Un tizón arrebatado del fuego

Abraham siguiendo las pisadas  •  Sermon  •  Submitted
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Dios envia a los ángeles a veriicar el juicio y salvar a Lot y su familia.

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Ej: vida de John Wesley
A medianoche el cielo iluminado por el reflejo sombrío de las llamas que devoraban vorazmente la casa del pastor Samuel Wesley. En la calle la gente gritaba: "¡Fuego! ¡Fuego!" Sin embargo, adentro la familia del pastor continuaba durmiendo tranquilamente, hasta que algunos escombros en llamas cayeron sobre la cama de Hetty, una de las hijas de la familia. La niña despertó sobresaltada y corrió al cuarto de su padre. Sin poder salvar absolutamente nada de las llamas, la familia tuvo que salir de la casa vistiendo apenas la ropa de dormir, en una temperatura helada. El ama, al despertarse con la alarma, sacó rápidamente de la cuna al menor de los hijos, Carlos. Llamó a los otros niños, insistiendo que la siguiesen y bajó la escalera; sin embargo, Juan, que sólo tenía cinco años y medio, se quedó durmiendo.
Por tres veces la madre, Susana Wesley, que estaba enferma, intentó en vano subir la escalera. Dos veces el padre intentó, sin lograrlo, pasar por en medio de las llamas corriendo. Consciente del peligro inminente, juntó a toda su familia en el jardín donde todos cayeron de rodillas y suplicaron a Dios por la vida del niño que estaba dentro de la casa presa del fuego. Mientras la familia oraba en el jardín, Juan se despertó y después de tratar inútilmente de bajar por las escaleras, se trepó sobre un baúl que estaba frente a una ventana, donde uno de los vecinos lo vio parado. El vecino llamó a otras personas y concibieron el plan de que uno de ellos trepara sobre los hombros del segundo, hasta alcanzar a la criatura.
De esa manera Juan se salvó de morir en la casa en llamas, rescatado apenas unos momentos antes de que el techo se desplomase con gran estrépito. Los valientes vecinos que lo salvaron, llevaron al niño a los brazos de su padre. "Vengan, amigos", gritó Samuel Wesley al recibir a su hijito, "arrodillémonos y demos gracias a Dios. Él me ha restituido a mis ocho hijos; dejen que la casa arda; tengo recursos suficientes" Quince minutos más tarde, la casa, los libros, documentos y mobiliario ya no existían.
Años después, en cierta publicación apareció el retrato de Juan Wesley, y al pie del mismo se veía la ilustración de una casa ardiendo, y junto a ella la siguiente inscripción: ¿No es éste un tizón arrebatado del incendio? ()

Una demostración de inmoralidad

Llegaron los dos ángeles a Sodoma con la intención de verificar que la inmoralidad era ya insostenible (), Y se encontraron a Lot a la puerta de la ciudad. Este era el lugar en la antigüedad donde se cerraban los acuerdos, se tomaban decisiones y se pedía consejo. Es probable que Lot haya sido aceptado aquí debido a que fue su tío el que hace alrededor de 13 años que liberó a toda la ciudad.
Es curioso que la reacción de Lot al verlos es exactamente la misma que la de Abraham en el capítulo 18. Sin embargo, en esta ocasión rechazan la proposición inicialmente porque no han venido a entablar relación sino a sopesar la situación y considera que estar en la plaza les aportará una visión más certera de la ciudad. Mas, debido a la insistencia de Lot acceden y disfrutaron de nuevo, de otro banquete.
Pero no les hizo falta estar afuera para conocer la impiedad de la ciudad y sus hechos aberrantes, esta tocó a sus puertas.

Características de la maldad de Sodoma manifestadas en este acto.

