Sermón sin título (3)

El profeta inicia declarando su llamado, lleno del poder del Espíritu de Jehová, de juicio y fuerza, para declarar como Israel se ha rebelado (). En la primera sección el profeta habla acerca de cómo el Señor descenderá en juicio sobre Su pueblo, específicamente porque sus reyes y sus profetas se han corrompido, dejándose controlar por el robo y la codicia (). Y por eso, Dios ha quitado Su protección para con Israel. Como resultado, esta profetizando que vendrá una nación que derribará a Israel, y el Templo en Jerusalén quedará en escombro ().

Pero a pesar de esta desgarradora profecía, el Señor promete que restauraría a Su pueblo, y que los traería de nuevo hacia Él, como un pastor que trae a Sus ovejas (),el remanente de Dios. Además, promete que la destrucción de Su templo no será para siempre, sino que será por un periodo corto de tiempo. Pues en habla acerca de la Nueva Jerusalén, la cual será llenada del remanente de Israel, y de todas las naciones de la tierra, siendo un punto de encuentro entre lo espiritual y lo terrenal.

Es en esta Nueva Jerusalén que el Rey Mesiánico saldrá y gobernará sobre las naciones, y sobre Su Israel remanente (su pueblo que va rumbo al exilio) junto con las naciones (). Y ya para el final del libro, el profeta vuelve a confrontar a Israel por su pecado, pero también señalando la gran misericordia de Dios para con Israel ().