La Gloria que nos espera
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Introducción
Introducción
Seguramente usted a oido el dicho: el que no sabe para donde va, cualquier bus le sirve. Con esto estamos diciendo implícitamente que saber para donde vamos, que es lo que apreciamos y queremos pone en perspectiva nuestra vida. El puritano Richard Baxter dijo una vez:
300 citas para predicadores de los puritanos Ser Conscientes de La Muerte Ayuda a Focalizar Los Esfuerzos
La realidad de la muerte y la cercanía de la eternidad me han convencido, en gran medida, qué libros leer, qué estudios preferir y procurar, qué compañía y conversaciones escoger. Me atrajo temprano a la viña del Señor y me enseñó a predicar como un hombre moribundo a personas moribundas.
RICHARD BAXTER
“La realidad de la muerte y la cercanía de la eternidad me han convencido, en gran medida, qué libros leer, qué estudios preferir y procurar, qué compañía y conversaciones escoger. Me atrajo temprano a la viña del Señor y me enseñó a predicar como un hombre moribundo a personas moribundas”.
Baxter estaba seguro de su destino eterno y del valor incalculable de Cristo, esto puso su vida en orden. Y cuando uno lee a los puritanos, puede apreciar que una de las cosas que ellos recomiendan para tener una vida creciente de piedad es alimentar nuestro deseo por Cristo y su reino, un santo deseo de estar con él en gloria. Ahora esta no es una idea puritana, el apostol Juan, el que escribió el evangelio que estamos predicando dijo en su primera carta:
“Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es. Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es puro”
Si sabemos que somos peregrinos en este mundo, que vamos camino a casa, que nos acercamos cada día a nuestra meta de estar toda la eternidad con nuestro amado Señor, hace que cada día de nuestra vida cuente. Si él es lo que mas valoramos, nuestro tesoro mas preciado en la tierra, nuestra muerte siempre será una ganancia y que por fin tendremos nuestro galardón, esto es lo que Pablo decía: “Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia. Mas si el vivir en la carne resulta para mí en beneficio de la obra, no sé entonces qué escoger. Porque de ambas cosas estoy puesto en estrecho, teniendo deseo de partir y estar con Cristo, lo cual es muchísimo mejor; pero quedar en la carne es más necesario por causa de vosotros.” (, RVR60) -
Pablo vivía esta vida para agradar, servir y buscar al Señor, que era su gran tesoro “pero confiamos, y más quisiéramos estar ausentes del cuerpo, y presentes al Señor. Por tanto procuramos también, o ausentes o presentes, serle agradables.” (, RVR60) así que la muerte era para el ganancia, obtendría lo que más deseaba en la tierra, como era el deseo del salmista: “¿A quién tengo yo en los cielos sino a ti? Y fuera de ti nada deseo en la tierra. Mi carne y mi corazón desfallecen; Mas la roca de mi corazón y mi porción es Dios para siempre.” (, RVR60) era la esperanza de Job en medio del sufrimiento: “Yo sé que mi Redentor vive, Y al fin se levantará sobre el polvo; Y después de deshecha esta mi piel, En mi carne he de ver a Dios; Al cual veré por mí mismo, Y mis ojos lo verán, y no otro, Aunque mi corazón desfallece dentro de mí.” (, RVR60)
Si Cristo no es tu tesoro en esta tierra, no le servirás aquí y al final tu muerte será una perdida, todo el tesoro por el que trabajaste en esta vida, las cosas en las que pusiste tu esperanza, todo por lo tanto trabajaste al final lo perderás y no tendrás nada por la eternidad. No podrás retener nada y tu muerte será una perdida.
Jesus oro para que aquellos que el Padre le había dado no desperdicien su vida, el oro para que permaneciendo su amor en nosotros, alimentaremos una santa expectación por anhelarle a él, el oro para asegurar nuestro galardón eterno, el oro para tuviéramos al final de nuestra vidas lo que mas deseamos “Estar con él” de esto se trata el cielo.
