Jesús - La Resurrección y la Vida

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Introducción

Durante el curso de nuestra vida todos vamos a experimentar la muerte de un ser querido.
Algunos mueren en su infancia, en su juventud, en su edad adulta, o cuándo ya son ancianos.
No importa cuándo es que uno persona muere - la muerte de cualquier persona es una experiencia dolorosa.
En ocasiones no sabemos qué decir que pudiera consolar los corazones dolidos de aquellos que acaban de perder un ser querido.
Algunos de nosotros preferimos ausentarnos de los funerales o de los hogares que acaban de perder un ser querido..
Sentimos que vamos a ser embargados de dolor y no sabremos cómo consolar a aquellos que están dolidos.
La muerte de un ser querido es algo que marca la vida del ser humano de una manera permanente.
En nuestro recorrido por la biblia en el 2019 llegamos a un pasaje donde vemos que el Señor Jesucristo vive, en carne propia, la muerte de un ser querido - la muerte de su amigo Lázaro ().
Juan 11.5 RVR60
Y amaba Jesús a Marta, a su hermana y a Lázaro.
Juan 11.5 RVR60
Y amaba Jesús a Marta, a su hermana y a Lázaro.
El día de hoy consideraremos:
La muerte de Lázaro
Las emociones de los dolientes
El poder de Jesús manifestado

I. La muerte de Lázaro

Al principio de este capítulo aprendemos que Lázaro estaba enfermo ().
Juan 11.1 RVR60
Estaba entonces enfermo uno llamado Lázaro, de Betania, la aldea de María y de Marta su hermana.
La Biblia no nos explica de que estaba enfermo Lázaro.
Lo que si sabemos es que su enfermedad era tal que las dos hermanas angustiadas mandaron aviso a Jesús ().
Juan 11.3 RVR60
Enviaron, pues, las hermanas para decir a Jesús: Señor, he aquí el que amas está enfermo.
Sin embargo, aunque Jesús amaba a esta familia, la Biblia nos dice que Jesús permaneció dos días más en el lugar que se encontraba ().
Juan 11.6 RVR60
Cuando oyó, pues, que estaba enfermo, se quedó dos días más en el lugar donde estaba.
¿Si Jesús amaba tanto a Lázaro, por qué no fue inmediatamente a su ayuda?
Es interesante ver como Jesús no fue inmediatamente a rescatar a Lázaro de una muerte segura.
Jesús, siendo Dios, se dio cuenta del momento exacto en el cual Lázaro murió. Perdió su batalla contra cualquier enfermedad que atacaba su cuerpo ().
Juan 11.11–13 RVR60
Dicho esto, les dijo después: Nuestro amigo Lázaro duerme; mas voy para despertarle. Dijeron entonces sus discípulos: Señor, si duerme, sanará. Pero Jesús decía esto de la muerte de Lázaro; y ellos pensaron que hablaba del reposar del sueño.
Juan 11.11 NVI
Dicho esto, añadió: —Nuestro amigo Lázaro duerme, pero voy a despertarlo.
Notemos como Jesús habla de la muerte de Lázaro como si estuviera dormido. Es por so que los mismos discípulos se confundieron.
Sin embargo, Jesús les aclara qué Lázaro ciertamente había ya perdido la vida. El cuerpo de Lázaro no pudo más contra la enfermedad.
Pero seguimos con la pregunta; ¿porqué es que Jesús no fue de inmediato a evitar que Lázaro muriera?
La respuesta la tenemos en .
Juan 11.15 RVR60
y me alegro por vosotros, de no haber estado allí, para que creáis; mas vamos a él.
Jesús sabe lo que va a hacer.
Jesús sabe que él tiene el poder para resucitar a Lázaro.
Jesús va a obrar un gran milagro que va a aumentar la fe de discípulos.

