La Tumba Vacía

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Introducción

Pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre.” (, RVR60)
El ultimo testimonio que nos presenta Juan es de la Resurrección de Cristo y de esto estará hablando en los últimos 2 capítulos.
La resurrección es el tema mas importante del cristianismo:
Pero si se predica de Cristo que resucitó de los muertos, ¿cómo dicen algunos entre vosotros que no hay resurrección de muertos? Porque si no hay resurrección de muertos, tampoco Cristo resucitó. Y si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación, vana es también vuestra fe. Y somos hallados falsos testigos de Dios; porque hemos testificado de Dios que él resucitó a Cristo, al cual no resucitó, si en verdad los muertos no resucitan. Porque si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó; y si Cristo no resucitó, vuestra fe es vana; aún estáis en vuestros pecados. Entonces también los que durmieron en Cristo perecieron. Si en esta vida solamente esperamos en Cristo, somos los más dignos de conmiseración de todos los hombres.” (, RVR60)
Sin Resurrección no hay glorificación, y la glorificación es el fin ultimo de nuestra redención, era parte del propósito eterno de Dios, levarnos a su gloria eterna con cuerpos glorificados. La Resurrección siempre había sido la esperanza de los creyentes de todos los tiempos.
Porque aún no habían entendido la Escritura, que era necesario que él resucitase de los muertos.Y volvieron los discípulos a los suyos.
Valle de huesos secos.
Porque no dejarás mi alma en el Seol, Ni permitirás que tu santo vea corrupción.” (, RVR60)
Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada.” (, RVR60) .
La Resurrección de Cristo garantiza nuestra Resurrección.
La Resurrección es la demostración mas gloriosa del poder de Dios
Es la cuspide de las promesas del evangelio
Con la Resurrección la ofrenda del Señor por nuestro pecado quedo validada por Dios (Sacerdotes debían salir vivos del lugar santísimo, si Dios aceptaba la ofrenda por el pecado)
Juan quiere que creamos en la Resurrección, si no confesamos la Resurrección, no tenemos fe verdadera y por lo tanto no tendríamos esperanza de vida eterna: “Mas ¿qué dice? Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es la palabra de fe que predicamos: que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.” (, RVR60)
La Resurrección es esencial para el evangelio, tan esencial es que Cristo resucito y nos convoco como su asamblea el día de su resurrección que este día que celebramos hoy, fue llamado el día del Señor “El primer día de la semana” Nos reunimos un domingo desde que Jesus se levanto de los muertos para celebrar su victoria sobre la muerte y el pecado.
El testimonio de Juan es maravilloso, muy detallado y personal, su intención es que permanezcamos firmes en la esperanza de que en Jesus tenemos vida eterna.
Juan no puede testificar sino lo que ha visto y ningún hombre puede testificar que vio a Jesus resucitando de los muertos, así como ningún hombre estuvo cuando Dios inicio la creación, ninguno estaba presente cuando ocurrió el milagro de la Resurrección y es or la fe que creemos.... por la fe creemos que el mundo fue creado en 6 días y por la fe creemos que Jesus resucito.
Pero Juan si puede dar crédito de las evidencias de la resurrección, el vio a Jesus muerto, vio cómo fue sepultado, luego, vio la tumba vacía, escucho el testimonio de María y vio al Señor resucitado.
Veremos hoy su testimonio acerca de la tumba vacía. Espero que esta tumba vacía incremente tu esperanza hermano. La tumba vacía es una de las grandes evidencias históricas de la resurrección del Señor.
La tumba vacía es una de las grandes evidencias historicas de la resurrección del Señor.
El primer día de la semana, María Magdalena fue de mañana, siendo aún oscuro, al sepulcro; y vio quitada la piedra del sepulcro.Entonces corrió, y fue a Simón Pedro y al otro discípulo, aquel al que amaba Jesús, y les dijo: Se han llevado del sepulcro al Señor, y no sabemos dónde le han puesto. Y salieron Pedro y el otro discípulo, y fueron al sepulcro. Corrían los dos juntos; pero el otro discípulo corrió más aprisa que Pedro, y llegó primero al sepulcro.Y bajándose a mirar, vio los lienzos puestos allí, pero no entró.Luego llegó Simón Pedro tras él, y entró en el sepulcro, y vio los lienzos puestos allí, y el sudario, que había estado sobre la cabeza de Jesús, no puesto con los lienzos, sino enrollado en un lugar aparte.Entonces entró también el otro discípulo, que había venido primero al sepulcro; y vio, y creyó. Porque aún no habían entendido la Escritura, que era necesario que él resucitase de los muertos.Y volvieron los discípulos a los suyos.” (, RVR60)
Frente a la tumba vacía tenemos tres personas en las que Juan se enfoca, María Magdalena “Una observadora abrumada por la pena”, y dos observadores cuidadosos” - estos testigos nos señalan dos verdades gloriosas, que Jesus venció la muerte y se levanto en gloria por nosotros.

