Jesús Ha Resucitado
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Introducción
Introducción
Una de las doctrinas más cruciales/importantes del cristianismo bíblico es la doctrina de la resurrección de Jesucristo entre los muertos. El credo apostólico lo afirma de esta manera:
“Creo...en Jesucristo, su único Hijo, Señor nuestro; que fue concebido del Espíritu Santo, nació de la virgen María, padeció bajo el poder de Poncio Pilato; fue crucificado, muerto y sepultado; descendió a los infiernos; al tercer día resucitó de entre los muertos;”
El apóstol Pablo afirma que si Jesucristo no ha resucitado, entonces somos los más dignos de lastima sobre la tierra ().
Varios, Himnario: Celebremos su gloria (Streamwood, IL: Libros Alianza, 1992).
Si la esperanza que tenemos en Cristo fuera sólo para esta vida, seríamos los más desdichados de todos los mortales.
Si hemos esperado en Cristo para esta vida solamente, somos, de todos los hombres, los más dignos de lástima.
Si Cristo no ha resucitado, entonces no hay esperanza. Vivamos como sea. No importante. A final de cuentas todo se acaba después de la muerte.
Sin embargo, Cristo si ha resucitado. Hay vida después de la muerte.
El hombre después de haber muerto ha de vivir.
Jesucristo lo dijo en más de una ocasión - Él es la resurrección y la vida. El que cree en él, aunque muera, vivirá ().
y todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás. ¿Crees esto?
Entonces Jesús le dijo:
—Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí vivirá, aunque muera;
Sin embargo, recordemos lo que sucedió cuando Jesús fue arrestado.
Los discípulos corrieron.
Los discípulos abandonaron a Jesucristo en lo que sería el momento más dificíl de su vida.
El pastor fue herido y fueron dispersadas las ovejas ().
—Todos ustedes me abandonarán—les dijo Jesús—, porque está escrito:
»“Heriré al pastor,
y se dispersarán las ovejas.”
Los discípulos, temiendo por sus vidas, abandonaron a Jesús.
Ha llegado el primer día de la semana y han visitado la tumba - y para el asombro de todos Jesús ya no estaba allí - Él ha resucitado.
Sin embargo, no todos lo han podido creer.
Recordemos que para esos momentos los discípulos seguramente estarían llenos de terror pensando que ellos mismos podrían ser arrestados y ser condenados a muerte al igual que su maestro.
Se está corriendo la noticia que Jesús ha resucitado. ¿Cómo ira Jesús a encontrarlos y confrontarlos después de haber sido abandonados por ellos? Hoy meditaremos en relato de Lucas donde consideraremos:
El saludo del Maestro
El Maestro que se condesciende
El mensaje del Maestro
La comisión del Maestro
I. El saludo del Maestro
I. El saludo del Maestro
Los discípulos se encuentran reunidos en Jerusalén.
Acaban de llegar los dos hombres que iban de camino a Emaús.
Se han reunido con los once discípulos en Jerusalén ().
Y de pronto Jesús se aparece a sus discípulos.
Todavía estaban ellos hablando acerca de esto, cuando Jesús mismo se puso en medio de ellos y les dijo:
—Paz a ustedes.
Lucas 25.36
Jesús está ante sus discípulos.
Pudo traspasar las paredes del lugar donde estaban reunidos.
El Cristo resucitado está ante sus discípulos quienes lo abandonaron, quienes corrieron llenos de miedo, quienes escaparon aquella noche oscura en Getsemaní.
Notemos el saludo del Maestro - “Paz a vosotros”.
Muy bien podría haberlos reprendido por su falta de fé.
No sería la primera vez que Jesús los reprendiera.
En ocasiones pasadas fueron reprendidos como cuando pedían estar a su derecha en el reino de Dios, cuando querían orar para que descendiera fuego y consumiera aquel pueblo que los rechazó, etc.
Sin embargo, el Señor conoce el estado de sus discípulos.
Él sabe que lo abandonaron.
Él sabe como el miedo los dominó.
Él sabe como corrieron escapando por su vida.
