Totalmente completos en Él
Un corazón para el Señor • Sermon • Submitted
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· 186 viewsSi tenemos un corazón para el Señor y creemos en él, no vamos a necesitar nada fuera de él.
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TOTALMENTE COMPLETOS EN ÉL.
TOTALMENTE COMPLETOS EN ÉL.
Texto:
Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad,
y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad.
INTRODUCCIÓN:
INTRODUCCIÓN:
Este pasaje que leímos es tremendo, parte nuestra vida al medio, marcando un antes y un después, sin Cristo estábamos perdidos, vacíos, sin esperanza, siempre buscando y no encontrando, incompletos, etc.
Pero ahora en Cristo, estamos plenos, completos, no necesitamos nada más, yo no necesito tener “éxito” en mi ministerio para sentirme satisfecho, o completo, ya con el hecho de tener a Cristo es suficiente.
No se a ustedes, pero a mí, esta verdad trae mucho alivio a mi ansiedad y activismo.
La palabra traducida al español como “plenitud” es la traducción de la palabra griega “pléroma” y significa, que una cosa o persona ha alcanzado su momento de máxima perfección o desarrollo.
Y cuando dice: “vosotros estáis completos en él”, la traducción de la frase es “pepleromai” y contiene la misma idea de llenura, perfección, satisfacción, etc.
Todo creyente está completo en Cristo en todos los aspectos, en su posición como hijo de Dios, a través de la Salvación y bendición, todo esto es a través de la preciosa Sangre de nuestro Señor Jesucristo.
Pero a pesar de ello podemos ver, como cada día salen distintas corrientes espirituales que enseñan que aparte del sacrificio de Cristo en la Cruz del calvario son necesarias otras cosas más para acceder a ciertos beneficios que en realidad ya nos pertenecen mediante Cristo, y es triste ver como miles de personas que aseguran ser cristianos corren detrás de otras cosas para sentirse plenos o completos. Estas cosas comienzan con una palabra, idea, argumento o enseñanza que surge de las conversaciones con otros cristianos. Ante esta realidad en el mismo capítulo Dios nos dice a través de Pablo:
Y esto lo digo para que nadie os engañe con palabras persuasivas.
No permitan que nadie los atrape con filosofías huecas y disparates elocuentes, que nacen del pensamiento humano y de los poderes espirituales de este mundo y no de Cristo.
Podemos observar, que la advertencia era no dejarse engañar, pero algo muy interesante es que estos engañadores son especialistas en materia de persuasión y por lo general tienen éxito en hacer creer estas enseñanzas a las personas.
Hoy en día ningún engañador va a venir hablando en contra de Cristo o haciéndole la guerra a la iglesia poniéndose en oposición a lo que se enseña, porque de lo contrario no podrían engañar a nadie, la mejor estrategia para engañar a la iglesia es usando el nombre de Cristo y ofreciendo bendiciones en nombre de Dios, y si hay algo que les encanta a las personas, es escuchar una palabra de bendición que los haga sentirse mas tranquilos con sus conciencias y que quite la culpa que les remuerde.
Estamos completos en Cristo y que nadie nos haga creer otra cosa.
Completos sin la ayuda de ceremonias religiosas.
Completos sin la ayuda de la filosofía, ni las ciencias humanas.
Completos sin las invenciones de la superstición, ni el misticismo.
Completos sin absolutamente ningún mérito humano
Hay tres cosas para que debemos tener en cuenta a la hora de hablar de la plenitud de Cristo en nosotros.
DESARROLLO:
DESARROLLO:
1. EL CONOCIMIENTO ES LA LLAVE DE LA PLENITUD.
1. EL CONOCIMIENTO ES LA LLAVE DE LA PLENITUD.
y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios.
Este conocimiento, no es un conocimiento intelectual, sino espiritual.
Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios.
Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios.
Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido,
lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual.
Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente.
Esta es la parte fundamental en la cuál muchos cristianos hacen agua, y quedan en el camino, ya que tratan de razonar lo de Dios desde los conceptos y con una percepción, profunda pero, humana. No digo que tengan malas intenciones, es una reacción natural de nuestra carne, de nuestra inmadurez cristiana, pero también de nuestro obstinado corazón que quiere hacer las cosas como le parece.
2. TOMAR LA PLENITUD ES UN ACTO DE FE.
2. TOMAR LA PLENITUD ES UN ACTO DE FE.
Porque de su plenitud tomamos todos, y gracia sobre gracia.
La plenitud viene como resultado de la gracia. Y no solo un poco de gracia para suplir una necesidad momentánea, sino, gracia sobre gracia, hasta completar, terminar, etc.
mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna.
El Señor me da para beber, pero yo tengo que tomar. Esta mi acto consciente y decidido de tomar del agua, de tomar de esa plenitud, de ir por lo que Dios tiene para mi.
Toda la alabanza sea para Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo, quien nos ha bendecido con toda clase de bendiciones espirituales en los lugares celestiales, porque estamos unidos a Cristo.
Primero yo tengo que tomar la decisión de unirme a Cristo para luego ir por las bendiciones que se encuentran en los lugares celestiales.
Esto no es un acto de mi voluntad independiente de los demás, sino que es algo que hacemos en comunidad, como iglesia, como cuerpo.
Dios ha puesto todo bajo la autoridad de Cristo, a quien hizo cabeza de todas las cosas para beneficio de la iglesia.
Y la iglesia es el cuerpo de Cristo; él la completa y la llena, y también es quien da plenitud a todas las cosas en todas partes con su presencia.
3. DAMOS AQUELLO DE LO QUE ESTAMOS LLENOS.
3. DAMOS AQUELLO DE LO QUE ESTAMOS LLENOS.
Por último, hemos escuchado millones de veces que uno no puede dar lo que no tiene, y si bien esto es verdad, es una verdad a medias, ya que uno siempre está lleno de algo, y eso es lo que está dando, hablando, compartiendo con los demás.
Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra;
Pero cuando uno está lleno de amargura, es lo que comparte,
Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados;
Pero cuando estamos llenos de la plenitud de Cristo, llenos de su gracia, entonces es lo que damos.
Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia.
CONCLUSIÓN:
CONCLUSIÓN:
Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad,
y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad.
Entonces, la llave de la plenitud es el conocimiento de Cristo, debemos tomar de la plenitud con un acto de fe, y damos aquello de lo que estamos llenos.
Por eso llenémonos del Señor, llenémonos del Espíritu y de la palabra.
No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu,
La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales.