Como Identificar una Secta
Cómo identificar una Secta o Culto religioso
Una de las principales señales que nos indican que estamos en los "últimos días" es la proliferación a niveles astronómicos de las sectas religiosas. Recuerden que en Mateo 24, cuando los discípulos abordaron a Jesús con la siguiente pregunta: "Queremos que nos digas cuándo va a ocurrir esto. ¿Cuál será la señal de tu regreso y del fin del mundo?"; a lo que Jesús respondió, primeramente y antes que todo…"Tengan cuidado que nadie los engañe. Porque vendrán muchos haciéndose pasar por mí. Dirán: 'Yo soy el Mesías', y engañarán a mucha gente…" Mateo 24: 3-5. Si usted continúa leyendo a partir del versículo 6, usted notará que Jesús menciona varios factores que debíamos tener en cuenta para saber la proximidad de "de su regreso y del fin del mundo". Sin embargo, note que Jesús da prioridad al hecho de que se levantarían líderes reclamando tener la capacidad de traer salvación a través de su mensaje, dejando a un lado la exclusividad salvadora del Verdadero mensaje del Mesías, Jesucristo. Por favor acompáñenme en el análisis de algunos de estos grupos que ya se cuentan por docenas en todo el mundo. Debo recordarles que las creencias de estos grupos, las tergiversaciones que hacen al Verdadero Evangelio, no son nuevas en lo absoluto. De hecho, una gran parte de las Epístolas y Cartas escritas por los apóstoles, tienen sus raíces en la aparición de varias de estas creencias heréticas y groseras tergiversaciones del Evangelio de Cristo. ¿Cómo reconocer una secta religiosa o un culto? Prácticamente todos las sectas o cultos tienen ciertas características que muestran al observador que algo no está bien, que hay algo erróneo acerca de tal o cual grupo religioso. Una de las formas más simples de identificar una secta o un culto es preguntase: 1. ¿Qué cree tal grupo acerca de Jesús? Jesucristo es Dios, Señor de todo lo que hay, la única fuente de salvación. Pues sin excepción, una secta religiosa o un culto siempre acompañará esta Verdad con algo más que, según ellos, es tan necesario para lograr la salvación, como lo es Jesucristo. En otras palabras, tendrán algún rito, doctrina o costumbre que es igual a Cristo; o dicho grupo tendrá un líder religioso que es igual o semejante a Cristo. O sea que, aun cuando reconocen a Cristo como Salvador, siempre reclamarán que algo más es necesario para lograr llegar al cielo. Ejemplos de algunos prerequisitos para llegar al cielo establecidos por estos grupos: Hare Krisna, el Sábado, las obras, María, sólo Jehová, Buda, Tú mismo eres tu dios, etc. Las sectas religiosas enseñan que la salvación se obtiene a través de Cristo, más su pequeña variación o doctrina. ¡Algunas sectas no reconocen a Cristo en lo absoluto! Es posible que igualen a Cristo con sus maestros o con algún "gran hombre en la historia". La forma más eficiente de reconocer a una secta o culto religioso es identificando la forma en la que ellos consideran a Jesucristo. 2. Lo segundo es que los cultos frecuentemente intentan inculcar miedo a sus seguidores. A los 'creyentes' se les enseña constantemente que su salvación sólo se obtiene permaneciendo en dicha secta. (Comience a comparar y analice si usted está en una de estas sectas religiosas). A menudo enseñan a sus seguidores
· "Si nos abandonas, perderás tu salvación";
· "Si no guardas el sábado pierdes tu salvación";
· "Jehová es un sólo Dios y nadie más es Dios, ni siguiera Jesucristo",
· "Sólo entrarán al cielo 144,000,",
· "Si comes ciertas carnes estás pecando", etc. 3. La tercer área tiene que ver con la exaltación del líder del culto. Los cultos con frecuencia se centran alrededor de un hombre o de una mujer quien intenta ganar poder, dinero o influencia mediante la manipulación de los miembros del grupo. Casos como este lo encontramos en
a. La iglesia de la unificación, con su líder Sun Myung Moon.