Es de lo que hablaremos hoy y espero salgas de aquí con una santa espectativa y esto te permita poner en perspectiva tu vida, que puedas imitar a Abraham: “Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba. Por la fe habitó como extranjero en la tierra prometida como en tierra ajena, morando en tiendas con Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa; porque esperaba la ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Dios.” (, RVR60) “Por la fe Moisés, cuando nació, fue escondido por sus padres por tres meses, porque le vieron niño hermoso, y no temieron el decreto del rey. Por la fe Moisés, hecho ya grande, rehusó llamarse hijo de la hija de Faraón, escogiendo antes ser maltratado con el pueblo de Dios, que gozar de los deleites temporales del pecado, teniendo por mayores riquezas el vituperio de Cristo que los tesoros de los egipcios; porque tenía puesta la mirada en el galardón. Por la fe dejó a Egipto, no temiendo la ira del rey; porque se sostuvo como viendo al Invisible.” (, RVR60)
Al igual que Abraham y que Moises, podemos estar seguros para donde vamos, porque Dos prometio “Que el sería nuestro Dios y nosotros u pueblo” que el estaría con nosotros para siempre - No solo lo prometió, nos abrió el camino hacia este destino eterno en la persona de su hijo y además su hijo anhela que estemos con él en la casa de su Padre, este es el corazón del pacto, es el corazón de nuestra fe:
“No solo que hemos sido redimidos del pecado por la obra de Cristo, no solo que somos justificados por la fe que el E.S. nos ha concedido, no solo que seremos guardados, santificados en esta vida por el poder de Dios por la intercesión del Señor y que hemos sido unidos por el Espíritu de Dios en la persona de Cristo, el corazón de nuestra fe es que seremos llevados ha Cristo en la era venidera, estaremos para siempre con el Señor en gloria “Seremos su pueblo y el nuestro Dios”.
Ser llevado a donde está Jesús es la promesa más dulce del Evangelio. Traernos donde Jesús está físicamente, estar en la casa del Padre con Jesús, es el final de la prueba, el fin de las dificultades, el fin del sufrimiento. Es el comienzo del estado eterno de comunión con su Salvador, no por la fe sino por la vista. Este resultado de nuestra unión con Cristo, fue la ultima Petición del Señor por nosotros. Cuando Jesús te lleva a la casa de tu Padre, es entonces cuando limpia cada lágrima de tus ojos, destruye para siempre el aguijón de la muerte, destierra a los suyos y a tus enemigos, y te confiere gloria, descanso y plenitud de gozo en su presencia.
¿Como podemos estar seguros de que esta es nuestro destino?
Es el plan eterno del Padre
Es el deseo mas ferviente del hijo
Por que el E.S. es nuestra garantía
1. Es el plan eterno del Padre
1. Es el plan eterno del Padre
“Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, también ellos estén conmigo, para que vean mi gloria que me has dado; porque me has amado desde antes de la fundación del mundo.” ()
El Padre escogió desde antes de la fundación del mundo a quien salvar, el les señaló su destino: “Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó.” (, RVR60)
El Padre le dio estas personas al Señor como un regalo, el Señor apreciando el regalo del Padre, no lo pierde, no lo menosprecia, sino que lo atesora.... “Cuando estaba con ellos en el mundo, yo los guardaba en tu nombre; a los que me diste, yo los guardé, y ninguno de ellos se perdió...” (, RVR60) El Señor vino del cielo, se hizo hombre para cumplir por nosotros la ley de Dios y morir en una cruz para pagar la muerte que merecían nuestros pecados, de manera que ninguno se perdiera. Así justificados tenemos paz para con Dios. Pero además, el aprecia tanto este regalo del Padre que nos quiere tener con el en gloria.
De manera que el proposito del Padre es tambien el deseo mas ferviente del hijo.
“Porque convenía a aquel por cuya causa son todas las cosas, y por quien todas las cosas subsisten, que habiendo de llevar muchos hijos a la gloria, perfeccionase por aflicciones al autor de la salvación de ellos. Porque el que santifica y los que son santificados, de uno son todos; por lo cual no se avergüenza de llamarlos hermanos, diciendo: Anunciaré a mis hermanos tu nombre, En medio de la congregación te alabaré. Y otra vez: Yo confiaré en él. Y de nuevo: He aquí, yo y los hijos que Dios me dio.” (, RVR60)
2. Es el deseo mas ferviente del hijo.
2. Es el deseo mas ferviente del hijo.
“quiero que donde yo estoy, también ellos estén conmigo”
Cada petición del hijo esta noche tiene su meta final en esta petición, este su mas grande deseo, por esto quiere que seamos guardados, santificados y unidos en comunión con él en esta vida, el quiere preparar para si una novia que no tenga mancha, arruga o cosa semejante para que este con él en gloria.
