Nehemías 9:1-37
Estudio de Nehemías • Sermon • Submitted
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· 1,657 viewsDe cómo el pueblo de Israel renovó su pacto para con Dios.
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INTRODUCCIÓN
INTRODUCCIÓN
I. A través del libro de Nehemías; vemos el desarrollo integral del pueblo de Israel, partiendo de lo material hasta
lograr lo espiritual.
A. Primero; reconstruyeron el muro, para mejorar su condición social, política, y económica; cf. Neh. 1-8.
B. Luego leyeron las Escrituras, para hallar entendimiento en relación a la voluntad del Eterno; cf. Neh. 8.
C. Y a partir de allí los vemoshaciendo precisamente aquello que un capítulo atrás entendieron; cf. Neh. 9.
II. Israel llega a reconocer entonces que su prioridad no era tener un gran muro; pero restaurar una correcta relación
para con el Creador.
A. Nehemías se hace a un lado para que Esdras tome un papel más relevante a través de toda la narración,
mostrando humildad.
B. Las Sagradas Escrituras adquieren un rol protagónico en este contexto, pues con ellas podrán lograr la
restauración espiritual.
C. Cuando llegamos a Nehemías 9, lo que vemos es la aplicación práctica de todo aquello que han entendido un
capítulo antes.
III. En síntesis; lo que veremos en Nehemías 9 es la restauración de la relación del Señor para con los hijos de Israel,
cosa prioritaria.
A. Al hombre siempre le ha costado identificar correctamente sus prioridades; cf. Mt. 6:31-33; Jn. 6:27.
B. Cristo mismo nos recuerda la relación que prima en el contexto del discipulado; cf. Lc. 14:26-27; 33.
C. No era el muro lo más importante para Israel; pero sobre todo, restaurar la relación con el Señor; cf. Neh. 9.
DESARROLLO
DESARROLLO
I. EL PODER DE LA PERSEVERANCIA
1 El día veinticuatro del mismo mes se reunieron los hijos de Israel en ayuno, y con cilicio y tierra sobre sí.2 Y ya se había apartado la descendencia de Israel de todos los extranjeros; y estando en pie, confesaron sus pecados, y las iniquidades de sus padres.3 Y puestos de pie en su lugar, leyeron el libro de la ley de Jehová su Dios la cuarta parte del día, y la cuarta parte confesaron sus pecados y adoraron a Jehová su Dios.
A. Lo primero que llama poderosamente mi atención es que pocos días después de los sucesos anteriores,
llevaron a cabo estas cosas también tan relevantes.
B. Estas personas tuvieron conciencia plena sobre la seriedad de su relación para con Dios; no fue algo
momentáneo, ni el producto de un fervor pasajero.
C. Vemos entonces que ellos restauraron su relación con Dios de forma seria, continua y progresiva, buscando
siempre fortalecer o afirmar sus lazos espirituales.
1. Muchos cristianos contemporáneos viven su cristiandad los domingos, durante la reunión de la iglesia.
2. Otros ni siquiera tienen conciencia clara sobre la importancia de asistencia a las reuniones; cf. He. 10:25.
3. Lo primero que debemos reconocer al iniciar esta enseñanza, es la importancia de perseverar en la fe.
a. Lc. 8:15.
b. Mt. 10:22.
c. Ro. 2:7.
II. EL PODER DEL ARREPENTIMIENTO
A. El propósito de aquella reunión fue uno solo: Buscar la presencia de Dios en ayuno y oración.
B. El cilicio, el ayuno, y la ceniza eran muestras claras de aflicción, consagración y penitencia.
C. Anteriormente; se les había prohibido llorar, mas ahora se les llamaba a hacerlo; cf. Ecl. 3:4a.
1. Ahora bien; Israel necesitaba arrepentirse, cf. 1:6b.-7.
2. La razón de sus males y afrenta era su pecados; cf. 1:2-3.
3. Era necesaria entonces una urgente restauración espiritual.
a. Fue por ello que convocaron a todo el pueblo sin excepción; cf. 9:1a.
b. Fue por esto también que vinieron postrados ante el Señor; cf. 9: 1b.
c. Y fue por esto que apartaron todo impedimento u obstáculo; cf. 9:2a.
III. EL PODER DEL ARREPENTIMIENTO
A. La primera gran enseñanza de esta narración es que el sufrimiento del hombre se debe muchas veces al
pecado que comete; cf. Gn. 2:16-17; 6:5-6; Neh. 1.
B. Otra de las grandes enseñanzas que obtenemos de aquí es que nunca es demasiado tarde para buscar la
reconciliación para con el Señor; cf. 2 P. 3:9; Ez. 33:11.
C. Aprendemos también por medio de estos versículos que el arrepentimiento involucra dolor por el pecado
cometido, oración, confesión y meditación; cf. 9:1-3.