b. Los Hijos de Dios, bajo su líder Moisés David Berg, el cual es un líder autocrático.
c. El Templo del Pueblo, bajo Jim Jones, quien se hizo muy famoso por pedir a sus seguidores que murieran con él. Ahora bien, existe una gran diferencia entre los motivos y orientaciones de los líderes de estos grupos y los líderes realmente cristianos. Un líder auténticamente cristiano, uno que le sirve a Jesús tiene una meta, y esa meta es exaltar, revelar y poner de manifiesto a Jesús. Cuando alguien dice que tiene otra revelación de Dios, que ha recibido otra profecía o que él o ella es el enviado especial de Dios para salvar al mundo, usted se enfrenta con un grupo religioso clasificable como una secta o un culto. Un detalle final con respecto a estos grupos es el tenaz interés por no dejar crecer en el conocimiento de la Palabra a sus miembros. Un pastor verdadero hará todo lo posible para que los miembros de su congregación logren madurez tan pronto como sea posible, para que entonces ellos a la vez se conviertan en pastores. Muchos de estos grupos solamente estudian los materiales enviados, o por lo menos basan la gran parte de sus estudios en ellos. A veces perpetúan la dependencia espiritual de forma que los miembros pierdan la habilidad de tomar decisiones independientes y racionales. A menudo se usan técnicas de lavado de cerebro para logra comportamientos de los miembros como si fueran robots. Existen muchas otras características que podríamos mencionar de estos grupos, pero estas mencionadas exteriormente parecen ser las más prominentes.
Sectas
i. definición lingüística
De acuerdo con una definición estrictamente lingüística, la palabra secta (del latín secta) quiere decir “Doctrina enseñada por un maestro y seguida por sus adeptos. Particularmente la doctrina y el conjunto de sus adeptos” (Moliner, 1988: 1121).
ii. definición histórico-lingüística
Secta: “Doctrina religiosa (y sus adeptos), que se aparta de la tradicional u oficial”. (Moliner, 1988: 1121).
Ésta es una definición lingüística de uso cultural que se desarrolló a través de la historia de la civilización occidental. Se hizo especialmente popular con el dominio cultural del catolicismo romano en Occidente, y en el Oriente con la Iglesia Ortodoxa.
Conforme el tiempo pasó y la cristiandad llegó a ser dominante en el mundo occidental, la palabra adquirió una carga peyorativa fuerte: los heréticos, los perversos doctrinales, los enemigos de la ortodoxia confesional establecida, eran denominados secta. De hecho, la etimología griega haíresis, de la cual deriva originalmente el concepto a las lenguas romances, tiene relación con las nociones de herejía y de facción.
iii. definición teológica
El doctor en religiones comparadas, W. Martín propuso la siguiente acepción teológica de la palabra secta. “Una secta es un grupo de personas polarizadas alrededor de la interpretación particular que alguien hace de la Biblia, que incurre en grandes desviaciones con respecto a las doctrinas primordiales de la fe cristiana...” (McDowell, 1988:11).
Ésta es una definición utilizada sobre todo en el ámbito cristiano nominal. Toma como punto de referencia para hacer clasificaciones las bases teológicas de las creencias. No considera la antigüedad ni la cantidad de miembros, ni el reconocimiento oficial que en un país determinado pudiera tener una organización religiosa.
iv. definición socio-jurídica
El investigador español José Rodríguez, quien ha sido asesor sobre el tema de las sectas para diversas comisiones de gobiernos europeos, ha definido así el concepto, retomando el término secta destructiva que acuñó el psicólogo social hispano Álvaro Rodríguez:
“Una Secta Destructiva (SD) será todo aquel grupo que en su dinámica de captación y/o adoctrinamiento, utilice técnicas de persuasión coercitiva que propicien:
· “La destrucción (desestructuración) de la personalidad previa del adepto o la dañen severamente.
· “El que, por su dinámica vital, ocasione la destrucción total o severa de los lazos afectivos y de comunicación afectiva del sectario con su entorno social habitual y consigo mismo.
