Que voluntad estoy cumpliendo
El siguiente sermón trata sobre las decisiones que tomamos dia a dia, de como estamos ejerciendo la fe en medio de cada cosa que realizamos y si en realidad estamos cumpliendo la voluntad de Dios o la voluntad propia en medio de lo que hacemos
Introducción
Por eso, hermanos míos, ya que Dios es tan bueno con ustedes, les ruego que dediquen toda su vida a servirle y a hacer todo lo que a él le agrada. Así es como se le debe adorar. 2 Y no vivan ya como vive todo el mundo. Al contrario, cambien de manera de ser y de pensar. Así podrán saber qué es lo que Dios quiere, es decir, todo lo que es bueno, agradable y perfecto.
Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. 2No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.
Por lo tanto, amados hermanos, les ruego que entreguen su cuerpo a Dios por todo lo que él ha hecho a favor de ustedes. Que sea un sacrificio vivo y santo, la clase de sacrificio que a él le agrada. Esa es la verdadera forma de adorarlo. 2 No imiten las conductas ni las costumbres de este mundo, más bien dejen que Dios los transforme en personas nuevas al cambiarles la manera de pensar. Entonces aprenderán a conocer la voluntad de Dios para ustedes, la cual es buena, agradable y perfecta.
VOLUNTAD SOBERANA DE DIOS—[Del lat. voluntate; del lat. superanu, el que está encima] Predisposición incuestionable e irrevocable de Dios de llevar a cabo sus planes y decretos en la historia y en la vida privada de cada uno de sus hijos.
VOLUNTAD PERMISIVA DE DIOS—[Del lat. voluntate; del lat. permissione] Prerrogativa que Dios, en su soberanía, y conforme a sus consejos, concede al hombre para que este actúe de acuerdo con el libre albedrío que le concedió.
Sin embargo, esta prerrogativa resulta en responsabilidad moral: todos seremos llamados a dar cuentas respecto a nuestra actitud frente a la voluntad permisiva de Dios.
Se dice de una buena mujer, que al caer enferma, le preguntaron si quería morir o vivir, a lo cual contestó:—Lo que Dios quiera.
—Pero —dijo uno de los presentes—, si Dios lo dejara a tu voluntad para decidir ¿qué escogerías?
—Oh, si Dios me dejara a mí escoger, yo lo volvería a dejar a él decidir.
VOLUNTAD PERMISIVA DE DIOS—[Del lat. voluntate; del lat. permissione] Prerrogativa que Dios, en su soberanía, y conforme a sus consejos, concede al hombre para que este actúe de acuerdo con el libre albedrío que le concedió.
Sin embargo, esta prerrogativa resulta en responsabilidad moral: todos seremos llamados a dar cuentas respecto a nuestra actitud frente a la voluntad permisiva de Dios.
12 Cuando los que acompañábamos a Pablo escuchamos eso, le rogamos que no fuera a Jerusalén. También los de la iglesia de Cesarea le rogaban lo mismo. 13 Pero Pablo nos contestó: «¡No lloren, pues me ponen muy triste! Tanto amo al Señor Jesús, que estoy dispuesto a ir a la cárcel, y también a morir en Jerusalén.»
14 Hicimos todo lo posible para evitar que Pablo fuera a Jerusalén, pero él no quiso escucharnos. Así que dijimos: «¡Señor Jesús, enséñanos a hacer lo que nos ordenas!»
Hch. 21:12–14.
16 Todo lo que está escrito en la Biblia es el mensaje de Dios, y es útil para enseñar a la gente, para ayudarla y corregirla, y para mostrarle cómo debe vivir.
4 Si alguien dice: «Yo soy amigo de Dios», y no lo obedece, es un mentiroso y no dice la verdad. 5 En cambio, el que obedece lo que Dios ordena, de veras sabe amar como Dios ama, y puede estar seguro de que es amigo de Dios.