El Que Muere Por Sus Enemigos

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Introducción

¿Por qué nos reunimos cada domingo?
¿Por qué nos reunimos una vez al mes para participar de la santa cena - recordando la muerte de un judío que vivió hace 2,000 años?
¿Por qué nos reunimos una vez a la semana para cantar alabanzas a Dios que hablan de su gran amor, misericordia, y el sacrificio de su Hijo en la cruz?
¿Por qué lo hacemos semana tras semana? Si lo hacemos cada semana - seguramente ha de ser porque fue un evento de gran significado.
Nosotros nos reunimos cada domingo, porque algo sucedió hace 2,000 años que cambió la historia de la humanidad para siempre.
Han habido grandes eventos de la historia que marcaron la humanidad; tras los cuales nada volvió a ser igual:
La coquista del Santo Imperio Romano
Las cruzadas
La reforma de la iglesia
La era industrial
La primera y segunda guerra mundíal
9/11
Este es el evento más reciente que muchos de nosotros recordamos.
Después del 9/11, nada volvió a ser igual:
La seguridad en los aeropuertos aumentó.
La política de los EEUU cambió dramáticamente.
Aumentó la inseguridad y el miedo entre las comunidades de las grandes ciudades.
De la misma manera, hace 2,000 años sucedió algo que impactó la historia de la humanidad como ningún otro evento de la historia: el Hijo de Dios se hizo hombre y murió por los enemigos de Dios para reconciliarlos con Dios.
El día de hoy consideraremos:
¿Quiénes son los enemigos de Dios?
¿Qué merecen los enemigos de Dios?
¿Qué hizo Cristo por los enemigos de Dios?

I. ¿Quiénes son los enemigos de Dios?

Un enemigo es una persona que está en contra de otro.
La enemistad existe cuando una relación fue interrumpida por algún palabra o acción.
La enemistad ocurre cuando una persona ha ofendido a otra y no ha hecho lo posible por enmendar la relación.
La Palabra de Dios nos da testimonio que en el principio Dios creó al hombre y a la mujer: Adán y Eva.
Nuestros primeros padres tenían comunión con Dios en el huerto.
Dios les dio un solo mandato: que no comieran del árbol de la ciencia del bien y del mal.
Sin embargo, ellos desobedecieron el mandato de Dios y ofendieron a su Creador.
Desde ese día, el hombre cayó en desgracia al constituirse enemigo de Dios por preferir rebelarse contra Dios e ir en contra de su voluntad.
Es por eso, que cuando leemos vemos ciertos términos que describen al ser humano:
Débiles, v. 6
Impíos, v. 6
Pecadores, v. 8
Enemigos, v. 9
Cada una de estas palabras tiene la idea de rebelión contra Dios, de alguien que le ha dado la espalda a Dios, de alguien que prefiere hacer su propia voluntad sin importar que Dios ha dado su ley.
Pablo nos señala a todos con el dedo - diciendo que todos los seres humanos somos los enemigos de Dios:
Romanos 3.10–11 NIV
As it is written: “There is no one righteous, not even one; there is no one who understands; there is no one who seeks God.
Romanos 3.10–11 NVI
Así está escrito: «No hay un solo justo, ni siquiera uno; no hay nadie que entienda, nadie que busque a Dios.
Rom 3.10
La humanidad completa la ha dado la espalda a Dios.
El hombre por naturaleza no busca a Dios.
El hombre engaña, viola, adultera, aborta, maldice, miente, blasfema, etc.
El hombre extorsiona, asesina, odia, guarda rencor, envidia, etc.
Todos hemos sido contaminados por el pecado original; de tal manera que todos estamos inclinados hacia el pecado.
Quizá no estamos inclinados hacia el mismo pecado - pero la realidad es que todos pecamos en alguna forma u otra.
La humanidad completa se encuentra en el asiento de los acusados - acusados de haber pecado contra la ley de Dios, de haber quebrantado los mandamientos, de haber ofendido al Dios de la creación - hemos cometido traición contra el ser más poderoso que puede existir.
Hemos ofendido al dador de la vida.
Hemos ofendido a aquel que nos sostiene con el poder de su palabra.
Hemos ofendido a aquel que tiene poder absoluto.
Hermanos, esta idea nos debe aterrar al saber que cada uno de nosotros somos enemigos de Dios.
En ocasiones pensamos que pecador es el vecino, el compañero de banca, aquel borracho o drogadicto.
La realidad es que cada uno de nosotros, por muy bien que estemos vestidos/por mucho dinero que tengamos/por muy morales que parezcamos, hemos pecado y por tanto nos hemos convertido en enemigos de Dios ya que hemos pecado contra la ley que él mismo ha dado.

