Lucas 2: 41-52 - Vida Preministerial de Jesús
Vida Pre-ministerial del Hijo del Hombre
39Después de haber cumplido con todo lo prescrito en la ley del Señor, volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. 40Y el niño crecía y se fortalecía, y se llenaba de sabiduría; y la gracia de Dios era sobre él.
En el breve espacio de dos cortos versículos (2:39–40), se resumen doce años de la niñez de Jesús. Por ese entonces, la familia vivía en Nazaret, ciudad que por razones que desconcemos, no gozaba de muy buena reputación.
La Biblia no da muchos datos biográficos de ese período, pero indica que el Señor tuvo crecimiento físico, intelectual, moral y espiritual (2:40). Estuvo completamente sujeto a las leyes del desarrollo humano, con la única excepción de que en él no había pecado. Creció y se desarrolló como ningún otro ser lo había hecho, porque fue verdaderamente hombre, pero hombre perfecto.
En el breve espacio de dos cortos versículos (2:39–40), se resumen doce años de la niñez de Jesús. Por ese entonces, la familia vivía en Nazaret, ciudad que por razones que desconcemos, no gozaba de muy buena reputación.
La Biblia no da muchos datos biográficos de ese período, pero indica que el Señor tuvo crecimiento físico, intelectual, moral y espiritual (2:40). Estuvo completamente sujeto a las leyes del desarrollo humano, con la única excepción de que en él no había pecado. Creció y se desarrolló como ningún otro ser lo había hecho, porque fue verdaderamente hombre, pero hombre perfecto.
El comentario que hace Lucas de la infancia del Señor no nos sorprende, porque Jesús fue un hombre que a la vez era Dios y hombre perfecto, poseedor de las dos naturalezas. No es que sea difícil entender esta verdad ni que sepamos con exactitud cómo se compaginan las dos naturalezas, pero la revelación que Dios nos dio testifca que así es en efecto.
El comentario que hace Lucas de la infancia del Señor no nos sorprende, porque Jesús fue un hombre que a la vez era Dios y hombre perfecto, poseedor de las dos naturalezas. No es que sea difícil entender esta verdad ni que sepamos con exactitud cómo se compaginan las dos naturalezas, pero la revelación que Dios nos dio testifca que así es en efecto.
El comentario que hace Lucas de la infancia del Señor no nos sorprende, porque Jesús fue un hombre que a la vez era Dios y hombre perfecto, poseedor de las dos naturalezas. No es que sea difícil entender esta verdad ni que sepamos con exactitud cómo se compaginan las dos naturalezas, pero la revelación que Dios nos dio testifca que así es en efecto.