El agradecimiento es una convicción.
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Introducción:
Introducción:
El vocablo griego pistis que se emplea para referirse a la fe se deriva del verbo pisteuo que significa convencer presentando argumentos
explica que la fe «es la garantía de lo que se espera, la certeza de lo que no se ve» (NBD).
En algunas traducciones ese versículo dice que la fe es la convicción con pruebas.
La fe, entonces, es estar convencidos de que algo que no podemos ver (es decir, Dios, el Cielo, la resurrección, etc.) es real.
La fe en hebreos 11.1, está descrita más que como una definición específica, es una descripción general del significado y valor de la fe y su suficiencia.
Para esto el escritor usa dos frases:
La certeza de lo que se espera (v. 1a): Conocimiento seguro y Claro en la Palabra de Dios y su poder.
La certeza de lo que se espera (v. 1a): Conocimiento seguro y Claro en la Palabra de Dios y su poder.
No se trata de ser crédulo ni de creer en cualquier cosa, sino creer lo que Dios dice. Es aceptar como verdadero lo que Dios ha revelado.
2. La convicción de lo que no se ve (v. 1b).
2. La convicción de lo que no se ve (v. 1b).
Esto puede parecer ridículo para el incrédulo .
29 Jesús le dijo: Porque me has visto, Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron, y creyeron.
La fe da sustancia y realidad a nuestras esperanzas y pone a prueba las cosas que no se ven.
¨Convicción es la seguridad que tiene una persona de la verdad de lo que piensa o siente¨
¿Qué tiene que ver la fe con el agradecimiento?
Pablo dice a la iglesia en Tesalónica:
Comentario bíblico del continente nuevo: Hebreos C. LA CONFIANZA EXIGIDA, Cap. 11
La certeza de lo que se espera (v. 1a); certeza en la Palabra de Dios y su poder. No se trata de ser crédulo ni de creer en cualquier cosa, sino creer lo que Dios dice. Es aceptar como verdadero lo que Dios ha revelado.
18 Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.
18 Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.
Éste es un mandato que Pablo refiere a las circunstancias. Los cristianos debemos dar gracias a Dios en todo, en cualquier situación que enfrentemos.
La base de esta recomendación es el hecho de que Dios hace que todas las cosas ayuden a bien a los que le aman.
28 Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.
La diferencia es la esperanza y ayuda que tenemos en Cristo.
Job-un hombre que pasó por inmenso sufrimiento–nos recuerda que muchas veces no vamos a saber la razón por la cual sufrimos, pero de todas formas la verdad se mantiene:
“Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito” (),
y “Yo sé que mi Redentor vive, y al fin se levantará sobre el polvo” ().
Hermanos, aceptar nuestras circunstancias actuales es un asunto de fe, es decir de tener certeza y tener convicción de que Dios está obrando para el bien de nosotros.
Bueno, aceptar nuestras circunstancias actuales es un asunto de fe, es decir de tener certeza y tener convicción de que Dios está obrando para el bien de nosotros.
Recuerde: Certeza es conocimiento seguro, Convicción es la seguridad en la verdad.
Vino el problema, viene la enfermedad, viene la falta de empleo, viene la falta de soluciones.
El tener certeza, traerá el conocimiento de Dios.
El conocimiento de Dios traerá paz en nuestras vidas, pero también traerá confianza.
Jesús dijo:
33 Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.
31 ¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?
20 enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.
El conocimiento de Dios traerá paz en nuestras vidas, pero también traerá confianza.
La gran fe opta por confiar en Dios a pesar de que existan otras posibilidades.
6 Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.
Ahora si tenemos fe, ella en si misma nos dará convicción de que el resultado final estará en la voluntad de Dios.
Cuando la tragedia golpea a un cristiano, ya sean las circunstancias, enfermedades, desastres naturales o aun la muerte de un amado, es tentador preguntarse: “¿por qué a mí?” y hasta enojarse con Dios por no evitarlo.
Pero quiero que entendamos bien esto.
Algunas personas usan esta frase, que por cierto no es Bíblica:
¡NI UNA HOJA DE UN ÁRBOL SE CAE SIN QUE SEA LA VOLUNTAD DE DIOS!
Nosotros sabemos que la muerte y el sufrimiento no son la culpa de Dios—son el resultado de vivir en un mundo maldito por el pecado.
Pero cuando el sufrimiento se vuelve personal, nosotros nos preguntamos por qué nos permite Dios sufrir de esta manera y por qué no lo para Él.
Dios nunca promete al cristiano una vida fácil y libre de dolor, pero, ¿podemos Confiar en Dios aún en estas circunstancias?
Pero, Podemos Confiar en Dios aún en estas circunstancias,.
La diferencia es la esperanza y ayuda que tenemos en Cristo. Job-un hombre que pasó por inmenso sufrimiento–nos recuerda que muchas veces no vamos a saber la razón por la cual sufrimos, pero de todas formas la verdad se mantiene: “Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito” (), y “Yo sé que mi Redentor vive, y al fin se levantará sobre el polvo” ().
La respuesta es sí.
Mire este relato en
1 Cuando descendió Jesús del monte, le seguía mucha gente.2 Y he aquí vino un leproso y se postró ante él, diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme.3 Jesús extendió la mano y le tocó, diciendo: Quiero; sé limpio. Y al instante su lepra desapareció.
Este hombre, no preguntó, ¿Señor, porqué estoy así?, no dijo, Señor, ¿ Porqué yo?, sólo expresó una frase de confianza, si quieres puedes sanarme y Jesús le sanó.
Y si la respuesta no es la que yo espero, ¿Aún puedo confiar en Dios?
Se trata de someterse a su voluntad, Jesús cuando ora, en
10 Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.
También cuando ora antes de ir a la cruz,
Las palabras de Jesús, tanto cuando vino al mundo como cuando lo dejó, fueron: “¡No se haga mi voluntad, sino la tuya!” Esta es la clave para la unidad – con Dios y con los hombres.
39 Yendo un poco adelante, se postró sobre su rostro, orando y diciendo: Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú.
Mire lo hermoso de esto:
“¡Hágase tu voluntad!”
“¡Hágase tu voluntad!”
Las palabras de Jesús, tanto cuando vino al mundo como cuando lo dejó, fueron: “¡No se haga mi voluntad, sino la tuya!” Esta es la clave para la unidad – con Dios y con los hombres.
Y podemos entonces sea cual sea el resultado, estar agradecidos con Dios. Es un asunto de fe, es un asunto de certeza y convicción.
Conclusión:
Conclusión:
Hermanos, amigos, todas las cosas están unidas a la voluntad de Dios, que es buena y agradable.
2 No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.
Si amamos esta voluntad, también seremos llenos de su conocimiento.
9 Por lo cual también nosotros, desde el día que lo oímos, no cesamos de orar por vosotros, y de pedir que seáis llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual,
Si nos aferramos a la voluntad de Dios, también nos aferramos a todas las promesas de las Escrituras.
) Si nos aferramos a ella, también nos aferramos a todas las promesas de las Escrituras. En esta voluntad, somos unidos en una misma mente y Espíritu.
En esta voluntad, somos unidos en una misma mente y Espíritu.
Y por su voluntad podemos venir a él en agradecimiento, no importando si el resultado fue bueno o malo desde nuestra perspectiva humana.