Sin embargo, en lugar de reprenderlos, de denunciar su cobardia y su miedo, en lugar de manifestar su ira declara una bendición sobre sus discípulos aterrados - “Paz a vosotros”.
Jesús desea la paz sobre sus discípulos.
Esa palabra “paz” es el saludo típico entre el pueblo de Israel - Shalom!
Shalom no se refiere a un tiempo tranquilidad.
Se refiere a ese estado de paz con Dios.
Se refiere a un estado de bonanza, de bendición, de quietud ante el Dios del universo.
Jesús en otra ocasión dijo a sus discípulos que él daba una paz que sobrepasa todo entendimiento ().
La paz les dejo; mi paz les doy. Yo no se la doy a ustedes como la da el mundo. No se angustien ni se acobarden.
Jesús quiere que sus discípulos entiendan que todo está bien.
No vino para echarles en cara sus faltas.
No vino para condenarlos sino para que fueran reconciliados con él.
Él sabe que han fallado y sin embargo está dispuesto a concederlos el perdón que solo Dios puede dar.
Él sabe que sus discípulos están conscientes de su falta y sin embargo está dispuesto a reparar la relación con él.
Él viene a cobijarlos con su amor y misericordia.
II. El Maestro que se condesciende
II. El Maestro que se condesciende
El amor de Dios, el amor de Cristo, no es algo teórico y mucho menos un a emoción.
Los seres humanos solemos pensar que el amor es solo una emoción. Cuando ya no siento esa emoción/sentimiento entonces ya no estoy enamorado.
Sin embargo, el amor de Dios no es una emoción/sentimiento que él siente hacia nosotros.
El amor de Dios fue demostrado fundamentalmente en la cruz del Calvario.
La cruz fue la demostración del amor de Dios hacía una humanidad rebelde y muerta en sus delitos y pecados.
Jesús, siendo Dios, se humillo a sí mismo tomando la forma de un ser humano.
A esto le llamamos la condescendencia de Dios.
Condescender es el acto de rebajarse a sí mismo a causa de otro.
Un adulto, cuando se inca para poder platicar con un niño pequeño se está condescendiendo.
No lo hace por sí mismo.
No tiene necesidad de hacerlo.
Se humilla, se condesciende, se rebaja por otro.
En este caso, vemos al glorioso y bendito Jesús condescendiéndose ante sus discípulos aterrados.
Los discípulos no pueden creer que Jesús está vivo.
No pueden creer que él es quién está hablando con ellos.
Jesús los invita a tocarlo para que comprueben por ellos mismos que es él.
Aterrorizados, creyeron que veían a un espíritu.
—¿Por qué se asustan tanto?—les preguntó—. ¿Por qué les vienen dudas? Miren mis manos y mis pies. ¡Soy yo mismo! Tóquenme y vean; un espíritu no tiene carne ni huesos, como ven que los tengo yo.
Lucas 24:
Los invita a tocarlo.
Los invita a comprobar que es él mismo en carne y hueso.
Bendito sea Dios que se condesciende.
A pesar de que lo han abandonado, a pesar de que huyeron atemorizados, a pesar de que lo dejaron solo, él está más interesado en que ellos crean.
Dicho esto, les mostró las manos y los pies. Como ellos no acababan de creerlo a causa de la alegría y del asombro, les preguntó:
—¿Tienen aquí algo de comer?
Pero, aun se condesciende más al Señor al decirles que traigan algo de comer. Va a comer delante de ellos para que comprueban que no es ningún fantasma o su misma imaginación ().
Le dieron un pedazo de pescado asado, así que lo tomó y se lo comió delante de ellos. Luego les dijo:
¡Oh hermanos, la paciencia que ha tenido el Todopoderoso con cada uno de nosotros!
Dios se ha condescendido con cada uno de nosotros porque somos faltos de fe.
Una y otra vez nos da pruebas de su amor y misericordia.
Una y otra vez, a pesar de nuestros pecados, nos da muestras que él es Dios y que está con nosotros.
Una y otra vez, viene a nuestro lado, y nos invita a creer - lo hace por amor por aquellos por quien murió en la cruz del Calvario.
