BENDICIONES INVISIBLES
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BENDICIONES INVISIBLES
BENDICIONES INVISIBLES
Bendiciones invisibles
Bendiciones invisibles
La reina del Sur se levantará en el juicio contra los hombres de esta generación y los condenará, porque ella vino desde los confines de la tierra para oir la sabiduría de Salomón, y en este lugar hay alguien que es más que Salomón.
La reina del Sur se levantará en el juicio con los hombres de esta generación, y los condenará; porque ella vino de los fines de la tierra para oír la sabiduría de Salomón, y he aquí más que Salomón en este lugar.
Inmensas multitudes acompañaban a Jesús en su ministerio.
Muchos de ellos eran curiosos que daban a entender que estaban dispuestos a comprometerse.
Les faltaba apenas alguna señal del cielo para estar seguros de que él era realmente el Mesías.
Jesús le habló a la multitud, diciendo:
«Esta generación es mala; demanda señal, pero señal no le será dada, sino la señal de Jonás»
Y apiñándose las multitudes, comenzó a decir: Esta generación es mala; demanda señal, pero señal no le será dada, sino la señal de Jonás.
).
Lo de la señal no era más que una excusa. O cunado la senal es solo una excusa...
Quien no quiere creer no cederá en su postura frente a las más dramáticas y contundentes evidencias del accionar de Dios.
Tal era la generación de los israelitas que salieron de Egipto, una generación obstinada y caprichosa que no confió aun cuando vieron cosas que ningún otro pueblo había visto.
NECESITAS UNA AYUDITA EN MI FE…?
La fe es, en esencia, una respuesta espiritual al obrar del Espíritu en nuestro interior. A pesar de esto, con frecuencia nos convencemos de que nuestra fe sería más fuerte si tuviéramos mayores evidencias del obrar de Dios en nuestras vidas. Sentimos que todo el esfuerzo de creer recae sobre nosotros y sería oportuna una «ayudita» a nuestra fe.
El Señor, sin embargo, quería mostrarles algo diferente:
las señales que buscaban ya existían,
solamente que ellos no las veían.
Como lo hizo en tantas otras ocasiones, Cristo escogió el ejemplo de aquellos que no eran del pueblo judío para ilustrar la correcta postura de fe.
Mencionó a los habitantes de Nínive,
que creyeron en la predicación de Jonás, un predicador con poca «gracia» para comunicar el mensaje. Sin embargo, creyeron porque existía en ellos la apertura espiritual necesaria para la fe.
LA REINA DEL SUR:
Jesús mencionó también, en el pasaje que hoy nos ocupa, a la reina del Sur; es decir, la reina de Sabá que visitó a Salomón (
Oyendo la reina de Sabá la fama que Salomón había alcanzado por el nombre de Jehová, vino a probarle con preguntas difíciles.Y vino a Jerusalén con un séquito muy grande, con camellos cargados de especias, y oro en gran abundancia, y piedras preciosas; y cuando vino a Salomón, le expuso todo lo que en su corazón tenía.Y Salomón le contestó todas sus preguntas, y nada hubo que el rey no le contestase.Y cuando la reina de Sabá vio toda la sabiduría de Salomón, y la casa que había edificado,asimismo la comida de su mesa, las habitaciones de sus oficiales, el estado y los vestidos de los que le servían, sus maestresalas, y sus holocaustos que ofrecía en la casa de Jehová, se quedó asombrada.
Y dijo al rey: Verdad es lo que oí en mi tierra de tus cosas y de tu sabiduría; pero yo no lo creía, hasta que he venido, y mis ojos han visto que ni aun se me dijo la mitad; es mayor tu sabiduría y bien, que la fama que yo había oído. Bienaventurados tus hombres, dichosos estos tus siervos, que están continuamente delante de ti, y oyen tu sabiduría. Jehová tu Dios sea bendito, que se agradó de ti para ponerte en el trono de Israel; porque Jehová ha amado siempre a Israel, te ha puesto por rey, para que hagas derecho y justicia. Y dio ella al rey ciento veinte talentos de oro, y mucha especiería, y piedras preciosas; nunca vino tan gran cantidad de especias, como la reina de Sabá dio al rey Salomón.
La flota de Hiram que había traído el oro de Ofir, traía también de Ofir mucha madera de sándalo, y piedras preciosas. Y de la madera de sándalo hizo el rey balaustres para la casa de Jehová y para las casas reales, arpas también y salterios para los cantores; nunca vino semejante madera de sándalo, ni se ha visto hasta hoy.
