Moraré en la casa de Jehová
Sermón usado como base del funeral del Hermano Luis Gómez
Necrología
I. Jehová es mi pastor.
El Sal. 23, comúnmente llamado “Salmo del Buen Pastor”, quizá sea el mejor conocido y el más amado de todos los salmos. Es la delicia de la niñez y el consuelo de la vejez. Otros nombres que se le han dado son: “La perla de los Salmos”, “El Salmo del ruiseñor”, “El canto del pastor acerca de su pastor”, etc. Agustín dijo que este salmo era el himno de los mártires. Sin duda se han escrito más libros y artículos respecto a este salmo, y se han compuesto más poemas e himnos sobre este tema, que sobre cualquiera de los otros salmos. Contiene un mensaje para la gente de todas las épocas.
Pero es más que el “Salmo del Buen Pastor”. No sólo describe al tierno Pastor que guía su rebaño al descanso y lo alimenta “en lugares de delicados pastos…; junto a aguas de reposo” y lo protege de los peligros del desierto, sino que además se esboza en él el retrato del amable Anfitrión que proporciona alimento en abundancia y solícita atención a su invitado. El salmo termina con una confesión de absoluta confianza en Jehová, quien guiará a su hijo con amor por esta vida y lo recibirá como invitado suyo hasta el fin de sus días.