¿Estamos dispuestos a obedecer a Dios?

La semana pasada estuvimos hablando de algunos de los requisitos que nuestro Señor Jesucristo les dejó saber a aquellos que le seguían. Lucas 14:26 Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, madre y mujer, e hijos y hermanos, y hermanas y aún su propia vida no puede ser mi discípulo.

Dijimos; que Jesucristo espera que al tomar la decisión de ser su discípulo solo Él tiene el derecho de estar sobre Todo en nuestra vida.

Todos los días necesitamos predicarnos a nosotros mismos que No se trata de nosotros sino que se trata de Él y solo de Él.

A diario enfrentamos luchas donde nuestros anhelos, deseos, sueños, caprichos provenientes de una naturaleza caída quieren tomar el control y establecer el rumbo de nuestra vida. Cuando este rumbo y caminar ya ha sido diseñado por Jesucristo nuestro Salvador. Debemos recordarnos a nosotros mismos lo que dijo el Señor Jesucristo:

Lucas 9:24-25 Porque todo el que quiera salvar su vida la, la perderá; pero el que pierda su vida por causa de mí, la salvará.

Somos salvos solo por su Gracia. Pero la única manera de encontrar la plenitud de vida y el propósito que Él ha establecido para nuestra vida es cuando estamos dispuestos a morir para encontrar nuestra nueva 'en Él.

Esta mañana vamos a estar viendo la vida de un hombre común como cada uno de nosotros, a quíen Dios quería hacer parte de su plan divino y esto lo llevó a enfrentar retos para poder ver el propósito de Dios en su vida.

En nuestro caminar como discípulos llegarán los momentos en nuestras vidas que tendremos que enfrentar la toma de decisiones trascendentales que determinaran el avance ó el estancamiento del propósito de Dios en nuestra vida.

La pregunta que tenemos que hacernos cada uno de nosotros en esta mañana es:

¿Estamos dispuestos a obedecer a Dios?

Gen. 22:1-2

22

1 Aconteció después de estas cosas, que probó Dios a Abraham, y le dijo: Abraham. Y él respondió: Heme aquí. 2 Y dijo: Toma ahora tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas, y vete a tierra de Moriah, y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré.

Este hombre llamado a Abraham a quien a sus setenta y cinco (75) años de edad estando ubicado con sus familiares ; Dios le dice: Abram sal de tu tierra y de tu parentela y ve a la tierra que yo te mostraré y haré de ti una gran nación. Serás de bendición, (cap 12:3) en Tí, serán benditas todas las naciones de la tierra.

25 años después. Ya Saraí había perdido la costumbre de las mujeres, es decir; había dejado de ovular su ciclo menstrual había terminado.

A los cien años de edad Abraham tomó en su abrazos a aquella promesa que el Dios creador del cielo y de la tierra hacia 25 años le había prometido.

Ahora imaginemos la alegría de este hombre. De una pareja de ancianos, una mujer con un problema de esterilidad, sumado a unos óvulos inexistentes;

Dios muestra su poder, cumple su promesa.

Imagine el niño creciendo, y su padre haciendo planes,

Tal vez, enseñándole los quehaceres de la finca.

como cazar, como pastorear,

como tratar a los siervos, y mayordomos.

contándole al amado heredero como Dios le había hablado y él era el resultado de la promesa dada por Dios en medio de un panorama de imposibilidad..

Pero las consecuencias de la decisión que había tomado Abraham le estaba trayendo consecuencias.

Dice la palabra que el niño Isaac creció y fue destetado y Abraham hizo un banquete pero Saraí su madre se dio cuenta que el hijo de Agar la esclava se burlaba del niño ( le hacia bulling).

Le dijo a Abraham le tienes que decirle que se vaya, este muchacho no tendrá herencia aquí.

Abraham se angustió (era su hijo también) Dios le habla y le dice no te angusties por el muchacho ni por la esclava porque tu descendencia será por medio de Isaac. Por medio de él también, te haré descendencia.

Abraham tuvo que tomar la triste y fuerte decisión de despedir de su casa a su hijo mayor.

Todos los sueños de Abraham ahora estaban acumulados en Isaac.

Pero la preparación de la fe Abraham no había sido completada.

Como si no hubiese sido duro para él despedir su hijo mayor dice el cap. 22 :1 de Génesis que pasado cierto tiempo

"Dios puso a prueba a Abraham y le dijo: Abraham! y le dijo: Abraham y él respondió; "Heme aquí".

Jesús dijo: mis ovejas oyen mi voz y me siguen porque conocen mi voz Jn. 10:14

Abraham era un hombre capaz de escuchar y discernir la voz del Dios que lo había llamado.

