LA PARABOLA DEL SEMBRADOR (2)
SERMON • Sermon • Submitted
0 ratings
· 19 viewsNotes
Transcript
LA PARABOLA DEL SEMBRADOR
Salió de casa. (v. 1). Esas multitudes son simbolizadas por el mar.
Son siete parábolas: cuatro a las multitudes y tres en privado. (v. 36).
Toda esta serie se puede considerar bajo tres puntos de vista.
1. Proféticas, relacionadas con los judíos. ().
2. Históricas, relacionadas con la iglesia. Como las siete iglesias.
3. Espirituales, en relación con el individuo. El espera fruto. (v. 23).
I. CUATRO CLASES DE TERRENO
Representan cuatro clases de oyentes, tres improductivos y uno con fruto.
Los sembradores son el mismo Señor y sus fieles mensajeros.
Tierra es el corazón humano. Semilla es la Palabra de Dios.
Aquí no se enseña que tres cuartas partes se perderán y una se salvará.
Más bien, son las diferentes actitudes del corazón con la Palabra.
Escoge esta forma, no para encubrir la verdad, sino para descubrirla.
Su ceguera fue producida por su degradación.
No oían (v. 9); mente cerrada (v. 14); corazón embotado y sucio (v. 15).
II. CAMINO Y PEDREGALES
El primero es duro por ser un camino muy transitado. Semilla en la superficie.
La Palabra, sin efecto, es recogida por Satán en forma de aves.
El segundo es superficial; entró en la tierra pero a poca profundidad.
Representa la Palabra recibida con interés momentáneo, dura poco.
Aquí, el enemigo es la carne. La Palabra no pudo desarrollarse.
III. TIERRA NO LIMPIA
Es disputada por dos semillas opuestas. Los del corazón dividido.
Semilla de la Palabra de Dios entre espinas. Aquí es el Mundo. (v. 22).
El corazón como la tierra no produce dos cosechas opuestas.
Aquí dura más tiempo, pero al fin la suciedad del mundo prevalece.
IV. TIERRA FRUCTIFERA
Es figura del corazón preparado para recibir la Palabra de Dios.
Aquí dura para siempre y hay tres clases de productividad.
30 por ciento es la tercera parte de la vida; para el Señor ocho horas diarias.
60 por ciento son las dos terceras partes. Son dieciséis horas para el Señor.
100 por ciento son las veinticuatro horas diarias para el Señor. (, ).
Lo que Cristo busca en la vida de los suyos es el fruto.
La cantidad de fruto dependerá de la calidad del terreno.