La participación de todos los hombres de la ciudad indica que este pecado había pasado de lo secreto a lo público, de lo individual a lo colectivo. Esto indica que ya llevaba un largo recorrido y tiempo dentro de la ciudad para llegar a este punto. Nota el extremo de la maldad que ya había apuntado el Señor en el capítulo anterior. El proceso de la aprobación de una pecado pasa por distintas fases, que dependerá de varios parámetros para ser más o menos rápidos. Pero hay una distinción entre un pecado que hace uno o algunos, pero que la sociedad desaprueba, a un pecado que la mayoría de la sociedad aprueba y comete, pero en la que algunos aun no participan y consideran negativo, hasta que todo la sociedad lo ve como algo, quizás no bueno, pero si deseable o normal, pero el rizo del rizo es que encima todos participen.
La participación de todos los hombres de la ciudad indica que este pecado había pasado de lo secreto a lo público, de lo individual a lo colectivo. Esto indica que ya llevaba un largo recorrido y tiempo dentro de la ciudad para llegar a este punto. Nota el extremo de la maldad que ya había apuntado el Señor en el capítulo anterior. El proceso de la aprobación de una pecado pasa por distintas fases, que dependerá de varios parámetros para ser más o menos rápidos. Pero hay una distinción entre un pecado que hace uno o algunos, pero que la sociedad desaprueba, a un pecado que la mayoría de la sociedad aprueba y comete, pero en la que algunos aun no participan y consideran negativo, hasta que todo la sociedad lo ve como algo, quizás no bueno, pero si deseable o normal, pero el rizo del rizo es que encima todos participen.
El tipo de pecado es señal de degradación. El pecado es degenerativo y cuanto más uno participa del mismo, más se aleja del bien y más grado de maldad necesita cometer para que siga siendo atractivo y deseable el cometerlo. En este contexto encontramos 3 elementos pecaminosos, el primero es la falta de hospitalidad y preocupación por la vida del otro, el segundo es violarlos, es deshonrarlos como personas, abusar de ellos y romper sus voluntades (Esta es precisamente lo que se práctica para romper la voluntad y la dignidad de aquellas mujeres que con engaños son forzadas a practicar la prostitución, la primera pauta es violarlas porque si tratas a una persona como un animal, al final la misma persona acabará creyendo que lo es). El tercer elemento es el abandono del uso natural de la mujer y del hombre, la Biblia marca claramente que todo tipo de conducta sexual que se realiza fuera del marco matrimonio entre hombre y mujer es pecado, pero es la misma Biblia que afirma que la ira de Dios se manifiesta desde el cielo dando a los hombres lo que desean y esto hace que el pecador se sumerja en una línea descendiente de perversión, es por eso que cuando Lot les ofrece a sus dos hijas vírgenes, algo muy apreciado en el mundo antiguo, ellos lo desdeñan como si nada. Eso ya no satisface, violar en masa a dos mujeres no es lo que desean saciar, sino abusar de dos hombres, extranjeros e indefensos.
Por último, la actitud de Lot durante toda la escena indica claramente que esta no era la primera vez que pasaba, su preocupación extrema por los extranjeros y la rápida solución, aunque aberrante, que les propone indican claramente la repetición continua del acto.
Pero aún hemos de analizar una más en cuanto a este pecado, no atiende a razones, no está en posición de arrepentirse, si no de todo lo contrario, en cuanto escucha algún tipo de oposición arremete contra todo lo que se le opone para aplastarlo. E intentan violar y maltratar a su propio vecino, al propio Lot.
Esto es algo común en cualquier tipo de pecado e ideología que soporta todo menos cuando dicen que obran perversamente. Resulta curioso que cuando sale la situación es tu propio vecino el que te denuncia, el que te lleva a la cárcel o el que acaba con tu vida. Esto es algo que sigue sorprendiendo a esta sociedad por la incapacidad de comprender el funcionamiento del pecado en el ser humano, oímos constantemente, era un buen vecino, siempre era amable, en referencia a alguien que acaba de cometer una atrocidad, pero lo que de verdad pone los pelos de punta, es que muchas veces nos engañamos a nosotros mismo acerca de lo que puede hacer alguien a quien consideramos nuestro amigo o benefactor, bajo las circunstancias adecuadas, sale toda la maldad.
U

Esta es la historia de las denuncias que habían en tiempos de la inquisición contra protestantes en este país, es la historia de las denuncias y matanzas entre familiares vividos en la Guerra Civil Española con especial virulencia en esta misma ciudad, es la misma historia de las denuncias de los propios vecinos de toda la vida, sólo por el hecho de ser judíos, en la Alemania nazi, es lo que no cesa de suceder sobre cristianos en ciertos países musulmanes, en China o en Corea. Es el rostro de la bestia que vez tras vez vuelve con toda su hostilidad sobre el pueblo de Dios.
Quien no sepa ver que detrás de la ideología que está luchando por dominar Europa, está la misma hostilidad de la bestia cuya herida mortal fue sanada, es que aun no ha comprendido la realidad del reino de Dios en este mundo.
El conflicto entre dos voluntades:
La actuación de Lot nos deja un mal sabor de boca tremendo, sin duda y como creo que enseña y alerta la Biblia, no es más que la triste realidad de todo ser humano, capaz de realizar las mejores acciones y de las peores, intentando hacer el bien hace aun más daño que el bien que quería reparar.
Los versículos 7 y 8 forman un clímax y un anticlímax vertiginoso. La escena comienza muy bien, Lot sale decidido a enfrentar la situación, no es nada fácil, pero tiene bajo su techo y responsabilidad a estos dos hombres y el grado de hospitalidad en aquel entonces estaba mucho más desarrollado que ahora. Imaginemos que celebramos un cumpleaños, los niños que nos dejan los cuidamos como si fuesen los nuestros, ¿verdad? Ya que están bajo nuestra responsabilidad.
Empieza uniendo lazos y mostrando toda humildad y consideración con sus vecinos: “Hermanos míos, os ruego”. Sin embargo, la solución que propone es tan aberrante, sino más, ofrece a sus hijos para que las masacren y las violen.
En esta escena no sólo hallamos la falta de aprecio por la mujer, sino el descuido de las funciones de padre. Y es que es en los momentos de presión cuando sale lo que hay dentro del ser humano, cuando todo está bien podemos ir trampeando, pero cuando la cosa aprieta, cando hay una situación de peligro y uno ha de reaccionar con lo que tiene dentro que se manifiesta lo que realmente hay en nuestro interior. La acción de Lot es abominable, no hay forma de justificarla. Y es que Dios nunca va a pedir que para obedecerle en un punto, tengas que pecar en otro. Por un lado Lot debe cumplir con su deber de hospitalidad, y debe hacerlo, por el otro debe proteger a su familia, y a los que dependen de él. Sin embargo, y seguramente, ya infectado por la extrema pecaminosidad de la ciudad, casi comete un crimen atroz, abandonar a sus hijas al horror y al espanto.

Una decisión importante

Pero esto es de extrema importancia para nosotros, porque en más de una ocasión difícil, se nos plantea este aparente conflicto de intereses, ¿no habéis notado cuantos de nosotros actuamos como Lot? Embargados por este mundo y su carnalidad, no dudamos en expresarnos en su lenguaje. ¿Os habéis dado cuenta cuantos cristianos no tienen ningún reparo en pecar con la lengua? Algo les ofende y están justamente indignados, pero cuando cuentan algo no quieren hacerlo sujetos al Espíritu y usan justificaciones para su lenguaje sucio: “Hablando mal y pronto” o ¿cómo usamos la verdad para dañar al hermano de la forma más fría y cruel? Dios no nos pide que quebrantemos su ley en un punto para obedecer otro. O a los que nos dedicamos a pleno tiempo, cumplir con nuestro llamado no implica abandonar a la familia, ni a la inversa. Ej: “Matrimonio, evangeligar”
Esta situación solo se salva por la acción de Dios