1. Jesus venció la muerte por nosotros

Una Observadora abrumada

Ernest Renan quien fue un crítico del cristianismo en fráncia, argumentó que la fe cristiana en la resurrección, fue el resultado de los rumores difundidos por María Magdalena, que había sufrido una alucinación, pensando que había visto a Jesús.
Pero si leemos bien el testimonio de Juan, María no pudo haber sufrido una alucinación. De echo lo último que ella esperaba que sucediera era que su Señor resucitara. Ella, como los demás discípulos, no eran personas fácilmente manipulables, crédulas.
Ella llega al sepulcro con otras mujeres (Salome, María, Juana) a la madrugada del domingo para ungir su cuerpo con especias “no sabemos”… Juan infiere que sus lectores han leído los demás evangelios y ven la piedra removida de su lugar. Esta piedra fue quitada por su puesto, no para dejar salir a Jesus como veremos, sino para que los testigos pudieran entrar, ver y dejarnos testimonio. Jesus Venció la muerte.
Ella no cree que Jesus resucitó, ella esta pensando ¿Quién movió la piedra? ¿Habían robado el cuerpo de Jesús? ¿José de Arimatea lo había llevado a otro lugar? ¿Qué vamos a hacer? deciden ir a buscar a los discípulos y le informan a Pedro y a Juan que el cuerpo se lo han llevado. Ninguna creyó que Jesus resucito. Nadie esperaba una resurrección.
Pedro y Juan corren a ver y ellos van como curiosos, sin creer que Jesus resucitaría. Esto es interesante porque luego ellos dan sus vidas por esta verdad.
De echo como el día anterior era sábado, ninguno de ellos supo lo que paso el viernes en la tarde, “Al día siguiente, que es después de la preparación, se reunieron los principales sacerdotes y los fariseos ante Pilato, diciendo: Señor, nos acordamos que aquel engañador dijo, viviendo aún: Después de tres días resucitaré. Manda, pues, que se asegure el sepulcro hasta el tercer día, no sea que vengan sus discípulos de noche, y lo hurten, y digan al pueblo: Resucitó de entre los muertos. Y será el postrer error peor que el primero.Y Pilato les dijo: Ahí tenéis una guardia; id, aseguradlo como sabéis.Entonces ellos fueron y aseguraron el sepulcro, sellando la piedra y poniendo la guardia.” (, RVR60)
Ninguno de ellos estaba allí cuando ocurrió esto: Y hubo un gran terremoto; porque un ángel del Señor, descendiendo del cielo y llegando, removió la piedra, y se sentó sobre ella.Su aspecto era como un relámpago, y su vestido blanco como la nieve.Y de miedo de él los guardas temblaron y se quedaron como muertos.” (, RVR60)
Los soldados luego de que la piedra fue removida no tenían nada que hacer allí, y se van a informar que no encontraron el cuerpo:
Mientras ellas iban, he aquí unos de la guardia fueron a la ciudad, y dieron aviso a los principales sacerdotes de todas las cosas que habían acontecido.Y reunidos con los ancianos, y habido consejo, dieron mucho dinero a los soldados, diciendo: Decid vosotros: Sus discípulos vinieron de noche, y lo hurtaron, estando nosotros dormidos.Y si esto lo oyere el gobernador, nosotros le persuadiremos, y os pondremos a salvo.Y ellos, tomando el dinero, hicieron como se les había instruido. Este dicho se ha divulgado entre los judíos hasta el día de hoy.” (, RVR60)
María y las demás mujeres, no encuentran soldados, solo la pìedra removida. ninguno supo lo que paso esa madrugada gloriosa de resurrección. Solo saben que la piedra ha sido removida y que Jesus no esta en la tumba....
Esta piedra es un testigo silencioso de la victoria de Jesus sobre la muerte. El venció la muerte por nosotros.