II. Las emociones de los dolientes

Jesús se dirige a Betania, la ciudad de sus amados amigos: María, Marta, y Lázaro.
Juan 11.17 RVR60
Vino, pues, Jesús, y halló que hacía ya cuatro días que Lázaro estaba en el sepulcro.
Lázaro ha fallecido. Ya son cuatro días que Lázaro había muerto.
Esto quiere decir que cuando Jesús Lázaro murió muy poco después de que le avisaron que Lázaro estaba enfermo.
Notemos las emociones de los dolidos. Consideraremos a:
Marta y María
María
Los judíos
Jesús
Marta y María
La Biblia nos dice que Marte sale de su casa a recibir a Jesús.
Juan 11.20–22 RVR60
Entonces Marta, cuando oyó que Jesús venía, salió a encontrarle; pero María se quedó en casa.Y Marta dijo a Jesús: Señor, si hubieses estado aquí, mi hermano no habría muerto.Mas también sé ahora que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo dará.
Juan 11:20-
Muchos podrían tomar las palabras de Marta como una queja contra Jesús.
Sin embargo, no creo que es una queja sino que sabe que de haber estado Jesús allí mientras Lázaro aun vivía - Jesús podría haberlo sanado.
Seguramente ella expresa estas palabras con mucho dolor, con un tono de desesperación, con profundo dolor de que su hermano no pudo haber sido sanado por Jesús.
Ella sabe que de haber pedido Jesús la sanidad de Lázaro - Dios, el Padre, lo hubiera escuchado ya que Dios le da todo lo que Jesús lee pide.
Jesús le responde a Marta diciendo que Lázaro resucitará.
Juan 11.23–24 RVR60
Jesús le dijo: Tu hermano resucitará.Marta le dijo: Yo sé que resucitará en la resurrección, en el día postrero.
Resurrección se refiere a recobrar la vida.
Marta creía en lo que los antiguos profetas hablaban acerca de la resurrección en el tiempo final. El mismo Job confiaba que algún día Dios lo resucitaría de entre los muertos aunque su cuerpo estuviere deshecho.
Job 19.25–27 RVR60
Yo sé que mi Redentor vive, Y al fin se levantará sobre el polvo; Y después de deshecha esta mi piel, En mi carne he de ver a Dios; Al cual veré por mí mismo, Y mis ojos lo verán, y no otro, Aunque mi corazón desfallece dentro de mí.
Marta confiaba en la revelación de Dios en el Antiguo Testamento que hablaba de una resurrección futura.
Pero, Jesús hace una afirmación maravillosa que revela su poder y su naturaleza.
Juan 11.25–26 RVR60
Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá.Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?
Jn 11.25-26
Jesús no solamente tiene vida.
Jesús no solamente cree en la resurrección.
Jesús mismo es la resurrección y la vida.
Él es la fuente de vida.
Él es la fuente de vivificación.
Él tiene poder para dar vida a aquel que la ha perdido.
Él tiene poder para infundir al muerto con vida, con inmortalidad.
Sin embargo, hay una condición - el hombre debe creer en él.
El que cree en él, podrá morir, pero realmente no morirá sino que vivirá para siempre.
En otras palabras, para el que cree, el morir es solamente un estado temporal.
La muerte para el creyente no es un estado eterno.
El que cree en Jesús no estará muerte para siempre.
Oh hermanos, Jesús tiene en sus manos el poder de la vida y la muerte.
Jesús no quiere que Marta solo crea que habrá una resurrección en el día final sino que ella crea que él mismo es el que tiene el poder para resucitar a los muertos.
Marta expresa su confianza en las palabras de Jesús.
Juan 11.27 RVR60
Le dijo: Sí, Señor; yo he creído que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, que has venido al mundo.
Hermanos, a veces es lo único que tenemos.
En ocasiones lo único que nos queda es confiar en las palabras de Jesús.
La realidad estaba allí - Lázaro estaba aun en la tumba.
Sin embargo, Marta debía confiar enteramente en las palabras del amado Maestro.
María está en casa llorando la muerte de su hermano. Marta va por ella para decirle que Jesús la llama ().
