La tierra de Pinocho

Pinocho

El muñeco que cobró vida, su anciano constructor recibió de un Hada madrina el deseo cumplido. Pinocho, cada vez que mentía, le crecía la nariz.

Una tierra de mentiras:

Las personas mienten para conseguir un trabajo.

Los bancos mienten para que aceptemos sus créditos.

Los migrantes mienten para conseguir residencia.

Los estudiantes mienten para obtener buenas calificaciones.

Los empresarios mienten sobre sus impuestos para pagar menos.

Los políticos mienten para conseguir más votos y mantener el poder.

¿Cómo nos liberamos de ese mal?

Neurociencia de la mentira

- La U. de Texas, USA, asegura que los movimientos de los músculos del estómago emiten una frecuencia que varía cuando mentimos (se vuelven más lentas) y a su vez aumenta el ritmo cardiaco. ¿Y si nos creciera el estómago cuando mentimos?

Investigadores de la U. de Notre Dame, Francia, demostraron en un experimento con un grupo de personas a las cuales se les pidió que no dijeran mentiras durante 10 semanas que los niveles de dolor de garganta, migraña, estrés y episodios de tristeza y ansiedad se redujeron en comparación con quienes sí dijeron mentiras.

En una investigación del Colegio Universitario de Londres, publicado en una revista neurocientífica, se explica que la amígdala, una de las áreas del cerebro relacionadas con las emociones se activa cuando decimos mentira, enviándonos una señal de alerta sin embargo, en la repetición de las mentiras, la amígdala va disminuyendo su actividad, dando a entender que nos acostumbramos a mentir al punto que lo empezamos a ver como algo normal.

La mentira inconsciente se relaciona con la incapacidad de entrar en contacto real con el mundo y las personas. Supone una forma de anular la propia inteligencia porque lo hace caer en la fantasía. Se da un proceso de racionalización para justificar y encubrir la ilegitimidad de lo que se ha hecho.

Mentiras de sangre: mentirosos de la Biblia

Génesis 37.18–33 NVI

Como ellos alcanzaron a verlo desde lejos, antes de que se acercara tramaron un plan para matarlo. Se dijeron unos a otros: —Ahí viene ese soñador. Ahora sí que le llegó la hora. Vamos a matarlo y echarlo en una de estas cisternas, y diremos que lo devoró un animal salvaje. ¡Y a ver en qué terminan sus sueños! Cuando Rubén escuchó esto, intentó librarlo de las garras de sus hermanos, así que les propuso: —No lo matemos. No derramen sangre. Arrójenlo en esta cisterna en el desierto, pero no le pongan la mano encima. Rubén dijo esto porque su intención era rescatar a José y devolverlo a su padre. Cuando José llegó adonde estaban sus hermanos, le arrancaron la túnica muy elegante, lo agarraron y lo echaron en una cisterna que estaba vacía y seca. Luego se sentaron a comer. En eso, al levantar la vista, divisaron una caravana de ismaelitas que venía de Galaad. Sus camellos estaban cargados de perfumes, bálsamo y mirra, que llevaban a Egipto. Entonces Judá les propuso a sus hermanos: —¿Qué ganamos con matar a nuestro hermano y ocultar su muerte? En vez de eliminarlo, vendámoslo a los ismaelitas; al fin de cuentas, es nuestro propio hermano. Sus hermanos estuvieron de acuerdo con él, así que cuando los mercaderes madianitas se acercaron, sacaron a José de la cisterna y se lo vendieron a los ismaelitas por veinte monedas de plata. Fue así como se llevaron a José a Egipto. Cuando Rubén volvió a la cisterna y José ya no estaba allí, se rasgó las vestiduras en señal de duelo. Regresó entonces adonde estaban sus hermanos, y les reclamó: —¡Ya no está ese muchacho! Y ahora, ¿qué hago? En seguida los hermanos tomaron la túnica especial de José, degollaron un cabrito, y con la sangre empaparon la túnica. Luego la mandaron a su padre con el siguiente mensaje: «Encontramos esto. Fíjate bien si es o no la túnica de tu hijo.» En cuanto Jacob la reconoció, exclamó: «¡Sí, es la túnica de mi hijo! ¡Seguro que un animal salvaje se lo devoró y lo hizo pedazos!»

Génesis 37.18

¿Por qué las mentiras nos gustan tanto?

La verdad sobre la mentira:

Es un sustituto de una realidad que nos disgusta. Para los hermanos de José la mentira era mejor que asumir que estaban celosos.

La mentira desplaza la culpa hacia otros. La culpa fue desplazada a un animal y al padre por mandarlo solo.

La mentira es la exaltación del yo egoísta, es hacer el mundo a placer, es una muestra del yo caprichoso y desinteresado. Para los hermanos de José fue ideal no tener al incómodo José.

La mentira, para engañar a otros primero engaña al mentiroso; se viste de bondad para engañar al que miente, convenciéndole de mentir por hacer el bien. Judá creyó que estaba haciendo un grande y bondadoso acto al venderlo.

La mentira presume libertad pero lleva a la esclavitud. Los hermanos de José se libraron físicamente de él pero el peso en sus conciencias los persiguió el resto de sus vidas ().

Advertencias, ¿Qué dice la Biblia respecto a la mentira?

La verdad es una característica de los justos.

Quien miente termina avergonzado. Una consecuencia del mentiroso es la vergüenza.

Proverbios 13.5 NVI

El justo aborrece la mentira; el malvado acarrea vergüenza y deshonra.

Aquel que miente se convierte voluntariamente en un esclavo.

Proverbios 19.5 NVI

El testigo falso no quedará sin castigo; el que esparce mentiras no saldrá bien librado.

La mentira divide las familias, los amigos y rompe la unidad.

Efesios 4.25 NVI

Por lo tanto, dejando la mentira, hable cada uno a su prójimo con la verdad, porque todos somos miembros de un mismo cuerpo.

Conclusión

La verdad permanece inmutable. Aun cuando las mentiras de otros intenten destruirte, la verdad de Dios te preservará y te levantará.

Cuando estás seguro de ti mismo eres libre y la forma verdadera de ser libre es a través de la verdad; Jesús es la verdad.

Esta semana rechaza la mentira, confronta tu mente con la verdad.

La demanda de Dios a ser santos es un llamado a encarnar la verdad.

Dios nos santifica en la verdad.

Juan 17.17 NVI

Santifícalos en la verdad; tu palabra es la verdad.