2. Jesus se levanto en gloria por nosotros

Dos observadores cuidadoso - Dt. 19:15

Corrían los dos juntos; pero el otro discípulo corrió más aprisa que Pedro, y llegó primero al sepulcro. Y bajándose a mirar, vio los lienzos puestos allí, pero no entró. Luego llegó Simón Pedro tras él, y entró en el sepulcro, y vio los lienzos puestos allí, y el sudario, que había estado sobre la cabeza de Jesús, no puesto con los lienzos, sino enrollado en un lugar aparte.Entonces entró también el otro discípulo, que había venido primero al sepulcro; y vio, y creyó.
Juan llega al sepulcro primero y echa una mirada para ver los lienzos puestos allí, pero no entra a observar detenidamente, él solo quiere confirmar la noticia de las mujeres sin meditar en la escena.
La primera observación de Juan confirma solo que el cuerpo no estaba allí. Esto nos indica que Jesus ha resucitado corporalmente. Los enemigos de Jesús y del cristianismo en aquellos primeros días no pudieron mostrar el cuerpo. Así hubieran terminado con todo el problema.
No había un cadáver, porque Jesús había resucitado corporalmente.
Pedro si entra a la tumba y observa con cuidado todo, Juan usa aquí una palabra diferente en griego (teoreo) (de ella obtenemos nuestras palabras "teoría" y "teorizar"). Pedro investiga a fondo la escena y lo cuenta a Juan quien nos informa lo que Pedro ve y luego entra ve con cuidado y entonces cree que Jesus resucito. Después de esto comenzaron las apariciones del Señor. Todos los discípulos que vieron al Señor resucitado creyeron.
Pero Juan creyó primero, y lo hizo antes de ver a Jesús.
¿Qué lo hizo creer? ¿Qué vio él que lo convenció de la resurrección de Jesús?
El comentario de Boice me fue útil para comprender como las tradiciones judías tocante a los entierros nos ayudan a comprender lo que ellos vieron:
En Egipto, los cuerpos fueron embalsamados.
En Roma y Grecia a menudo fueron incinerados.
En Palestina no fueron embalsamados ni cremados. Estaban envueltos en bandas de lino que encerraban especias secas y se colocaban boca arriba sin ataúd en tumbas, generalmente cortadas de la roca en las colinas de Judea y Galilea. Muchas de estas tumbas existen hoy y cualquier visitante de Palestina puede verlas. Una característica única de los entierros orientales es que los cuerpos eran envueltos en lienzos de tal manera que dejaban la cara, el cuello y la parte superior de los hombros al descubierto. La parte superior de la cabeza estaba cubierta por una tela que se había enrollado como un turbante. Por lo tanto, la ropa de la tumba no le cubría la cara. También se usaron cubiertas separadas para la cabeza y el cuerpo en el entierro de Lázaro:
Y el que había muerto salió, atadas las manos y los pies con vendas, y el rostro envuelto en un sudario. Jesús les dijo: Desatadle, y dejadle ir.” (, RVR60)
).
Recordemos qué José y Nicodemo enterraron a Jesucristo de manera similar. El cuerpo de Jesús fue retirado de la cruz antes del comienzo del sábado judío, lavado y envuelto en bandas de lino. Setenta y cinco libras de especias se insertaron cuidadosamente en los pliegues de la ropa. El aloe era una madera en polvo como aserrín fino con una fragancia aromática; La mirra era una goma fragante que se mezclaría cuidadosamente con el polvo. El cuerpo de Jesús estaba encerrado en estos. Su cabeza, cuello y hombros superiores quedaron desnudos y una tela de lino se envolvió alrededor de la parte superior de su cabeza como un turbante. El cuerpo de Jesús fue colocado amorosamente dentro del sepulcro donde yacía hasta el sábado por la noche o el domingo por la mañana temprano.