María está en casa llorando la muerte de su hermano. Marta va por ella para decirle que Jesús la llama ().
Juan 11.28–29 RVR60
Habiendo dicho esto, fue y llamó a María su hermana, diciéndole en secreto: El Maestro está aquí y te llama.Ella, cuando lo oyó, se levantó de prisa y vino a él.
Notemos que cuando María llega a Jesús, ella se postra expresando casi las mismas palabras que su hermana Marta.
Juan 11.32 RVR60
María, cuando llegó a donde estaba Jesús, al verle, se postró a sus pies, diciéndole: Señor, si hubieses estado aquí, no habría muerto mi hermano.
Jn 11.
María está embargada de la misma tristeza que había en su hermana, pero mantiene la misma convicción de que si Jesús hubiera estado allí, hubiera tenido el poder para evitar que Lázaro muriera.
Juan 11
Veamos también la reacción de los judíos.
Juan nos dice que en casa de María y Marta habían varios judíos llorando la muerte de Lázaro.
A estos los vemos en .
Juan 11.31–33 RVR60
Entonces los judíos que estaban en casa con ella y la consolaban, cuando vieron que María se había levantado de prisa y había salido, la siguieron, diciendo: Va al sepulcro a llorar allí.María, cuando llegó a donde estaba Jesús, al verle, se postró a sus pies, diciéndole: Señor, si hubieses estado aquí, no habría muerto mi hermano.Jesús entonces, al verla llorando, y a los judíos que la acompañaban, también llorando, se estremeció en espíritu y se conmovió,
La historia nos dice que cuando alguien moría, la familia del difunto debía contratar dos flautistas y una mujer que hiciera duelo por el difunto.
Por tanto, aquí está esta gente, junto con la familia, llorando la muerte de Lázaro.
Veamos la reacción de Jesús.
Hermanos, estamos pisando suelo santo al pensar de las emociones que el Señor Jesús sintió ante la muerte de su buen amigo Lázaro.
Cuando Jesús mira el duelo de María, Marta, y los judíos la Biblia nos dice que Jesús se “conmovió profundamente” ().
Juan 11.33 RVR60
Jesús entonces, al verla llorando, y a los judíos que la acompañaban, también llorando, se estremeció en espíritu y se conmovió,
Lo que Jesús sintió fue una emoción fuerte, conmovedora, estremecedora.
Luego en lo vemos ante la tumba de Lázaro y leemos:
Juan 11.34–35 RVR60
y dijo: ¿Dónde le pusisteis? Le dijeron: Señor, ven y ve.Jesús lloró.
.
Jesús está mirando el dolor de todos.
Todos están lamentando como el cuerpo de Lázaro no pudo más contra la enfermedad.
Todos lamentan como Lázaro perdió su batalla contra la enfermedad que haya sido.
Todos lamentan el dolor de María y Marta que han quedado solas sin su amado hermano.
Jesús está consciente de como desde el principio, cuando Adán y Eva pecaron, entró el pecado al mundo y por consecuencia entró la muerte.
Murieron nuestros primeros padres.
Murieron los patriarcas.
Murieron los reyes y profetas de Israel.
Para este tiempo habían muerto millones de personas.
Seguirían muriendo aun más personas.
Jesús llora y siente una emoción de ira contra el dolor que trae la muerte y enfermedad a la vida de su amada creación.
Es como aquel que va a un hospital de niños en el departamento de oncología.
O de repente vemos un comercial en la televisión de St. Jude - el hospital de niños que ofrecen servicio médico gratuito.
Mira uno esos comerciales o vemos a la gente padeciendo el dolor de una enfermedad terminal y sentimos coraje, odio, ira contra aquella enfermedad que tiene el poder de quitarle la vida a aquellos que han sido creados a imagen y semejanza de Dios.
Ese fue el sentir que hubo en el Señor Jesucristo.
Como hombre sintió la tristeza a causa de la muerte de su amado amigo.
Como Dios ve el dolor y desesperanza que causan los estragos de la muerte en la vida de un hogar.
Ciertamente el Señor Jesús fue aquel varón de dolores del cual profetizaba Isaías.
Isaías 53.3 RVR60
Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos.