II. ¿Qué merecen los enemigos de Dios?

Pensemos en esto:
Dios es un Dios santo.
Creó a la humanidad y la humanidad entera le dio la espalda.
La humanidad conscientemente le dio la espalda a Dios.
La consecuencia de haberle dado la espalda a su creador fue la muerte.
Entró la enfermedad al mundo.
Entró el envejecimiento.
Se rompió la relación entre Dios y el hombre.
El hombre huyó de la presencia de Dios.
El hombre se hundió en el pecado y prefirió la muerte.
¿Qué merecen semejantes traidores rebeldes?
Muchos países, incluyendo los EEUU, castigan la traición a la patria con cárcel o la pena de muerte.
Es por eso que Pablo se considera a sí mismo y a toda la humanidad al escribir:
Romanos 5.7 NIV
Very rarely will anyone die for a righteous person, though for a good person someone might possibly dare to die.
Rom 5.
Romanos 5.7 NVI
Difícilmente habrá quien muera por un justo, aunque tal vez haya quien se atreva a morir por una persona buena.
Es posible que una persona haga un favor por una persona justa/buena/fiel/un amigo.
Nosotros mismos sabemos hacer bien a aquellos que han estado a nuestro lado, que nos han ayudado, a aquellos que están en comunión con nosotros.
Esto es algo que nosotros podemos entender.
Pero este pasaje no habla de hacer algo bueno por una persona buena. Habla de dar la vida por esa persona.
Quizá un padre daría la vida por sus hijos.
Quizá un soldado daría la vida por su país.
Hemos visto esta clase de ejemplos de personas que dan su vida en sacrificio por la vida de otros.
Sin embargo, Pablo sabe que desde la perspectiva de Dios ninguno de nosotros somos ese buen hombre u hombre justo de la cual la Biblia habla.
Todos hemos pecado.
Todos hemos ofendido a Dios.
Todos nos hemos rebelado contra él.
Es más, cuando vino su propio Hijo a rescatar a la humanidad - el hombree odio tanto su mensaje que lo condeno a morir en la cruz.
En otras palabras, no somos aquel hombre bueno que merece que Dios venga a rescatarlo de su estado miserable.
¿Qué merece el hombre/enemigo de Dios, que Dios haga por él?
Finalmente, es el hombre que de manera consciente le ha dado la espalda a Dios.
Dios sería completamente justo en dejar que la humanidad fuera destruída y sufriera las consecuencias de su pecado - puesto que voluntariamente le hemos dado la espalda a Dios.
¡Amados hermanos, que nunca se nos olvide que Dios no tiene ninguna obligación de rescatar a aquellos que se convirtieron en sus enemigos!