Cuando leemos la resurrección la de Lazaro, él tuvo que ser ayudado para que las vendas fueran quitadas, su resurrección fue diferente a la de Jesus. Lazaro resucito y murió de nuevo el resucito en un cuerpo natural como el que tenemos en Adán. Pero Jesus no morirá jamás “sabiendo que Cristo, habiendo resucitado de los muertos, ya no muere; la muerte no se enseñorea más de él.” (, RVR60)
Pero Jesus no necesito que le ayudaran con las vendas, en tal caso las especias se habrían desparramado por el lugar, las vendas estarían desacomodadas, pero estaban intactas en su lugar, tal como habían sido puestas en el cuerpo del Señor.
No hubo disturbios en al tumba, ni ayuda de nadie para quitar las vendas. Pedro vio los lienzos puestos allí, y el sudario, que había estado sobre la cabeza de Jesús, no puesto con los lienzos, sino enrollado en un lugar aparte. Como si el cuerpo de hubiese esfumado de allí. Esto fue lo que vió Juan y creyó. El sabe que el cuerpo no fue robado, no fue movido, solo desapareció porque resucitó como había dicho-
El cuerpo de Jesús es diferente. Él simplemente atravesó esas vestiduras de la misma forma en que atravesó puertas en y 26. “Y estando las puertas cerradas, Jesús vino y se puso en medio de ellos.” () Pero en el mismo momento en que entraba en la habitación, de una forma imposible para un cuerpo ordinario, dice al escéptico Tomás: “Acerca aquí tu dedo, y mira mis manos; extiende aquí tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente.” () Era un cuerpo físico que podía reconocerse y tocarse. Y Lucas nos dice que él comió pescado después de haber resucitado. ()
Juan creyó por la evidencia, pero el mismo Juan dice que esto fue
Valle de huesos secos.
Porque no dejarás mi alma en el Seol, Ni permitirás que tu santo vea corrupción.” (, RVR60)
Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada.” (, RVR60) .
Si hubieran robado el cuerpo, se lo hubieran llevado con sudario y todo, nadie quiere tocar un cadáver de tres días, no tiene sentido. Y si lo hubieran echo tuvieron que haber limpiado la especias y dejar todo limpio y no hubo tiempo.
El cuerpo de Jesus, no era exactamente como el cuerpo que murió, y sin embargo, aun era el cuerpo que murió. Hay continuidad y discontinuidad.
Esto es importante porque la resurrección de Jesús en el Nuevo Testamento es vista como las primicias de la cosecha de la resurrección de todos los cristianos. Como lo expresó Pablo: “Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo en su venida.” ()
El cuerpo de Jesús es diferente.

El cuerpo de Jesús es diferente. Él simplemente atravesó esas vestiduras de la misma forma en que atravesó puertas en Juan 20:19 y 26. “Y estando las puertas cerradas, Jesús vino y se puso en medio de ellos.” (Juan 20:26) Pero en el mismo momento en que entraba en la habitación, de una forma imposible para un cuerpo ordinario, dice al escéptico Tomás: “Acerca aquí tu dedo, y mira mis manos; extiende aquí tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente.” (Juan 20:27) Era un cuerpo físico que podía reconocerse y tocarse. Y Lucas nos dice que él comió pescado después de haber resucitado. (Lucas 24:43)

