Marcos #25. Corazón endurecido, el resultado de una fe irreflexiva

TBB: Mark 6:45-52 LBLA

INTRODUCCION

1. Desconexión entre la vida de fe y la vida real.

2. Hoy veremos cómo esta era la realidad en los discípulos y lo que produce esta clase de superficialidad. Luego terminaremos con una exhortación.

CONTEXTO

El pasaje de Marcos de hoy debe ser leído en conexión con el de la semana pasada. Jesús acaba de ejecutar el grandioso milagro al multiplicar y alimentar una multitud de al menos cinco mil personas con cinco panes y dos pescados.

Este milagro ha manifestado la verdadera identidad de Jesús ante sus discípulos y las multitudes que le rodeaban

· Su identidad divina como Hijo de Dios ha sido manifestada primeramente, al obrar el milagro en sí.

· En adición a esto, Jesús al proveer alimentos para un rebaño de "ovejas sin pastor" devela su identidad como el Mesías profetizado en el A.T. El es el buen Pastor que alimenta, guía y protege a su pueblo.

· Y por último, a través de este milagro, Jesús apunta al futuro, al glorioso banquete que en Isaías es prometido; al final de los tiempos todos los redimidos nos sentaremos juntos y cenaremos con El.

· Específicamente en el evangelio de Juan, Jesús resumen la interpretación definitiva de este milagro al relacionarlo con su identidad y misión: El es ese 'pan venido del cielo'; ‘el que coma de El no volverá a tener hambre’. ‘Y que aquel que coma su carne y beba su sangre tendrá vida eterna y El lo resucitará en el último día.’

Esta era la clase de reflexión que debiera provocar en el corazón de los discípulos y de las multitudes presentes.

El milagro de la multiplicación de los panes y los peces es una prueba más que da respuesta a la gran pregunta que Marcos pone delante de sus lectores a lo largo de esta primera parte de su evangelio, ¿Quién es Jesús?

A leer eventos como estos, hoy dos pueden ser las respuestas: podemos ignorar su significado, o menospreciarlo; o podemos concluir que ciertamente Jesús es el Hijo de Dios, con las implicaciones que esto conlleva.

Podemos concluir que Jesús es El Mesías venido del cielo. Aquél que demuestra su identidad divina al sanar enfermos, al manifestar autoridad irresistible sobre los demonios, al alterar aun el orden de la naturaleza multiplicando panes y peces y como lo veremos hoy, incluso desafiando la ley de la gravedad al caminar sobre el mar; o podemos vivir el día de hoy enfrascados en nuestros propios desafíos y mirar al pasado solo como una “gran historia”.

¿Qué reflexión provoca para ti la identidad de Jesús manifestada en sus milagros? ¿Cómo eso impacta tu día a día?

OT: Antes de aventurarnos a una conclusión para nosotros hoy, veamos primero cuál fue el efecto de milagros como estos en los discípulos de Jesús, y veamos sus consecuencias.

EL TEXTO

I. Una vez que todo ha concluido, Jesús despide a sus discípulos y los envía al otro lado de la costa. Y al mismo tiempo despide a las multitudes, mientras El se va al monte a orar (v.45-46).

a. Al hacer esto, según el evangelio de Juan, Jesús está procurando escabullirse entre la multitud para evitar que ellos prosigan adelante, porque habían mal interpretado su identidad y lo veían como un revolucionario político que les podría liberar del imperio romano (Juan 6.15 Por lo que Jesús, dándose cuenta de que iban a venir y llevárselo por la fuerza para hacerle rey, se retiró otra vez al monte El solo).

II. Los discípulos en medio del mar están luchando con un viento contrario, remando fuertemente tratando de avanzar (v.47-48a).

III. Jesús los ve desde tierra y va hacia ellos caminando sobre el mar (v.48b).

a. A pesar de la oscuridad, Jesús ve que con gran dificultada sus discípulos hacen avanzar la nave. Y a pesar de que el agua es inadecuada para caminar, Jesús camina sobre ella. Y a pesar de las tempestuosas olas y fuertes vientos que le acosan de frente, sin vacilar prosigue con paso firme hacia la barca.

IV. Sin embargo, la reacción de los discípulos fue de pánico. Pensaron que era un fantasma, se aterraron y comenzaron a gritar (v.49-50a).

a. Herodes Antipas no era la única persona supersticiosa que se menciona en el Nuevo Testamento (Mr. 6:14). Al parecer los discípulos también estaban todavía bajo la influencia de la superstición.

b. Tal como hoy en día, incluyendo cristianos, quienes, si en un día 13 un gato negro se les cruza en el camino, se aterrorizan; y si luego tienen que pasar bajo una escalera para llegar a la habitación # 13 y al llegar allí se derrama una buena cantidad de sal. Y consultan su horóscopo para ver si ese día para ellos es de “buena o mala suerte”. Y no dejan que le barran los pies porque entonces no se podrán casar, etc.

c. Los doce también se muestran supersticiosos. Evidentemente aun la fe de ellos era pequeña: Estaban mirando a Aquel del cual ya habían visto tanto y sin embargo creyeron que lo que estaba ante sus ojos era un “fantasma” o un “espíritu” que los perseguía.

d. Todos estaban “muertos de miedo”. Marcos dice que todos ellos le vieron y “temblaban”, estaban “aterrorizados”. Así que clamaron (literalmente “chillaron”).