III. ¿Qué hizo Cristo por los enemigos de Dios?

La grandeza del evangelio, lo maravilloso del mensaje de Cristo es este: Cristo murió por nosotros siendo pecadores/enemigos de Dios!
Romanos 5.6 NIV
You see, at just the right time, when we were still powerless, Christ died for the ungodly.
Romanos
Romanos 5.6 NVI
A la verdad, como éramos incapaces de salvarnos, en el tiempo señalado Cristo murió por los malvados.
Cuando más necesitados nos encontrábamos, cuando más débiles, cuando más perdidos, cuando más alejados de Dios - en el tiempo de Dios vino Cristo y dio su vida por nosotros.
Cuando más necesitados nos encontrábamos, cuando más débiles, cuando más perdidos, cuando más alejados de Dios - en el tiempo de Dios vino Cristo y dio su vida por nosotros.
Cristo vino a morir por nosotros en el momento preciso.
Cuando toda esperanza se había perdido, en el momento en que no había solución alguna, el Cordero de Dios entregó su vida en el altar del sacrificio.
Dios mostró amor hacia sus enemigos:
Romanos 5.8 NIV
But God demonstrates his own love for us in this: While we were still sinners, Christ died for us.
Romanos 5.8 NVI
Pero Dios demuestra su amor por nosotros en esto: en que cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros.
Notemos que en esta obra no es el hombre que mostró su amor hacia Dios.
Notemos que en esta obra no es el hombre que mostró su amor hacia Dios.
El hombre no ama a Dios por naturaleza.
El hombre se burla de las cosas de Dios, se burla de la Biblia, se burla de Cristo, se burla de lo sagrado, cree que es más sabio que Dios.
Sin embargo, Dios muestra su amor y misericordia hacia la humanidad y Cristo muere en nuestro lugar.
Cristo toma nuestro lugar en la cruz.
Cristo recibe el castigo por nuestros pecados.
Cristo determina dar su vida para recibir el castigo que nosotros merecíamos.
Dios justificó a sus enemigos y los libró de la ira de Dios.
Romanos 5.9 NIV
Since we have now been justified by his blood, how much more shall we be saved from God’s wrath through him!
Romanos 5.9 NVI
Y ahora que hemos sido justificados por su sangre, ¡con cuánta más razón, por medio de él, seremos salvados del castigo de Dios!
Rom 5.
Mediante la muerte de Jesucristo, fuimos justificados.
Mediante la muerte de Jesucristo, fuimos justificados.
Dios nos ha declarado justos.
A pesar de todas las ofensas que hemos cometido, a pesar de habernos rebelado contra Dios, Cristo ahora viene y nos declara.
Es como si el gran rey del país viniera a aquellos súbditos que se han rebelado contra él.
El rey sabe que se han rebelado sus siervos.
El rey sabe que incluso han matado a su hijo.
Sin embargo, el gran rey viene y ofrece amnistía a todos sus enemigos.
Si tan solo vinieran a él y recibieran su amnistía serían declarados libres de la culpa por todas sus faltas.
Por cuanto hemos sido justificados ya no hay más ira.
La consecuencia del pecado es ser condenados y recibir el castigo de la ira de Dios.
El infierno, finalmente es la manifestación de la ira de Dios sobre la humanidad.
Sin embargo, a todos aquellos que hemos sido declarados justos, mediante la muerte de Cristo, hemos sido librados del castigo de la ira de Dios.
Hermanos, bendito sea Dios que ya no hay más castigo para nosotros puesto que el castigo/la condena/la paga de nuestro pecado la recibió Cristo sobre la cruz del Calvario.
Cristo murió para que fuesemos reconciliados con Dios.
Romanos 5.10–11 NIV
For if, while we were God’s enemies, we were reconciled to him through the death of his Son, how much more, having been reconciled, shall we be saved through his life! Not only is this so, but we also boast in God through our Lord Jesus Christ, through whom we have now received reconciliation.
Romanos 5.10–11 NVI
Porque si, cuando éramos enemigos de Dios, fuimos reconciliados con él mediante la muerte de su Hijo, ¡con cuánta más razón, habiendo sido reconciliados, seremos salvados por su vida! Y no sólo esto, sino que también nos regocijamos en Dios por nuestro Señor Jesucristo, pues gracias a él ya hemos recibido la reconciliación.
Rom 5.
Notemos como termina Pablo en esta sección.
Notemos como termina Pablo en esta sección.
Antes éramos enemigos de Dios.
Antes éramos traidores contra el Dios del universo.
Antes le habíamos dado la espalda a Dios.
Antes éramos dignos de la ira y castigo de Dios.
…pero ahora, por la muerte de su Hijo Jesús, hemos sido reconciliados con Dios.
Vino Cristo a aquellos que éramos enemigos del Padre, murió por nosotros, y nos ha llevado con Dios, habiéndonos declarados justos, y nos ha regresado al Padre donde somos recibidos como hijos.
Esta es la obra bendita de Jesucristo, reconciliar a aquellos que creen en Jesús, reconciliarnos con Dios y reparar la relación que nosotros mismos, por nuestro pecado, habíamos destruido.
¿Qué se requiere de nosotros?
Dios lo hizo todo.
Dios envió a su Hijo.
Su Hijo fue quien murió.
…solo debemos creer confesando nuestros pecados y así recibimos el perdón de Dios, la justificación y reconciliación con Dios.
Nada de lo que pudiera suceder en la historia de la humanidad puede ser más importante que esto - puesto esto determina nuestro destino eterno.
O seremos condenados en el infierno por ser enemigos de Dios, por haber ofendido a Dios, por haber hecho lo que no agrada a Dios - y por tanto recibimos el justo juicio de Dios.
…o recibimos el perdón que Dios ofrece mediante la muerte de Jesucristo en la cruz.
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