El Alfarero y el barro

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Dios es nuestro formador y su propósito es transformarnos a la imagen de su hijo. Su meta es la santidad en nuestras vidas y prepararnos para su ser usados para su honra. El hará esta obra a través de la guía de su Santo Espíritu, su fortaleza, la obediencia a su palabra por parte nuestra cuando nos pone en situaciones apremiantes.

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El Alfarero y el barro

La vasija ya hecha

Cuando vemos un producto ya terminado nos causa gran satisfacción. Es un trabajo pulido, perfeccionado y que hace lo que se supone que deba hacer y lo hace bien.
Antes de obtener el producto final, el hacedor tiene que pasarlo por varias pruebas para descubrir los cambios que se necesitan para que sirva al propósito que él quiere. Esto hay que tener en cuenta cada vez que compremos algo, lo que usted tiene en su mano no fue hecho de una vez, pasó por un período de prueba y de cambios.

Pablo: vasija ya hecha

Hay unas declaraciones de Pablo y cuando vemos su vida como la describe la Biblia, que nos llenan de inspiración. Las leemos y queremos que eso que se dice ahí lleguen a describirnos algún día. Unas de las más famosas son:
Filipenses 3.13 NVI
13 Hermanos, no pienso que yo mismo lo haya logrado ya. Más bien, una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar lo que está delante,
Gálatas 2.20 NVI
20 He sido crucificado con Cristo, y ya no vivo yo sino que Cristo vive en mí. Lo que ahora vivo en el cuerpo, lo vivo por la fe en el Hijo de Dios, quien me amó y dio su vida por mí.
Filipenses 3.14 NVI
14 sigo avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús.
Filipenses 4.13 NVI
13 Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
Filipenses 3.14 NVI
14 sigo avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús.
El propósito de alfarero
Imagen de Dios
Servicio
Pablo hace esta declaración y nos maravillamos. Pensamos cuánto nos gustaría que nos describiera en nuestras circunstancias actuales. Usamos este verso para darnos ánimo y fortaleza cuando necesitamos.
La necesidad de ser moldeados
Servicio
Además de decirnos que él todo lo puede en Cristo, también nos revela que él no era así antes. Que esto que acabamos de leer, no era lo que lo describía.
Los medios para ser moldeados
Filipenses 4
Filipenses 4.11–13 NVI
11 No digo esto porque esté necesitado, pues he aprendido a estar satisfecho en cualquier situación en que me encuentre. 12 Sé lo que es vivir en la pobreza, y lo que es vivir en la abundancia. He aprendido a vivir en todas y cada una de las circunstancias, tanto a quedar saciado como a pasar hambre, a tener de sobra como a sufrir escasez. 13 Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
Frustraciones
Nos dice que antes no sabía vivir de esa manera. Nos dice que tuvo que aprender, que tuvo que pasar por pruebas que lo encaminaron a ser quien era en el momento de escribir esta carta.
Pruebas
Esta mañana veremos cómo Dios puede hacer esa obra en nuestra vida y cómo quizás Dios la ha estado tratando de hacer y nosotros en muchas ocasiones hemos interferido con esa obra de Dios.
El propósito de alfarero
Imagen de Dios
La necesidad de ser moldeados
Ser usados
Los medios para ser moldeados
Frustraciones
Pruebas

El propósito del Alfarero

Una de las imágenes que se usan en la Biblia para describir al Señor en su relación con nosotros es de un alfarero.
Isaías 64.8 NVI
8 A pesar de todo, Señor, tú eres nuestro Padre; nosotros somos el barro, y tú el alfarero. Todos somos obra de tu mano.
isaias 6
Además de describirlo como un alfarero, nos describe como barro. Un alfarero tiene un propósito en mente cuando tiene el barro en sus manos. No se sienta a tocar e barro a ver qué sale. Antes, tiene una imagen mental de lo que quiere lograr y partir de esa imagen comienza el proceso de formar esa vasija.
¿Cuál es la imagen mental que Dios tiene de ti? ¿Tiene Dios una imagen de ti?
Romanos 8.29 NVI
29 Porque a los que Dios conoció de antemano, también los predestinó a ser transformados según la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos.
Dios tiene una meta para ti de manera particular: El quiere que reflejes la imagen de su hijo Jesucristo. El quiere que el carácter de Jesús se vean en ti, en tu forma de ser, en la forma en la que vives.
Es decir, todo lo que Dios permite y hace en tu vida va de la mano con este objetivo: transformarte a esa imagen.

¿Cuál es es imagen especificamente?

Gálatas 5.22–23 RVR60
22 Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, 23 mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.
Galatas 5.22-23
La imagen que Dios tiene de nosotros es la de una nueva criatura. Alguien que va camino a la santidad, a ser hecho diferente de quien siempre fue.
Dios te amó, envió a su hijo a morir por ti aun siendo pecador, pero ten la seguridad que su intención es transformarte a la imagen de Aquel que murió por ti.

