Las promesas de Dios

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Las promesas de Dios

Hechos de los Apóstoles 2.38–39 RVR60
Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo. Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare.
Hechos de los Apóstoles 2.38–39 RVR60
38 Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo. 39 Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare.
Josué 21.45 NTV
45 Ni una sola de todas las buenas promesas que el Señor le había hecho a la familia de Israel quedó sin cumplirse; todo lo que él había dicho se hizo realidad.
Que es una promesa

«declaración o seguridad dada a otra persona con respecto a una situación futura

“declaración o seguridad dada a otra persona con respecto a una situación futura”
“expresión de la voluntad de dar a uno o hacer por él una cosa”
La seguridad del cumplimiento de una promesa descansa exclusivamente en la veracidad del que promete
Hebreos 6.13 RVR60
13 Porque cuando Dios hizo la promesa a Abraham, no pudiendo jurar por otro mayor, juró por sí mismo,
Las promesas de Dios revelan sus propósitos particulares y eternos a los que está inalterablemente comprometidos y sobre los cuales los creyentes pueden depender totalmente.
Las promesas de Dios revelan sus propósitos particulares y eternos a los que está inalterablemente comprometidos y sobre los cuales los creyentes pueden depender totalmente. Estas promesas son, sin embargo, condicionadas a la obediencia por parte de los creyentes.
Estas promesas son, sin embargo, condicionadas a la obediencia por parte de los creyentes

1.LAS PROMESAS DE DIOS SON IRREVOCABLES

Dios es absolutamente digno de confianza
Números 23.19 RVR60
19 Dios no es hombre, para que mienta, Ni hijo de hombre para que se arrepienta. El dijo, ¿y no hará? Habló, ¿y no lo ejecutará?
En los primeros días de la Segunda Guerra Mundial los japoneses tomaron prisionero al doctor Theron Rankin, que era misionero en China.
Entonces quedó separado de todos sus seres amados: familiares y amigos, y fue despojado de todas las cosas que eran de su propiedad personal.
No tenía esperanzas de que alguien la protegiera, ni siquiera un gobierno amigo del de su país: Los Estados Unidos de la América del Norte.
Todo lo que podía hacer era confiar en Dios, Cristo y en el Espíritu Santo; único que tenía eran las promesas de las tres Divinas Personas.
Muchos meses después un barco neutral sueco, el Chripsholm, llevó al doctor Rankin a su patria.
Más tarde dijo que cuando no tenía más en quien confiar, sino en Dios, en Cristo y en el Espíritu Santo, su actitud hacia sus captores japoneses cambió, y desapareció el temor que antes había tenido.
1º Samuel 15.29 RVR60
29 Además, el que es la Gloria de Israel no mentirá, ni se arrepentirá, porque no es hombre para que se arrepienta.
Salmo 89.35 RVR60
35 Una vez he jurado por mi santidad, Y no mentiré a David.
Contrario a Satanás, a quién Jesús señalo como padre de la mentira, Dios no miente, no hay absolutamente ningún rasgo de mentira en Él.
Santiago en su carta universal lo reafirma: “Él nunca cambia ni varía como una sombra en movimiento.” (.17bNTV). inmutable
1) Si Dios no miente, todas sus promesas se van a cumplir fielmente y;
2) Si Dios no miente, de él solo procede la verdad.

2.LAS PROMESAS DE DIOS SON PARA CREERLAS.

La tragedia judía fue la siguiente: Entre ellos estaba Jesús, la verdad en persona, sin pecado, sin mentira; sin embargo, ¿cual fue su reacción? Le rechazaron, no creyeron en él.
¿Por qué vosotros no me creéis? les preguntó Jesús. La respuesta fue dado por él mismo:
Juan 8.47 RVR60
47 El que es de Dios, las palabras de Dios oye; por esto no las oís vosotros, porque no sois de Dios.
juan 8.
Juan 8.43 RVR60
43 ¿Por qué no entendéis mi lenguaje? Porque no podéis escuchar mi palabra.
Simple, el que es de Dios habla solo la verdad, buscará y seguirá la verdad siempre. El que es del diablo habla solo la mentira, buscará y seguirá la mentira siempre.
Hechos de los Apóstoles 18.9–10 RVR60
9 Entonces el Señor dijo a Pablo en visión de noche: No temas, sino habla, y no calles; 10 porque yo estoy contigo, y ninguno pondrá sobre ti la mano para hacerte mal, porque yo tengo mucho pueblo en esta ciudad.
Hechos de los Apóstoles 18.10 RVR60
10 porque yo estoy contigo, y ninguno pondrá sobre ti la mano para hacerte mal, porque yo tengo mucho pueblo en esta ciudad.
Cuando Dios nos da una promesa solo debemos creerlas.
Hechos de los Apóstoles 10.18 RVR60
18 Y llamando, preguntaron si moraba allí un Simón que tenía por sobrenombre Pedro.
El sabe nuestra necesidad
El conoce nuestros temores
Hechos de los Apóstoles 18.5–6 RVR60
5 Y cuando Silas y Timoteo vinieron de Macedonia, Pablo estaba entregado por entero a la predicación de la palabra, testificando a los judíos que Jesús era el Cristo. 6 Pero oponiéndose y blasfemando éstos, les dijo, sacudiéndose los vestidos: Vuestra sangre sea sobre vuestra propia cabeza; yo, limpio; desde ahora me iré a los gentiles.

