Cuando No Hay Alguien a Quien Seguir
I. La Muerte del Líder
Introducción: Tradicionalmente, Israel sitúa en el día de hoy[1] la muerte de Josué hijo de Nun—Josué 24:29Josué había sido el siervo de Moisés, y había sido designado por Dios como el sucesor de su maestro.
A. El Líder es Pasajero
Números 27:12-14 – El líder, como hombre que es, es pasajero. El plan de dios sigue adelante cuando un líder muere.
Nadie es indispensable, puede ser necesario, pero no indispensable.
Números 27:15-23 – El hombre de Dios piensa en el futuro del pueblo de Dios y Dios le responde. ¿El hombre de Dios estaba pidiendo por algo tan carnal como un hombre al cual siguiera el pueblo como lo siguieron a él?
B. Contraste entre la época pos-Moisés y la época pos-Josué
Josué 1:16-18 – Posteriormente a la muerte de Moisés el pueblo entró en la tierra y empezó la conquista.
El libro de Josué comienza con triunfos y termina con sepelios
Desde el Sepelio de Josué tenemos un vislumbre de lo que sucedería al pueblo después de la muerte del líder.
Podemos señalar como un error de parte de Josué que él no haya levantado a un sucesor, pero quizás no lo encontró.
II. El Resultado de la Muerte del Líder
Lo que trajo la muerte de Josué y aquella generación: Israel se apartó de Dios.
Jueces 2:12-13 –
Jueces 10:6 –
Jeremías 16:11 –
A. Israel dejó los mandamientos de Dios
B. Israel se fue tras los ídolos
III. Aplicación a Nuestras Vidas
A. La Necesidad de Seguir a un Hombre de Dios
Necesitamos a alguien que nos recuerde constantemente la necesidad de andar en obediencia al Señor y Sus mandamientos.
Debemos seguir a alguien que nos lleve por el camino de la verdad.
El hombre del cántaro desapareció para mostrarnos que nadie es indispensable, pero mientras está en la escena es necesario.
B. La Necedad de Seguir al Hombre y/o no Seguir a Nadie
La necedad de no seguir a alguien
1 Reyes 9:9; 2 Crónicas 7:22 – Israel fue al cautiverio por no seguir a los profetas que los llamaron a la obediencia. El resultado en la vida de alguien que no sigue a nadie es que resulta cautivo por su propia desviación.
Proverbios 16:2; 21:2; 26:12 –
Proverbios 3:7 –
2 Reyes 17:13 –