VIVIENDO EN EL ESPÍRITU

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En el sermón, veremos la segunda conseciencia de ser libres de la ley gracias a Cristo, y basado en Romanos 7 y 8. Veremos que es vivir en el Espíritu, que significa esto.

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INTRODUCCIÓN
Seguimos con la carta de Pablo a los romanos. Realmente estamos aprendiendo mucho de la doctrina por medio de esta Carta.
Después de ver la bendición que nos concede Dios por medio de Cristo, y esto es la libertad de la condenación. (Y esto es sólo por la justicia de Cristo).
Veremos ahora otras de las bendiciones que nos he imputada por la justicia mediadora y plena de Cristo, la llenura del Espíritu Santo.
Tomaremos dos sermones para hablar de esto, en el primero, veremos la implicación del Espíritu Santo en la resurrección de Cristo y en nuestra regeneración, y lo que es el Espíritu Santo en nuestra vida, su obra.
¡Vamos a ellos!

1. VIVIENDO BAJO EL ESPÍRITU (9)

Como bien vemos en este primer versículo, nos topamos, con una gran verdad, con una gran enseñanza y muy a tener en cuenta. Sobretodo para el cristiano, pues Pablo aquí se refiere a los cristianos de Roma, a la iglesia de Roma, pero infelizmente, no todo los que se congregaban en esta iglesia eran realmente convertidos, por eso la exposición de este verso.
Esto es muy a tener en cuenta, pues acontece mucho hoy en día.
a) No estamos bajo la carne
Primera implicación hacia los cristianos, (9a).
Cristiano, si realmente has nacido de nuevo, ya no vives bajo la carne, quiere decir, bajo el dominio de esta que te lleva a pecar, ya no eres esclavo de la ley.

6 Lo que es nacido de la carne, carne es, y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es.

Ya no eres un ser meramente carnal, aunque vivas aún en un cuerpo de carne, lo veíamos anteriormente en el versículo ()
Ya tienes con que confrontar a tus deseos pecaminosos carnales.
Ya no eres tu el primero en el orden de tu propia prioridades, sino el Señor. Y esto es posible por que:
b) Bajo el Espíritu de Dios
Vivimos bajo el Espíritu, el Espíritu empieza a tener dominio de nuestra vida para gloria de Dios.
Ezequiel 11:19-20

19 Yo les daré un solo corazón y pondré un espíritu nuevo dentro de ellos. Y quitaré de su carne el corazón de piedra y les daré un corazón de carne,

20 para que anden en mis estatutos, guarden mis ordenanzas y los cumplan. Entonces serán mi pueblo y yo seré su Dios.

Comienza a utilizar nuestros miembros que antes eran usados más para el pecado (y aunque aún todavía lo es), tomar dominio de ellos y utilizarlos para gloria de Dios.
Antes estábamos sumergidos en nuestros delitos y pecados, sin poder hacer frente, sin poder luchar, vencidos. Mas ahora, gracias a la justicia de Cristo y a la presencia del Espíritu Santo en nosotros, no estamos vencidos, mucho lo contrario, además ahora si tenemos armas y recursos para poder luchar y hacer frente al pecado.
Esto es una señal importante de que eres cristiano, cuando la Biblia nos habla de los frutos, nuestro Señor nos dice, que por los frutos seremos conocidos, se refiere específicamente a esto. A la presencia del Espíritu Santo en nuestra vida, a los frutos que podemos hacer ahora gracias a Él para gloria de Dios.
Como dice la Palabra en este versículo, ya no moras según la carne, sino en el Espíritu, esto es la señal de tu nuevo nacimiento, y si no tienes esto en tu vida, quiere decir que no has nacido de nuevo, sigues muerto en tus delitos y pecados, en un estado de depravación total ante Dios. Por lo tanto para concluir este punto podemos decir...
c) Sin el Espíritu esto no podría ser posible.
Pues sin el Espíritu de reconciliación esto seria imposible. El Padre nos reconcilia con Él en base de al justicia de Cristo y por la acción del Espíritu Santo.
2 Corintios 5:18-21

¶18 Y todo esto procede de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por medio de Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación;

19 a saber, que Dios estaba en Cristo reconciliando al mundo consigo mismo, no tomando en cuenta a los hombres sus transgresiones, y nos ha encomendado a nosotros la palabra de la reconciliación.

¶20 Por tanto, somos embajadores de Cristo, como si Dios rogara por medio de nosotros; en nombre de Cristo os rogamos: ¡Reconciliaos con Dios!

21 Al que no conoció pecado, le hizo pecado por nosotros, para que fuéramos hechos justicia de Dios en El.

Sino tiene al Espíritu, quiere decir que la obra reconciliadora de Dios no ha sido hecha en tu vida, por lo tanto, no eres salvo y sigues en tu estado.
Y si somos capaces de reconocer nuestro pecado, nuestra necesidad de un salvador, Cristo, y la necesidad de un arrepentimiento por medio de la obra de Cristo par nacer de nuevo es por la obra interna del Espíritu Santo.