Una decisión importante

En el resto del capítulo encontramos como la decisión de Lot ha dejado una huella tremenda en él y su familia. No sólo sabía que era una decisión errónea dirigir sus tiendas hacia Sodoma. sino que cuando fue rescatado decidió volver a comenzar su vida allí. Ahora los ángeles anuncian su propósito completo, una vez comprobada la maldad del lugar proceder con su destrucción. Así que, apremian a Lot a que coja a su familia (no sus pertenencias) y salgan corriendo de la ciudad.
Pero aquí tenemos la primera huella de la mundanalidad, la pérdida de la credibilidad y del testimonio. Lot se acerca a sus yernos y les avisa de lo que va a ocurrir, pero no lo creen. Pero, ¿por qué no le creen? Porque no tiene ningún tipo de credibilidad ante ellos, a pesar de que Pedro nos cuenta de como vivía atormentado por la maldad de su entorno, no hizo nada ni por advertir, ni por separarse, y seguramente la voz de Dios hace tiempo que dejó de oírse si es que alguna vez se oyó. Sus palabras más serias sonaban a una broma cualquiera. La vida mundana mata toda efectividad en la evangelización y el testimonio. Y ya sabéis como la mundanalidad es inversamente proporcional al amor a Dios. : ‘Pero tengo esto contra ti: que has dejado tu primer amor. ‘Recuerda, por tanto, de dónde has caído y arrepiéntete, y haz las obras que hiciste al principio; si no, vendré[d] a ti y quitaré tu candelabro de su lugar, si no te arrepientes”.
La segunda es que el apego al mundo te hace titubear (16) Ha visto el poder de los ángeles y sabe que Dios es real y su juicio auténtico, no es un problema de fe, es un problema de amor. Su trabajo, su vida, sus posesiones están aquí, y sabe que tiene que huir, pero ha quedado paralizado. La mundanalidad, el amor a este mundo, a sus principios, valores y pasiones, hacen que no ames mucho a Dios, y por tanto nos cuesta horrores tomar decisiones que nos dirijan a Él y a su gracia.
“Huye por tu vida”
El mensaje de Dios para Noé es este. Toma en serio el juicio y la Palabra del Señor o también perecerás. Y este es el mismo mensaje para nosotros hoy: “Huye por tu vida” ¿A qué estás tan apegado hoy? ¿Le has puesto condiciones al Señor? Mira, te seguiré, mientras pueda seguir con mi estilo de vida, si lo tocas, te seguiré mientras sea reconocido en la iglesia, o mientras pueda ir los domingos por la mañana, pero no mñas compromiso, mira te seguiré mientras no te lleves a mi mujer, a mis hijos, mientras no sufra, o no tenga un problema serio, o mientras no sea perseguido. ¿puedes imaginarte siguiendo a Dios así? ¿Sin la seguridad física, económica, social, eclesial, sin tal pastor o predicador?
Huye por tu vida y no te apegues a todo lo que un día va a ser destruido por el fuego, no es sabio.

Una destrucción inevitable

“Sodoma en la mochila”
A pesar de todo lo dicho hasta aquí el ángel le indica claramente el lugar de salvación, el negocia como Abram, pero fíjate no para cuantos se pueden salvar, sino para ver cuanta mundanalidad puedo llevar. Pide por ir a la ciudad, en vez de a los montes y esto les he concedido. Sin embargo, en medio de la huida, su esposa es alcanzada por la conflagración y muere convertida en sal.
Al mirar atrás, los gases calurosos y sulfurosos entraron en sus narices y la sofocaron, y luego los elementos del suelo (azufre, nitro, y asfalto), hirviendo con el calor, la engolfaron y la quemaron. Al enfriarse los elementos de su cuerpo, después de la conflagración, no se veía más que una gran columna de sal, como muchas que allí se ven en el día de hoy.
Gillis, C. (1991). El Antiguo Testamento: Un Comentario Sobre Su Historia y Literatura, Tomos I-V (Vol. 1, p. 198). El Paso, TX: Casa Bautista De Publicaciones.
Al final, acaba yendo a los montes después de vivir en Zoar, al mismo punto que le habían indicado, pero habiendo perdido por el camino, tiempo y una esposa. El coste de las malas decisiones siempre pasa factura, y ahora es en una cueva donde sus propias hijas, deciden actuar según los parámetros de este mundo, por sus miedos y aspiraciones, deciden engañar a su padre y cometer otro acto de inmoralidad, lo que resulta en una descendencia que tendrá también conflicto con Israel.
“Porque el que siembra para su propia carne, de la carne segará corrupción, pero el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna.” Gálatas 6:8
El Señor no desea la muerte del impío, sino que este se arrepienta y viva. Tampoco perderá a ninguno de los que está en su mano, y el juicio es detenido hasta que los suyos son puesto a salvo. Como en el caso de Lot, habrá aquellos que han sido como un tizón arrebatado del fuego.
El Señor sigue llamando a la reconciliación con Él, venid y entregad sus vidas ante Él. El Señor sigue advirtiendo a su iglesia: Huye por tu vida.
Pero en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó
Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tenéis tribulación; pero confiad, yo he vencido al mundo.
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