y 26. “Y estando las puertas cerradas, Jesús vino y se puso en medio de ellos.” ()
“Acerca aquí tu dedo, y mira mis manos; extiende aquí tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente.” () Era un cuerpo físico que podía reconocerse y tocarse.
Y Lucas nos dice que él comió pescado después de haber resucitado. ()
Jesus resucitó y su cuerpo fue transformado en cuerpo de Gloria como lo será el nuestro en un abrir y cerrar de ojos.
el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya, por el poder con el cual puede también sujetar a sí mismo todas las cosas.” (, RVR60)
Así también es la resurrección de los muertos. Se siembra en corrupción, resucitará en incorrupción. Se siembra en deshonra, resucitará en gloria; se siembra en debilidad, resucitará en poder. Se siembra cuerpo animal, resucitará cuerpo espiritual. Hay cuerpo animal, y hay cuerpo espiritual. Así también está escrito: Fue hecho el primer hombre Adán alma viviente; el postrer Adán, espíritu vivificante. Mas lo espiritual no es primero, sino lo animal; luego lo espiritual. El primer hombre es de la tierra, terrenal; el segundo hombre, que es el Señor, es del cielo. Cual el terrenal, tales también los terrenales; y cual el celestial, tales también los celestiales. Y así como hemos traído la imagen del terrenal, traeremos también la imagen del celestial. Pero esto digo, hermanos: que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios, ni la corrupción hereda la incorrupción.” (, RVR60)
Adan antes de la caída, tenía un cuerpo natural, es decir de esta creación, aunque sin pecado, aun no había sido glorificado y era un cuerpo corruptible.
Desde el principio, como una criatura portadora de la imagen de Dios, Adán estaba destinado a un modo de existencia superior, espiritual, de una forma de existencia corporal superior glorificado y eterno.
Cristo fue el primero en resucitar con este cuerpo de gloria. Todavía era un cuerpo físico: Jesús podía comer y ser tocado, tenía propiedades que no tenía antes de su muerte y resurrección.
Se sembró un cuerpo natural y se levantó un cuerpo espiritual. En este cuerpo vive Jesús, sentado a la diestra de Dios, donde intercede por los suyos hasta el momento en que regrese nuevamente en juicio.
Hoy no necesitamos pensar en Jesús como el Jesús vulnerable de la historia. Jesús murió, pero murió de una vez por todas. Fue golpeado y escupido y maldecido, pero eso no se repetirá. Oramos hoy a un Señor poderoso, a un Señor exaltado. Este Señor regresará un día para tomar lo suyo para estar con él en gloria.
Hermanos, a transformación del cuerpo de Jesucristo apunta a un nuevo modo de vida para todos los creyentes.
El es el primer fruto. Nosotros, la cosecha, seremos como él en nuestros cuerpos, así como en sus rasgos de carácter. Nuestros cuerpos de resurrección serán mejores que nuestros viejos cuerpos físicos. No serán nuestros cuerpos físicos resucitados. Nuestros cuerpos nos obstaculizan. Nos atan a la tierra, a los hábitos, incluso a los rasgos de carácter que hemos heredado de nuestros padres a través de sus genes. Disminuyen nuestros procesos de pensamiento. Cuando estamos lo suficientemente cansados, nos llevan en sueños. Finalmente mueren. Pero debemos ganar con la muerte. El cuerpo de resurrección no nos obstaculizará.
El cuerpo del Cristo resucitado es el precursor de nuestros cuerpos, y fue y está totalmente subordinado a sus deseos. No lo obstaculizó. Lo liberó. En ese cuerpo no conocía dolor, ni sufrimiento, ni necesidad. Para nosotros también habrá libertad. No habrá falta. Habrá vigilia ilimitada y oportunidades ilimitadas para el servicio.
Amigo.... considere la evidencia que presenta Juan… es una evidencia contundente que impulso su fe, espero lo haga con la suya, Juan y los demas apóstoles fueron martirizados por esta verdad. Luego de haber sido incrédulos y cobardes. ¿que les hizo dar su vida por el Señor? la esperanza que tenían de que si Jesus resicito, ellos tambien.
¿Acaso no creemos que Jesús murió y resucitó? Así también Dios resucitará con Jesús a los que han muerto en unión con él. ()
Valle de huesos secos.
Porque no dejarás mi alma en el Seol, Ni permitirás que tu santo vea corrupción.” (, RVR60)

¿Acaso no creemos que Jesús murió y resucitó? Así también Dios resucitará con Jesús a los que han muerto en unión con él.