Y el rey Salomón dio a la reina de Sabá todo lo que ella quiso, y todo lo que pidió, además de lo que Salomón le dio. Y ella se volvió, y se fue a su tierra con sus criados.
).
).
Esta mujer era la soberana de una nación en África, acostumbrada a que le sirvieran en todo lo que deseaba.
No obstante, haciendo a un lado sus privilegios reales, viajó una enorme distancia buscando conocer la sabiduría del legendario rey de Israel.
Los ninivitas y la reina del Sur poseían algo en común: una apertura a lo espiritual, algo marcadamente ausente entre los israelitas.
Hemos de notar, además, que ni los ninivitas ni la reina de Sabá poseían la rica herencia espiritual que poseía el pueblo de Dios.
Esto sucede en muchos de nosotros que ya conocemos de Dios y alguien que no tiene conocimiento de las escrituras tiene mas fe , que la nuestra...
Los que estaban con Jesús tenían acceso a la más extraordinaria señal jamás vista por los hombres.
Sin embargo, entre los que más tenían se notaba la mayor pobreza de espíritu.
Así también ocurre en nuestras vidas.
1 Frecuentemente estamos empecinados en buscar algo que, a nuestro criterio, nos está faltando.
2 Nuestra obstinación no nos permite percibir ni disfrutar de aquellas bendiciones que están en nuestro medio y que, muchas veces, son mayores que aquello que estamos buscando.
Al oír esto, Jesús se maravilló de él, y volviéndose, dijo a la gente que le seguía: Os digo que ni aun en Israel he hallado tanta fe.
Después que hubo terminado todas sus palabras al pueblo que le oía, entró en Capernaum.Y el siervo de un centurión, a quien éste quería mucho, estaba enfermo y a punto de morir.Cuando el centurión oyó hablar de Jesús, le envió unos ancianos de los judíos, rogándole que viniese y sanase a su siervo.Y ellos vinieron a Jesús y le rogaron con solicitud, diciéndole: Es digno de que le concedas esto;porque ama a nuestra nación, y nos edificó una sinagoga.Y Jesús fue con ellos. Pero cuando ya no estaban lejos de la casa, el centurión envió a él unos amigos, diciéndole: Señor, no te molestes, pues no soy digno de que entres bajo mi techo;por lo que ni aun me tuve por digno de venir a ti; pero dí la palabra, y mi siervo será sano.Porque también yo soy hombre puesto bajo autoridad, y tengo soldados bajo mis órdenes; y digo a éste: Vé, y va; y al otro: Ven, y viene; y a mi siervo: Haz esto, y lo hace.Al oír esto, Jesús se maravilló de él, y volviéndose, dijo a la gente que le seguía: Os digo que ni aun en Israel he hallado tanta fe.Y al regresar a casa los que habían sido enviados, hallaron sano al siervo que había estado enfermo.
Aconteció después, que él iba a la ciudad que se llama Naín, e iban con él muchos de sus discípulos, y una gran multitud.
Lucas 7:
Gran fe, ejemplos:
El leproso,
Y he aquí vino un leproso y se postró ante él, diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme.
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El centurión,
Al oírlo Jesús, se maravilló, y dijo a los que le seguían: De cierto os digo, que ni aun en Israel he hallado tanta fe.
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El hombre principal,
Mientras él les decía estas cosas, vino un hombre principal y se postró ante él, diciendo: Mi hija acaba de morir; mas ven y pon tu mano sobre ella, y vivirá.
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El ciego,
Y llegado a la casa, vinieron a él los ciegos; y Jesús les dijo: ¿Creéis que puedo hacer esto? Ellos dijeron: Sí, Señor.
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Los enfermos,
Porque Herodes había prendido a Juan, y le había encadenado y metido en la cárcel, por causa de Herodías, mujer de Felipe su hermano;porque Juan le decía: No te es lícito tenerla.Y Herodes quería matarle, pero temía al pueblo; porque tenían a Juan por profeta.Pero cuando se celebraba el cumpleaños de Herodes, la hija de Herodías danzó en medio, y agradó a Herodes,
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La mujer cananea,
Entonces respondiendo Jesús, dijo: Oh mujer, grande es tu fe; hágase contigo como quieres. Y su hija fue sanada desde aquella hora.
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La mujer afligida,
Porque decía: Si tocare tan solamente su manto, seré salva.
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Para pensar:
«La mente carnal no ve a Dios en nada,
ni siquiera en las cosas espirituales.
La mente espiritual ve a Dios en todo,
aun en las cosas naturales».
R. Leighton.