2. VIVIMOS EN CRISTO POR EL ESPÍRITU (10)

Si somos de Cristo, a parte de su obra de redención y su pago, es por la obra de regeneración hecha por el Espíritu Santo. Y como veremos más adelante, esta obra, como todas, es una obra del Dios Trino.

6 Y porque sois hijos, Dios ha enviado el Espíritu de su Hijo a nuestros corazones, clamando: ¡Abba! ¡Padre!

a) Por medio del Espíritu
Lo dicho, esto es posible por la obra del Espíritu, aquel que nos convence de pecado, y nos muestra el camino, a Cristo.
Por eso es necesario el Espíritu Santo para nacer de nuevo.
Nadie puede nacer de nuevo, sin la obra del Espíritu Santo.
Juan 3:27

27 Respondió Juan y dijo: Un hombre no puede recibir nada si no le es dado del cielo.

b) Morimos al pecado, pero vivimos por Él
Este mismo Espíritu, que en el versículo anterior es llamado, es Espíritu de Cristo, pues como veremos, los dos con el Padre, son UNO. Nos hace nacer de nuevo, muertos al viejo hombre, a nuestra antigua manera de vivir y sus consecuencia, a vivos pro medio de Cristo y en el Espíritu Santo, para siempre.
Por lo tanto, si somos de Cristo, aunque muramos (y al nacer de nuevo ya lo hemos hecho) pero también, aunque muramos físicamente, viviremos.
Pues el Espíritu Santo que mora en nosotros, está vivo y es el que opera en nosotros la vida y la resurrección.
Pues aunque vemos ese «espíritu» en minúsculas, siguiendo el orden natural del texto escrito por inspiración divina por Pablo, y siguiendo el comentario de teólogos importantes, podemos decir que al Espíritu que se refiera Pablo en este versículo 10, se trata del Espíritu Santo, el dador de vida. El Espíritu de Vida.
c) Por la Justicia de Cristo.
Ya lo dijo Cristo a sus discípulos antes de ser entregado.
Por medio de Cristo, su obra y su justificación. Su justicia. Recibimos al Espíritu Santo, y es Dios morando en nosotros. Guiando nuestros pasos, dirigiendo nuestros caminos, dándonos sabiduría y discernimiento, moldeandonos de dentro hacia fuera a imagen de Cristo.
Que maravilloso regalo, que maravillosa bendición, que maravillosa gracia.
Y aunque nuestra carne era sinónimo de muerte a causa del pecado, y muramos físicamente, a causa de la justicia de Cristo, el Espíritu nos otorga vida. Y lo veíamos en el anterior sermón en el versículo 6, cuando comparábamos el estado depravado con el regenerado.
Todo es gracia a la obra de Cristo, como veremos ahora, pues como sabemos la obra de Dios Trino es esencial para nuestra salvación. El Padre escoge, el Hijo Paga, justifica, el Espíritu Santo llama, arrastra.

3. POR LA OBRA DE DIOS TRINO (11)

Antes de comenzar, vemos que Pablo habla, del Espíritu de aquel que resucitó a Cristo. El Espíritu de Dios. Vamos ha hablar de su resurrección, para entender mejor la implicación del Espíritu Santo.
a) Una resurrección trinitaria
Fue una resurrección en la que intervinieron las 3 personas de Dios en Unidad. Cito a Hendriksen:
Comentario al Nuevo Testamento: Romanos 4a. “No hay condenación” para los que están en Cristo Jesús (8:1–30)

Pero nótese cuán estrechamente relacionadas están las otras dos personas de la Santísima Trinidad con el Padre y por ende la una con la otra. Que el Padre actúa por medio del Espíritu es algo que se afirma claramente en el v. 11. Que aun el mismo Jesús no permaneció totalmente pasivo en su resurrección lo está implícito en Jn. 10:17, 18.

21 El que tiene mis mandamientos y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama será amado por mi Padre; y yo lo amaré y me manifestaré a él.
Juan 10:17-18

17 Por eso el Padre me ama, porque yo doy mi vida para tomarla de nuevo.

18 Nadie me la quitaa, sino que yo la doy de mi propia voluntad. Tengo autoridad para darla, y tengo autoridad para tomarla de nuevo. Este mandamiento recibí de mi Padre.