Noten que el verbo esta en presente “Que estén donde yo estoy” él estaba tan seguro de que su muerte sería una ganancia para él, que su aflicción resultaría en gloria, su muerte en resurrección y ascensión, que lo veía como algo presente. El esta hablando del cielo, de Sion, de la ciudad de Dios. Esta ciudad es anticipada en el Jardín de Edén y en la tierra prometida del A.T. - ambas cosas apuntaban al reposo eterno que el hijo de Dios traería para su pueblo.
“Porque si Josué les hubiera dado el reposo, no hablaría después de otro día. Por tanto, queda un reposo para el pueblo de Dios. Porque el que ha entrado en su reposo, también ha reposado de sus obras, como Dios de las suyas. Procuremos, pues, entrar en aquel reposo, para que ninguno caiga en semejante ejemplo de desobediencia.” (, RVR60)
La gloria, la cuidad de Dios, Sión, el lugar donde no hay pruebas, sino una vida gloriosa e inmutable en la presencia de Dios, era el proposito eterno del Padre y el proposito final de la obra del hijo como representante federal. Aquello que Adán perdió en el Edén, aquello que no obtuvo Israel por su desobediencia, Cristo lo obtuvo para nosotros por su perfecta obediencia y por su muerte en la cruz.
Ahora como nuestro mediador, esta pidiendo al Padre lo que ha ganado por derecho, que todos los que el Padre le dio puedan estar donde el esta.
Alguien dijo: Nuestro Señor que bajo del cielo para rescatar a su pueblo de la destrucción; no podía soportar la idea de regresar allí sin antes asegurar que este pueblo fuera un trofeo de su victoria. Por lo tanto, hizo énfasis en esta petición, porque, si esto no se lo concediera su Padre Justo, todo lo que había hecho y todo por lo que había sufrido por ellos, sería en vano.
En esta oración, el Señor asegura el cielo para nosotros. El cielo glorioso y trascendente que Dios preparó para nosotros, el cielo que Pablo vio en visión:
“Ciertamente no me conviene gloriarme; pero vendré a las visiones y a las revelaciones del Señor. Conozco a un hombre en Cristo, que hace catorce años (si en el cuerpo, no lo sé; si fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe) fue arrebatado hasta el tercer cielo.Y conozco al tal hombre (si en el cuerpo, o fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe),que fue arrebatado al paraíso, donde oyó palabras inefables que no le es dado al hombre expresar.” (, RVR60)
Es el cielo que Juan describe, la ciudad con calles de oro y mar de cristal, pero noten que Pablo no describe la ciudad, sino que la ciudad es eclipsada con la gloria del Señor - lo que hace que el cielo sea el cielo, es que el Señor esta allí. Su gloria no esta velada como la conocieron los apóstoles, sino que su gloria lo llena todo.
“La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna que brillen en ella; porque la gloria de Dios la ilumina, y el Cordero es su lumbrera.” (, RVR60)
El Señor dice que quiere que estemos con él, para que veamos esta gloria que el Padre le ha dado. para que vean mi gloria que me has dado; porque me has amado desde antes de la fundación del mundo.... esta gloria él la ha tenido eternamente, ahora la tiene como nuestro mediador.... el es la imagen misma de la sustancia de Dios. Su gloria es visible, para que la podamos apreciar eternamente. El Padre le dio esta gloria por que lo ama. Y nosotros apreciaremos este increíble amor del Padre por el hijo, como lo ha coronado de gloria y majestad.
El quiere que veamos esto… podemos estar seguros de que vamos al cielo, porque el Padre nos escogió para estar allí y porque es el deseo del hijo.