La necesidad de ser transformados

Cuando evaluamos nuestras vidas casi siempre salimos bien. Según nuestro criterio en nosotros casi nunca hay nada que cambiar ni mejorar.
Se parece a nuestra salud física. Si nos preguntan cómo estamos responderemos según nuestra percepción. En ocasiones esa percepción es correcta, otras veces no lo es. Entonces vienen los exámenes médicos y nos revelan la realidad de nuestra condición.
Las situaciones que llegan a nuestras vidas nos muestran que hay áreas que están tan bien como nosotros pensábamos. Cuando nos perdemos la paciencia con un niño, nos damos cuenta que no somos tan pacientes como creíamos. Cuando alguien nos hiere y nos cuesta tanto perdonarlo, nos damos cuenta que no somos tan bondadosos como creíamos. Cuando no tenemos todo el dinero para hacerle frente a nuestros compromisos económicos, entonces nos damos cuenta que tenemos tanta fe en Dios como pensábamos.
Todas estas situaciones son exámenes para que nos demos cuenta de la realidad de nuestra vida.

Vasos de honra

Dios quiere usarnos para su honra, pero como estamos en este momento podríamos causar tanto mal como bien. Somos útiles a Dios si hemos sido limpiados de todas esas impurezas con las que nos hemos acostumbrado a vivir y que vemos como rasgos normales.
2 Timoteo 2.20–21 RVR60
20 Pero en una casa grande, no solamente hay utensilios de oro y de plata, sino también de madera y de barro; y unos son para usos honrosos, y otros para usos viles. 21 Así que, si alguno se limpia de estas cosas, será instrumento para honra, santificado, útil al Señor, y dispuesto para toda buena obra.
2 Timoteo 2.21 NVI
21 Si alguien se mantiene limpio, llegará a ser un vaso noble, santificado, útil para el Señor y preparado para toda obra buena.
Así que Dios tiene el propósito de transformarte a la imagen de su hijo para que puedas ser sal y luz. Mientras eso va pasando, Dios va limpiándote de las impurezas morales y de carácter con las que nos hemos acostumbrado a vivir para que seas un vaso de honra. Dios quiere hacerte un vaso de honra.

Los medios para ser transformados

En principio decíamos que vemos el producto final y podemos ignorar que ese producto ha tenido que pasar por múltiples procesos. Que lo que vemos ahora no es lo que estaba antes y que esto no es producto de un sólo paso.
La gente quiere estar en forma, quiere verse bien físicamente pero requiere a métodos rápidos, más fáciles que le puedan garantizar resultados parecidos.
Antes había un método que prometía que si te dormías con unos audífonos escuchando unas clases de inglés, con el tiempo ibas a hablar inglés. O sea, el propósito era obtener el resultado sin pasar por el proceso.

En la vida espiritual

Eso mismo nos gustaría que fuera posible en la vida espiritual. Nos gustaría que todo se redujera a que alguien nos diga: ya estás transformado o que alguien orara y nos dijera que ya no hay que hacer nada más.
Eso es parte del proceso. La oración tiene que ser parte del proceso, la fe, la obediencia y la obra del Espíritu Santo.

Las frustraciones

Como decíamos, en nosotros hay aspectos que son impurezas. Rasgos que no son agradables a Dios y que no permiten que seamos usados por él como instrumentos de honra.
Dios nos pondrá en situaciones en las que nosotros no nos sentimos cómodos, en que nos irritaremos, en que perderemos la fe, la paciencia, en que seremos humillados, para que nos demos cuenta cuál es nuestra real condición espiritual.
Además, usará esas situaciones para que aprendamos a responder en humildad, obediencia y fe. Cuando respondemos como Dios espera, vamos siendo transformados a su imagen.
Si nos resistimos a esas circunstancias, si respondemos de la misma manera que siempre lo hemos hecho, no estamos siendo transformados. No importa cuantas veces hayas pasado por lo mismo o siga pasando, no estás siendo transformado si tus respuestas no son las que Dios espera.

Las pruebas

Hay otros asuntos que no son frustraciones, son las pruebas. Son situaciones que no se originan directamente con nosotros, que no las hemos provocado. Simplemente nos pasan como a cualquier otro ser humano. Como fue el caso de Job.
El no hizo nada para provocarlo, pero su fe fue probada porque Dios tenía un propósito con su vida.
Job 42.5 NVI
5 De oídas había oído hablar de ti, pero ahora te veo con mis propios ojos.
El asunto es que cuando estamos siendo transformados, igual que hace el alfarero con el barro, la vasija tiene que ser destruida y empezar desde cero.
Ese proceso va a ser incómodo y doloroso para nosotros. Es por eso que Dios comienza el proceso de transformación y por momentos tiene que detenerlo. No estamos listos.

Distintos propósitos

A veces pensamos que Dios tiene como propósito mayor darnos una vida llena de comodidad y sin problemas. Cuando eso no sucede, nosotros sentimos frustración con Dios.
“Dios quiere transformarnos a la imagen de su hijo y eso significará que por momentos en nuestra vida, experimentaremos situaciones adversas porque para Dios nuestro destino eterno es más importante que nuestros estado temporal”.
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