(1 Tesalonicenses 4:14)

Valle de huesos secos.
Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada.” (, RVR60)
()
Porque no dejarás mi alma en el Seol, Ni permitirás que tu santo vea corrupción.” (, RVR60)
Ustedes pueden creer por la palabra… Juan creyo por la evidencia, pero el mismo Juan dice que esto fue Porque aún no habían entendido la Escritura, que era necesario que él resucitase de los muertos.Y volvieron los discípulos a los suyos.
Hermano piensen por un momento: ¿por qué es tan difícil enfrentarse al sufrimiento? ¿Por qué es tan complicado enfrentarse a las discapacidades y a la enfermedad? ¿Por qué es tan difícil hacer lo correcto cuando sabes que te va a costar dinero, tu reputación o incluso la vida? ¿Por qué es tan duro enfrentarse a la muerte o a la muerte de nuestros seres queridos? Es doloroso porque pensamos que este mundo roto es el único mundo que vamos a tener. Fácilmente acabamos pensando que el dinero es la única riqueza que vamos a tener, que este cuerpo es el único que vamos a tener. Pero si Jesús ha resucitado, tu futuro es mucho más hermoso y mucho más cierto que todo eso
Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada.” (, RVR60)
Valle de huesos secos.
Porque no dejarás mi alma en el Seol, Ni permitirás que tu santo vea corrupción.” (, RVR60)
Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada.” (, RVR60)
Una hermosa niña de quince años se enfermó repentinamente, quedando casi ciega y paralizada. Un día escuchó al médico de cabecera, mientras le decía a sus padres: –Pobre niña; por cierto que ha vivido ya sus mejores días. –No, doctor –exclamó la enferma–, mis mejores días están todavía en el futuro. Son aquellos en los cuales he de contemplar al Rey en su hermosura. Esa es nuestra esperanza. No seremos aniquilados. Cristo resucitó de entre los muertos como garantía de que nosotros también resucitaremos. La resurrección es el gran antídoto contra el temor de la muerte. Nada puede reemplazarla. Las riquezas, el genio, los placeres mundanales, no nos pueden traer consuelo en la hora de nuestra muerte. El Cadernal Borgia exclamó al morir: –¡En mi vida me he preparado para todo menos para la muerte y ahora, ¡Ay, de mí! No me encuentro listo!. Comparemos estas palabras con las de uno de los primeros discípulos: «Estoy cansado. Quiero dormir. Buenas noches». Estaba seguro de despertar en una tierra mejor. D.L. Moody
Y la historia del evangelio no es sentimental o escapista. De hecho, el evangelio toma el mal y la pérdida muy en serio, porque dice que no podemos salvarnos a nosotros mimos. Lo único que puede salvarnos es la muerte del mismísimo Hijo de Dios. Pero el “final feliz” de la resurrección histórica es tan grande que supera incluso el dolor de la Cruz. Es tan grande que aquellos que creen en ella pueden, desde ese momento, enfrentarse al dolor y a la fragmentación de la vida. Si no creemos en el evangelio, quizás lloremos de alegría con el final feliz de alguna que otra historia inspiradora, pero la magia pronto desaparecerá, porque nuestras mentes nos dirán “la vida no es realmente así”. Pero si creemos el evangelio, nuestros corazones poco a poco irán sanando incluso en medio de los momentos más oscuros pues sabremos que la vida es así. ¡Todo gracias a Él! Entonces nuestras penas, las discatástrofes que conocemos, serán devoradas por la gracia milagrosa de los propósitos de Dios. “La muerte ha sido devorada por la victoria. […] ¡Pero gracias a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo!”
( y 57).