La oposición que halló aquí de parte de los judíos incrédulos parece ser que fue más dura que en otros lugares, pues los vocablos griegos indican «ponerse en plan de batalla contra» y «decir insultos blasfemos», seguramente contra el mismo nombre de Jesús.

Por ello, la reacción de Pablo fue también más fuerte que en otros lugares: No sólo se sacudió el polvo de las sandalias, sino también de la ropa que llevaba, declarándose a continuación libre de responsabilidad («yo soy limpio») en la condenación que, con su obstinación, hacían caer sobre sí mismos. Su discusión con ellos termina con la frase: «Desde ahora me iré a los gentiles».

1. El Señor lo anima con su presencia,

2. con su palabra de consuelo:

3. Y le dice que de testimonio del Señor

Entonces el Señor dijo a Pablo en visión de noche:
No temas, sino habla, y no calles;
Jeremías 1.8 RVR60
8 No temas delante de ellos, porque contigo estoy para librarte, dice Jehová.
jremias 1.8
Isaías 41.10 RVR60
10 No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.
porque yo estoy contigo, y ninguno pondrá sobre ti la mano para hacerte mal,
Jeremías 1.17–19 RVR60
17 Tú, pues, ciñe tus lomos, levántate, y háblales todo cuanto te mande; no temas delante de ellos, para que no te haga yo quebrantar delante de ellos. 18 Porque he aquí que yo te he puesto en este día como ciudad fortificada, como columna de hierro, y como muro de bronce contra toda esta tierra, contra los reyes de Judá, sus príncipes, sus sacerdotes, y el pueblo de la tierra. 19 Y pelearán contra ti, pero no te vencerán; porque yo estoy contigo, dice Jehová, para librarte.
porque yo tengo mucho pueblo en esta ciudad.

3.LAS PROMESAS DE DIOS SE CUMPLEN.

2 Corintios 1.20 RVR60
20 porque todas las promesas de Dios son en él Sí, y en él Amén, por medio de nosotros, para la gloria de Dios.
En el caso de Pablo el cumplir su mision
Romanos 15.19 RVR60
19 con potencia de señales y prodigios, en el poder del Espíritu de Dios; de manera que desde Jerusalén, y por los alrededores hasta Ilírico, todo lo he llenado del evangelio de Cristo.
En el caso de Jeremias tenia una mision era la de hacer volver el corazón del pueblo a Dios.
Lamentaciones 4.12 RVR60
12 Nunca los reyes de la tierra, ni todos los que habitan en el mundo, Creyeron que el enemigo y el adversario entrara por las puertas de Jerusalén.
Jeremías 30.11 RVR60
11 Porque yo estoy contigo para salvarte, dice Jehová, y destruiré a todas las naciones entre las cuales te esparcí; pero a ti no te destruiré, sino que te castigaré con justicia; de ninguna manera te dejaré sin castigo.
jeremias

1.LAS PROMESAS DE DIOS SON IRREVOCABLES

2.LAS PROMESAS DE DIOS SON PARA CREERLAS.

Isaías 35.4–6 RVR60
4 Decid a los de corazón apocado: Esforzaos, no temáis; he aquí que vuestro Dios viene con retribución, con pago; Dios mismo vendrá, y os salvará. 5 Entonces los ojos de los ciegos serán abiertos, y los oídos de los sordos se abrirán. 6 Entonces el cojo saltará como un ciervo, y cantará la lengua del mudo; porque aguas serán cavadas en el desierto, y torrentes en la soledad.

3.LAS PROMESAS DE DIOS SE CUMPLEN.

Isaías 35.4 RVR60
4 Decid a los de corazón apocado: Esforzaos, no temáis; he aquí que vuestro Dios viene con retribución, con pago; Dios mismo vendrá, y os salvará.
Isaías 41.10 RVR60
10 No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.

(1) la promesa de Cristo el Redentor, la cual aparece primero en Génesis 3:15 y continúa progresivamente a través de los dos testamentos. Incluye el nacimiento virginal, la muerte en la cruz, la resurrección y la ascensión. (2) La promesa del don del Espíritu Santo (Lc. 24:49; Hch. 1:4–5), la cual se cumplió con el derramamiento del Espíritu en el Pentecostés (2:1–4). (3) La promesa de la segunda venida de Cristo (Hch. 1:11; 3:19–21; 1 Ts. 1:10; 4:13–18; Tit. 2:13; véase también Juan Fletcher, Works, 3:166–69).

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