0.4% es decir 16 de 3853 encuestados dijo ser de una denominación histórica, el 90,6% de los jóvenes dice creer en Dios, pero no asiste a ningún grupo , también son los jóvenes la población que mas considera creer en Dios, el catolicismo es predominante con un 70% pero de ellos solamente un 30% es practicante y un 80% no es miembro de ninguna iglesia, los adultos mayores son la mayor población de cristianos que predomina, pero ni la mitad va a la iglesia al menos una vez a la semana, solo un 43% lo hace. No tengo tiempo mis hermanos para hablarles del adulto mayor, o sobre las clases sociales, o sobre las ciudades mas receptivas al evangelio, pero mis hermanos, lo que existe es un panorama grandioso para el evangelio, esto es verdad es el motivo por el cual Dios te tiene en esta ciudad.
La historia de la iglesia en Colombia muestra un panorama prometedor. Desde que Diego Thomson llego a Colombia a predicar el evangelio a los libertadores en pleno proceso de independencia, al ministro de relaciones exteriores el memorable Dr Gual, en la conformación de la Sociedad Biblica de Colombia, hasta nuestros días, hemos visto todo un proceso, de una clase católica auspiciada por los franciscanos y jesuitas que perseguian a los evangelicos, quemaban las iglesias y alentaban a los conservadores a matarnos, a una estrategica aliaza entre los oficiales britanicos, los libertadores y los protestantes calvinistas, o la llegada de los bautistas calvinistas a San Andres en el siglo XVI y la llegada del primer misionero presbiteriano en 1825 a la expancion pentecostal y neopentecostal a traves del país durante todo el siglo XIX y XX hasta ahora. Lo cierto es que según los estudiosos la cultura católica esta perdiendo importancia en la capital y la religión se está diversificando, que buena noticia, que de ser el 0.0% ahora seamos el 12.2% es un gran paso.
La población Cristiana de Bogotá esta entendiendo su responsabilidad intelectual al vivir su cristianismo. Los años del pentecostalismo están trayendo el cancer de su propia muerte. La población cristiana está en busca de un cristianismo mas real y racional, está agotada de los movimientos de la prosperidad o el extasis colectivo y está migrando a las iglesias contemporáneas y bíblicas. Los días de espiritismo religioso justificado por nuevas revelaciones y misticismo estan llegando a su fin, y es necesario que las iglesias bíblicas entendamos los tiempos y nos preparemos para esta recoger lo que otros sembraron y sembrar para que otros recojan, en la misma medida que para sanar lo otros lastimaron.
Y por último déjame sugerir que debemos entender nuestro propio contexto y cultura. Es cierto, como tantas cosas en América Latina, somos unos fascinados por importar modelos de otros lugares, eso pasa en la política, en la educación, en el modelo financiero y en la religión. Hemos implementado modelos de iglesia Europeos y Angloamericanos y les hemos dado el título de bíblicos, pero mucho de lo que llamamos bíblico esta cargado de gran contenido cultural que choca con las personas, y cuando lesionamos el contexto decimos que es contracultura, pero ese no es el modelo de la reforma, el modelo cultural reformado ve a Cristo como el transformador de la cultura, Aunque la cultura está en un estado caído, no se encuentra fuera de la soberanía de Cristo; la cultura es un bien pervertido, pero no un mal, como dice Niebuhr. Por lo tanto, debe ser restaurada y utilizada para llevar el florecimiento humano a la sociedad (Sumario de teología Lexham, La iglesia y la sociedad).
Reese, N. N. (2018). La Iglesia y la sociedad. En M. Ward, J. Parks, B. Ellis, & T. Hains (Eds.), Sumario Teológico Lexham. Bellingham, WA: Lexham Press.
Reese, N. N. (2018). La Iglesia y la sociedad. En M. Ward, J. Parks, B. Ellis, & T. Hains (Eds.), Sumario Teológico Lexham. Bellingham, WA: Lexham Press.
De esta manera, debemos replantear los programas que hacemos, la música que cantamos, las actividades sociales que avalamos, el servicio comunitario que prestamos, la participación política que tenemos y todo lo demás relacionado con nuestro mundo cristiano, porque la mies es mucha, pero los obreros son pocos.
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