Hasta este punto es fácil entender porque deberíamos desear el cielo - es lo mas glorioso que alguien pudiera desear ver ya que veremos a Dios en la fas de Jesucristo, es lo que han llamado los teólogos como: “La visión beatifica” - ver a Dios en el esplendor de su gloria. Es asombroso el cielo y fácil entender por que deberíamos desear estar allí-
Lo que cuesta entender es que Dios el Padre y Dios el hijo, desee que estemos con él. Que Dios el Padre nos halla escogido como regalos de amor para el hijo, y que el hijo por cuanto somos regalos de su Padre, nos quiere con él en gloria. Como el salmista esto nos debería hacer cantar: “Digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, Y el hijo del hombre, para que lo visites? Le has hecho poco menor que los ángeles, Y lo coronaste de gloria y de honra.” (, RVR60)
“Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios” (, RVR60) - “.... sabiendo Jesús que su hora había llegado para que pasase de este mundo al Padre, como había amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin...” (, RVR60)
Esto es una gracia inmerecida, no hay nada en nosotros que pudiera haber movido al Padre a escogernos, no al hijo desearnos. Es solo por su libre elección soberana. El Padre y el hijo, quieren que tener comunión eterna con nosotros, esto algo sorprendente.
Esto es una gracia inmerecida, no hay nada en nosotros que pudiera haber movido al Padre a escogernos, no al hijo desearnos. Es solo por su libre elección soberana. El Padre y el hijo, quieren que tener comunión eterna con nosotros, esto algo sorprendente.
Un día estaremos en la misma gloria de Dios, no la veremos como la vio Moises, veladamente en una zarza que no se consumía, o como la vio Israel en la nube de gloria y la columna de fuego, o veladamente en la humanidad de Cristo como al vieron los discípulos, la veremos de manera completa en cielo. Estaremos ante esta visión beatifica eternamente.
Owen escribió: “Dios en su inmensa esencia es invisible a nuestros ojos corporales, y lo será por toda la eternidad; nunca lo veremos. Como también Él es incomprensible para nuestras mentes, porque nadie puede comprender perfectamente lo que es infinito, sino lo que es en sí mismo infinito. La visión gloriosa y bendita que veremos de Dios siempre será el rostro de Cristo”
Podemos estar seguros de que le veremos. Veremos la gloria de Dios brillando en el rostro de Jesucristo al iluminar el cielo eterno. Veremos esa gloria y sabremos que esta gloria es una manifestación del amor divino. Seremos abrumados con esa gloria. y la veremos, por que es el deseo del Padre y del hijo, pero además....
3. El E.S. es nuestra garantía
“Padre justo, el mundo no te ha conocido, pero yo te he conocido, y éstos han conocido que tú me enviaste. Y les he dado a conocer tu nombre, y lo daré a conocer aún, para que el amor con que me has amado, esté en ellos, y yo en ellos.” (, RVR60)
Es por el E.S. que conocemos a Cristo como el enviado de Dios, es por el Espíritu que hemos conocido a Dios en la fas de Jesucristo, es por el Espíritu que el amor de Dios ha sido derramado por el hijo en nuestros corazones y esta gracia es mas y mas abundante cada día “lo dará a conocer aun”.... es por el Espíritu que el cielo esperado esta ahora habitado en nosotros “El esta en nosotros” y por esta razón es que le deseamos. Por es E.S. le vemos por la fe y le servimos por amor, pero no es suficiente, no queremos verle por fe solamente, sino por vista.
Es por el E.S. que seremos resucitados de entre los muertos y es por el E.S que la gloria de Cristo estará en nosotros, de manera que el amor que el hijo tiene del Padre, este tambien en nosotros. El Señor nos solo quiere que estemos con él para que veamos cu gloría, el quiere compartir esta gloria con nosotros.
“En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa, que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria.” (, RVR60)
Nos convertiremos en reflectores de esa gloria. Esa gloria brillará sobre nosotros y fuera de nosotros. Vamos a irradiar esa gloria por todo el cielo, y también disfrutaremos del mismo amor con el que el hijo ha sido amado eternamente. El Padre nos amará de la misma manera que ama a su Hijo eterno.
Nos convertiremos en reflectores de esa gloria. Esa gloria brillará sobre nosotros y fuera de nosotros. Vamos a irradiar esa gloria por todo el cielo, y también nadaremos en ese mismo amor. El Padre nos amará de la misma manera que ama a su Hijo eterno.