III. El mensaje del Maestro
III. El mensaje del Maestro
Ahora, el Maestro se dirige a sus discípulos.
Nada ha cambiado.
El mensaje sigue siendo el mismo.
No hay borrón y cuenta nueva.
El programa de Jesucristo, su misión, ha sido revelado en las Escrituras.
Por tanto, Jesús les recuerda a sus discípulos, que aunque ellos estaban aterrados/confundidos - todo esto había sido revelado en las Escrituras.
—Cuando todavía estaba yo con ustedes, les decía que tenía que cumplirse todo lo que está escrito acerca de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos.
Entonces les abrió el entendimiento para que comprendieran las Escrituras.
—Esto es lo que está escrito—les explicó—: que el Cristo padecerá y resucitará al tercer día,
Lucas 24.44
Notemos como Jesús se refiere a la ley de Moisés, a los profetas, y a los salmos - que básicamente era la triple división del Antiguo Testamento en la Biblia de los judíos.
Todo el Antiguo Testamento testifica acerca de Jesucristo.
No era que Jesús había fallado sino que sus discípulos habían fallado en comprender lo que el Antiguo Testamento testificaba acerca de Jesucristo.
Cada vez que leemos el Antiguo Testamento tenemos que ver que es lo que dicho pasaje nos enseña acerca de Jesucristo.
IV. La comisión del Maestro
IV. La comisión del Maestro
Así que vemos a nuestro amado Maestro trayendo a sí mismo a sus discípulos.
No los ha reprendido.
No los ha regañado por haber fallado en su fé.
Así que él cumplió su misión sobre la cruz - la misión de recibir el castigo/la paga por nuestro pecado sobre su propio cuerpo - ahora sus discípulos tienen una misión que han de cumplir.
Cada uno de sus discípulos son comisionados a:
—Esto es lo que está escrito—les explicó—: que el Cristo padecerá y resucitará al tercer día, y en su nombre se predicarán el arrepentimiento y el perdón de pecados a todas las naciones, comenzando por Jerusalén. Ustedes son testigos de estas cosas.
y que en su nombre se predicara el arrepentimiento para el perdón de los pecados a todas las naciones, comenzando desde Jerusalén.
Vosotros sois testigos de estas cosas.
Y he aquí, yo enviaré sobre vosotros la promesa de mi Padre; pero vosotros, permaneced en la ciudad hasta que seáis investidos con poder de lo alto.
Lucas 24:4
-40
Jesús murió para que en su nombre se predicara el perdón de los pecados.
Jesús murió para que proclamáramos a cada ser humano que ellos son pecadores y que la ira de Dios va a ser revelada contra ellos.
De no arrepentirse, estarán sujetos al juicio de Dios.
Sin embargo, mediante la muerte de Cristo, mediante el arrepentimiento de pecados ellos pueden recibir el perdón de Dios y ser reconciliados con Dios.
Hemos de ser testigos de esta realidad. Esta es nuestra misión en nuestra vida.
Ser un buen padre significa que vamos a testificar de esta realidad.
Ser un buen prójimo significa que vamos a hablar de esta verdad.
Ser un buen testigo de Cristo significa que no vamos a esconder esta verdad, esta solución a aquellos que están padeciendo bajo el poder del pecado; cuyo final será una destrucción eterna.
Es posible que nos sintamos intimidados ante tal comisión. Es algo para lo cual no nos sentimos preparados.
Ahora voy a enviarles lo que ha prometido mi Padre; pero ustedes quédense en la ciudad hasta que sean revestidos del poder de lo alto.
Pero, la promesa de Dios es que recibiremos la promesa.
¿Cuál es esa promesa?
¿Cuál es ese poder que recibiremos para poder ser testigos?
Recibiremos la promesa del Espíritu Santo que nos dará el poder para cumplir la misión.
Él vendrá sobre nosotros y nos dará el poder para proclamar esta verdad con amor y autoridad.
Si hemos creído en Cristo, hemos sido ya llenos del Espíritu Santo, desde el momento que creímos.
Ya tenemos el poder.
Ya hemos sido llenos del Espíritu Santo de Dios.
Solo hay que ser obedientes y proclamar su verdad.