· “Y, por último, el que su dinámica de funcionamiento le lleve a destruir, o conculcar, derechos jurídicos inalienables en un estado de derecho” (Rodríguez, 1989:31).
v. definiciones de la psicología social
Michael Langone, doctor en Psicología Clínica y editor de una de las más prestigiadas revistas científicas que estudian el fenómeno de las sectas, define así el concepto que analizamos:
“Secta es un grupo o movimiento, que exhibe una devoción excesiva a una persona, idea o cosa y que emplea técnicas antiéticas de manipulación para persuadir y controlar (a sus adeptos); diseñadas para lograr las metas del líder del grupo; trayendo como consecuencias actuales o posibles, el daño a sus miembros, a los familiares de ellos o a la sociedad en general” (Langone, 1988:1).
Langone añade después:
“Dado que la capacidad para explotar a otros seres humanos es universal, cualquier grupo puede llegar a convertirse en una secta. Sin embargo, la mayoría de las organizaciones institucionalizadas y socialmente aceptadas, tienen mecanismos de auto-regulación que restringen el desarrollo de grupúsculos sectarios” (Langone, ibíd.).
steve hassan: el enfoque empírico
Steve Hassan, maestro en psicología por el Cambridge College, fue miembro de los moonies por mucho tiempo. Actualmente tiene años de experiencia como asesor internacional y consejero sobre el tema de las sectas destructivas.
Hassan combina elementos empíricos, que provienen de su pasada vivencia en la secta Moon, su amplia experiencia en tratar pacientes provenientes de movimientos religiosos extremistas, y criterios de las ciencias sociales y la psicología clínica para definir como secta destructiva a cualquier grupo (religioso o no) que utilice técnicas de control psicológico para suprimir la personalidad e inhibir el juicio crítico y la libertad de decisión. Establece cuatro criterios para detectar la manipulación mental.
1) Control de la conducta.
2) Control de la información (tanto de aquella que las personas tienen derecho a saber antes de ingresar a un grupo, como de información “del exterior”.
3) Control de las ideas.
4) Control de las emociones (Hassan 1997:2).
vii. definiciones de la ciencia médica
El Dr. Robert Lifton, eminente psiquiatra y sociólogo, definió en su obra La reforma del pensamiento y la psicología del totalitarismo ocho criterios para detectar los legendarios lavados de cerebro que inmortalizaron algunos filmes de guerra. Su investigación inicial se basa en las técnicas utilizadas sobre los presos políticos durante el régimen dictatorial de Mao, en China, para convertirlos bajo coerción a la ideología comunista (Lifton, 1989).
Actualmente, muchos médicos, psicólogos clínicos y sociólogos, toman estos criterios como referencia para identificar si un grupo religioso o de otra índole, instrumenta medidas coercitivas para manipular la conducta de sus adeptos a través de una estrategia graduada de “reforma de pensamiento”. La utilización de estas técnicas de coerción psicológica constituye para muchos especialistas, hoy en día, el criterio clave para llamar secta a una determinada agrupación. Secta, esto es, desde la perspectiva de la sociología médica.
los ocho criterios de lifton
A continuación se enumeran, resumen y ejemplifican los criterios del Dr. Lifton, aplicados al ámbito de las agrupaciones religiosas:
1. Control de la atmósfera social y de la comunicación humana. Esto implica coartar la comunicación entre los seres humanos a los que se desea controlar. Incluye obstaculizar la comunicación del individuo consigo mismo (por ejemplo, al evitar que éste cuente con tiempo libre para la reflexión personal).
2. Manipulación mística. Se construyen premeditada-mente atmósferas “espirituales” que parecen espontáneas, pero que en realidad son artificiales y están planeadas y estudiadas para producir un efecto. La gente interpreta este efecto como una “experiencia espiritual”, al ignorar que fue una situación prefabricada.
3. Redefinir el lenguaje. Controlar las palabras sirve para controlar las ideas de las personas. Se adoctrina con conceptos simplistas. Por ejemplo, clichés que tienden a desalentar más que alentar el uso de la razón. (V.g. “nadie puede utilizar su razón para alcanzar la iluminación”; “Sólo los elegidos pueden entender lo que sucede al interior de nuestra agrupación”).