Y la historia del evangelio no es sentimental o escapista. De hecho, el evangelio toma el mal y la pérdida muy en serio, porque dice que no podemos salvarnos a nosotros mimos. Lo único que puede salvarnos es la muerte del mismísimo Hijo de Dios. Pero el “final feliz” de la resurrección histórica es tan grande que supera incluso el dolor de la Cruz. Es tan grande que aquellos que creen en ella pueden, desde ese momento, enfrentarse al dolor y a la fragmentación de la vida. Si no creemos en el evangelio, quizás lloremos de alegría con el final feliz de alguna que otra historia inspiradora, pero la magia pronto desaparecerá, porque nuestras mentes nos dirán “la vida no es realmente así”. Pero si creemos el evangelio, nuestros corazones poco a poco irán sanando incluso en medio de los momentos más oscuros pues sabremos que la vida es así. ¡Todo gracias a Él! Entonces nuestras penas, las discatástrofes que conocemos, serán devoradas por la gracia milagrosa de los propósitos de Dios. “La muerte ha sido devorada por la victoria. […] ¡Pero gracias a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo!”

(1 Corintios 15:54 y 57).

Joni Eareckson Tada.... “Como todo el mundo estaba arrodillado, solo se me veía a mí. Y no pude contener las lágrimas”. Pero no era por autocompasión. Estaba llorando porque la imagen de cientos de personas arrodilladas ante Dios era muy hermosa, “una imagen del cielo”. Y después continuó llorando al pensar que:
Allí sentada, recordé que en el cielo podré saltar, bailar, dar patadas y hacer aerobic. Y […] antes de que llamen a los invitados al banquete de las bodas del Cordero, lo primero que pienso hacer con mis piernas resucitadas es caer de rodillas; con esas rodillas glorificadas, agradecidas. Me arrodillaré silenciosamente los pies de Jesús.72
Después añade: “Yo, que tengo los dedos secos y doblados, los músculos atrofiados, las rodillas torcidas, y no siento nada de hombros para abajo, tendré un día un cuerpo nuevo, ligero, luminoso y revestido de justicia; poderoso y deslumbrante. ¿Puedes hacerte una idea de la esperanza que la resurrección da a alguien con una lesión en la columna vertebral como la mía?”73 Solo en el evangelio de Jesucristo podemos encontrar una esperanza para la vida así de completa. Solo la resurrección nos promete algo más que mentes y corazones nuevos; también nos promete cuerpo nuevos, cuerpos que harán mucho más de lo que un cuerpo puede hacer a día de hoy. Serán indisolubles, perfectos, mucho más bellos. Podrán ser, hacer y cargar lo que se supone que un cuerpo hace pero que nuestro cuerpo actual no puede hacer
Y la historia del evangelio no es sentimental o escapista. De hecho, el evangelio toma el mal y la pérdida muy en serio, porque dice que no podemos salvarnos a nosotros mimos. Lo único que puede salvarnos es la muerte del mismísimo Hijo de Dios. Pero el “final feliz” de la resurrección histórica es tan grande que supera incluso el dolor de la Cruz. Es tan grande que aquellos que creen en ella pueden, desde ese momento, enfrentarse al dolor y a la fragmentación de la vida. Si no creemos en el evangelio, quizás lloremos de alegría con el final feliz de alguna que otra historia inspiradora, pero la magia pronto desaparecerá, porque nuestras mentes nos dirán “la vida no es realmente así”. Pero si creemos el evangelio, nuestros corazones poco a poco irán sanando incluso en medio de los momentos más oscuros pues sabremos que la vida es así. ¡Todo gracias a Él! Entonces nuestras penas, las discatástrofes que conocemos, serán devoradas por la gracia milagrosa de los propósitos de Dios. “La muerte ha sido devorada por la victoria. […] ¡Pero gracias a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo!”
( y 57).
La tumba vacía garantiza la victoria del Señor sobre la muerte.
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