Hacia una vida Cristiana Victoriosa (2)
Para poder vivir una vida en Victoria, una clase de vida superior contamos con el liderazgo o la guía del Espíritu de Dios, y la evidencia de su guía se manifestará en nuestra conducta.
Introducción:
Muerte versus vida y paz.
Aunque todo verdadero creyente será salvo por la eternidad, la obra—el resultado de nuestra actividad—permanecerá sólo si proviene del Espíritu, de lo contrario será del todo quemada cuando sea sometida a la prueba de fuego ante el tribunal de Cristo (ver 1 Co. 3:12–15; 2 Co. 5:10).
2. Agradando a Dios o a nuestra carne.
Al hablar de los designios de la carne (v. 7), advertimos que se refiere a una planificación, a un intento deliberado. Se trata de un designio de enemistad contra Dios. Los designios de la carne abarcan la totalidad de la persona, lo que la persona es. La consecuencia de este accionar de la enemistad que genera el pecado, es que el hombre está incapacitado para obedecer a Dios por medio de su naturaleza pecaminosa.
etapas:
a. “andar en la carne” (v. 4) (actividad)
b. “ser de la carne” (v. 5) (pertenencia)
c. “pensar en las cosas de la carne” (v. 5) (pensamiento)
d. “ocuparse de la carne” (v. 6) (hábito)
e. “vivir según la carne” (v. 8) (estilo de vida)