“Tu trono, oh Dios, es eterno y para siempre; Cetro de justicia es el cetro de tu reino. Has amado la justicia y aborrecido la maldad; Por tanto, te ungió Dios, el Dios tuyo, Con óleo de alegría más que a tus compañeros. Mirra, áloe y casia exhalan todos tus vestidos; Desde palacios de marfil te recrean. Hijas de reyes están entre tus ilustres; Está la reina a tu diestra con oro de Ofir. Oye, hija, y mira, e inclina tu oído; Olvida tu pueblo, y la casa de tu padre; Y deseará el rey tu hermosura; E inclínate a él, porque él es tu señor. Y las hijas de Tiro vendrán con presentes; Implorarán tu favor los ricos del pueblo. Toda gloriosa es la hija del rey en su morada; De brocado de oro es su vestido. Con vestidos bordados será llevada al rey; Vírgenes irán en pos de ella, Compañeras suyas serán traídas a ti. Serán traídas con alegría y gozo; Entrarán en el palacio del rey.” (, RVR60)
“Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido. Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor.” (, RVR60)
).
Aplicación:
Aplicación:
A la luz de esto, ¿no deberíamos todo el tiempo anticipar el cielo? ¿no deberíamos estar clamando, venga tu reino? Si tu eres un creyente, uno que Dios escogió, uno con quien el hijo quiere compartir la eternidad, uno en quien el E.S. ha sellado como procesión de Dios, entonces ti nombre esta en el cielo, tu herencia y tu galardón están en el cielo, tus hermanos están en el cielo, tus intereses están en el cielo, para ti tiene sentido lo que Pablo dijo:
“Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios.Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria.” (, RVR60)
En el cielo esta el tesoro que deseamos, la santidad que queremos, el Dios que anhelamos, la gloria que buscamos, la recompensa que queremos.
Entonces como dijo Thomas Boston:
“Que los herederos del reino se comporten conforme a su carácter y dignidad. Vive como quien tiene la fe y la esperanza de este reino glorioso: que tu conversación esté fijada en el cielo. Que tu alma se deleite en comunión con Dios mientras estás en la tierra, pues buscas tu felicidad en la comunión con él en el cielo. Que tu forma de hablar y tus acciones tengan sabor a cielo; y que tu forma de vivir represente al país hacia el que te diriges”.
Si no estas seguro de ir allí, si no es Cristo tu deleite hoy, si no es el cielo lo que mas deseas, si lo todo lo que aprecias esta en esta tierra, antes que lo pierdas todo, escucha la voz del Señor:
“Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará. Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma? Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras.” (, RVR60)
¿Te entregarás a Cristo?¿Como criatura culpable, indefensa y deshecha, vendrás hoy a él para ser lavado en su sangre y ser santificado por su Espíritu? Si haces esto, si le entregas a él tu vida hoy, sabrás que el Padre te ha amado desde la eternidad, porque: “lo amamos porque él nos amó primero”, y entonces podrás tener comunión con el hijo por el E.S. y esta comunión creciente de amor asegurara en tu corazón el deseo del hijo por el cual oro y entonces podrás estar convencido que estarás un día en gloria, donde el esta y toda la gloria del cielo será tuya. “tu amor estará en ellos y yo en ellos”
Que tu vida puede ser cambiada, con la perspectiva de esta realidad.
Solo mantén una comunión habitual con Cristo aquí , y sin duda estarás con él en el más allá . Examine diariamente su gloria ahora , y seguramente la verá en el mundo venidero.. Su oración fue ofrecida no solo por sus Discípulos inmediatos, sino “por todos los que deberían creer en él a través de su palabra”. Sean ustedes de este número, y toda la gloria del cielo será suya.
Simeon, Charles
En Jesús dijo: "No te regocijes en esto, porque los espíritus están sujetos a ti, sino que te regocijas porque tus nombres están registrados en el cielo". Nuestra ciudadanía está allí. Nuestra herencia está ahí, una herencia que es "imperecedera, sin mancha, no se desvanecerá, reservada en el cielo para nosotros". Nuestra santidad está allí. Nuestra perfección está ahí. Nuestra impecabilidad está ahí. Nuestra recompensa eterna está ahí.