Las bodas de Cana
Introduccion
La Celebracion
«Conozco a hermanos que desde la coronilla hasta la planta de los pies son tan ministeriales en facha, tono, modales, cuello y botas que no les queda ni una partícula de humanidad visible… A algunos parece que les han enroscado una corbata blanca alrededor del alma, como un pingajo almidonado que les estrangula toda su hombría.»
El Problema
El vino que se servía había sido sometido a fermentación. En el mundo antiguo, no obstante, para calmar la sed sin producir embriaguez, el vino se diluía con agua en una proporción de un tercio y un décimo de su concentración.
Y Jesús le dijo: “Mujer, ¿qué nos interesa esto a ti y a Mí? Todavía no ha llegado Mi hora.”
4 —Mujer, ¿eso qué tiene que ver conmigo?—respondió Jesús—. Todavía no ha llegado mi hora.
4 —Apreciada mujer, ése no es nuestro problema —respondió Jesús—. Todavía no ha llegado mi momento.