III. El poder de Jesús manifestado

Jesús se acerca al sepulcro. Estemos preparados porque estamos a punto de ver un despliegue del gran poder de Dios!
Jesus ordena que se quite la piedra que tapa el sepulcro.
Sin embargo, Marta se resiste ya que Lázaro lleva cuatro días en el sepulcro y para este tiempo su cuerpo ya está en proceso de descomposición.
Juan 11.38–39 RVR60
Jesús, profundamente conmovido otra vez, vino al sepulcro. Era una cueva, y tenía una piedra puesta encima.Dijo Jesús: Quitad la piedra. Marta, la hermana del que había muerto, le dijo: Señor, hiede ya, porque es de cuatro días.
Juan 11:38-
Jesús comprende la resistencia de Marta. Pero aún así, él sabe lo que está a punto de hacer.
Él es la resurrección y al vida.
Él es la fuente de vida eterna.
Él tiene el poder de la vida y la muerte en sus manos.
¡Él tiene autoridad sobre todo!
Juan 11.40 RVR60
Jesús le dijo: ¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios?
Jesús toma un tiempo para dar gracias al Padre.
Él sabe que ha sido enviado por el Padre.
Él sabe que el Padre escucha sus oraciones.
Él sabe que el Padre tiene el poder de dar vida aun al que ha muerto.
El Señor Jesús, con voz de autoridad, con voz de mando, exclama:
Juan 11.43–44 RVR60
Y habiendo dicho esto, clamó a gran voz: ¡Lázaro, ven fuera!Y el que había muerto salió, atadas las manos y los pies con vendas, y el rostro envuelto en un sudario. Jesús les dijo: Desatadle, y dejadle ir.
El cuerpo de Lázaro estaba frio.
El cuerpo de Lázaro estaba en estado de descomposición.
Pero afuera del sepulcro estaba aquel que creó el universo con el poder de su palabra.
Afuera del sepulcro estaba aquel que hizo los cielos y la tierra tan solo con dar la palabra creativa.
Él habló y fueron hechos los cielos y la tierra.
En ese instante, en el instante que Jesús dio la orden:
El proceso de putrefacción cesó y el cuerpo comenzó a sanar.
La sangre comenzó a correr.
El color regreso al cuerpo.
El corazón que hacía cuatro días había dejado de latir comenzó nuevamente a latir.
Los pulmones poco a poco comenzaron a expander.
Lázaro recobra la vida, se sienta, aun envuelto en las vendas y sale caminando del sepulcro.
El gran poder de Dios ha sido manifestado para que todos vean que Jesús - es la resurrección y la vida!

Conclusión

Hermanos, Jesús tiene el poder de dar vida aún después de muertos! Esto es una realidad.
Jesús había preparado a la gente para esta gran realidad días antes:
Juan 5:25-
Juan 5.25–29 RVR60
De cierto, de cierto os digo: Viene la hora, y ahora es, cuando los muertos oirán la voz del Hijo de Dios; y los que la oyeren vivirán. Porque como el Padre tiene vida en sí mismo, así también ha dado al Hijo el tener vida en sí mismo; y también le dio autoridad de hacer juicio, por cuanto es el Hijo del Hombre. No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz; y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación.
Llegará el día en que todos los que han muerto confiando en Jesucristo resucitarán de sus sepulcros.
La muerte no tendrá autoridad sobre el polvo de nuestros cuerpos.
Dios nos levantará del sepulcro y viviremos para siempre con el Señor que dio su vida en la cruz.
Sin embargo, hay que creer! Hay que rendir nuestra vida a Jesucristo.
Todo ser humano, está muerto en delitos y pecados.
Vive una vida sin sentido, sin propósito, sin Dios y sin esperanza.
De no creer en él, lo único que le espera es el juicio de Dios y condenación.
Sin embargo, todo aquel que cree en él, aun en esta vida recibe la promesa de vida eterna.
Desde el momento que creemos en él recibimos la vida de Cristo en nosotros.
Recibimos la esperanza de la vida eterna.
Recibimos una nueva vida que busca agradar a Dios.
Recibimos una vida nueva que camina según los mandamientos de Dios.
Muchos pregunta ¿porque tuvo Cristo que morir?
Cristo murió para que nosotros tuviéramos vida en él.
Nosotros recibimos su vida puesto que él murió por nosotros en la cruz.
Por eso celebramos la cena del Señor; recordamos el misterio de nuestra fe - el justo murió por los injustos, el santo y perfecto murió por aquellos que estábamos muertos en nuestros delitos y pecados.
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