Vemos que Cristo, en obediencia al Padre, y en comunión con el Espíritu, es Él, que voluntariamente entrega su cuerpo, y como dice el Verso 18, el mismo tiene poder para tomarla. Es el poder de Dios Trino obrando en la resurrección.
Lockman Foundation. (1998). Santa Biblia: la Biblia de las Américas: con referencias y notas (electronic ed., ). La Habra, CA: Editorial Fundación, Casa Editorial para La Fundación Bíblica Lockman.
Esto es un misterio para nosotros, pero la Palabra nos da luz para creer y confirmar que Cristo no fue pasivo en su resurrección. Recordemos que es 100% hombre pero 100% Dios, y Él tenía ese poder, te dar su vida y tomarla. Todo va en un consenso de las 3 personas de la Trinidad. Y de muy idéntica forma, eso si, sin nuestra capacidad, pues no la tenemos, obran las 3 personas de la Trinidad en nuestra regeneración y lo harán en nuestra glorificación.
Comentario al Nuevo Testamento: Romanos 4a. “No hay condenación” para los que están en Cristo Jesús (8:1–30)

Esta verdad está cargada de significado práctico. Vivimos en un tiempo en que en algunos círculos evangelísticos se muestra un desproporcionado interés por Jesús, como si el honor y la gloria sólo le pudieran ser adjudicados a él. Otros, por su parte, llenos de una errónea suerte de fervor ecuménico, que trata de unificar a todos los cuerpos religiosos en una gran iglesia mundial, minimizan la obra del Salvador y enfatizan que todos los hombres son hermanos, ya que Dios es Padre de todos ellos. Y un tercer grupo, que últimamente se muestra muy vocal, magnifica los dones carismáticos y no pueden dejar de hablar del Espíritu.

Como lo demuestra Ro. 8:9–11 y como lo comprueba todo el resto de la Escritura, es el trino Dios, es decir, Padre, Hijo y Espíritu Santo, el único y verdadero Dios, quién debería ser el objeto central de nuestro amor y adoración.

b) Al igual resucitamos nosotros.
b) Por el Espíritu, Nacemos
Y este mismo Espíritu es el que habita en todo Cristiano.
Porque por medio de él comienzo nuestra relación con Dios, al regenerarnos, a mostrarnos nuestro pecado, y el camino al Padre por medio de sólo Cristo.
El nos quita el velo que nos tapada para poder ver.
Hechos 2:32-33
32 A este Jesús resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos.
33 Así que, exaltado a la diestra de Dios, y habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto que vosotros veis y oís.
Por medio de esta obra, podemos reconocer a Cristo como nuestro Señor y salvador, El Espíritu Santos, nos regenera, y no sólo eso...
Sino que este mismo Espíritu que resucitó a Cristo, mora en cada uno de nosotros, esto es una gran bendición y la mayor señal de que hemos sido salvado por la justicia de Cristo.
Lockman Foundation. (1998). Santa Biblia: la Biblia de las Américas: con referencias y notas (electronic ed., ). La Habra, CA: Editorial Fundación, Casa Editorial para La Fundación Bíblica Lockman.
c) Este Espíritu, mora en nosotros.
c) Este Espíritu, nos resucitará el Día postrero.
c) Este Espíritu, nos resucitará el Día postrero.
Y si, sabemos que algún día moriremos, algún día cerraremos los ojos en este mundo, para abrirlos en la presencia de Dios.
Algún día nuestro cuerpo carnal será muerto, y se convertirá en polvo, pero nuestra alma estará con el Señor, esperando el glorioso día de la Venida de Cristo, donde todo muerto resucitará, los impíos serán jugados para muerte eterna, y los cristianos después del juicio, la trasformación completa a la imagen de Cristo.
Eso es lo que se lo conoce como la resurrección, y si, será una obra hecha por el Dios Trino, ese poder que Resucitó a Cristo, hará resucitar a nuestros cuerpos para ser transformados a la imagen de Cristo.
CONCLUSIÓN
Las aplicaciones: Como vemos en la Resurrección de Cristo, ha sido también en nuestra regeneración, y lo será en la resurrección completa y nuestra glorificación, por la acción de la Trinidad. Y sabemos que esto es y depende del Señor, por lo cual si tenemos al Espíritu que mora en nosotros, esto debe significar gozo y esperanza verdadera a nuestra vida, sabiendo que estamos en el camino ().
Y llegará ese glorioso día, mientras tanto esperamos con anhelo y con certeza en nuestra esperanza, que ese día llegará, porque es promesa de Dios para su Gloria. Por lo tanto hermano, ten paz, Dios esta con nosotros, mora en nosotros por el Espíritu Santo, aquel que completará la obra en nuestras vidas. El glorioso Espíritu de Dios, el Glorioso Espíritu de Cristo, aquel que lo resucitó te guiará hacia la eternidad.
Sino no tienes al Espíritu, quiere decir que aun eres del Señor, y sigues muerto en tus delitos y pecado, la paga del pecado es muerte (), quizás este sermón sirva para que Dios te lleve al arrepentimiento, y a que el Espíritu more en ti hasta la eternidad. ¡Arrepiéntete y cree en el Evangelio! ¡Que el Espíritu Santo dirija tus pasos hacia la eternidad!
¡En todo, sólo a Dios la gloria!
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