4. La doctrina es más importante que la persona. No importa lo que un ser humano esté experimentando en la realidad, la creencia en el dogma es lo más importante. La creencia del grupo rebasa la conciencia individual y la integridad, en cuanto a comprobar resultados. Un ejemplo se da cuando algún grupo proclama que Dios ha realizado milagros de sanidad, pero se niega a hacer las verificaciones científicas pertinentes. Puede ser, incluso, que una persona esté gravemente enferma y se asegure que no importa lo que se vea, ya está sana. Es más importante sostener el dogma que el bienestar de las personas y atender a lo que indica la realidad.
5. La ciencia sagrada. Doctrina con el absoluto científico y moral. El dogma es incuestionable.
6. El culto a la confesión. Manipulación de la confesión pública para romper los límites personales. Restricciones o prohibiciones a la privacía personal. Por ejemplo, la confesión de faltas o problemas tiene usos y limitaciones bien definidas tanto en el ámbito terapéutico como en el eclesiástico. En este caso, se abusa de su uso para denigrar y controlar a las personas a través de la información obtenida. Se intenta borrar la individualidad para controlar a las personas en masa.
7. Demandas de pureza inalcanzables. Estándar inalcanzable de perfección para crear culpabilidad y vergüenza en los adeptos. La gente es castigada y enseñada a autocastigarse por no llegar a un ideal que de inicio es imposible alcanzar.
8. La dispensación de la existencia. El grupo decide quién tiene derecho a existir y quién no. No hay ninguna alternativa legítima, sino sólo el pertenecer a esa organización en particular. En regímenes gubernamentales totalitarios, esta idea es lo que “justifica” la ejecución de disidentes políticos.
Los anteriores mecanismos de manipulación tienen efectos bien estudiados, tanto psicológicos como en la bioquímica cerebral, para crear estados de inhibición del razonamiento y alta sugestibilidad para controlar la conducta de individuos y comunidades.
Robert Jay Lifton, probablemente el especialista más importante en manipulación y grupos totalitarios hoy en día, ha confirmado la validez de su modelo de “reforma del pensamiento” para estudiar grupos religiosos. En 1999, publicó un amplio análisis sobre la secta japonesa La Verdad Suprema, un libro científico rigurosamente investigado sobre sectarismos radicales y sus peligros para un mundo globalizado. De acuerdo con sus conclusiones, lo que llama guruísmo —el endiosamiento explícito o implícito de un líder religioso— es una constante, además del autoritarismo y los ocho criterios ya descritos, en movimientos sectarios contemporáneos extremistas y violentos. El libro del profesor Lifton, Destroying the World to Save it: Aum Shinrikyo, Apocaliptic Violence, and the New Global Terrorism, se plantea una definición equivalente a secta destructiva basada en esos parámetros. Así, se clasifica como cult a cualquier agrupación religiosa:
a) Cuyo líder esté en un estado práctico de “endiosamiento”.
b) Que practique los ocho criterios de reforma del pensamiento.
c) Que explote a sus seguidores.
aportes de la psiquiatría.
El Dr. John Hochman, profesor de psiquiatría de la Escuela de Medicina de la Universidad de California en Los Ángeles, publicó en 1990 los resultados de sus investigaciones, en los cuales ofrece una definición sobre sectas. Retomando el concepto central de Lifton, añade: “Las sectas son grupos que utilizan métodos de ‘Reforma del Pensamiento’ para reclutar y controlar a sus miembros y que utilizan como herramienta una tríada” (Hochman, 1990:180).
Los tres puntos de la tríada que define lo que es una secta para Hochman son:
El milagro. | Pensamiento mágico alrededor del dirigente y/o actividades del liderazgo. |
El misterio. | La secrecía, que oculta la práctica, creencias reales y agenda del grupo. |
La autoridad.
Un régimen autoritario y absolutista que utiliza a las personas para suplir las necesidades del grupo.