V. La respuesta de Jesús fue compasiva. Se acercó y les habló confianza y paz, subió con ellos a la barca, y el viento se calmó (v.50b-51a).

VI. Marcos aclara el por qué del comportamiento de los discípulos; dice porque ellos “no habían entendido lo de los panes” porque sus corazones estaban embotados, tenían la mente cerrada, tenían el corazón demasiado endurecido para comprenderlo (v.51b-52).

a. V.52. Este verso pone los pelos de puntas.

¿Cómo puede ser posible que estos discípulos quienes hasta aquí tanto habían visto y tanto habían hecho, sin embargo, aun no comprendían quién era Jesús y cómo aún sus corazones permanecían demasiado endurecidos para comprender aun el milagro de los panes?

b. Cuando Marcos dice que el corazón de estos discípulos estaba “endurecido”, se refiere a la torpeza de los Doce, su incapacidad para deducir ‘quién era Jesús’ a partir de los milagros que hacía; su falta de disposición en reflexionar y meditar en aquellas maravillosas obras que habían visto y en el Autor de ellas.

c. No se les ocurrió preguntarse lo que de aquel Ser divino podría esperarse. Una y otra vez fue necesario despertarles de su letargo espiritual.

d. Por otro lado, esta dureza de corazón no debe confundirse con la insensibilidad e indiferencia de los escribas y fariseos. La actitud de los fariseos y los escribas era el resultado de la incredulidad y del odio. Por el contrario, los discípulos eran hombres de fe … aunque de poca fe.

DOCTRINA

I. El resultado de una fe irreflexiva.

Hoy podemos aprender de la Palabra que una fe “irreflexiva”, que no se cultiva ni crece, nos impedirá entender quién es Cristo y nos entorpecerá en llegar a confiar en lo que El ha hecho por nosotros.

Una desconexión entre nuestra fe y nuestro diario vivir producirá un corazón endurecido incapaz de ver y confiar en Cristo Jesús.

Marcos nos deja saber que los discípulos "aun no habían entendido lo de los panes". Pero ¿qué era lo que ellos estaban supuestos a entender? Qué era lo que ya a esa altura de la historia ellos deberían haber comprendido?

Vemos que ese mismo reclamo lo hace el propio Señor más adelante en Mr 8.16-21.

a. Aquí Jesús les está hablando de un tema, ellos están en otro. Jesús les está hablando de asuntos trascendentales, ellos están enfocados en lo terrenal. La mente de Jesús está en una dimensión, la de ellos está en otra. ¿Por qué? porque tenían aun la mente embotada. No entendían. Sus corazones aun estaban endurecidos, torpes para entender los asuntos del reino.

b. Pero ¿Qué debían entender los discípulos cuando Jesús le reclama? Lo mismo que debían entender cuando la multiplicación de los panes y los peces, debían entender cuál era la identidad del que caminaba con ellos.

1. Así ocurre cuando la fe es irreflexiva. El corazón se endurece, la mente está embota, y es imposible conocer a Jesús. Es imposible entender quién es El y qué ha hecho por ti.

2. Un corazón incapaz de discernir su presencia y su voluntad es el mismo efecto que produce en nuestra vida si desconectamos a Cristo de nuestro diario vivir.

3. Una desconexión entre la fe y la vida cotidiana desmorona el sistema de creencia de una persona.

4. Una fe demasiado pequeña y débil en discernir quién es Jesús, provoca que ante la adversidad se estremezca el corazón de una persona. Le hace ver fantasmas en donde debería ver al Hijo de Dios obrando. Le hace experimentar pánico en donde debería de haber paz y confianza.

5. Una desconexión entre la fe y la vida cotidiana provoca que ante los problemas de la vida, el mundo se nos desmorone, porque esa ignorancia de Cristo nos impide ver que El puede venir en ayuda, o en el mejor de los casos, que el Dios todo poderoso está al control.

6. Una fe en la que “no se trabaja” será una fe escasa o demasiado pequeña que producirá un corazón endurecido (Juan 6.25-29, cp. 30).

II. El resultado de una fe reflexiva.

a. En cambio, la clase de fe que crece y se robustece es aquella en la que se “trabaja”, que reflexiona continuamente en quién es Cristo y lo que El ha prometido.

b. Es una fe que no descansa en la superstición, sino que reflexiona en la Palabra de Dios como único fundamento para ella.

c. Es la fe que no se desconecta del día a día, sin que ante las circunstancias de la vida, basa sus conclusiones en la Palabra de Dios (Mateo. 6:26–30; Lucas. 11:13; Romano. 8:31, 32).

CONCLUSIÓN

1. Como hemos visto hoy, el problema de los discípulos no es que sean incapaces de avanzar contra el viento o que no puedan remar con suficiente energía.

2. Su problema es que no han aprendido la lección de los panes: que Dios está obrando a través de Jesús para cumplir con su propósito salvador.

3. No se espera de ti que no temas en ninguna circunstancia, pero se espera que no desconectes tu fe de tu vida real.

4. Que Cristo no sea tu religión dominical, sino al roca a la que te aferras para enfrentar tu presente y para aguardar tu futuro.