"Heme aquí" Abraham contesta a Dios con temor reverente.

Dios le dice: "Toma tu hijo, tu único, a Isaac al que amas, y vete a tierra de Moriah, ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré.

Dios le había dicho a Abraham que por medio del muchacho ,serían benditas todas las naciones de la tierra.

Que por medio del muchacho el viejo Abraham tendría una descendencia como las estrellas del cielo y como la arena del mar.

La prueba de Dios no era para Dios saber. Sino que era para que Abraham se diera de cuenta.

"Dios le dice; "toma tu hijo a quien amas"

Era evidente que la alegría que había traído la llegada del muchacho a la vida de aquel hombre había comenzado a robar el corazón que solamente le pertenecía a Dios y Abraham no se había dado cuenta.

El chico había llegado cuando no habían poibilidades

Fuera de tiempo,

Ya Ismael su otro hijo se había ido.

Dios le dice:

tu hijo

tu unico

a Isaac

A quien amas

Dios le pide que lo lleve y lo ofrezca en holocausto

Esto implicaba darlo como ofrenda a Dios

Esto era pedido era algo que para Abraham no era nuevo ya que de la tierra pagana de donde el venía esto se practicaba.

ofrecerlo en holocausto implicaba degollarlo y quemarlo hasta que solo quedaran cenizas de su hijo.

Abraham tenía que tomar la decisión de obedecer a Dios o dejarse se llevar por sus sentimientos. Este acto terminaría con la descendencia de Abraham.

Dios le había dicho estableceré mi pacto con Isaac. Gen.17:21

Abraham de manera admirable, no pide explicaciones, no pone excusas .

Solo obedece.

V. 3 "Abraham se levantó muy de mañana y enalbardo su asno, y tomo consigo dos siervo suyos, y a Isaac y cortó leña para el holocausto se levanto y se fue al lugar que Dios le dijo"

Se levanta muy de mañana (esto es prioritario

Hace todos los preparativos indicando la obediencia y el temor reverente

Toma todo lo necesario ( todo tiene que salir como Dios lo esta pidiendo)

No dejo de confiar

El lugar quedaba a tres días de camino , al tercer día Abraham alzo sus ojos y vío el lugar de lejos

Reina Valera Revisada (1960) Capítulo 22

Esperad aquí con el asno, y yo y el muchacho iremos hasta allí y adoraremos, y volveremos a vosotros

Abraham tuvo tiempo de pensar durante eso tres días de camino. No hablo, solo guardaba silencio.

Abraham le hablo a sus siervos con la seguridad de que ambos regresarian.

Hebreos 11:17- 19 dice: que Abraham tenía la seguridad que Dios lo levantaría de los muertos.

7Entonces habló Isaac a Abraham su padre, y dijo: Padre mío. Y él respondió: Heme aquí, mi hijo. Y él dijo: He aquí el fuego y la leña; mas ¿dónde está el cordero para el holocausto? 8Y respondió Abraham: Dios se proveerá de cordero para el holocausto, hijo mío. E iban juntos.

9Y cuando llegaron al lugar que Dios le había dicho, edificó allí Abraham un altar, y compuso la leña, y ató a Isaac su hijo, y lo puso en el altar sobre la leña. 10Y extendió Abraham su mano y tomó el cuchillo para degollar a su hijo. 11Entonces el ángel de Jehová le dio voces desde el cielo, y dijo: Abraham, Abraham. Y él respondió: Heme aquí. 12Y dijo: No extiendas tu mano sobre el muchacho, ni le hagas nada; porque ya conozco que temes a Dios, por cuanto no me rehusaste tu hijo, tu único. 13

El temor de Dios es el profundo sentimiento de reverencia en presencia del Gran Dios.

Incluye el absoluto temor de hacer cualquier cosa que le desagrade.

Cuantas veces en nuestra vida aquello que anhela nuestro corazón llega a ocupar el lugar que solamente le corresponde a Dios.

En el caso de Abraham fue el hijo de la promesa.

En nuestro caso puede ser algo que amamos con todas nuestras fuerzas.

Jesús le dijo a su discípulos ; donde está tu tesoro allí esta tu corazón.

A veces nuestro tesoro es una petición anhelada , que ocupa un lugar más importante en nuestro corazón que aquel que tiene el poder de cumplirla.

Puede ser hasta una situación o un problema que abruma nuestro corazón a cada momento. No dejamos de pensarlo. hablarlo e incluso nos quita hasta el sueño.

El Señor quiere que esta mañana eso que tanto amas y allegado a ocupar el lugar que solamente le corresponde a Dios que te se lo entregues. que lo ofrezcas en holocausto.